El candidato a la Presidencia de la República por el movimiento La Nueva República, Euclides Acevedo, durante su participación en el programa “Expresso”, destacó cuál es su visión de gobierno y por sobre todo su plan de trabajo como candidato a ocupar el Poder Ejecutivo.
El mismo comentó su idea de un gobierno tricolor en pos del desarrollo y en beneficio de todos los paraguayos, de manera de que así el país pueda salir de la crisis en la cual se encuentra. “Yo apuesto por la gobernabilidad que es el diálogo, la negociación y el pacto”, indicó Acevedo al tiempo de garantizar que se mantendrá siempre abierto a todas las propuestas políticas.
Euclides Acevedo mencionó además que trabajará primeramente en las urgencias con las que cuenta en la actualidad el Paraguay y posteriormente se enfocará en las cosas importantes, subrayando lo fundamental, que será en su gobierno la planificación estratégica de todas las decisiones a ser tomadas para que las mismas sean afectivas.
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Ante la consulta de cuál será el primer foco de trabajo de llegar a la Presidencia de la República, Acevedo respondió de manera tajante: “Lo primero que hay que hacer es recuperar la gratuidad de la salud pública, los paraguayos tienen derecho a la salud pública, eso es una urgencia”, así el presidenciable tomará partido primeramente por el área sanitaria para pasar posteriormente a trabajar por la restauración de la seguridad y el trabajo.
“La seguridad no es solamente el orden público, sino también la seguridad jurídica, y eso significa saneamiento del Poder Judicial y del Ministerio Público”, remarcó Acevedo respecto de su enfoque en cuanto a seguridad y cómo garantizar que la misma se desarrolle de mara integral.
En cuanto al ámbito del trabajo, el mismo enfatizó que se trabajará muy estrechamente con la industrialización, que es lo que según el mismo crea mano de obra y con el acceso a un puesto laboral es la única manera de que se dé la justicia social y la dignificación de las personas.
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El ritual del asado, un estado del alma
- Fotos: Pánfilo Leguizamón
En este “Expresso” a la mesa, Augusto dos Santos realiza una degustación de sabores, olores y colores de la mano del asadero ignaciano Alan Fretes Llano, quien comparte los secretos de un buen asado paraguayo y otras fórmulas tradicionales vinculadas a este ritual dominguero por excelencia.
–La reina de la gastronomía criolla, rural, estanciera es sin duda el asado a la estaca. Hoy vamos a tratar de bucear en los secretos de este asado con una figura emblemática del mundo de la producción asadera. Alan, queremos que nos ayudes hoy a entender un poco los secretos del asado y que nos cuentes tu proceso.
–Es una historia linda. El amor al asado tengo de criatura, siempre me atrajo. Yo quiero romper el paradigma de que nosotros vinimos influenciados del asado argentino. Yo soy tradicionalista en todos los sentidos y reivindico mucho el asado a la estaca. Mi misión siempre fue llevar el asado a la estaca por todo el mundo y ahí nace todo este amor por el asado, por la gastronomía paraguaya, por volver a meter en las mesas paraguayas cómo comíamos antes. Entonces me empecé a meter un poco dentro del mundo gastronómico y se fueron dando cosas, eventos, concursos. Fui a otros países, conocí a mucha gente, me empecé a meter y la verdad que es muy interesante. Mi objetivo es desarrollar el asado a la estaca porque es lo que lo que nos identificaba como paraguayos. Para recibirte en sabor tenés que hacer un asado a la estaca.
–Y es mucho más complejo también, ¿no?
–Y es más complejo por la hora, la paciencia que uno tiene que tener por la carne. Aparte el ritual de tomar un vino, de la previa, todo esto es un ritual. Leí que es un estado del alma. Tiene todo un contexto.
–Si no salís con olor a humo de un asado a la estaca, no es asado a la estaca... ¿Por qué no comenzamos con la carne? Ahí radica la mayor cantidad de curiosidades al respecto del secreto.
–Una infinidad de cosas. Es muy extenso. Hay una regla para el asador y es que siempre la carne tiene que tener buena cobertura de grasa, no importa si la grasa sea amarilla o blanca. Es muy importante para mantener la jugosidad.
“LA MEJOR CARNE DEL MUNDO”
–Estás rompiendo un primer paradigma que algunos dicen que no debe ser amarilla.
