El candidato a la Presidencia de la República por el movimiento La Nueva República, Euclides Acevedo, durante su participación en el programa “Expresso”, destacó cuál es su visión de gobierno y por sobre todo su plan de trabajo como candidato a ocupar el Poder Ejecutivo.
El mismo comentó su idea de un gobierno tricolor en pos del desarrollo y en beneficio de todos los paraguayos, de manera de que así el país pueda salir de la crisis en la cual se encuentra. “Yo apuesto por la gobernabilidad que es el diálogo, la negociación y el pacto”, indicó Acevedo al tiempo de garantizar que se mantendrá siempre abierto a todas las propuestas políticas.
Euclides Acevedo mencionó además que trabajará primeramente en las urgencias con las que cuenta en la actualidad el Paraguay y posteriormente se enfocará en las cosas importantes, subrayando lo fundamental, que será en su gobierno la planificación estratégica de todas las decisiones a ser tomadas para que las mismas sean afectivas.
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Ante la consulta de cuál será el primer foco de trabajo de llegar a la Presidencia de la República, Acevedo respondió de manera tajante: “Lo primero que hay que hacer es recuperar la gratuidad de la salud pública, los paraguayos tienen derecho a la salud pública, eso es una urgencia”, así el presidenciable tomará partido primeramente por el área sanitaria para pasar posteriormente a trabajar por la restauración de la seguridad y el trabajo.
“La seguridad no es solamente el orden público, sino también la seguridad jurídica, y eso significa saneamiento del Poder Judicial y del Ministerio Público”, remarcó Acevedo respecto de su enfoque en cuanto a seguridad y cómo garantizar que la misma se desarrolle de mara integral.
En cuanto al ámbito del trabajo, el mismo enfatizó que se trabajará muy estrechamente con la industrialización, que es lo que según el mismo crea mano de obra y con el acceso a un puesto laboral es la única manera de que se dé la justicia social y la dignificación de las personas.
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Diálogo sigue firme pese al retiro de los dirigentes
La ministra de Trabajo, Mónica Recalde, señaló que la mesa de diálogo establecida por el gobierno del presidente Santiago Peña para debatir acerca de la reforma laboral sigue firme. Adelantó que el proceso comenzará la próxima semana con un grupo de juristas.
“Este proceso donde abriremos un amplio debate para todos los sectores recién empieza. Vamos a continuar hablando con los sindicatos que sacaron un comunicado manifestando que se han levantado de todas las mesas de diálogo. En un modelo democrático las negociaciones siempre están abiertas y ellos son una pata central en esta discusión”, afirmó la secretaria de Estado.
Los sindicatos que se muestran reacios al debate son la Central General de Trabajadores, Central Paraguaya de Trabajadores, Central Unitaria de Trabajadores, Central Unitaria de Trabajadores –Auténtica y la Central Nacional de Trabajadores. Estos cuestionaron que el Gobierno no haya socializado previamente con el sector trabajador la intención de reforma.
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Cris Arana: “Hay que tener memoria para construir un país”
- Fotos: Emilio Bazán
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la cineasta paraguaya residente en España Cris Arana, quien estrenó recientemente el cortometraje documental “Emilio Barreto: ángeles y demonios”, que cuenta la vida del actor y perseguido político durante la dictadura. Además de compartir la experiencia del rodaje de esta y otras producciones, Arana hace un llamado a no olvidar el pasado como clave para construir el futuro de nuestro país.
–Te quiero agradecer primero por este importante aporte a la memoria en un país desmemoriado.
–La verdad es que estamos rescatando la memoria de una persona que vivió una etapa muy oscura de Paraguay, 35 años de dictadura tuvimos y 35 años de democracia se cumplen ahora. Me puse a reflexionar sobre esto y hay que tener memoria porque de eso se trata construir un país entero.
–Cuéntanos cómo empezó esto de contar la historia de Emilio Barreto.
–Yo vivo en España desde los 17 años. En plena pandemia, en 2020, vine para acá y entonces en ese momento me puse a buscar historias que contar. Me reuní con mi amiga Tana Schémbori y hablando así de cosas me dice “¿conoces a Soledad Barrett?”. Entonces empiezo a investigar digo “qué pasada de historia”. Entonces, hicimos ese ejercicio de hacerle entrevistas a personas que conocían la historia en concreto de Soledad. Y entonces me dice Tana “te tengo que presentar a Emilio Barreto porque él conoció a Soledad y él es un actor muy conocido”. Llegamos a su casa y él empieza a decir “cuando mataron a Soledad, creo que yo ya estaba en la cárcel”. Entonces fue como el punto de partida.
