Hoy se cumplen 22 años del magnicidio del caudillo colorado y exvicepresidente de la República Luis María Argaña. El atentado que segó su vida ocurrió el 23 de marzo de 1999, siendo las 8:45, en la calle Diagonal Molas y Venezuela, en la capital paraguaya. El hijo mayor del exmandatario, Jesús Argaña, en exclusiva con La Nación, rememoró el mensaje político de su padre y dio uno a las nuevas generaciones para que no se vuelva a repetir la historia que convulsionó al país.

“Realmente es un día memorable, no solamente es triste en lo que hace a los sentimientos familiares, sino también una tristeza inmensa porque la gente, el Paraguay y el Partido Colorado, perdimos a la persona que creo que pudo haberle hecho transitar al país hacia mejores condiciones de vida. En donde realmente haya podido haber seguridad jurídica, respeto al sistema electoral y sobre todo condiciones de trabajo para que haya una línea ascendente en la situación económica y social”, expresó.

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“Estábamos convencidos de que el bien podía triunfar sobre el mal”

“Los Argaña estábamos convencidos de que el bien podía triunfar sobre el mal. Si Argaña llegaba al poder, iba a implantar un Estado de derecho, iba a haber justicia y todos los bienes malhabidos de las facciones criminales y mafiosas que hace muchos años se enseñorean en el territorio de la República. Hubiesen entrado en desbandada, muchos irían a parar con sus huesos a los penales y perderían sus bienes malhabidos”, continuó.

Asimismo, manifestó que “prácticamente fue un sueño que tuvimos, porque lastimosamente es muy difícil cuando hay miles de millones de dólares en juego y que una persona patriótica con sentido de justicia, preparación y apoyo popular llegue a máximo poder de República para corregir los rumbos que es necesario corregirlos”.

“La política no es el triste espectáculo que vemos hoy”

Parafraseó a su padre al decir que “la política no es lo que hoy vemos, el triste y grosero espectáculo de la traición, de la deslealtad, del robo, del latrocinio, de la corrupción, sino que la política es el noble oficio de servir a la ciudadanía, por sobre todo a las personas más desprotegidas de la patria”. Y añadió que “la política no es mala, lo que son malos son los políticos que tenemos. Por sobre todo aquellos corruptos que lucran con la necesidad de la gente como vemos hoy”.

Destacó además que a pesar de haber tenido que acceder a la Presidencia en tres ocasiones, su padre continuó firme en su visión política. “Él tuvo que ser presidente en tres ocasiones. Fue el líder civil de la revolución de 2 y 3 de febrero (de 1989), que lastimosamente traicionó a su líder y también traicionó a la revolución y que no fue más que un golpe de Estado. Él ahí debió ser el presidente de la República”. Finalmente, Rodríguez le dice que hubo mucho derramamiento de sangre y que sería él el presidente.

Mensaje a la juventud paraguaya

“Gana las elecciones del 92 y los mafiosos de siempre le roban las elecciones y que luego también le robaron los votos a Lino Oviedo”, indicó Jesús Argaña. Insistió en dejar claro que, a pesar de los robos, su padre continuó rigiendo sus actos dentro del marco del sistema de la democracia electoral. “Es que llegó a la vicepresidencia y cuando era inminente su ascenso a la primera magistratura y lo que eso significaría para la mafia organizada, le sacan la vida”, expresó su hijo.

Finalmente, dio un mensaje a la juventud paraguaya que desconoce los sucesos acontecidos. “Realmente se tuerce el destino de la patria y se marca el derrotero de muerte de sangre del último caudillo republicano con el funesto robo que se hizo con la voluntad popular”. Respetar la voluntad popular y regirse por el Estado de derecho hubiese sido el mensaje de su padre a las generaciones actuales, concluyó.

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