El exministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Luis Rojas, se refirió a la hipótesis manejada por la investigación transnacional sobre el crimen del fiscal Marcelo Pecci en Colombia, publicada por el medio colombiano Semana, en la cual señalan que los mandantes del crimen serían narcotraficantes de Paraguay y Brasil.
Rojas destacó a Pecci con un alto perfil que estaba escalando profesionalmente en el Ministerio Público y a su criterio, incluso pudo haber llegado a la Fiscalía General del Estado, lo que hubiera sido muy complicado para el crimen organizado y el narcotráfico en Paraguay, como así también en la región.
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“Imagínense tenerle de fiscal general, iba ser muy complicado para el crimen organizado o como adjunto importante, como ya estaba trabajando con Sandra Quiñónez, con la fiscal anterior. Entonces de ahí podría venir la suerte de complot, era muy duro como fiscal”, dijo Rojas en entrevista a la 1000 AM.
Resaltó que al extinto fiscal Pecci no le temblaba la mano en sus investigaciones e intervenciones en los casos que llevaba adelante. “Hay que recordar que Marcelo Pecci era un fiscal muy profesional, un fiscal muy duro, porque no le temblaba la mano al momento, sea quien sea, y yo creo que se perfilaba para ir escalando posiciones a nivel del Ministerio Público”, dijo.
El medio colombiano señala que se habría realizado una “vaquita” de USD 1 millón para organizar el asesinato y menciona que “la investigación apuntaría a narcos como Jarvis Chimenes Pavão (Brasil), Miguel Insfrán, alias Tío Rico (Paraguay), y Jaime Franco (Paraguay)”. Al respecto, Rojas indicó que esta teoría podría ser la acertada.
“Todo es probable, hay que ver qué elementos conducen a esa hipótesis, a lo mejor en Colombia encontraron más información. Matar a alguien de alto perfil necesariamente trae una consecuencia para el crimen organizado, entonces no creo que haya sido una cuestión que alguien decidió, me suena bastante creíble que haya sido una asociación de gente sobre todo para un mensaje”, apuntó. Refirió que, además de enviar un mensaje al Ministerio Público, asesinar a un fiscal de la talla de Pecci fue sacar de la jugada a un actor importante de la Justicia en Paraguay.
“Más que un mensaje, pasa que el fiscal que lidera las causas es la cara visible de un equipo de trabajo, no es que desaparece el fiscal y termina la causa, ni mucho menos, yo creo que son mensajes de amedrentamiento generalizado a todos los del Ministerio Público y de paso sacarle a un jugador importante que iba escalando de posiciones, después no le encuentro otra lógica”, manifestó.
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¿Quiénes están acusados junto a Bolsonaro por la fallida asonada?
- Brasilia, Brasil. AFP.
Según la acusación de la fiscalía brasileña, el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro se valió del apoyo de ministros, comandantes militares y otros colaboradores para tratar de aferrarse al poder en 2022 tras perder las elecciones contra Lula.
Estos son los siete coacusados llamados a declarar esta semana junto a Bolsonaro ante la corte suprema en el juicio que los expone a duras penas de cárcel por un plan de golpe de Estado que no se habría llevado a cabo por la oposición de altos mandos militares.
El ayudante
Exedecán de Bolsonaro y considerado su mano derecha durante su gobierno, el teniente coronel Mauro Cid se encargó, según la fiscalía, de recopilar supuestas pruebas de fraude en los comicios que Bolsonaro perdió frente al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en 2022 para justicar un golpe. En su teléfono los investigadores hallaron un discurso que Bolsonaro supuestamente daría una vez consumado ese acto.
Cid, de 46 años, es también una fuente clave de la investigación, al haber firmado un acuerdo de colaboración que podría dejarle con una sentencia reducida si es condenado.
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El candidato a vice
El general Walter Braga Netto fue ministro de Defensa y candidato a la vicepresidencia en 2022 con Bolsonaro, con quien comparte su nostalgia declarada por la última dictadura brasileña (1964-1985).
Braga Netto, de 68 años, es acusado de ser uno de los líderes de la trama golpista. Según la investigación, discutió en su casa un plan llamado “Puñal Verde y Amarillo” para asesinar a Lula y otras autoridades. Está detenido desde diciembre por intentar obstruir las investigaciones.