–Era puro testimonio.
–Sin parar contó todo lo que le habían hecho, el día que lo secuestraron, el día que secuestraron a su mujer. Yo le pregunté “¿por qué estuviste en la cárcel?”. Y él no sabía contestar. Una persona que pensaba diferente y por eso estuvo 13 años de su vida en la cárcel.
RECONEXIÓN CON PARAGUAY
–Antes de sumergirnos en el documental sobre Emilio, ¿puedes hablarnos un poquito de “Y”, tu trabajo anterior?
–Ese trabajo fue muy bonito porque fue inesperado totalmente. Gracias a York volví a conectar con Paraguay. Vine para aquí y York trabajaba en el mundo de la moda. Entonces él me dice “yo quiero hacer un corto contigo”. Yo tenía en la cabeza “yo quiero hacer esto”. En plena pandemia vine y hacía un calor de morirte, pero a las cinco de la tarde cortaban el agua. Y digo ¿pero por qué cortan el agua? Yo estaba obsesionada todo el rato con el tema del agua y venga bidones y venga botellas y venga cualquier cantidad de cacerola. Estábamos en la pandemia, necesitamos lavarnos todo el rato. Yo preguntaba a la gente y entonces me decían “no pasa nada con el agua”. Y luego empecé a entender. Se acostumbraron a vivir de esta manera. Nos acostumbramos a vivir de una forma precaria. No se puede vivir de esta manera.
–¿Cuál fue el siguiente paso?
–El director de fotografía Diego Benítez me dice “vamos a hacerlo ya”. Cuando eso ya habíamos conocido a Emilio y entonces yo estaba visualizando rodarlo en casa de Emilio y qué loco que Diego también me dice lo mismo. Esa conexión entre director y director de fotografía tiene que haber. Si no te lee la otra persona es muy complicado.
–¿Y en ese tiempo Emilio ya sabía que iba a ser centro de una película?
–No. Ya habíamos grabado el testimonio de Emilio, pero yo todavía no había vuelto a España. Veo todo el material que habíamos rodado con Emilio y me acuerdo que me dice mi editor y “¿qué hacemos con esto?”. Qué increíble su historia. Una hora y media un señor sentado contándote todo sobre su vida. Ves los brutos y no te levantas de la pantalla.
DUALIDAD
–Hay una frase emblemática del avance de la película donde habla de ángeles y demonios. ¿Qué ángeles y demonios existen al interior de esa película?
–Pobrecito. Él mismo lo dice: “Dentro mío hay un ángel y también hay un demonio”. O sea, entre el perdón y el no perdonar. Ese hombre tendrá un montón de cosas en la cabeza. Él dice en el documental “perdono a mis torturadores, pero no perdono a la gente que ordenaba hacer esto”.
–¿Qué te dejó esta historia?
–Ha sido un proceso de cuatro años y yo recién ahora me estoy dando cuenta también de la importancia de recuperar y de haber hecho este trabajo. Es importantísimo lo que hemos hecho, pero recién ahora soy conciente de ello.
En un momento dado yo lo veía también veía como guionista, como directora y como productora. Ahora cuando me estoy empezando a dar cuenta de la importancia que tiene todo esto, estamos recuperando la memoria de un señor de un pasado bastante oscuro. Y además, esta es la historia de amor de Emilio. Y 13 años de su vida estuvo en la cárcel sin haber sido juzgado. Entonces, es recuperar la historia de un país. Y creo que deberíamos hacer este ejercicio de reflexión. Bueno, ¿cómo estamos ahora?
–¿Te parece que está bastante ausente en la sociedad la mirada crítica sobre el pasado?
–Claro, es que no se habla del tema. Esto es un puente que se convierte en dos mundos. Es como una oda a la memoria y la historia, pero luego veo gente que dice “ojalá vuelva el general”. Digo entonces “creo que no se sabe mucho sobre esto”. Yo me acuerdo que cuando era pequeña decían “cuando estaba Stroessner se vivía mejor”.
–¿Ya conocías a Emilio como actor? ¿Cómo te impactó como persona?
–Pues no lo conocía. Me lo presentaron y empecé a investigar sobre él y después de haberme contado su historia, veo todo lo que aparece en internet, la información que hay es que él es actor. Había alguno que otro documento por ahí de que efectivamente él había estado en la cárcel, pero no solamente Emilio, un montón de gente desapareció, desapareció el padre de Emilio, el hermano de Emilio.
