De manera extraoficial se menciona que sucedió un nuevo ataque a la estancia La Gringa, en la localidad de Azotey, en el norte del país. Aunque no se ha confirmado el hecho, testigos informan que personal de la Fuerza de Tarea Conjunta se encuentra en la zona. Según estas informaciones no confirmadas, se habrían hallado panfletos en dicho establecimiento.
Hace más de cinco años, varios empleados del mismo establecimiento fueron blancos de amenazas por parte de los integrantes del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
En ese entonces, los trabajadores habían hallado una nota en la cual el grupo criminal exigía, en concepto de multa por supuestos daños al medio ambiente, la entrega de US$ 300 mil dólares y 60 cabezas de ganado a ser distribuidas en en seis comunidades de Concepción y Asunción. Aquella incursión de los criminales se dio tras solo 24 horas después de haber sido asesinados dos ciudadanos alemanes en la misma zona donde dejaron la nota.
Días atrás, pobladores de la localidad de San Carlos del Apa, también en el departamento de Concepción, hallaron supuestos panfletos del EPP camino al establecimiento ganadero del político colorado Luis Aníbal Schupp.
Al igual que en la estancia La Gringa, en el 2015, el panfleto contaba con varias exigencias y tenía adjunta una fotografía del exintendente de la ciudad. Entre los pedidos figuraban “prohibido que los empleados de la estancia porten armas, que los mismos entren en los montes y que mantengan 500 metros de distancia de la zona, prohibido meter vacas en los montes, prohibido arar las orillas, contaminar arroyos y ríos, molestar a los compueblanos y molestar en las redes sociales”.
Otra de las exigencias consiste en que se deberán faenar 3 vacas y repartir en la comunidad y que en las bolsas deberán estar impresas “gentileza del EPP y el logo del EPP en un plazo de 8 días. El reparto deberá ser en tiempo y forma”.
Similar pedido había hecho el grupo criminal a los familiares del secuestrado exvicepresidente Óscar Denis, quien lleva más 24 días cautivo y no se ha presentado ninguna prueba de vida, tal como lo solicitaron los familiares.
Panfleto sin contenido y disparos al aire
En la tarde del viernes, los peones de la estancia La Gringa, hallaron en el interior de una bolsa de polietileno, un manuscrito que decía “Viva El EPP” y cerca de las 15:00 se habrían escuchados en las cercanías. El fiscal Federico Delfino confirmó que no hubo un ataque propiamente a los trabajadores ni a las maquinarias del establecimiento.
En el lugar donde se produjeron los disparos, fueron halladas vainas servidas calibre 5.56 y 7.62 que serán sometidas a pericia. Se presume que todos estos disparos fueron realizados al aire y por ahora resta analizar las vainas para saber si han sido utilizadas anteriormente en otro hecho punible.
Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Foto: Archivo
A 20 años del secuestro y muerte de Cecilia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella?”
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Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay.
El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella? ¿por qué le hicieron esto? ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana, Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los cuatro meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla.
“Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
Cecilia Cubas, secuestrada y asesinada por el EPP. Foto: Archivo
Terminó la esperanza
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató.
Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
Once personas fueron condenadas por el secuestro y muerte de Cecilia. Foto: Archivo
Primera víctima fatal del EPP
Cecilia Cubas es la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país.
“Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN.
“Era una luz”
Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y muy inocente, que nunca veía malicia en las demás personas. Explicó que Cecilia pensaba que todas las personas eran como ella, buenas, jamás hubiera imaginado que unos criminales iban a acabar con su vida.
“Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona súper sensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
Cecilia falleció en diciembre del 2004. Foto: Archivo
“La Justicia hizo su parte”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
“En el caso de Cecilia todos los detenidos ya fueron juzgados y están cumpliendo su pena o siguen siendo juzgados. Podemos decir que la Justicia hizo su parte, pero nos queda mucho por delante y aún quedan muchos prófugos. Nuestra batalla está lejos de terminar, pero claramente tengo que decir que nos gustaría que el EPP desapareciese”, acotó Silvia.
En la familia no pierden la esperanza y creen que hay instituciones que se están formando correctamente y que están trabajando bien. “En algún momento va a dar resultado visible todo el trabajo que se está haciendo. Hay que tener en cuenta también que muchas veces para que se llegue a algo con un grupo como el EPP hay mucho trabajo por detrás y no es un simple golpe de suerte para que sucedan las cosas”, manifestó.
Justicia por los secuestrados
Silvia pidió justicia para las familias de los que están secuestrados, con quienes mantienen un contacto muy estrecho, porque es una situación que no se puede dejar pasar. “No tenemos que olvidar que hay todavía personas desaparecidas, cuyas familias aún siguen esperando noticias de ellos, esto no toca mucho. Tenemos que unirnos para luchar de manera correcta no solo por un futuro, sino por un presente mejor para cada uno de los compatriotas”, apuntó.
