Israel advirtió este sábado que “Teherán arderá” si Irán dispara más misiles contra su territorio, tras el lanzamiento de decenas de estos proyectiles en respuesta al ataque masivo israelí contra la República Islámica.
El viernes, Israel lanzó un ataque en suelo iraní sin precedentes, alegando disponer de informaciones de inteligencia que demostraban que Irán se acercaba al “punto sin retorno” hacia la bomba atómica. Alcanzó más de 200 instalaciones militares y nucleares, y mató a los más altos cargos del ejército del país.
En respuesta, Irán, que niega querer dotarse de armas nucleares, disparó decenas de misiles contra instalaciones militares en Israel. Este sábado, el ejército israelí prosiguió con sus bombardeos contra Irán, dirigidos contra defensas aéreas y lanzamisiles, con el objetivo de desmantelar las capacidades militares de su archienemigo.
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Más tarde afirmó estar “realizando ataques contra varios puntos en Irán”. Si el líder supremo iraní, el ayatolá Ali “Jamenei sigue disparando misiles contra el frente interno israelí, Teherán arderá”, advirtió el ministro israelí de Defensa, Israel Katz.
“El dictador iraní está convirtiendo a los ciudadanos iraníes en rehenes y creando una realidad en la que ellos, especialmente los residentes de Teherán, pagarán un alto precio por el daño criminal causado a los civiles israelíes”, afirmó en un comunicado. La mayoría de proyectiles iraníes fueron interceptados, según el ejército israelí. Estados Unidos contribuyó a derribarlos, afirmó un funcionario estadounidense.
Sin embargo, algunos causaron grandes daños en la región de Tel Aviv, donde los rescatistas reportaron tres muertos y decenas de heridos. “Escuchamos una explosión muy fuerte, todo temblaba: humo, polvo, todo estaba desparramado. Fue un momento realmente aterrador”, contó a AFP Chen Gabizon, de 29 años y residente en Tel Aviv, que corrió a un refugio subterráneo.
Por su parte, el embajador iraní ante Naciones Unidas, Amir Iravani, aseguró que al menos 78 personas murieron y más de 320 resultaron heridas, la mayoría civiles, por el ataque israelí.
Israel dijo el sábado que su fuerza aérea alcanzó los sistemas de defensa aérea de la República Islámica en la zona de Teherán y que seguía atacando “decenas” de lanzamisiles en Irán. Según medios de comunicación iraníes, se produjeron ataques en la ciudad de Tabriz, en el norte del país, y en partes de las provincias occidentales de Lorestan, Hamedan y Kermanshah, donde se sitúan bases militares clave.
El espacio aéreo iraní está cerrado “hasta nuevo aviso”, anunció la agencia oficial IRNA. En Israel, el principal aeropuerto internacional, Ben Gurión, cerca de Tel Aviv, está cerrado hasta nuevo aviso. La escalada militar entre Irán e Israel, separados por más de 1.500 km, hace temer un conflicto a gran escala en la región, según los expertos. Ante el aumento de las tensiones, el papa León XIV hizo el sábado un “llamado a la responsabilidad y a la razón” a los dos países.
La arremetida israelí ocurrió en momentos que Irán está bajo fuertes presiones de Estados Unidos e Israel por sospechas de que el país islámico busca dotarse del arma nuclear. Teherán lo niega y defiende su derecho a desarrollar su programa nuclear con fines civiles.
Washington y Teherán tenían previsto mantener una nueva ronda de negociaciones el domingo -con la mediación de Omán- sobre este tema. Sin embargo, “en estas circunstancias y hasta que la agresión del régimen sionista contra la nación iraní se detenga, no tendría sentido participar en un diálogo con una parte que es el mayor apoyo y cómplice del agresor”, afirmó el sábado el portavoz de la cancillería iraní, Esmail Baqai.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había instado el viernes a Teherán a alcanzar un acuerdo sobre su programa nuclear o exponerse a ataques “aún más brutales”. “Hace falta una respuesta radical. ¿Cuánto tiempo más tenemos que vivir con miedo? (...) ¿Qué significa realmente negociar a estas alturas?”, afirmó Ahmad Moadi, residente en Teherán.
A pesar de que la comunidad internacional hizo un llamado a la desescalada, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que “vendrán más” ataques. El ayatolá Jamenei afirmó que Israel “lanzó una guerra” que le llevará a “su ruina”.
La operación durará “algunas semanas”, declaró el embajador de Israel en Francia, Joshua Zarka, en la emisora France Info. Unos 200 aviones realizaron el ataque contra Irán en las primeras horas del viernes. Los bombardeos mataron a altos mandos iraníes, entre ellos el jefe del Estado Mayor del ejército, el jefe de los Guardianes de la Revolución y el comandante de la fuerza aeroespacial de ese cuerpo armado.
El sábado, la televisión estatal anunció que dos generales del ejército iraní también fallecieron en los ataques israelíes. El mismo día, bombardeos israelíes en en Zarandiyeh, a unos 100 kilómetros al suroeste de Teherán, mataron a dos miembros de los Guardianes de la Revolución, según la agencia Tasnim.
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De su lado, el ejército israelí indicó que nueve científicos nucleares iraníes murieron en sus ataques del viernes, un balance confirmado por la televisión estatal iraní. Las fuerzas israelíes anunciaron además que habían “desmantelado” una planta de uranio en Isfahán (centro de Irán). Los daños en estas instalaciones y en la de Fordo, al sur de Teherán, fueron menores, según la organización nuclear iraní.
Una instalación exterior clave de la planta de uranio en Natanz fue “destruida”, según el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), con base en reportes de Irán. Pero el organismo no registró “ningún aumento de los niveles de radiación” en la región.
Fuente: AFP