OLVIDO
–Eran desapariciones familiares.
–Hay un olvido permanente, aquí de esto no se habla. Y creo que es muy importante hablar de esto. En España le mostré a un amigo mío documentalista y me dice “tienes que ver esto, esto y esto. Madre mía, lo que le pasó a este hombre, pero que sepas que en España esto ha ocurrido cantidad de veces”. Empecé a ver documentales uno detrás de otro y luego digo “habrá que hacer este documental”.
–Muy impactante también esta experiencia porque Emilio, después de relatar a través de de su actoría a miles de personajes, un día se encuentra con el desafío de relatarse él mismo.
–A esto es lo que iba. Le llamo por teléfono y le digo “oye, Emilio, ¿a ti te gustaría hacer un documental sobre tu vida”. Y me dice “por favor, yo necesito contar esto”. Entonces, fíjate lo que es la magia del cine, ¿no? O sea, si no hubiéramos llegado a conocer a Emilio, si no hubiéramos hecho ese trabajo de investigación sobre otra persona, el testimonio de Emilio se hubiera quedado allí. Y nadie más hubiera hablado de ello, excepto esos familiares, esos hijos, ¿no? Pero tener esto es muy importante, es recuperar la memoria, que es una forma también cultural y educacional. Cuando veas la película te darás cuenta.
–¿Que se trate de un profesional de la comunicación desde su condición de actor dio un plus para el relato de su vida?
–Él es actor, pero no está actuando esto que nos está contando. O sea, él vivió todo eso. A él lo secuestraron, lo torturaron. A su mujer también la secuestraron, perdió lo que podría haber sido su primer hijo. Le pasaron muchas cosas y todavía se sigue acordando. El otro día él me dice “Cris, te tengo que decir una cosa. El otro día me llamó un periodista de Argentina y esto no te lo he contado porque tenía muchísima vergüenza. A mi esposa le enviaban trocitos de mi oreja, pero que sepas que le he contado a este periodista, pero no te lo he contado a ti. Lo siento mucho”. Este hombre pidiéndome perdón porque no me había contado que le habían cortado la oreja. O sea, Emilio, ¡perdóname tú!
–¿Qué es lo que puedes contar de la peli?, ¿cómo está organizada?, ¿la locación?
–Empezamos a rodar en su casa. Fue cuatro años de rodaje entre que yo iba y venía. Y él siempre esperando. Cuando él acepta hacer el documental yo empiezo a hacer un cuestionario, una especie de escaleta. Para mí fue una escuela también, un aprendizaje. Es mi primer cortometraje documental. Y entonces empiezo a hacer ese trabajo de preguntas y llego a su casa. Entonces le digo “para romper un poco todo esto, ¿te importa que vayamos recorriendo lugares por donde habías estado?”. Entonces fuimos al río, fuimos a Emboscada, fuimos al Museo de las Memorias. Allí él iba relatando poco a poco, pero era complicado porque yo tenía tanta presión en el cuerpo.
–Y que no pareciera la búsqueda del dolor por el dolor, sino por la transmisión de la memoria.
–Exacto. De repente te cuento esto. Una anécdota que dice... Bueno, mejor habría que ver la película (risas).
HISTORIA DE AMOR
–Y supongo que el tratamiento de la peli tiene todo un cuidado especial.
–El otro día fue el preestreno. Emilio no lo había visto nunca y me dice “¿entonces ya me puedes enviar la película? Le digo no “Emilio, lo tengo que ver contigo”. El otro día lo vimos y fue muy emocionante. Tuvimos dos proyecciones. En la primera proyección, llegó un momento en que me agarra la mano y no me suelta hasta el final. La segunda proyección se rompe y llora. En la primera proyección estaba mirando los detalles, porque claro, él sabe toda su historia, él se acuerda de todo lo que habíamos grabado, entonces quería ver cómo estaba hecha la película, y efectivamente es que es una historia de amor que desborda emoción, simbolismo. Al terminar de rodar se lo envío a amigos míos que son programadores, que son distribuidores, y me dicen “Cris, es muy complejo este formato, tienes un mediometraje. Acuérdate que en los festivales o son largometrajes o cortometrajes. Ya me costó la primera vez el corte.
–Y cuál era tu disyuntiva, ¿alargarla o acortarla?