–Por lo general la gente está más acostumbrada a la carne del Chaco, que es la mejor del mundo. Pero después tenemos nosotros la vaca criolla, que no te va a salir con la cobertura blanca, te sale con la cobertura amarilla por el pasto, por los fósforos, por los minerales, por un montón de cosas que tienen esas carnes. Entonces, la carne amarilla no es el concepto de carne dura bajo ningún criterio. Y más si hacés a la estaca.
–¿Cuál fue tu criterio para comprar esta carne particularmente?
–Lo primero que busqué es comer un ovillito. Se puede notar por los huesos, que son más chicos evidentemente, de un animal más tierno. Como tiene varias horas de cocción, la teoría y la práctica me dicen que esto se va a deshacer todo. Entonces, elegir una carne con mucha cobertura de grasa te garantiza eso.
–Con mucha cobertura de grasa es otra cuestión que me parece importante plantearte porque las personas muchas veces están todas muy temerosas del colesterol, pero esa grasa no va a quedar hasta el final, ¿verdad?
–No. Más cuando se hace a la parrilla. Ese exceso de grasa va a desaparecer a la parrilla y a la estaca. Puede no desaparecer a lo mejor al horno o con papel aluminio.
SOSIEGO
–¿Qué errores no tengo que cometer cuando me voy al súper a comprar carne?
–Primero, hay que tener tranquilidad. A mi criterio una costilla ancha que te da mejor presentación en el asado, pero al tener más carne aprovechás más el sabor de la carne, mantenés más la jugosidad que una costilla hecha un poco más rápida. No hay que estar apurado y ver un buen pedazo de carne, un primer corte para adelante.
–¿Por qué el primer corte y después?
–En realidad la mejor parte es la falda, el descarte digamos, pero eso se hace vuelta y vuelta, es otro tipo de cocción. Ese es para hacer rápido con los muchachos, una falda parrillera o algo así. Pero cuando vas a sentarte un domingo a compartir con los nietos, con las criaturas, con la familia, entonces sí necesitás del primer corte hasta cerca de la falda. Entonces, aprovechá, tiene más carne, es más sabrosa, tiene un mejor corte. En realidad con la costilla no podés errarle a no ser que sea muy flaquito el animal. Y el asado a la estaca no lleva sal bajo ningún sentido, porque se genera una reacción química y empieza a gotear, gotear, gotear y se seca. La sal deshidrata la carne. A la parrilla mi recomendación es ponerle sal gruesa. Nada más. Ni un poco de limón, nada de esas cosas raras.
–¿La mejor opción es comprar de la góndola o del amigo carnicero?
–Que por lo general ya no ocurre digamos. Si te vas a ir a una carnicería tradicional, ya casi no hay. Ya es difícil pifiarle hoy a la carne paraguaya. O sea, Paraguay tiene una posición tan grande, tan rica en carne. Yo te puedo asegurar que es la mejor carne del mundo y mirá que he ido a cocinar en varios países, pero no hay con qué darle a la carne paraguaya, es la mejor.
–Ya trajiste la carne a tu casa y es todavía temprano. ¿Qué hacés con la carne? ¿La dejás en algún lugar? ¿Sometés a algún tipo de tratamiento previo?
–Por lo general, no. Hay veces que inevitablemente se compra carne congelada por nuestro clima mismo. Lo que hay que evitar es dejar en el sol, a la intemperie. Aunque en la carnicería del pueblo vos te vas y la carne está ahí. No es recomendable, pero no hemos muerto. Yo me crié así o se dice “no pongas al carbón porque tira un tóxico” que no sé qué. Nosotros cocinamos asado desde siempre y seguimos vivos.
UNA PASIÓN
–Hay que darle importancia a esa ceremonia, no es un asunto administrativo nomás ir a comprar la carne. Hay que ponerle pasión a ese momento.
–En realidad el asado mismo es pasión. La gastronomía paraguaya es pasión. Y la reina de la gastronomía es el asado paraguayo. Insisto muchísimo con esto y voy a volver a insistir. No venimos nosotros influenciados por los argentinos.
–¿Cuáles son los cortes más parrilleros que existen?
