El abogado Diego Zavala calificó de “error desafortunado” que se haya permitido el ingreso del féretro de Osvaldo Villalba a la cárcel del Buen Pastor por pedido de Carmen Villalba, otra exintegrante de la banda criminal EPP. Lamentó la falta de empatía del Gobierno con familiares de secuestrados por el grupo delincuencial y que aún aguardan saber algo de sus seres queridos retenidos.
“Fue un error desafortunado, pareciera que todo estaba bien, se dio con el grupo principal, abatieron al número uno y al número tres, se desarticuló una gran parte del grupo. Mejoraron muchas cosas en el Norte en materia de seguridad en los últimos tiempos. Pero faltaba cubrir un aspecto político, en la última parte de este proceso que era enterrar al criminal sin agraviar a las víctimas”, señaló a la 1330 AM.
Abdo no supo coordinar
El hermano del senador Fidel Zavala, quien había sido secuestrado por el EPP, dijo que “el Gobierno no supo coordinar esa parte y terminó con el evento desafortunado que todos vemos”. Se refirió a las declaraciones tardías del mandatario, quien este jueves salió a “pedir perdón al pueblo y en especial a las víctimas”. Recordó el frondoso antecedente del cabecilla del EPP abatido el pasado domingo, que tuvo en su haber 70 asesinatos en las dos décadas que lleva operando el grupo criminal en la región norte del país.
“No debemos perder de vista y felicitar el brillante trabajo de la Fuerza de Tarea Conjunta que hace el seguimiento a este grupo criminal y de otros desarticulados. Pero desafortunadamente pasó lo que todos sabemos: cayó un ministro, en el mismo día que subió. Le sorprendió esto al Gobierno y creo que debería tener en cuenta para futuras oportunidades”, mencionó.
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Zavala insistió en que no se puede agraviar a las personas que sufrieron las crueldades a las que someten a sus víctimas esta banda. “Es muy importante cuidar que en una operación antiterrorista el aspecto político. Y bueno, pasó lo que pasó, fueron agraviadas las víctimas del EPP y sus familiares”, finalizó.
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Alto Paraná: requisan 1.000 kilos y destruyen seis hectáreas de marihuana
Agentes de la Policía Antinarcóticos del departamento de Alto Paraná sacaron de circulación más de 1.000 kilos de marihuana que tenía a Brasil como destino. En uno de los procedimientos encontraron la droga en un doble fondo de la carreta de un camión de gran porte.
Ambos procedimientos se realizaron durante la noche de ayer viernes y en la jornada de hoy. Uno de los hallazgos fue en la colonia San Lorenzo de Minga Porá, así también, hicieron una intervención en una propiedad donde se plantaba presunta marihuana y la cual fue destruida por completo.
Los intervinientes lograron detener al conductor de vehículo que fue identificado como Osmar Gabriel Villalba y se incautaron 1.200 panes de la droga, que totalizan 1.105 kilos. Tanto el detenido como la sustancia fueron puestos a disposición del fiscal Manuel Rojas Rodríguez.
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Corte y destrucción de plantación
En tanto que, durante la jornada de hoy sábado, en el distrito de Ñacunday del mismo departamento, agentes de la Policía Nacional procedieron al corte de 6 hectáreas de supuesta marihuana, la droga estaba en etapa de crecimiento y también fue destruida un campamento precario junto con toda la droga.
Ambas acciones se desarrollaron en el marco del combate contra el narcotráfico del plan de acción Sumar. Este último trabajo fue realizado por personal del departamento Antinarcóticos, División Regional n.° 17 Santa Rita y todo lo actuado fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
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A 20 años del secuestro y muerte de Cecilia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella?”
Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay.
El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella? ¿por qué le hicieron esto? ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana, Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los cuatro meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla.
“Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
Terminó la esperanza
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató.
Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
Primera víctima fatal del EPP
Cecilia Cubas es la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país.
“Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN.
“Era una luz”
Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y muy inocente, que nunca veía malicia en las demás personas. Explicó que Cecilia pensaba que todas las personas eran como ella, buenas, jamás hubiera imaginado que unos criminales iban a acabar con su vida.
“Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona súper sensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
“La Justicia hizo su parte”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
“En el caso de Cecilia todos los detenidos ya fueron juzgados y están cumpliendo su pena o siguen siendo juzgados. Podemos decir que la Justicia hizo su parte, pero nos queda mucho por delante y aún quedan muchos prófugos. Nuestra batalla está lejos de terminar, pero claramente tengo que decir que nos gustaría que el EPP desapareciese”, acotó Silvia.