–Es que ya no teníamos dinero y no sabíamos qué cortar en la película. Vaya sufrimiento, rodar, editarlo. Ahora estoy feliz porque ya la hemos estrenado, ya se ve la peli, es maravillosa. Emilio lo quiere a su película y el equipo también está orgulloso del trabajo que hemos hecho.
–En gran medida para las diferentes formas de relato histórico en Paraguay, los grandes momentos son las guerras. Después empiezan los momentos oscuros que no salieron a la luz y creo que ese es un aspecto fundamental de tu película.
–Lo que no se cuenta no existe y como esto es un documental estamos contando algo que ha ocurrido, que es real y creo que aquí es donde tenemos que reflexionar al ver la película. Paraguay tiene algo pendiente con todo esto que ocurrió en aquel entonces. Hay víctimas, familiares. Creo que esto es como una grieta abierta y contándolo se sana. Esto es como cuando tú vas al psicólogo porque quieres sanar algo o porque quieres que te ayude en algo.
–Y también en 30 años, aunque ya no estuvieran las víctimas, la memoria es lo que tendría que ayudar para que los errores no se repitan.
–Se supone, pero eso es algo muy fantasioso. Se vuelve a repetir. Mira cómo está el mundo.
LA REALIDAD COMO INSUMO
–A propósito del mundo, ¿cómo vive una realizadora paraguaya en España?
–Ahora mismo estoy centrada en la escritura, estoy escribiendo la película que quiero rodar aquí en Paraguay. Es ficción inspirada en hechos reales. O sea, cosas que me han ocurrido. A mí me gusta contar historias que en realidad ocurrieron o que han ocurrido o me han inspirado por una fotografía, o una historia que me han contado o una historia que haya visto. Y luego tengo otro proyecto, que es sobre el confinamiento. Esto lo empecé con un periódico en España. Lo que pasa es que nadie quiere hablar del confinamiento todavía. Entonces es un tema complejo. No sobre el covid, sino sobre el encierro.
–Tenés razón, se ha hablado muy poco de ese fenómeno social del confinamiento.
–Exacto, hubo un antes y un después de todo esto que vivimos.
–¿Cómo es el cine en Paraguay hoy?
–Pues creo que se están haciendo cosas muy chulas, ¿no? Bueno, poco a poco. Esto es como todo.
–Es una industria nueva, es un país nuevo.
–Exacto. Paraguay es un país muy joven. Entonces hay mucho por hacer, hay gente con muchísimas ganas. Mira todas las películas que se han hecho. Enfocados en calidad realmente.
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Peña insta a “participar activamente” del debate sobre la reforma laboral
El presidente de la República, Santiago Peña, hizo un llamado a las centrales obreras y al sector privado para debatir sobre el proyecto de reforma laboral. El economista indicó que es necesario tomar medidas disruptivas ante un código desfasado con el propósito de mejorar las condiciones y fortalecer los derechos del trabajador.
“Es importante que tengamos el diálogo sobre cómo queremos desarrollar el mercado laboral en el Paraguay porque simplemente escondiendo este tema debajo de la alfombra no lo vamos a resolver, pero en la cabeza de quién puede entrar que un cambio puede ir en perjuicio de los trabajadores, si es justamente a los trabajadores a quienes queremos apoyar, a quienes queremos crear condiciones para que sus salarios puedan mejorar”, sostuvo el mandatario.
Las afirmaciones de Peña surgieron durante una cena compartida este último viernes con autoridades y miembros de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), celebrando el Día de la Industria Nacional. En la ocasión el mandatario solicitó al titular de dicha organización gremial, Enrique Duarte a colaborar con su gobierno en la apertura del proceso de diálogo.
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Ley de 50 años
“Tenemos que estar dispuestos a tomar medidas disruptivas, a evaluarnos para ver en dónde estamos fallando. Nuestro mercado laboral lastimosamente está pasando mal y el problema no es que está mal diseñado, el problema es que quedó desfasado, el Código Laboral que rige en nuestro país tiene más de 50 años de un Paraguay que era totalmente diferente al Paraguay que tenemos hoy, donde el sector privado tenía un rol totalmente diferente al que tiene hoy, por eso no podemos seguir jugando con las mismas reglas de juego”, refirió.
Peña comentó: “Uno de los grandes problemas del Paraguay y el desafío de aumentar el salario real de los trabajadores es que su carrera se trunca cuando se acerca al umbral al tan anhelado sueño de la estabilidad laboral que es algo bueno y que se debe cuidar, pero lastimosamente ese umbral se convierte en un salto al precipicio porque la gran mayoría es despedido, muy pocos logran jubilarse, casi nadie puede retirar su aporte que depositó durante cerca de 10 años y la reinserción laboral cuesta mucho dentro de los mercados laborales que tenemos”.