–Primero la costilla, número uno. El segundo el vacío y allá tercero es la tapa o la rabadilla. Lo que pasa es que la rabadilla, palomita como le decíamos antes, era una pieza sola que se vendía no para el asado. Después empezó la picaña con los brasileños, que es un corte supernoble que poné 40 minutos y está, tiene que salir a punto y aparte es carísimo ahora. Entonces, una familia tradicional paraguaya por lo general te compra un corte de costilla, un pedazo de vacío, que son esenciales para la clase media.
–Estoy entendiendo que podés hacer tapita o colita picaña, va a ser rico y todo lo que quieras, pero no es el asado auténtico.
–Para mí, no. Para mí un asado es una costilla, es un vacío y sí o sí chorizo. Vi la vez pasada que un muchacho decía que el chorizo era cazabobo. El chorizo es fundamental.
–¿Por qué?
–Para mí en una parrilla es obligatoria la picada, la entrada, mientras estamos haciendo la previa, t oma n d o un vino, una birra, un whisky o lo que sea, sí o sí tiene que salir una picada de chorizo misionero, por supuesto. Y en Misiones el batiburrillo es lo esencial, es la previa del ritual. Sin el chorizo no tiene ningún sentido. Traé un chorizo, vamos a hacer una picadita mientras hablamos, charlamos, porque generalmente hay chicos, hay criaturas corriendo por todos lados y las criaturas quieren comer, entonces ya le sacás. La idea de la picada es esencial para el inicio del ritual.
–Ahora vayamos al batiburrillo, que es una institución misionera que tenemos que conocer. El batiburrillo es la ceremonia previa del asado a la estaca en Misiones. Es un plato sumamente tradicional y supongo que muy requerido.
–En nuestra zona sí es casi una obligación tener una previa del batiburrillo. El batiburrillo es un estofado, casi un estofado, un poco más caldo, de churas. Tiene chinchulín, tripa gorda, riñón, corazón, librillo. Es un guisado de todo y eso va a hervor y después se quita, se hacen todos los cortecitos para que vaya quedando de esta forma y después se hace como un estofado.
–¿Y cuál es el rol del batiburrillo?, ¿cae en medio o antes del chorizo?
–El batiburrillo se sirve en vasito, con mandioca y una cucharita tipo a las 11 de la mañana. Una previa, un desayuno digamos que generalmente se hace más hacia invierno, porque es una bomba. Y después entre las 11 y media y 12 menos cuarto, salen los choris con mandiocas picaditos.
LA COCCIÓN
–¿Y cómo debe ser la cocción?
–Si vos querés comer una costilla bien blandita, tenés que hacer un fuego estable, continuo y uniforme para que salga bien doradita. Entonces, cuanto más fuego lento le das, más blandita te va a salir la carne.
–¿Y hay que dar la vuelta muchas veces o no?
–Particularmente yo hago de un solo lado, le doy el tiempo que merece la costilla, porque el hueso le va a dar el calor y le va a empezar a cocinar. Después va a llegar un momento donde hay que girar la costilla y ahí vas a tener por una horita y va a salir una costilla bien jugosa, ya no hace falta dar vuelta y vuelta. ¿Por qué? Porque la parrilla es para disfrutar, para estar tranquilo, no para estar preocupándote. Mantener tu fuego un solo lado, te sentás a charlar, mirás si está siempre bien, si no se prende la parrilla, todo ese tipo de cosas y deja ahí, sin problema. Da una vez la vuelta o dos veces también si está muy fuerte el fuego, pero por lo general yo recomiendo que se dé una sola vez.
–¿Y la altura de la parrilla cómo debe ser?
–La distancia tiene que ser 40 centímetros. Yo estoy más acostumbrado a hacer justamente en parrilla fija, digamos al piso, que pueden ser 20, 25 o 30, pero en 40 centímetros manejás bien el fuego. Si te queda mal, le quitás.
–Lo importante es el manejo del fuego y no el movimiento de la parrilla.
–No, para mí la parrilla tiene que ser estática. El fuego vos le quitás, le vas poniendo más, le atendés. Tenés un brasero y con una palita vas manejando el carbón. Y el secreto para hacer un buen asado es la buena onda, es lo que importa en el asado. Sin buena onda no te va a salir nunca un asado. O sea, la buena onda es esencial en la comida misma, ¿verdad? A veces te sale yrei por tu estado de ánimo. Entonces, el asado tiene que ver mucho con eso, ese es el fundamento, después sal nada más.