El general modelo
De instructor de Bolsonaro en la escuela militar a ministro del aparato de seguridad durante el gobierno del ultraderechista, el general Augusto Heleno Ribeiro, de 77 años, tiene una larga trayectoria política y estuvo al frente de la Misión de la ONU en Haití (Minustah).
Según la investigación, fue uno de los arquitectos de los ataques infundados al sistema de votación electrónica. En una reunión con Bolsonaro antes de los comicios de 2022, Heleno afirmó: “Si tenemos que dar un golpe en la mesa, debe ser antes de las elecciones”.
El ministro de la “minuta”
Anderson Torres, de 48 años, fue ministro de Justicia de Bolsonaro y estuvo encargado de la Seguridad en el gobierno de Brasilia durante los disturbios en la capital en enero de 2023 por bolsonaristas que llamaban a una intervención militar para derrocar a Lula.
En su casa, la policía halló una propuesta de decreto para revertir el resultado de las elecciones, bautizada en la investigación como la “minuta del golpe”.
El ministro de Defensa
El general Paulo Sérgio Nogueira fue ministro de Defensa en los últimos meses del gobierno Bolsonaro.
Nogueira, de 66 años, asistió a una reunión en la que Bolsonaro discutió la posibilidad de decretar un “estado de defensa o de sitio” para refutar el resultado electoral y justificar una intervención castrense. El plan nunca se implementó.
El comandante de la Marina
El almirante Almir Garnier Santos fue nombrado comandante de la Marina por Bolsonaro en 2021.
Estuvo presente en dos reuniones a fines de 2022 donde se discutió la eventual implementación de medidas especiales. Garnier Santos, de 64 años, apoyó la propuesta de Bolsonaro y dijo que “las tropas de la Marina estarían a disposición del presidente”, según un testimonio del juicio.
El jefe de inteligencia
El diputado Alexandre Ramagem es un expolicía y hombre de confianza de la familia Bolsonaro que comandó la agencia brasileña de inteligencia ABIN durante el gobierno del ultraderechista.
Ramagem, de 53 años, es señalado de orquestar una campaña de desinformación en redes sociales contra opositores de Bolsonaro y el sistema electoral, auxiliado por una red de policías y agentes de inteligencia.
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Un expresidente con alma de capitán
Como político, proclamó su nostalgia de la dictadura. Como presidente, desafió las instituciones. Jair Bolsonaro, líder de la derecha y ultraderecha en Brasil, es juzgado ahora por intento de golpe de Estado. Con 70 años y recién recuperado de una enésima cirugía en el abdomen debido a un atentado que sufrió en 2018, Bolsonaro clama su inocencia.
“La palabra ‘golpe’ nunca estuvo en mi diccionario”, sostiene el excapitán del Ejército.
Bolsonaro declarará esta semana ante la corte suprema acusado de conspirar para impedir la asunción del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, con quien perdió las elecciones en 2022.
Se expone a una condena de unos 40 años de cárcel, lo que se suma a su inhabilitación política por desinformar sobre el sistema de votación en Brasil.
Pero este líder por ahora sin sucesor claro en la derecha en las elecciones de 2026 no quiere oír ni hablar de tirar la toalla.
“Vamos a continuar la lucha”, dijo en mayo en una manifestación en Brasilia, mientras sus seguidores lo vitoreaban gritando su apodo: “¡Mito, mito!”.
Política en familia
Bolsonaro accedió al poder en 2019 reivindicándose como un “outsider”, si bien llevaba casi tres décadas en política.
Nunca renegó de los años de plomo de la dictadura militar (1964-1985), cuyo “error fue torturar y no matar” a los disidentes, dijo antes de acceder a la presidencia.
Su discurso de sintaxis simple se mantuvo siempre beligerante y caracterizado por comentarios misóginos, racistas y homofóbicos.
Nacido el 21 de marzo de 1955 en el interior del estado de Sao Paulo, en una familia de origen italiano, Bolsonaro tuvo cinco hijos con tres mujeres diferentes.
