El integrante de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Diego Torales, se refirió a la ley que aumenta la pena por las invasiones y sobre su efecto en la situación generada por los camioneros con la nueva propuesta del senador Enrique Riera. El mismo pedía sanciones a los responsables de cerrar rutas y evitar el libre tránsito en el país.
En comunicación con la 650 AM, Torales señaló que la aprobación de la ley que eleva las penas por invasiones generó un efecto positivo en el país, incluyendo la actual situación de cierres de ruta realizadas por los camioneros. Mencionó que las manifestaciones deben ser reglamentadas para su buena realización respetando el libre tránsito.
“El impacto es tal que el temor de los agitadores es que se vuelva a otra implementación más igual a esta. Quieren desvirtuar, tratan de ver la forma de hacerlo”, sostuvo Torales haciendo referencia al proyecto presentado por el senador Riera que eleva a 6 años la pena privativa de libertad a las personas que cierren las rutas.
Con respecto a ley de invasiones, aseguró que desde su implementación no tiene reporte de grandes invasiones pese a la época electoral, tiempo en el que se suelen registrar aumentos. Explicó que con el aumento de la pena, los invasores se “tranquilizaron” ayudando a la reducción de este hecho en el interior del país.
“Con la vigencia de esta ley que elevó la pena a 10 años por invasión se tranquilizaron. Las reivindicaciones están bien, siempre y cuando no pare toda la República, se debe transitar libremente”, aclaró Torales. Mencionó que atacan la ley con argumentos falaces y hasta infantiles, por lo que cree que no prospera la derogación.
Torales aseguró que por esa situación de constantes cierres de ruta, Argentina va caminando en franco retroceso, por lo que se deben buscar políticas incluyentes en pos del avance del país. El miembro de la ARP defiende las reivindicaciones de los sectores, pero apunta a que el cierre de rutas no es la manera de expresar la disconformidad.
Leé también: Gremios se plantan y exigen leyes para evitar cierre de rutas
Dejanos tu comentario
Tendencia positiva: DNIT destaca aumento de recaudaciones en el primer trimestre
El presidente de la República, Santiago Peña, recibió al director de Ingresos Tributarios, Óscar Orué, quien le informó sobre el aumento registrado en la recaudación durante el primer trimestre del 2025, que fue de casi 11 %. Destacó que este incremento refleja una tendencia positiva para la economía.
Al término de la reunión, el alto funcionario explicó que este incremento de las recaudaciones es teniendo en cuenta el vencimiento del Impuesto a la Renta Empresarial, que se concreta este fin de mes de abril. Recordó que con todo esto se han logrado buenos resultados en las recaudaciones. “Hemos tenido un primer trimestre muy bueno, en el que llegamos a casi 11 % de aumento en las recaudaciones”, explicó Orué.
Regulación de Conajzar
Igualmente, el titular de la DNIT informó que presentó al jefe de Estado todos los avances para reglamentar la nueva ley que regula los juegos de azar, que permitirá mejorar y transparentar los próximos procesos de licitación impulsados desde el Consejo Nacional de Juegos de Azar (Conajzar).
“Esta nueva legislación permitirá un cambio importante en las nuevas licitaciones que se estarán llamando más adelante”, acotó.
Cabe recordar que el presidente Peña había firmado en enero de este año la promulgación de la Ley 7.438/25, que a su vez modifica la Ley 1.016/97 “Que establece el régimen jurídico para la explotación de los juegos de azar”.
Con esta nueva legislación la Conajzar dejó de depender administrativamente del Ministerio de Economía y Finanzas y pasó a formar parte de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT).
La desmonopolización de los juegos de azar incluye también a la quiniela y las apuestas deportivas, que hasta la fecha solo eran explotadas por una única empresa, respectivamente.
Otro aspecto importante de esta legislación y uno de los principales propósitos de la modificación es el combate frontal a la explotación clandestina de juegos de azar.
Dejanos tu comentario
Sinafocal entregó certificaciones a más de 120 trabajadores ganaderos y albañiles
El Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal) entregó más de 120 certificados a trabajadores de estancias y del área de la construcción. Destacan que los operarios del área ganadera fueron capacitados en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros, así como en montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos, entre otros.
Durante la Expo Regional Canindeyú, Sinafocal entregó certificaciones a 36 trabajadores empíricos que se dedican al rubro ganadero en estancias. Fueron capacitados en el marco de un operativo de certificación de competencias laborales impulsado en conjunto con el Instituto Técnico Superior Rural del Paraguay, dependiente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
Leé también: Buscan consolidar la exportación de carne porcina con finaciamiento a 100 granjas
Los 36 trabajadores del área ganadera recibieron capacitación en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros para leche, producción de ganado bovino de reproducción y engorde para carne y montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos de la explotación.
Construcción
Por su parte, 85 trabajadores empíricos del área de la construcción, que se desempeñaban en obras ubicadas en Asunción y en el Centro Acuático Olímpico, recibieron sus certificaciones de competencia de parte del centro evaluador del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), con acompañamiento de Sinafocal y con el apoyo de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios del Paraguay (Capadei).
De acuerdo con Sinafocal, el proceso de certificación se basó en los estándares del perfil profesional denominado “Operaciones Auxiliares de Albañilería” y busca revalorizar la mano de obra de los trabajadores de la construcción del país.
Igualmente, afirman que el modelo se implementó en el marco de una cooperación interministerial entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess) y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para beneficio y desarrollo de la fuerza laboral paraguaya.
Te puede interesar: Jubilados de la Caja Fiscal tienen dos semanas para completar el censo digital
Dejanos tu comentario
Daniel Prieto: “La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo, le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
- ¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es: estudia con los que saben. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
- ¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de futbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron –incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones; es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
- ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y a siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos –Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
- ¿Qué legado quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
- ¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos. La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte.
Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
- ¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible.
Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
Ficha personal
- Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
- Formación académica: médico Veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
- Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
- Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
- Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.
Dejanos tu comentario
“La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
No es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación, expresó el ganadero.
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/ Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
–¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
–Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es “Estudia con los que saben”. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
–¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
–Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de fútbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron – incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones, es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
– ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
–Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes de que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
–¿Qué quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
–Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la Expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
-¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
–Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
–¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
–Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos.
La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte. Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
–¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
–El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible. Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
FICHA PERSONAL
Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
Formación académica: médico veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.