–El asado, si bien es una de las expresiones más tradicionales, el asado a la estaca particularmente está muy conectado hoy a lo audiovisual, ¿verdad?
–Y cuánto más visualización tiene, la gente consume más. A mí me sorprendió cómo las criaturas por ahí te piden fotos en la calle porque vieron en Tiktok o porque te vio en algo típico. Tengo que empezar otra vez a mover mis redes porque dejé un tiempo. Tengo que reactivar porque mi objetivo siempre fue transmitir la cultura del asado, la cultura y la gastronomía paraguaya.
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Diputado coincidió con Wasmosy en que la democracia debe ser el verdadero motor del crecimiento
Al conmemorar 32 años de la elección de Juan Carlos Wasmosy como primer presidente de la era democrática, el diputado colorado Carlos Núñez Salinas mantuvo una amena charla con el expolítico, con quien reflexionaron sobre la importancia de fortalecer las instituciones y garantizar que la voz del pueblo sea siempre escuchada para proyectar un futuro mejor.
El legislador colorado destacó a través de sus redes sociales que, durante la charla con el ingeniero Wasmosy, se enfocaron en las personas, su progreso y el bien común; este debe ser siempre su impulso en la política. En ese sentido, ratificó su compromiso con el pueblo paraguayo, base de un futuro mejor.
“Aspiramos a una democracia que sea un verdadero motor de crecimiento, donde cada ciudadano pueda vivir dignamente, sin el peso de la precariedad. Nuestro compromiso es ayudar a salir de la pobreza y lograr mejores condiciones de vida para todos”, comentó el legislador al término de la reunión.
Al respecto, señaló que, en el contexto actual, es vital considerar las relaciones internacionales, especialmente con Estados Unidos. “Entender que cada país actúa según sus propios intereses nos desafía a ser proactivos y estratégicos, buscando siempre el beneficio de Paraguay en el escenario global”, acotó.
Sector energético
Por otra parte, destacó que la situación del sector eléctrico es otro tema que no podemos ignorar. Indicó que la ANDE enfrenta serias dificultades que requieren reformas urgentes.
“Es esencial que promovamos una gestión eficiente y sostenible de nuestra energía, aprovechando el potencial que tenemos para convertirnos en un líder en producción energética en la región”, enfatizó Núñez Salinas.
El legislador consideró además necesario crear un entorno favorable para la inversión, con un enfoque especial en el Chaco. Para ello, señaló importante generar propuestas innovadoras, como la promoción de proyectos de energía renovable, pueden transformar la economía y generar oportunidades para todos los paraguayos.
“Durante nuestra charla, compartimos valiosas anécdotas que, aunque no se pueden contar en su totalidad, enriquecen mi conocimiento político y me ofrecen una mejor comprensión de la dinámica del poder en favor del pueblo. La experiencia de Wasmosy subraya la importancia del diálogo y la colaboración en la construcción de un futuro mejor”, remarcó.
Finalmente, destacó que reafirma su compromiso con el desarrollo social y económico de Paraguay. “Con esperanza y determinación, avancemos hacia un país donde cada persona pueda vivir mejor y con dignidad”, concluyó.
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Santiago Peña celebra el anuncio del nuevo papa León XIV
El presidente de la República, Santiago Peña, expresó su emoción al recibir la buena nueva de la Iglesia Católica que eligió a un nuevo sucesor de San Pedro, el Papa León XIV. La elección del nuevo pontífice se dio tras el periodo de vacancia que se generó en la Santa Sede, luego de la muerte del Papa Francisco el pasado 21 de abril.
A través de sus redes sociales, el jefe de Estado paraguayo expresó su deseo de que el nuevo líder religioso traiga esperanzas y un fraternal diálogo en búsqueda de la unidad en un mundo que necesita construir mucha paz.
“Recibimos con inmensa alegría la noticia de la elección del nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica: el Papa León XIV. Que su guía traiga esperanza, diálogo y unidad en un momento que necesitamos más que nunca de los valores cristianos para construir un mundo más humano“, expresó el jefe de Estado.
El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, se constituyó este jueves 8 de mayo en el primer papa estadounidense y peruano de la historia, siendo el segundo papa de América. En su primer mensaje el Papa León XIV hizo un llamado a “construir puentes” a través del “diálogo”, instando a avanzar “sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros”.