En la familia no pierden la esperanza y creen que hay instituciones que se están formando correctamente y que están trabajando bien. “En algún momento va a dar resultado visible todo el trabajo que se está haciendo. Hay que tener en cuenta también que muchas veces para que se llegue a algo con un grupo como el EPP hay mucho trabajo por detrás y no es un simple golpe de suerte para que sucedan las cosas”, manifestó.
Justicia por los secuestrados
Silvia pidió justicia para las familias de los que están secuestrados, con quienes mantienen un contacto muy estrecho, porque es una situación que no se puede dejar pasar. “No tenemos que olvidar que hay todavía personas desaparecidas, cuyas familias aún siguen esperando noticias de ellos, esto no toca mucho. Tenemos que unirnos para luchar de manera correcta no solo por un futuro, sino por un presente mejor para cada uno de los compatriotas”, apuntó.
Instó a la población a luchar contra este grupo criminal, a no apañar estos crímenes. “Acá la lucha debería ser siempre de los buenos contra los malos. Todo lo que ellos predican de que han luchado por los más necesitados son mentiras, porque han secuestrado y asesinado a miembros de la sociedad paraguaya sin distinción de ningún tipo”, concluyó.
Datos clave
- El cuerpo sin vida de la joven fue hallado 5 meses después, en febrero de 2005, en una fosa cavada en una vivienda ubicada en Ñemby.
- Su familia pagó 300.000 dólares por su liberación, a mediados de noviembre de 2004.
- Osmar Martínez y Anastasio Mieres Burgos fueron condenados a 25 años de prisión y 10 años de seguridad por el secuestro y homicidio de Cecilia Cubas; luego de afirmarse que cometieron los delitos de homicidio doloso, privación de libertad, secuestro, extorsión, extorsión agravada y asociación criminal.
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Silvia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?”
- Por Karina Ríos
- karina.rios@nacionmedia.com
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay. El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?, ¿por qué le hicieron esto?, ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los tres meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla. “Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató. Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
PRIMERA VÍCTIMA
Cecilia Cubas fue la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país. “Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN. Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y que nunca veía malicia en las demás personas. “Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona supersensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
“LA JUSTICIA HIZO SU PARTE”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
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Confirman traslado de 5 reclusas del Buen Pastor a otros centros penitenciarios
Cinco reclusas del Buen Pastor fueron trasladadas este viernes a otros centros penitenciarios del país, confirmó el viceministro de Política Criminal, Víctor Manuel Benítez. La decisión se tomó luego de amenazas proferidas contra las autoridades tras un cateo realizado en la celda de Carmen Villalba.
“Es con relación a la última requisa que se había realizado en el pabellón donde se encuentra justamente Carmen Villalba y otras personas donde habíamos tenido resistencia por parte de algunas que también habían amenazado de muerte inclusive a autoridades del Ministerio de Justicia”, señaló a la 1080 AM.
El subsecretario de Estado dijo que se demoró la ejecución de la disposición solo por una “cuestión de logística y el día de hoy se está realizando esos traslados”. Las afectadas son personas muy cercanas a Villalba y que se habían resistido a las requisas, recientemente.
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La resistencia y la amenaza a las autoridades del Ministerio de Justicia fueron elementos considerados para disponer el aislamiento en otras penitenciarías. “Está en pleno desarrollo el traslado y van a ser trasladadas a distintos centros penitenciarios del país”, remarcó.
Destinos distintos para dispersar
Los destinos serán las cárceles de Concepción, San Pedro, Pedro Juan Caballero, Coronel Oviedo y Villarrica que cuentan con una población penal constituida por mujeres. “Es como para dispersar un poco a estas personas”, expresó Benítez.
Con respecto a la situación de la reclusa Carmen Villalba, el viceministro explicó que se optó por mantenerla dentro del Buen Pastor, por una cuestión de seguridad. “El Buen Pastor es una de las penitenciarías que cuenta con mayor control en el sentido de infraestructura y no se cuenta hoy en día con un centro penitenciario de máxima seguridad para mujeres. Entonces, a Carmen no la movimos de ahí”, puntualizó.
El viceministro Benítez manifestó que en el penal de mujeres había un sector subordinado a la exintegrante del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en tanto otras “por conveniencia o por temor están con ella”.
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