Los cuatro primeros se lanzaron a la política. De la quinta, la única niña, Laura, dijo que la engendró en un momento de “debilidad”.
Junto a los varones y su actual esposa Michelle -una fiel evangélica 27 años menor que él, que se define católico- forma hoy un clan altamente activo, especialmente en las redes sociales.
Después de una carrera militar marcada por episodios de insubordinación, Bolsonaro fue elegido diputado desde 1991.
Poco visible en el parlamento, salió de la sombra después de la destitución en 2016 de la expresidenta Dilma Rousseff, heredera política de Lula.
Sus diatribas contra la corrupción, la violencia, la crisis económica y la izquierda “podrida” sedujeron.
Este populista, que se viste en público con pantalones cortos y la camiseta amarilla de la selección brasileña, se aseguró el apoyo de los poderosos lobbies del agronegocio y los evangélicos.
Durante la campaña presidencial de 2018, sufrió un atentado con arma blanca en medio de una multitud, que le obliga a someterse recurrentemente a cirugías.
700.000 muertes por covid
Si bien prometió “restablecer el orden” durante su investidura, su mandato estuvo marcado por crisis, a pesar de un balance económico más bien positivo.
Considerada desastrosa por los expertos, su gestión de la pandemia de covid-19 dio lugar a intensos enfrentamientos con la corte suprema.
Calificó de simple “gripecita” al virus que causó cerca de 700.000 muertes en Brasil, se opuso al confinamiento e ironizó sobre las vacunas que, según él, podían “transformar en cocodrilo”.
Climatoescéptico, permitió que la deforestación en la Amazonía se disparara durante su mandato. No dudó en insultar a líderes extranjeros, incluido el presidente francés Emmanuel Macron, y dejó aislado a Brasil en el escenario internacional.
En la segunda vuelta electoral de 2022, marcada por la desinformación, Bolsonaro perdió por un margen estrecho frente a Lula.
Se trasladó a Florida antes del fin de su mandato y antes de que el 8 de enero de 2023, miles de sus simpatizantes asaltaran las sedes de poder en Brasilia para pedir una intervención militar contra Lula.
Para la fiscalía que lo acusa de haber planeado sin éxito un golpe de Estado, estos disturbios fueron la “última esperanza” para aferrarse al poder.
Aunque la más grave, esta no es la única investigación contra Bolsonaro, blanco de la justicia por supuestamente falsificar certificados anticovid o desviar joyas recibidas durante su presidencia.
Mientras el cerco judicial se estrecha cada vez más sobre el exmandatario, este afirma confiar en una carta: la “influencia” de su “amigo” Donald Trump.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, afirmó en mayo que había una “gran posibilidad” de que Washington sancione al juez Alexandre de Moraes, a cargo del juicio por golpismo, por “persecución política” contra la derecha brasileña.
Alexandre de Moraes, el poderoso juez de Brasil
Poderoso, implacable y divisivo, el juez del supremo Alexandre de Moraes se ha convertido en una figura emblemática en Brasil, a cargo del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por golpismo, mientras lidera una cruzada contra la desinformación. Su calva que brilla bajo los focos y mirada severa contribuyen a una imagen de juez de mano dura. Pero tras bambalinas, este magistrado de 56 años es descrito como un hombre simpático y gracioso.
En un país polarizado, algunos acusan a Moraes de censura y abuso de poder, mientras que otros elogian su defensa incesante de la democracia frente a los repetidos ataques de Bolsonaro y sus partidarios contra las instituciones.
El exmandatario de extrema derecha, que esta semana declarará ante el juez acusado de intento de golpe de Estado contra Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, lo tilda de “dictador”.
Su tercer hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro que se mudó a Estados Unidos y trata de interceder en favor de su padre ante el gobierno de Donald Trump, denuncia por su parte “el ensañamiento totalitario de un psicópata sin límites”.
El magnate Elon Musk llegó a compararlo con Voldemort, el villano (también calvo) de la saga Harry Potter, acusándolo de socavar la libertad de expresión.
El año pasado, los dos hombres protagonizaron un largo pulso que culminó con la suspensión durante 40 días de la red social X, de la cual Musk es propietario, por ignorar una serie de decisiones judiciales.