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Generación de empleo
El proyecto de reforma compete a los artículos 78 y 79 del Código Laboral, referente a las causas de terminación de contrato. “La pregunta es qué hacemos, nos ajustamos nosotros o nos quedamos haciendo simplemente haciendo lo mismo y los cambios no vendrán. Estoy decidido a abrir este debate donde tienen que participar activamente las centrales obreras a sentarse activamente en la mesa, tienen que ayudarnos a reflexionar sobre el problema porque son los principales que sufren este problema”, comentó.
Agregó que “el propósito es claro, mejorar las condiciones, apoyar al trabajador, mejorar el salario de los trabajadores, es fortalecer los derechos que tienen nuestros trabajadores. Este tema generó posiciones divididas. Me comprometí el pasado año y lo sigo sosteniendo que el país puede generar en los próximos 4 años 500.000 empleos formales. A este ritmo no vamos a alcanzar, continuaremos mejorando la calidad de vida de los paraguayos, poco a poco, pero este ritmo al cual avanzamos no es suficiente, no llegaremos al lugar que queremos con este ritmo”.
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“Mi función es trabajar en pos del sostenimiento de la identidad nacional”
- Fotos: Emilio Bazán
En este diálogo y peña musical para el programa “Expresso”, emitido por el canal GEN/Nación Media, el cantante y guitarrista Francisco Russo, un apasionado difusor de nuestra música folclórica y el idioma guaraní, habla con Augusto dos Santos sobre sus inicios, su visión y misión en el arte. Russo sostiene que su tarea es luchar por la difusión y valoración de nuestras raíces culturales, y se muestra optimista respecto al aporte de las nuevas generaciones en la consecución de esta labor.
–Una de las reflexiones más interesantes de todas las que escuché que hacías tiene que ver con el corazón mismo de esa actitud que dice que el guaraní entorpece el conocimiento de otros idiomas.
–El guaraní tiene una historia muy interesante y muy importante. En eso consiste mi trabajo, en dar a conocer. A partir de ahí tenés la opción amar o no. Pero si vos no sabés, definitivamente el “no” va a estar siempre allí. Al final de la guerra del 70 el guaraní es proscripto, fue a terapia intensiva, pero nomanói. En la guerra del Chaco toma un oxígeno diferente porque se convierte en la lengua de las tropas. Estaban aquellos que cruzaban la línea enemiga y pasaban la información sobre qué había, qué armamento, cuántos soldados, etc. Cuando era atrapado un boliviano, había la gran chance de fingir el acento y pasar coordenadas erradas para preparar una emboscada, pero cuando le agarraban a un paraguayo no podían fingir por el idioma guaraní. Después el guaraní cae en un pozo y en la década del 70 sufre un vilipendio extraordinario. Las madres castigaban a los hijos por hablar guaraní y en las escuelas las maestras también. En el seminario salesiano Don Bosco de Ypacaraí teníamos multa sin nos encontraban hablando guaraní, entonces nosotros nos ocultábamos y a escondidas hablábamos en guaraní entre nosotros.
–Se convirtió en un idioma secreto, pero a su vez eso posibilitó su subsistencia y su fortalecimiento.
–A mí me preguntaron una vez dónde aprendí a hablar guaraní y mi respuesta fue en Buenos Aires. Los paraguayos cuando nos encontramos afuera el 90 % del tiempo hablamos en guaraní. Eso es realmente algo que nos brota, nos sale naturalmente. Y la necesidad hace que uno tenga que comunicarse, entonces uno aprende.
RIQUEZA IDENTITARIA
–Yo tengo una actitud casi pesimista por la fórmula académica que se utiliza para enseñar el guaraní.
–Yo pertenezco a un grupo de gente que cree que el guaraní que se enseña en las escuelas no es funcional porque el idioma es sencillamente para la comunicación. El guaraní que enseñamos en la escuela es un guaraní imposible, porque solamente los que van a la escuela entienden ese guaraní. El guaraní es muy importante para el sostenimiento de la identidad y de nuestras raíces. El guaraní responde la pregunta de dónde vengo para ubicarme dónde estoy y poder proyectar hacia dónde voy.
–¿Cuándo fue que te encontraste con la música en la vida?