Desde la Presidencia de la República informaron que en breve estarán confirmando la fecha en que viajaría el presidente Peña a Roma, para llevar el saludo de Paraguay al nuevo Papa León XIV.
Igualmente, la Primera Dama, Leticia Ocampos utilizando sus redes sociales, expresó que desde lo más profundo del corazón eleva sus oraciones por el nuevo líder de la Iglesia Católica para que pueda inspirar a caminar con fe a los hombres.
“Desde lo más profundo del corazón, celebramos la elección del Papa León XIV. Que su palabra nos inspire a caminar con fe, a tender la mano al prójimo y a fortalecer los lazos que nos unen como humanidad. En nombre de todos los paraguayos, elevamos nuestras oraciones por su misión”, publicó.
Así también, el vicepresidente de la República Pedro Alliana, rogó al papa Francisco para que su luz de fe, humildad y esperanza abrace a todos y ayude a construir un nuevo tiempo.
“Desde el corazón, celebro la llegada de Su Santidad León XIV, sucesor del papa Francisco. Que su luz de fe, humildad y esperanza nos abrace a todos, y nos impulse a construir un tiempo nuevo: fraterno, justo y lleno de amor”, expresó.
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“La escritura es mi manera de comunicarme con el mundo”
- Fotos: Matías Amarilla
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe a la escritora y pintora Carla Guillén Balmelli, quien el próximo 28 de abril presentará su último libro. En esta amena charla, Guillén habla sobre el proceso creativo, la relación entre la literatura y la pintura, así como sobre la vida y la realidad como insumos de la producción artística.
–Escribir y dibujar son caminos muy bien matrimoniados. ¿Cómo empezó esta historia contigo?, ¿con escribir o con pintar?
–Yo creo que lo mío con los libros viene ya de la infancia. Yo tuve más libros que juguetes. Y era verle a mi papá, que era un escritor y filósofo, siempre rodeado de libros. Entonces, ese fue mi universo infantil. Y después siguió el camino de la pasión por escribir, combinando un poco también con pintura, porque son todas manifestaciones que me permiten a mí expresar sentimientos. Yo no soy una persona que tenga muy buena memoria, pero soy una persona increíblemente memoriosa para la parte de emociones. Entonces, esas emociones que yo voy recordando de situaciones que fui viviendo son las que después yo voy plasmando en mis escritos o en mis pinturas.
–Hablaste de un tema que me parece fundamental, que es el núcleo familiar como cuna de una vocación que uno habrá de tener.
–Sí y además hay un tema. Yo soy una persona muy introspectiva, muy tímida, muy introvertida, entonces para mí la escritura es mi voz. La forma en que yo entiendo que el mundo puede escucharme o puede entender o conocer mis pensamientos es a través de la palabra y de la palabra escrita. Es más, yo suelo ser en reuniones una persona muy callada porque me gusta muchísimo observar. Observar para poder después transmitir en palabras.
–¿Y recordás cuál de los caminos tomaste primero?
–La escritura. Si yo tuviera que elegir, siempre me quedaría con la escritura. Es más, tuve que hacer una opción porque me di cuenta de que la pintura me desviaba mucho de mi camino de escritora. Fijate que mi última publicación fue en 2020, en plena pandemia, “Muero por un café”, una novela, y recién ahora estoy publicando otra vez otra novela que empecé en 2019, que tiene todo un proceso. Hay otra cosa. Los personajes de mis historias siempre son personajes reales. Entonces, a mí me gusta más tratar con esas realidades. Me identifico mucho más como escritora que como artista plástica, lo que no quiere decir que de repente no haga lo otro. Si tuviera que elegir, siempre escribir.
AUTORREPRESENTACIÓN
–¿Vos percibís diferencias entre lo que transmitís escribiendo y lo que transmitís pintando?
–Totalmente. Yo creo que en la escritura estoy reflejada y yo aparezco en todas mis obras. Lo que suelo utilizar a veces, por ejemplo, en esta novela que presento el 28 de abril en El Cabildo, “Un letescopio llamado Aníbal”. El personaje principal es un niño. Entonces, ¿qué le pasa a este niño? Al niño le permiten que digan verdades y no es castigado. Si yo de grande te digo algo a vos, te puede caer mal, pero si un niño te dice lo mismo, te llega diferente. Entonces, este niño dice muchas cosas, mucho de lo que yo pienso está reflejado en el libro. Entonces, para mí siempre la escritura porque es de verdad mi manera de comunicarme con el mundo más que la pintura.