El magistrado había ordenado, entre otras cosas, el bloqueo de las cuentas de figuras influyentes de los movimientos ultraderechistas brasileños acusadas de desinformación.
La administración de Estados Unidos lo sigue de cerca: el jefe de la diplomacia, Marco Rubio, afirmó en mayo que había una “gran posibilidad” de que Washington le aplique sanciones por “censura” y “persecución política” contra la derecha brasileña.
“Animal político”
Su ascenso como némesis de los conservadores no era el destino más esperado para este abogado constitucionalista y profesor de Derecho de la Universidad de Sao Paulo.
Durante su paso como secretario de Seguridad del Estado de Sao Paulo, entre 2015 y 2016, fue criticado por la izquierda, que lo acusaba de reprimir los movimientos sociales.
Llegó al supremo en 2017 nombrado por el expresidente de centroderecha Michel Temer (2016-2018), de quien fue ministro de Justicia.
“Es un animal político”, afirma a la AFP Antonio Carlos de Freitas, experto en derecho constitucional, quien menciona su “ascenso meteórico”.
“Navega bien por varios ambientes, incluyendo las fuerzas armadas”, confiesa una fuente que trabajó con él en la justicia electoral.
El gesto adusto de Moraes cuando sesiona en la corte contrasta con la sonrisa que ofrece a los estudiantes de la universidad que lo abordan en busca de una foto con el juez más conocido de Brasil.
Su área de interés académico: democracia y limitación del poder.
“Enemigo” del bolsonarismo
En junio de 2023, como presidente del tribunal electoral, Moraes declaró a Bolsonaro inelegible por ocho años por propagar información falsa sobre el sistema de urnas electrónicas vigente en Brasil.
Hoy es relator en el supremo del juicio contra el exmandatario, acusado de haber liderado un fallido plan de golpe de Estado para evitar el regreso al poder de Lula, quien lo derrotó en las elecciones de 2022.
Este plan preveía, según los investigadores, el arresto, e incluso el asesinato de Moraes, así como de Lula y de su vicepresidente, Geraldo Alckmin.
Durante el agitado mandato de Bolsonaro, Moraes ordenó además la apertura de investigaciones contra aliados del ejecutivo. “El bolsonarismo halló en Moraes un enemigo”, dice Freitas.
Muay-thai
Parco en comentarios a la prensa, el magistrado prefiere expresarse durante las sesiones de la corte suprema. Casado y padre de tres hijos, y practicante del muay-thai, un arte marcial, puede ocupar el cargo en el más alto tribunal hasta los 75 años. Su nombre ha sonado como posible candidato a la presidencia de Brasil, pero Moraes nunca lo ha mencionado públicamente.
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Del legado de Fapasa al futuro de Adium: un nuevo capítulo en Paraguay
Hace 50 años, nacía en Paraguay Fapasa, la primera empresa del grupo. Una visión pionera que hoy se consolida bajo un nuevo nombre: Adium. Desde sus inicios como la planta fundacional hasta su expansión por toda la región, la compañía inicia una nueva etapa que honra el pasado, potencia el presente y proyecta un futuro de innovación, bienestar y compromiso con mejorar la calidad de vida en Latinoamérica.
La historia de Adium comenzó en 1975, con la fundación de Fapasa en Paraguay. Desde entonces, la compañía ha recorrido un camino marcado por la innovación y el crecimiento sostenido, que hoy culmina en la adopción de una identidad regional compartida. Tras cinco décadas de trayectoria, el grupo reafirma su posición como una de las compañías líderes del sector farmacéutico en Latinoamérica, con presencia en 18 países y más de 7.000 colaboradores en la región.
En Paraguay, esta transformación se potencia con una fuerte inversión en marcha y un proyecto insignia: el Proyecto Centauri, una iniciativa estratégica que incorpora tecnología de última generación para ampliar la capacidad de producción y abastecer a toda la región desde la planta fundacional. Con esta apuesta, Adium consolida su crecimiento productivo, impulsa la transformación digital de sus procesos y reafirma su compromiso con la innovación continua.