–A los seis años canté por primera vez en 1971 en radio El Nuevo Mundo, que es la radio de mi ciudad, San Lorenzo, lo que significa que habré empezado antes. A 100 metros de mi casa vivía don Alejo Torales, que era poliactivo. Él era relojero, tocaba el violín y la guitarra. Me enseñó las primeras notas y después quiso enseñarme solfeo. Entonces me dijo no “traigas más tu guitarra”. Yo tenía cinco años y compré el libro de solfeo, una cosa espantosamente aburrida para mí teniendo 5 años. Entonces dejé de irme a lo de don Alejo, pero no dejé mi guitarra y entonces fui descubriendo el sonido. Y fui poco a poco también por las ganas y necesidad que tenía de tocar, porque yo venía de la escuela y lo primero que hacía era agarrar mi guitarra y mi mamá me decía “dejá ya tu guitarra, vení vamos a comer”. Mi mamá hoy en día no entiende que yo cuando estoy tocando mi guitarra es porque no quiero comer, quiero tocar mi guitarra. Entonces yo desarrollé un esquema autodidacta en el que yo puedo observar lo que vos hacés con el instrumento y lo que me sirve traigo y lo que no me sirve dejo. Soy un empírico, no fui a la escuela a estudiar.
–¿Te arrepentís de no haberte quedado más tiempo con don Alejo?
–No, pero pagué el precio de no haberme quedado y ahora estoy tratando de recomponer el camino. Yo en este momento tengo 59 años cumplidos, pero con 58 años yo terminé una carrera de educación musical porque tenía cierto fastidio. Yo, por ejemplo, no es que yo no pueda tocar con una orquesta sinfónica porque no sepa tocar, sino yo no puedo concursar porque no puedo certificar mi conocimiento. Al desarrollar ese método, yo considero que hoy en día mi guitarra es un punto medio entre Kamba’i (Echeverría) y Berta (Rojas). Entonces hago una mezcla, tengo pases de guitarrista clásica y tengo pases de guitarrista popular. Tengo pase de afinación del diablo porque era una necesidad.
–¿Qué es la afinación del diablo?
–La definición de la afinación del diablo es que se afina en una sola nota, es una cuestión técnica. Entonces cambia toda la posición, una cuestión compleja de explicar, pero no de entender. Entonces, estoy en un punto medio que me sirve para hacer lo que yo hago, rellenar mis canciones, hacer mis introducciones y tengo la dicha de que mi registro vocal tiene una tonalidad cómoda que me permite usar las tres cuerdas arriba al aire, re, la, mi, al aire (solfeando). Yo tengo una profesión absolutamente grata cuando la es porque me pagan por farrear.
DUALIDAD
–¿Y es ingrata también?
–La dualidad es permanente en el universo. Immanuel Kant plantea que el ser humano no puede contemplar las cosas per se, necesitamos de una cosa contraria para entender, de que hay frío porque hay caliente, se sabe que hay negro porque hay blanco, se sabe que hay alto porque hay bajo, etc. Permanentemente se tiene esa comprensión. La mente humana no puede contemplar la ausencia de tiempo y espacio. Necesita un lugar donde poner el pie y esa es la comparación. Ahí se produce la dualidad. El guaraní dicen que es muy dulce, pero ¿cuando te retan en guaraní? Consecuentemente, la profesión es tremendamente grata, entonces cuidémosnos para cuando sea ingrata.
–Si tuvieras que salvar el nombre de cinco imprescindibles que definan la identidad creativa, poética y musical paraguaya, ¿cuáles serían esos cinco nombres?
–Me colocaste en una encrucijada porque hacés que me ponga de juez y pertenezco a un grupo de gente que tiene vedada la condición de hacer de juez. Pero voy a responder tu pregunta no sin antes decirte que la necesidad hizo que yo haga de mariachi, de flamenco y que cantara con ropa de paraguayo “Guantanamera”, “La bamba”, cuando vivía en Europa. A toda honra. Yo vivía en la miscelánea. Una vez toqué en un lugar chic entre comillas y cuál fue mi éxito. “Mokõi guyra’i”. Y muchos espermatozoides fecundaron el óvulo del juglar, porque son muchos los detalles que llegaron. Por ejemplo, “Mokõi guyra’i”, de Quemil Yambay. Por supuesto, hago a mi manera, no canto como Quemil. Hago otra interpretación de la canción, pero creo que Quemil está contento con mi interpretación, por lo menos así me manifiesta siempre que nos encontramos. El otro día me dijo alguien “vos no sos el gran cantante y tampoco el gran guitarrista”. El combo es. Ambas cosas. Yo siembro las semillitas, después hay que abonar, regar, desmalezar, etc. Yo estoy en este momento de mi vida disfrutando de mi trabajo, amo mucho lo que hago, pero también tengo que decirte que la persona que me acompaña en la vida, mi pareja, es la que se encarga de recordarme siempre cada vez que recibo un reconocimiento que es más grande el compromiso. Cada vez puedo meter menos la pata porque hay mucha gente que me sigue. Tengo fans de seis meses, de ocho meses y de 102 años. Todas las edades cubre este tema.
