El senador José “Pakova” Ledesma señaló este martes que para acabar con el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) se debe atacar a los narcotraficantes porque hay complicidad entre ambos grupos criminales en la zona norte del país y a causa de esta situación es difícil dar con sus paraderos.
“Hace 15 años la misma tesis, es cuestión de la mafia. Se unió la gente del EPP, la gente que trafica cocaína y la gente que trafica armas y cada día son más poderosos, más fuertes. Si queremos eliminar al EPP, tenemos que atacar a los narcos”, manifestó el legislador del Partido Liberal a los medios de prensa.
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Mencionó que en su momento él denunció ante la Policía Nacional la presencia de Manuel Cristaldo Mieres, uno de los principales líderes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo, en una estancia denominada Pa’i Kuára, pero que los organismos de seguridad no quisieron ingresar.
Ledesma indicó que los traficantes de drogas, armas y el EPP hace mucho tiempo “están juntos” y que está demostrado con los supuestos encuentros entre los líderes de las diferentes organizaciones criminales que operan en la zona norte del país, especialmente en los departamentos de San Pedro, Amambay y Concepción.
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“Hasta hoy operan en la estancia, nadie entra ahí. Son unas 100 mil hectáreas, una parte de la propiedad está en el fondo de Santa Rosa del Aguaray y después en la zona de Capitán Bado. Las instituciones deben operar para eliminar a estos grupos porque se habla de complicidad”, agregó el legislador.
El senador indicó también que tiene todos los documentos que respaldan la denuncia presentada en su momento y que incluso los líderes de los grupos criminales se manejan en avionetas y helicópteros, pero que nadie hizo caso a su pedido de intervenir la propiedad en cuestión.
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Ecuador recaptura al narco Fito, líder de Los Choneros
- Guayaquil, Ecuador. AFP.
Ecuador recapturó ayer miércoles luego de un año y medio de búsqueda a alias Fito, máximo criminal y narcotraficante del país, desangrado por la guerra entre el Estado y los grupos delincuenciales que negocian con cocaína. El presidente Daniel Noboa anunció el arresto del líder mafioso de Los Choneros, la principal banda ecuatoriana dedicada también a delitos como el tráfico de armas y el sicariato.
Su gobierno había informado en enero del año pasado de la fuga del capo de una prisión en el puerto de Guayaquil, suroeste del país. La recaptura ocurrió durante un operativo en la ciudad de Manta, un puerto pesquero en el oeste de Ecuador y bastión de Los Choneros. Adolfo Macías, nombre real del narco, “está en manos del Bloque de Seguridad”, un grupo especial de las fuerzas militares y policiales en la lucha contra el narcotráfico, celebró el mandatario en la red X.
Tras su detención, Fito fue llevado a la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en Guayaquil. Llegó a la ciudad en una avioneta de la que bajó escoltado por policías y militares, observó un fotógrafo de la AFP.
El ministro del Interior, John Reimberg, aseguró en una rueda de prensa que los uniformados hallaron a Fito escondido en un búnker. El escondite de Macías evoca escenas de película. A ese sótano se accedía al levantar una baldosa del piso en una lujosa residencia.
El gobierno, que promueve la mano dura contra el crimen, prometió capturar a más mafiosos. “Estamos atrás de ellos, nada y nadie nos va a detener”, lanzó Reimberg.
Las fotografías de la captura muestran al criminal barbado y tirado con el pecho contra el piso. En otras aparece usando pantalones cortos junto a los ministros del Interior y de Defensa.
Ola de violencia
Tras la fuga de Macías, Ecuador enfrentó amotinamientos en prisiones, la toma armada de un canal de televisión, explosiones de autos bomba y la retención temporal de unos 200 guardias carcelarios.
El escape y los posteriores hechos violentos significaron un fuerte golpe para Noboa, que le declaró la guerra a los grupos armados que hicieron del país uno de los más violentos de Latinoamérica.
Estos hechos llevaron al mandatario a declarar un “conflicto armado interno” en Ecuador, lo que le permite desde entonces mantener militares desplegados en las calles y prisiones.
Fito estaba preso desde 2011 y pagaba una condena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato. Cuando escapó era sospechoso de ordenar el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, baleado en Quito en agosto de 2023. Sin embargo, esa indagación tomó otro rumbo y apuntó hacia Los Lobos, rivales de Macías.
Ecuador está atrapado en medio de una sangrienta guerra de bandas criminales dedicadas al narcotráfico, el secuestro y las extorsiones. En su mayoría están aliadas con carteles mexicanos y de países balcánicos, así como con guerrillas colombianas.
La tasa de homicidios en el país creció de 6 por cada 100.000 personas en 2018 a 38 en 2024, con el récord histórico de 47 en 2023. Las mafias se enfrentan entre sí por el control de los territorios para el envío de droga, cuyo principal destino es Estados Unidos y Europa.