–¿Vos creés mucho en el relato de lo cotidiano, Carla?
–Sí. A mí me gusta mucho esa cercanía a la realidad. Yo soy una persona muy observadora, muy visual y a mí las imágenes visuales me llegan de una manera determinada. Y entonces, con base en esa imagen, yo puedo ficcionar después la realidad. Pero yo creo que tengo una cierta empatía para captar lo que esa imagen me transmite. Me gusta mucho ser la voz de a lo mejor alguien que no tiene voz o me gusta mucho que mis personajes tengan muchas capas, que vos veas la superficialidad, pero que tenga un interior mucho más profundo, que el lector tenga que descubrir.
–¿Cuál es el rol que juega el lector en términos de qué juego le sometés desde tu literatura?
–Pues yo pongo en práctica lo que no quiero que hagan conmigo. Yo no quiero que un escritor me engañe, que me engañe con falsas pistas. Para mí todo lo que está en escena tiene que estar justificado. Si puse la galletita, tenemos que comer la galletita. Entonces, yo no quiero que el escritor me engañe y el asesino aparezca en el penúltimo capítulo. Claro que me va a sorprender si nunca apareció. Entonces, trato de mantener esa misma honestidad cuando escribo.
INSPIRACIÓN Y DISCIPLINA
–¿Cómo sos en el arte de escribir?, ¿sos una persona que tiene sus ritos?, ¿sos una persona espontánea?
–Yo tuve una transformación en ese sentido. Cuando había escrito cuentos con mi hermana, era una cosa así más un hobby. Pero yo opté ahora por la escritura como un oficio. Entonces, soy muy disciplinada. Esta novela que voy a publicar escribí en dos meses, porque me puse una disciplina, cada día tantas páginas y me sentía feliz cuando podía superar esas páginas. Y lo de la inspiración es cierto, tenés que estar trabajando para que la inspiración aparezca. Claro que hay momentos que de repente sucede algo. Yo soy muy de observar lo que sucede en la calle. Me gusta mucho irme a cafeterías y ver lo que la gente hace. Y tomo nota incluso en una servilleta si no tengo en qué escribir. Pero después soy una persona de ponerse a trabajar.
–”Un lentescopio llamado Aníbal”… Hablame de ese libro, por favor.
–Esta historia empieza en España, en Madrid. Yo estuve en El Rastro, que es un antiquario callejero, y descubrí un telescopio que me pareció maravilloso. Yo compro cosas que a mí me transmiten algo. Yo no compro porque es lindo, porque va a quedar bien en mi casa. Si queda bien, genial. Pero me tiene que transmitir algo especial. Vi ese telescopio y dije “ese telescopio tiene futuro”. Ahí hay mucha historia. Y era una historia, yo había iniciado con una historia, pero dejé de lado y luego uní a un personaje. Como te digo, yo siempre escribo sobre personajes reales. Este está inspirado en un sobrino mío, que es un sobrino muy particular, que es un sobrino que tiene mucha genialidad y una manera muy particular de ser, que no siempre es comprendido en el colegio o en el ámbito de los amigos.
El que se sale un poquitito de lo normalmente aceptado siempre es visto con un poquito de miedo, recelo. Entonces, uní ambos universos, el de ese niño y el del telescopio. Pero necesitaba un elemento que les conecte. Entonces, aparece Aníbal. Y el libro se llama Aníbal en honor a Aníbal Saucedo. ¿Por qué? Porque yo miro la imagen, yo necesitaba un abuelito para mi historia, que no hace papel de abuelito
Miro una foto de Aníbal con sus nietos. Y dije yo “este es mi Aníbal. Acá está mi niño, mi letescopio y Aníbal”. Y le escribo y le pido permiso y me dice “Carla, sin problemas”. Lo que yo usé fue su imagen, porque en realidad él es otra cosa en la historia que no quiero spoilear. Y entonces se da esa conexión. Lo que pasa es que este niño, dentro de su genialidad, había palabras que no sabía decir, entonces una de ellas era letescopio.