Instó a la población a luchar contra este grupo criminal, a no apañar estos crímenes. “Acá la lucha debería ser siempre de los buenos contra los malos. Todo lo que ellos predican de que han luchado por los más necesitados son mentiras, porque han secuestrado y asesinado a miembros de la sociedad paraguaya sin distinción de ningún tipo”, concluyó.
La “casa del terror”, el lugar donde encontraron el cuerpo de Cecilia Cubas. Foto: Archivo
Datos clave
El cuerpo sin vida de la joven fue hallado 5 meses después, en febrero de 2005, en una fosa cavada en una vivienda ubicada en Ñemby.
Su familia pagó 300.000 dólares por su liberación, a mediados de noviembre de 2004.
Osmar Martínez y Anastasio Mieres Burgos fueron condenados a 25 años de prisión y 10 años de seguridad por el secuestro y homicidio de Cecilia Cubas; luego de afirmarse que cometieron los delitos de homicidio doloso, privación de libertad, secuestro, extorsión, extorsión agravada y asociación criminal.
Silvia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?”
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Por Karina Ríos
karina.rios@nacionmedia.com
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay. El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?, ¿por qué le hicieron esto?, ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los tres meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla. “Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató. Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
PRIMERA VÍCTIMA
Cecilia Cubas fue la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país. “Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN. Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y que nunca veía malicia en las demás personas. “Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona supersensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
“LA JUSTICIA HIZO SU PARTE”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
Controlan incendio en frigorífico ubicado en Trinidad
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Un incendio que se registró en la tarde de este jueves en el frigorífico Concepción, ubicado en el barrio Trinidad (Asunción) fue controlado por integrantes del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP), según se reportó.
En principio, los trabajadores del establecimiento fueron evacuados, con apoyo de tres unidades de bomberos que intervinieron en el siniestro.
En los primeros momentos, los bomberos iniciaron las tareas dentro del proceso de enfriamiento.
El comandante del CBVP, Eduardo Méndez, afirmó en GEN TV, que el fuego fue a consecuencia de un corto circuito que se produjo en una cinta transportadora, ubicada en un lugar cerrado con techo de loza.
El jefe de los bomberos voluntarios agregó que en el lugar siniestrado no se registró una fuga de amoníaco.
La bajante del río es tan pronunciada, que es fácil atravesar el lecho. Varias embarcaciones permanecen estancadas y solo algunas barcazas pueden llegar a los puertos. Foto: Ángel Flecha
Bajante del río Paraguay está en nivel crítico en Concepción
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El nivel del río Paraguay en el departamento de Concepción amaneció este martes con un nivel de 0,57, lo que indica que el descenso está estacionado, pero de igual forma, sigue siendo crítica la situación. Existen embarcaciones que están estancadas y solo algunas barcazas pueden llegar a los puertos.
Según el capitán Emigdio Zayas, prefecto Naval de Concepción, las lluvias registradas la semana pasada lograron que el nivel del río mantenga su nivel, sin embargo, sigue siendo crítico porque se complica la navegación para embarcaciones de gran porte. Hasta el momento sigue activo un buque de pasajeros.
“Hay embarcaciones que están amarradas en la zona por la poca cantidad de agua. Esta lluvia apagó la bajante, porque todos los días era un punto menos, esto sería para la zona norte desde Bahía Negra hasta Remanso Castillo, donde es muy complicada la navegación”, detalló Zayas, en entrevista con el corresponsal de Nación Media.
Indicó que desde la Prefectura General Naval confirmaron que actualmente el calado desde Vallemí hasta Castillo es de 6 pies con seis, lo que indica que cualquier navío buque, remolcado y su tren de barcaza deben estar calando a menos de esa medida, porque pueden quedar encallado.
“La mayoría de las embarcaciones están llevando granos, minerales, líquidos y todos aquellos productos que mueven el país, siempre tienen gran peso. De los tres buques que llevan pasajeros solo uno está activo, porque es pequeño denominado “Dalma” que va hasta Itapukumí. Los demás están amarrados por la bajante y en la zona tenemos tres puntos difíciles para la navegación”, puntualizó.
Apuntó que en la zona están trabajando tres dragas que están haciendo posible la navegación y que no falte provisión de alimentos en el departamento. “Estas dragas están trabajando en zonas conocidas como La Novia, Yacaré y Pedernal. Estamos esperando que llueva en zona de Brasil para que la naciente del río pueda subir”, concluyó.
Existen embarcaciones que están estancadas y solo algunas barcazas pueden llegar a los puertos. Foto: Ángel Flecha