Extradición
Noboa aseguró que inició trámites para la extradición de Macías a Estados Unidos. “Estamos a la espera de su respuesta”, indicó. La fiscalía de Nueva York lo acusa de tráfico de cocaína y de armas.
Washington “apoya al Ecuador en sus esfuerzos para combatir el crimen transnacional a favor de la seguridad de la región”, señaló la embajada de Estados Unidos en Quito en un mensaje de felicitación a Noboa en la red X.
La maniobra militar y policial para capturar a Macías duró 10 horas. Fue un operativo que “se ejecutó con precisión, sin bajas, con un alto nivel de preparación”, dijeron las Fuerzas Militares. Noboa advirtió que “caerán más” delincuentes. “Recuperaremos el país. Sin tregua”, sentenció.
El mandatario atribuyó la captura de Fito a leyes aprobadas recientemente por el Congreso de mayoría oficialista para combatir las economías criminales y ampliar las facultades del Bloque de Seguridad. La detención de Macías se da pocos días después de la fuga de otro líder criminal, identificado como alias Fede, quien comandaba al grupo Las Águilas.
Mente maestra del crimen
Un hombre barbado y corpulento puso en jaque a Ecuador hasta su recaptura este miércoles: Adolfo Macías, alias Fito, la mente maestra del crimen en un país sumido en la violencia del narco. El antiguo taxista convertido en capo de la mafia pasó a ser el principal objetivo de la fuerza pública en enero de 2024, luego de fugarse de una cárcel del puerto de Guayaquil (suroeste).
El gobierno del presidente Daniel Noboa divulgó entonces imágenes de su rostro con la leyenda “SE BUSCA” y ofreció un millón de dólares por información que llevara a su paradero. Sus hombres, agrupados en una banda llamada Los Choneros, respondieron con fuerza: coches bomba, retenciones de guardias penitenciarios e incluso la toma armada de un canal de televisión que transmitía un programa en vivo.
Tras meses de persecución, Fito cayó en la ciudad costera de Manta en un fuerte operativo militar y policial en el que no hubo disparos. Estaba, según las imágenes divulgadas por la prensa, en un búnker al que se accedía al levantar una baldosa del suelo en una lujosa mansión.
Tras su recaptura el presidente Noboa pronosticó que “caerán más” capos de la mafia. “Recuperaremos el país. Sin tregua”, sentenció. Poco más se conoce sobre el líder de Los Choneros que su pasado humilde y su ascenso hasta lo más alto de la organización tras los fallecimientos de sus predecesores y amigos, entre ellos alias Rasquiña, un ícono del mundo criminal en el país.
Mandamás de la prisión
Antes de la fuga, Fito era el mandamás de su prisión en Guayaquil. La cárcel estaba adornada con imágenes que exaltaban su propia figura, las armas, los dólares y los leones. Videos dan cuenta de las celebraciones que tenía dentro del centro penitenciario con músicos y pirotecnia. Incluso llegó a grabar en un patio un videoclip de un narcocorrido en su honor, interpretado por un mariachi y su hija. En la grabación aparece saludando, riendo y acariciando un gallo de pelea.
Fito ejercía “un control interno importante del centro penitenciario”, señaló la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en un reporte de 2022 realizado tras un encuentro con el capo El nuevo capo se graduó de abogado en prisión, donde pagaba una condena a 34 años por los delitos de tenencia de armas, tráfico de drogas, delincuencia organizada y asesinato.
Los Choneros, que primero se dedicaban al crimen común con asaltos en alta mar, lograron nexos con narcotraficantes colombianos y luego mexicanos. Actualmente tienen vínculos con los carteles de Sinaloa, el Clan del Golfo (mayor exportador de cocaína del mundo) y mafias balcánicas, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. El Ministerio de Defensa estima que la banda hace presencia en 10 de las 24 provincias de Ecuador.
Un ejército virtual
En redes sociales, Los Choneros amenazan a periodistas y lanzan advertencias a otras bandas en videos con ritmos urbanos de fondo. “Activos, Choneros, aquí somos leones. Con el tío Fito, como se supone, controlando el barrio aquí somos patrones”, dicen en una de sus tantas canciones. Cuando Fito escapó de prisión, lo señalaban como el autor intelectual del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto de 2023.
El entonces presidente Guillermo Lasso (2021-2023) ordenó su traslado a una cárcel de máxima seguridad, en una espectacular operación de la fuerza pública que desató protestas de reclusos. La investigación luego tomó otro rumbo y se enfocó en Los Lobos, la banda rival, como responsables del magnicidio. En 2013, Fito ya se había escapado, pero su evasión duró apenas tres meses.