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La operación en Paraguay genera más de 800 empleos directos, reafirmando el impacto social y económico de la compañía en el país. Este liderazgo se sostiene gracias al rol estratégico de Paraguay como hub productivo y exportador del grupo, con una planta que elabora más de 45 millones de unidades anuales, abastece a 11 mercados internacionales y genera más del 50% de las exportaciones farmacéuticas del país.
La compañía desarrolla su portafolio en múltiples áreas terapéuticas críticas como cardiología, psiquiatría, gastroenterología, ginecología, traumatología y diabetes, entre otras especialidades.
En este sentido, trabaja de manera conjunta con compañías líderes en innovación médica como Amgen, Astellas, BMS, Debiopharm, entre otras, lo que le permite introducir terapias de vanguardia en áreas de alta complejidad como la oncología, hematología, el sistema nervioso central y la urología.
Estas alianzas reflejan el compromiso constante de Adium por acercar soluciones que marquen la diferencia en la vida de los pacientes y fortalezcan la innovación en toda la región.
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Además, Adium fortalece el acceso a la educación médica continua a través de plataformas como Adium Pro, programas de soporte al paciente y campañas de concienciación sobre diversas patologías y su prevención. En Paraguay, estas iniciativas se traducen en encuentros con referentes médicos, materiales educativos adaptados y actividades de sensibilización comunitaria que refuerzan el compromiso con la innovación, la salud y la calidad de vida.
El compromiso con la sostenibilidad también forma parte del ADN de Adium. En Paraguay, la compañía impulsa junto a la organización A Todo Pulmón acciones concretas de reforestación, educación ambiental y concienciación comunitaria, integrando el desarrollo industrial con un fuerte enfoque en el cuidado del entorno y el bienestar colectivo.
Así, la transición de Fapasa a Adium no solo representa un cambio de nombre, sino la reafirmación de un propósito que guía cada paso del grupo desde hace 50 años: acercar tratamientos innovadores para mejorar la calidad vida de las personas en toda Latinoamérica.
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Potencial energético de Paraguay resonó con viajes de Peña, indica viceministro
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, destacó que el potencial energético del Paraguay resonó a nivel mundial a través de los viajes de Estado encabezados por el presidente de la República, Santiago Peña. Sostuvo que esta diplomacia presidencial tendrá importantes resultados de inversión y desarrollo a corto y largo plazo.
“Hoy tenemos esa condición diferencial (generación de energía eléctrica) en el planeta entero, no es aleatorio que un funcionario norteamericano de la talla de ese señor diga, vayan a Paraguay, eso resonó posterior al viaje del presidente Peña a los Estados Unidos, donde mostró este excedente de energía firme y renovable”, indicó Bejarano en entrevista al programa “Cara o cruz”.
“Lo que a la muy clara se toca en todos los viajes del presidente, y me tocó acompañarlo en algunos, sin excepción alguna es la energía, porque el mundo es consciente que esta generación es necesaria. Lo que nosotros sí sabemos y entendemos es que esta condición no podemos perder”, apuntó.
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En ese marco, el viceministro mencionó que se incluye a las pequeñas centrales hidroeléctricas (PCHs), la generación energía solar, energía eólica, la biomasa, la cuenca del río Paraná, que tiene que desarrollarse y el gas natural. “Toda la fuente y toda la utilización de nuestros recursos naturales, va hacer que este sea un país apetecible y que esas inversiones lleguen”, apuntó.
Bejarano sostuvo que hoy Paraguay tiene las condiciones de aumentar su capacidad de generación y de robustecer su infraestructura para poder acoger toda esta demanda que va a tener. “Son dos íconos dentro de la gestión que tenemos que tener muy presentes, no solamente pensar en generación, sino entender y saber que la infraestructura debemos fortalecer muy rápidamente para que esta industria no se disperse en el mundo”, resaltó.
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Bolsonaro sube al estrado acusado de intento de golpe de Estado
- Brasilia, Brasil. AFP.
El expresidente Jair Bolsonaro comparecerá desde este lunes por primera vez ante la corte suprema de Brasil para ser interrogado bajo la acusación de haber intentado un golpe de Estado para mantenerse en el poder tras su derrota electoral frente a Lula en 2022.