REFERENTES
–¿Querés hablar un poco sobre los imprescindibles?
–Sin lugar a dudas Emiliano R. Fernández, que no es un poeta rei, no es un poeta ocasional. Creo que tiene un don extraordinario que supo cultivar. Hay que ver quiénes eran las personalidades de la generación del 900. Entonces, ¿qué hace Emiliano? “Rojas Silva rekávo” y “Aháma che china”, que la conocemos con el nombre de “Che la reina”, con música de Félix Pérez Cardoso. Y todo eso es una influencia. Un poco antes de la guerra contra la Triple Alianza está Natalicio Talavera. Creo que nunca ni se ha intentado igualar a esa generación. Y Juan E. O’Leary, el reivindicador del mariscal. Yo soy muy contundente y no negocio esto. Francisco Solano López Carrillo es la primera razón de orgullo de este país, el héroe máximo de la paraguayidad. También debo citar a Félix Fernández y Teodoro S. Mongelós por el dominio que tienen del idioma, por la forma de expresarse. También Carlos Miguel Jiménez, que demostró tanta destreza en el idioma castellano. Voy a llevarlo conmigo a Darío Gómez de Serrato, que en su momento también influyó en la escritura de Emiliano R. Fernández por ese don que tenía en la forma de escribir y de expresarse.
–¿Qué harías durante una noche de bohemia con todos estos personajes?
–Nunca me hice esa pregunta porque yo farreo con ellos todas las noches. Cada vez que yo tomo mi guitarra e interpreto una canción de ellos, yo estoy farreando con ellos. Es el convencimiento que tengo. Soy una persona agnóstica, así que solamente creo en el universo y la energía que reina. Respecto mucho los credos, aunque la gente muchas veces no respeta que yo no crea. Yo farreo con ellos todas las noches. En eso consiste el arte, en la recreación de las obras. Por eso yo soy un intérprete. Muchos critican mi tiempo musical, pero yo no tengo apuro para que termine mi canción.
–¿Tienes compromiso con la pedagogía?
–Absolutamente sí, aunque no es una cuestión que yo haya decidido. Yo no enseño porque cómo yo voy a enseñar si soy un eterno aprendiz. Pero lo que hago es compartir mis experiencias, mis verdades.
–¿Te preocupa que la gente entienda las canciones?
–Yo no tengo tiempo de preocuparme por eso. Yo soy un artista que sube al escenario y presenta su trabajo. Mi trabajo es consecuencia de muchas cosas. Primero, de mucha calle. Segundo, de mi costillar golpeado porque nadie me regaló nada. Y tercero, porque yo me cultivo lo más que puedo y me compenetro profundamente con las canciones, con los autores, compositores de las canciones que yo interpreto. Yo no canto música paraguaya for export. Recuerdo una entrevista a Maneco (Galeano), que cuando Teresita Torcida le pregunta ¿cuál es tu perfil de artista?, él responde que el artista tiene que ser sincero.
ORGULLO NACIONAL
–¿Qué tenemos hoy para considerar qué vamos a proyectar nuestro folclore y nuestra identidad hacia el futuro? ¿Te pone optimista?, ¿te pone pesimista? ¿Cómo estás evaluando la escuela de música, la universidad?