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Ataque armado deja 10 muertos en el centro de México
Diez personas fueron asesinadas, entre ellas menores de edad, y varias resultaron heridas en un ataque armado en un municipio del estado de Guanajuato, en el centro de México, informaron este miércoles las autoridades.
Guanajuato, un importante enclave industrial, con plantas de ensamblaje de automóviles como Mazda y Toyota, y hogar de varios destinos turísticos populares, es también uno de los estados más mortíferos de México debido a la violencia del crimen organizado.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, deploró el ataque, durante su habitual rueda de prensa matinal, y dijo que se trató de un “enfrentamiento” donde “lamentablemente fallecieron niños”.
El caso “está en investigación”, aseguró, sin dar más detalles sobre las circunstancias de lo ocurrido ni sobre las partes involucradas en la refriega.
El tiroteo fue el martes por la noche en una vivienda en Irapuato, informó el gobierno municipal en un comunicado.
Según la prensa local, que da cuenta de hasta 12 personas heridas, los vecinos de la colonia Barrio Nuevo celebraban la festividad de San Juan cuando hombres armados irrumpieron con disparos.
Un video divulgado por los medios muestra el momento en que los vecinos están bailando y conviviendo cuando son súbitamente ahuyentados por las detonaciones de balas.
Rastros de sangre en el piso, orificios de proyectiles en las paredes, y algunas veladoras encendidas sobre la acera, eran parte del panorama del barrio la mañana de este miércoles.
“Esto era un caos (...), todas las personas subiendo a los heridos a sus autos, corriendo al hospital queriendo ayudarlos a salvarlos. Era una situación desesperante”, relató a la AFP una vecina, quien pidió mantener su identidad en reserva por razones de seguridad.
La violencia criminal, en su mayoría vinculada al narcotráfico, se ha cobrado unas 480.000 vidas en México desde 2006 y ha dejado más de 120.000 desaparecidos, 3.000 de ellos en Guanajuato.
Gran parte de la violencia en Guanajuato está relacionada con el conflicto entre el cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los más poderosos de México, y el grupo Santa Rosa de Lima.
Según cifras oficiales, Guanajuato registró en el año 2024 un total de 3,151 homicidios, poco más del 10 % de los registrados el año pasado en todo el país.
- Fuente: AFP
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El PCC no opera desde afuera: su amenaza avanza desde adentro en Paraguay
Paraguay se convirtió en el país con mayor número de miembros del Primer Comando da Capital (PCC) fuera de Brasil. El dato, revelado en un mapeo del Ministerio Público de São Paulo y divulgado de manera exclusiva por GloboNews y G1, exhibe con crudeza una realidad que lleva años en gestación: el territorio paraguayo se transformó en una pieza clave para la expansión internacional del grupo criminal más poderoso de América del Sur.
Según el reporte, 699 miembros del PCC operan en Paraguay, de los cuales 341 están en prisión y 358 en libertad.
Esta cifra representa más de un tercio de todos los integrantes de la facción criminal brasileña que se encuentran fuera del país de origen. En total, incluyendo Brasil, el PCC tiene alrededor de 40 mil miembros .
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¿Por qué Paraguay?
Paraguay comparte una frontera extensa y porosa con Brasil, posee una infraestructura penitenciaria con debilidades estructurales y se encuentra en un corredor logístico estratégico para el narcotráfico hacia otros países del Cono Sur y hacia Europa.
Estos elementos, sumados a la alta permeabilidad del sistema carcelario, facilitaron que el PCC no solo se instale, sino que también crezca, reclute y consolide su influencia en territorio nacional.
El caso más crudo ocurrió en 2019, cuando una rebelión en la cárcel de San Pedro —liderada por miembros del PCC— dejó diez muertos y una docena de heridos. Fue apenas un síntoma de una enfermedad más profunda: el control territorial dentro de las prisiones, que es donde la facción encuentra su mayor fuerza organizativa.
“No conozco ninguna organización criminal en el mundo que sea más eficiente en términos de control penitenciario que el PCC. En Paraguay sofocaron facciones locales y bautizaron ciudadanos paraguayos para integrar su estructura”, explicó el fiscal brasileño Lincoln Gakiya.
Más allá de las rejas
Lo que preocupa a investigadores de Brasil, Europa y Paraguay es que la facción ya no solo usa el país como pasaje o punto logístico, sino como base de residencia, influencia y expansión.
La operación no es solo criminal, es transnacional y económica. Incluye tráfico de armas, drogas, lavado de dinero, sobornos y control en puertos, zonas rurales y terminales estratégicas.
El caso de Portugal y la mafia italiana muestra cómo el PCC aprendió a moverse en escenarios globales. El informe habla incluso de vínculos en Japón, Líbano y Serbia, con estructuras que replican el modelo de reclutamiento y control carcelario iniciado en Paraguay.