La fiscalía acusó en febrero al ultraderechista, de 70 años, que gobernó Brasil de 2019 a 2022, de liderar una “organización criminal” para desconocer los resultados de los comicios e impedir la toma de posesión del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
La conjura habría fracasado por falta de apoyo de altos mandos militares, pero Bolsonaro y otros siete excolaboradores podrían enfrentar una pena de unos 40 años de cárcel si son condenados por los crímenes de intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho y de golpe de Estado.
El líder de la derecha y extrema derecha brasileñas insiste en su regreso político a pesar de estar inhabilitado para las elecciones de 2026 y niega las acusaciones, declarándose un perseguido de la justicia.
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“Aclarar lo que ocurrió”
Aunque tiene derecho a quedarse callado, Bolsonaro dijo la semana pasada a periodistas que responderá “sin ningún problema” a los cuestionamientos de la corte.
“Es una excelente idea que hablemos en vivo sobre golpe de Estado, estoy muy feliz de tener la oportunidad de aclarar lo que ocurrió”, afirmó el jueves el excapitán del Ejército.
Al día siguiente, ante un grupo de mujeres de su conservador Partido Liberal mostró un tono conciliador, señalando que comparecerá ante los jueces “sin querer desafiar a nadie”. “Es la hora de la verdad”, apuntó.
Cara a cara con Moraes
Los interrogatorios tendrán lugar en la sede del Supremo Tribunal Federal en Brasilia, uno de los edificios depredados por seguidores bolsonaristas en enero de 2023 para pedir a los militares que derrocaran a Lula, hechos que la fiscalía también vincula al expresidente.
Serán transmitidos en vivo y podrían extenderse toda la semana. Bolsonaro es el sexto en el orden dispuesto por el tribunal, por lo que es probable que su testimonio ocurra el martes o miércoles. Para el expresidente será un reencuentro con exaliados y enemigos jurados.
A su lado estarán los siete coacusados también llamados a declarar, incluyendo Mauro Cid, su exedecán y mano derecha, convertido para el bolsonarismo en traidor por haber colaborado con la fiscalía a cambio de una eventual reducción de sentencia.
El testimonio del teniente coronel permitió a la policía identificar a los distintos actores de la trama golpista y sus comprometedores intercambios de información, según la investigación.
En el banquillo, también se sentarán cuatro exministros y los exjefes de la Marina y de la agencia brasileña de inteligencia.
El interrogatorio será escenario además de un esperado cara a cara entre Bolsonaro y el emblemático juez a cargo del caso, Alexandre de Moraes, a quien el expresidente tacha de “dictador”. Moraes, así como la fiscalía y las defensas, podrán cuestionar a los acusados.
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“Historia” en proceso
El proceso judicial ha avanzado con mayor rapidez que el promedio de casos penales en Brasil, según Rogerio Taffarello, experto en derecho penal de la Fundación Getulio Vargas.
Pero la corte suprema aún podría escuchar nuevos testigos, además de los argumentos finales de las partes, antes de que los magistrados empiecen la votación para una eventual condena.
Debido a que el supuesto complot fue ideado durante largo tiempo y algunos crímenes imputados -como abolición violenta del Estado democrático- son nuevos en el estamento brasileño, se espera “una discusión jurídica extremadamente compleja”, dijo Taffarello a la AFP.
Bolsonaro pasó el fin de semana con sus abogados para preparar su testimonio, alojado en la residencia oficial de su aliado y gobernador del estado de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, según medios locales.
En una fase previa en que la corte escuchó a medio centenar de testigos, Freitas, que fue ministro de Infraestructura de Bolsonaro, salió en su defensa, afirmando que “nunca” oyó al ultraderechista referirse a un plan golpista.
Pero dos excomandantes de las fuerzas armadas confirmaron que Bolsonaro les presentó la posibilidad de eventualmente decretar un estado de “defensa o de sitio” para anular las elecciones y mantenerse en el poder.
El plan golpista contemplaba incluso el asesinato de Lula y del juez Moraes, según la fiscalía. “La historia de Brasil se estará escribiendo” durante el juicio, el primero por una tentativa de golpe bajo un régimen democrático en el país, dijo a la AFP Marcio Coimbra, director del “think tank” Casa Política.