–En primer lugar quiero desmentir categóricamente que a los jóvenes no les gusta la música paraguaya. Yo tengo mi experiencia y los veo cantando a grito pelado. También entiendo que cantan por fonética, pero eso es natural. He ido a fiestas a cantar “Hey Jude” ha nde ndereikuaái ni mba’épa la eréva. Estuve en Reciclarte del año pasado y los miles de jóvenes que estaban coreando mi nombre cantaban a grito pelado, disfrutando, vibrando, porque nuestro folclore es una cuestión nuestra y gratuita. Mi función es trabajar en pos del sostenimiento de la identidad nacional. Entonces yo le presento a la comunidad, a la sociedad paraguaya, al pueblo paraguayo mi verdad en música y le doy las razones por las cuales podemos estar orgullosos de ser paraguayos. Entre ellas, somos el único pueblo que continúa hablando la lengua de origen de nuestros ancestros. Nosotros somos el único pueblo en la historia universal que tenemos un presidente constitucional en ejercicio que muere en combate internacional. Nosotros somos el único pueblo en el mundo que pagamos con sangre a 5.000 niños un renglón de nuestra historia. Es decir, es muy costosa la historia paraguaya, costó mucho, entonces hay que estar orgullosos de haber nacido en este país.
–¿Cómo te parece que se debe hacer esta revalorización?
–Jaikuaána la jarekóva, jahecharamo ha jamomba’e. Esas cosas tenemos que hacer con lo nuestro. Debe haber una política gubernamental seria y formal en la educación. Muchas veces no se le da la atención suficiente a la cultura no se siente el retorno pecuniario, crematístico, de lo que se pone allí, de lo que se invierte. Otra palabra también que invito a que usemos es invertir porque se dice mucho “apostamos a la educación”. El apostar es el azar, necesitamos éxito porque somos trabajadores, no timba, no vamos a timbear con la salud, con la educación.
POLÍTICAS CULTURALES
–No hay una inversión más racional que la cultura.
–Lo que pasa es que ñande jajapo la puente, jajapo la ruta, esto y lo otro. Máva la ojepaseátava la nde puente ha la nde ruta ári? Itavýa ha hasýva pio? No tiene mucho sentido. Aparte, veamos cómo llegaron a ser primer mundo lo que son. La inversión principal estuvo en la educación. No hubo otra cosa. Tres caminos nomás hay, dicen en Finlandia. El primero es la educación, el segundo es la educación y el tercero es la educación. Esos son los tres caminos para obtener lo que uno quiere. Si no hay una política para la cultura, nosotros estamos en grave peligro.
–¿Qué tipo de políticas te parece que hay que promover?
–Política qué significa. Que yo, vos, él, nosotros, vosotros, ellos podamos ir por ejemplo al Japón a llevar nuestras canciones. Si tienen que subtitularse, se subtitulan; si hay que hacer videos, se hacen, pero hay que darle un enfoque cultural al presentar y decir “esto forma parte de las costumbres y tradiciones del Paraguay”. Entonces eso despierta un interés y hay mucho billete en el mundo esperando para ser invertido en las cuestiones culturales. Este poncho que tengo puesto cuánto cuesta. Bueno, cuesta un billete aparentemente. Ahora tenemos que saber cómo se hace, cuántas personas hacen, en cuánto tiempo y cuántas horas por día. Cuatro personas 10 horas por día en 40 días. Ahora dividí el precio. Entonces ¿qué le voy a decir a la niña, a la productora? ¿Dejá lo que estás haciendo y vení con abuela a morirte de hambre, pero salvá el poncho para’i? ¿O le voy a decir a tu nieto o a mi nieto dejá tu facultad y vení con abuelo a aprender a cantar las canciones de los estacioneros que van a cantar una vez al año y te vas a morir de hambre por salvar tu cultura y tu tradición? Muchas veces nuestros artesanos y demás son culpables porque no se les puede ayudar porque no se organizan. Yo no le puedo dar plata del Estado a alguien que no me puede justificar después. Y eso también forma parte de la educación.
–Te quiero decir dos gracias. Una gratitud que es obvia por estar presente en este programa y la segunda gratitud por toda la tarea que hacés.
–Yo disfruto mucho cada vez que tengo la posibilidad de acercarme a la gente y que conozca un poco al ser humano que está dentro del artista, porque el artista es artista en el momento que está en el escenario, pero después hay que saber y entender que yo voy al médico igual que vos, yo voy al súper y pago con el mismo billete que vos pagás. La salud de mis padres, de mi hijo se paga con el mismo billete que vos pagás y todo está dentro de un campo de carne y hueso como somos todos. No creo que nadie sea más que nadie ni menos que nadie. Creo en la igualdad como el deseo de querer ser mejor ser humano y apoyo todo lo que venga. Por lo demás, sereno y tranquilo con lo que yo decidí ser. Cuando yo tomo este instrumento como forma de vida y esta profesión, la decisión es ser el patito en el stand de tiro. Así que es normal que te tiroteen.