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¿Y ahora qué?
El informe del Ministerio Público paulista fue compartido con embajadas y consulados, y busca fortalecer la cooperación internacional. Para Paraguay, esto implica revisar sus sistemas penitenciarios, reforzar controles fronterizos y reconstruir sus mecanismos de inteligencia.
Pero la clave es otra: entender que la presencia del PCC no es una amenaza externa, sino una infiltración interna en marcha.
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Colombia: liberan a 57 militares retenidos en zona de guerrilla
- El Tambo, Colombia. AFP.
El ejército y la policía de Colombia liberaron ayer lunes “sin un solo disparo” a 57 militares retenidos el fin de semana por pobladores de un enclave guerrillero en el suroeste del país y capturaron a una veintena de presuntos secuestradores, anunciaron las autoridades. El presidente izquierdista Gustavo Petro emprendió en 2024 una ofensiva para recuperar el control de esa zona conocida como Cañón del Micay, enclave de producción de cocaína y donde operan grupos armados como bandas criminales y guerrillas, pero se ha encontrado con una fuerte resistencia de los locales.
“El rescate perfecto, sin un solo disparo”, dijo el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, tras abrazar a uno de los soldados rescatados que llegaron a una base en Popayán, capital del conflictivo departamento del Cauca. Los cuatro suboficiales y 53 soldados quedaron en libertad tras una operación de rescate en la que militares y policías capturaron a “más de veinte personas” en “flagrancia”, dijo Petro en X.
“Volviendo a casa (...) con ganas de ver a la familia”, dijo con una sonrisa uno de los soldados rescatados en un video difundido por el Ministerio de Defensa el lunes en la noche. Los soldados fueron retenidos el fin de semana por habitantes de dos pueblos del Cauca que viven del cultivo de hoja de coca.
Un primer pelotón quedó en manos de pobladores el sábado en medio de una operación en el municipio de El Tambo, mientras que otro grupo fue rodeado el domingo cuando se dirigía hacia el vecino El Plateado.
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“Mordisco”, en la mira
El gobierno señala al Estado Mayor Central (EMC), un grupo disidente de la extinta guerrilla de las FARC bajo el mando de alias Iván Mordisco, de haber perpetrado el “secuestro”.
Las retenciones de uniformados son una práctica común en las zonas cocaleras de Colombia. Para impedir el avance de la fuerza pública, los grupos ilegales instrumentalizan a civiles y les obligan a cometer estas acciones.
A diferencia de otras ocasiones en las que organizaciones humanitarias han apoyado en las liberaciones, esta vez las comunidades “se negaron” a dialogar con la estatal Defensoría del Pueblo y organismos internacionales, dijo el ministro Sánchez, por lo que “se optó por un rescate”.
Imágenes captadas por un reportero de la AFP el lunes muestran a cerca de un centenar de militares fuertemente armados recorriendo a trote el municipio de El Tambo, mientras vehículos blindados se abren paso por las calles del pueblo.
El gobierno adelanta “pesquisas” sobre los capturados, pues “huyeron en varias direcciones” cuando llegaron las tropas, dijo en una declaración en video el ministro del Interior, Armando Benedetti.
Las autoridades ofrecen recompensas de hasta 120.000 dólares por información que lleve a detener a líderes guerrilleros locales.
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Ola de violencia
Colombia, inmersa en una guerra interna de medio siglo que enfrenta a guerrillas, narcotraficantes y fuerzas estatales, vive su peor crisis de seguridad en la última década.
Petro intentó negociar la paz con el EMC durante más de un año, pero Mordisco abandonó los diálogos en 2024. Desde entonces, aumentó su presión violenta contra el estado.
En el suroeste del país también son cada vez más frecuentes los ataques con explosivos y emboscadas armadas con víctimas mortales, entre uniformados y civiles.
La reciente ola de violencia en Colombia tiene focos activos en varias regiones, entre ellas, la del Catatumbo en la frontera con Venezuela, que desde enero sufre una arremetida del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que deja más de un centenar de muertos y unos 65.000 desplazados.
El primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia llegó con la intención de desactivar el prolongado conflicto con negociaciones de paz con grupos guerrilleros y narcotraficantes.
Pero a un año y medio de dejar el poder, su plan denominado “paz total” ha dejado pocos resultados y el Ejecutivo ha endurecido su discurso contra las guerrillas.
“O se desmovilizan y se someten a la justicia (...) o son capturados o abatidos”, advirtió contra las fuerzas del EMC el ministro Sánchez. Mordisco es el criminal más buscado del país y Petro lo compara con el barón de la cocaína Pablo Escobar. Según las autoridades, huye por la Amazonía tras ser herido en un operativo de la fuerza pública.