TRAMA
–¿Se puede contar la línea argumental sin adelantar todo?
–El libro trata de ese niño y esas dificultades y esos miedos que él tiene en el colegio. Sus padres están pasando una situación especial, que también contribuye a lo mejor que su mamá está superando una enfermedad. Entonces, esta señora le conoce a Aníbal porque es una arquitecta que va a solucionar un problema estructural de la casa, pero ahí descubre que este señor es algo más. Entonces, ella le comenta sobre su hijo y él le quiere conocer. Entonces, se genera una relación entre ellos, pero una relación que es muy simpática porque cuando el nene se va a conocerle es como que encuentra este universo y dice, “uy, acá todo esto yo quiero llevar a mi casa, pero a mí este viejito no me interesa para nada, ¿qué me va a contar este viejito?”. Tenía planeado llevarse las cosas del viejito a su casa, pero después se va generando un diálogo entre ellos, una relación tan estrecha que al nene dejan de importarle los objetos y empieza a relacionarse con el señor. Y ahí aparece el telescopio, que es muy metafórico, porque el telescopio puede ser los miedos que tenemos que sacar, las cosas que tenemos que superar, el cariño que ese señor puso para que él supere una serie de cosas. Yo creo que a cada lector ese telescopio le va a significar algo diferente.
–Hay como mucho énfasis en las relaciones interpersonales, ¿verdad?
–Y después la mamá también, que es una persona muy genial, porque fíjate que ella es la que le escribe a ellos sus libros de cuentos que leen a la noche. Entonces, ella inventa los cuentos, ella pinta esos libros. Yo te digo que en ese libro hay mucho de mí y de mi relación con mis hijos.
EXPERIMENTACIÓN
–¿Nunca te figuraste la posibilidad de escribir cuentos para niños?
–Me planteé, pero yo creo que no me llegó todavía el momento. Yo no me cierro a nada, yo escribo teatro, escribo poesía, cuentos, novelas. Me gusta mucho experimentar y mezclar. Cuando me dicen “Carla, esto no puedes mezclar con esto” es lo peor que me pueden decir porque ahí más quiero mezclar las cosas. Es más, yo tenía concebido que “Un letescopio llamado Aníbal” era solo para niños, pero salvando la distancia es una especie de “El Principito”, porque cuando leés de chiquitito entendés una cosa y te llega un mensaje, pero leés de grande y la parte de aventura a lo mejor te parece menos importante que el mensaje que transmite. Yo creo que con el “Lestescopio” es lo mismo, es un libro para la familia, que se puede leer en el colegio porque es para niños.
–Además, los adultos tienen tantas cosas que redescubrir de los niños.
–Sí. La persona que hizo el prólogo hace justamente esa salvedad diciendo que es una manera de volver a descubrirnos y de volver a descubrir un poco ese niño que tenemos, que no deberíamos perder nunca porque tiene tanto de riqueza un niño en su ingeniería mental y en su ingeniería de ver las cosas. Hay un capítulo que se llama “¿Por qué nos enseñaron a ser malos?”. El niño naturalmente no es malo, entonces un poco eso.
–¿Qué podés contarnos de tu tarea como artista plástica?
–Yo creo que trato de transmitir lo mismo que con los libros en las pinturas. Por ejemplo, saqué una serie que tengo ahí que se llama “Los niños de la basura”. Yo había pintado un cartón reciclado todas las escenas de niños en basurales. Entonces, siempre es también un acercamiento no a denuncias sociales, pero sí a todo lo que a mí me conmueve. Y también darle un valor de lo que es la basura para mucha gente, porque hay mucha gente que vive de la basura. Entonces, siempre hay ahí un doble mensaje, un doble juego, no quiero pintar por pintar flores, yo siempre quiero pintar lo que impacta a la persona que ve la imagen. Y ahí me genera un conflicto el tema de la pintura más que con la escritura. Tengo una hermana arquitecta que me dice “esto no es lo que vende hoy, Carla. Tiene que ser lo abstracto”. Pero yo muchas veces en lo abstracto no logro encontrar mi mensaje. A lo mejor hay gente que sí lo logra, yo tengo que ser honesta, yo no. En un círculo, en una raya no veo el sentimiento que quiero transmitir y yo quiero ser una persona muy auténtica en mis manifestaciones.