Alejandro Mendoza, padre de Adelio Mendoza, encabezó la tercera incursión en el monte en búsqueda de rastros o pistas que conduzcan a su hijo y el exsenador Óscar Denis, secuestrados por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en el norte del país.
El hombre señaló que solo algunos agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) acompañaron la última búsqueda junto a otros indígenas en zona del río Aquidabán, en la zona de la estancia Tranquerita, en el límite entre los departamentos de Concepción y Amambay.
Alrededor de 20 nativos se encaminaron por las costas del río Aquidabán, zona que eligieron debido a que estiman que los secuestradores irán por agua en algún momento. Presumen que podrían encontrar mayores pistas en otros reservorios de agua.
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Esta mañana, Alejandro –apenas llegó hasta la estancia– se reunió con los encargados de la FTC para informar sobre la búsqueda en el monte. Esta última búsqueda no dejó un resultado positivo; sin embargo, ayer sí encontraron colillas de cigarrillos y restos de yerba mate, por lo que presumen que en ese lugar estuvieron los secuestradores.
“Tereré y cigarrillos lo que encontramos. Nosotros lo que les pedimos a ellos es ir a buscar los rastros, le pedimos a los militares para que se vayan con nosotros para seguridad, porque nosotros conocemos todo el lugar. Mientras no sepa de mi hijo, no me voy a ir a ningún lado", afirmó don Mendoza.
El hombre pidió a los secuestradores que liberen a su hijo o envíen una prueba de vida. Señaló que hasta ayer los medicamentos para Denis no fueron retirados. Asimismo manifestó que se reunirá con otro grupo de indígenas que podrían relevarlos para realizar una cuarta búsqueda en el monte esta tarde.
La desaparición de Óscar Denis se reportó en horas de la tarde del miércoles pasado, mientras se encontraba en su estancia Tranquerita, ubicada en la localidad conocida como Sapucai, distrito de Yby Yaú, departamento de Concepción. El peón del establecimiento Adelio Mendoza también fue secuestrado y hasta el momento nada se sabe del paradero de ambos.
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Jóvenes indígenas culminan su colegio en Asunción y sueñan con ser docentes
Dos jóvenes de la comunidad indígena Toba Maskoy, que se encuentra ubicada en el Chaco paraguayo, lograron culminar sus estudios en la ciudad de Asunción y ahora desean ser docentes. Tienen la idea de poder estudiar y volver a sus comunidades para compartir sus conocimientos a su pueblo.
Se trata de Noelia Sosa y Larissa Machuca Colmán, ambas con 21 años, que llegaron desde su lejana comunidad de la mano de las religiosas de María Inmaculada que están a cargo de la residencia Kuñataï Róga, sitio donde se quedaron hasta finalizar sus estudios secundarios.
Ambas fueron alumnas del colegio Centro n.° 137 para personas jóvenes y adultas, que se encuentra en el Club de Leones del barrio Ciudad Nueva, zona del Mercado 4. “Son chicas muy guapas, venciendo todos los obstáculos, dejando a sus familias y la comunidad que las vio nacer”, detalló la profesora Gladys Minella, en entrevista con La Nación/Nación Media.
La docente se siente muy feliz de ver el progreso de las jóvenes que pese a la situación por la que pasaron, no se rindieron porque tenían el sueño de poder culminar sus estudios básicos y para luego convertirse en profesionales. “Ellas me contaron que ni agua potable tienen en su comunidad. A veces solo comían una vez al día y sufrieron muchas necesidades”, indicó.
Minella afirmó que son personas muy nobles y que tienen sueños muy hermosos, que todo lo que pasaron para culminar el colegio puede servir como inspiración para otros estudiantes o miembros de la comunidad indígena. “Hay alumnos que lo tienen todo y no quieren estudiar, que ellas sirvan de ejemplo para todos”, explicó.
La docente agregó que en la residencia hay un total de 42 mujeres indígenas que también van por el mismo camino que estas jóvenes. “Es un motivo de orgullo para mí, porque soy su maestra de apoyo y es increíble como se esfuerzan para salir adelante. Tienen los mismos sueños que otros estudiantes, pero muchos no tienen esa posibilidad”, aseguró.
Sueñan con ser maestras
Para Larissa, esta fue una oportunidad increíble y que ahora tiene la posibilidad de volver a su pueblo para poder ayudar a su gente, pero aún tiene un sueño por cumplir, el de ser maestra. “Mi sueño es ser docente y poder enseñar a los chicos de mi comunidad”, expresó a LN.
Brindó un lindo mensaje para los jóvenes indígenas, el de seguir sus sueños y sus estudios que les abre muchas puertas. “Estudien, ya que la vida se gana siendo inteligente, pídanle a Dios que les dé sabiduría e inteligencia. Den gracias y no sean mal comportados para que sean alguien en la vida”, indicó.
Por su parte Noelia, se mostró muy feliz de poder culminar el colegio, porque son pocas las personas que llegan a esto en su comunidad. “Me siento muy emocionada por haber terminado mi colegio. Mi sueño siempre fue ser profesora y espero cumplirlo a partir de ahora”, destacó.
Pidió a miembros de su comunidad no rendirse y a seguir sus sueños, que pueden presentarse varios obstáculos, pero no serán motivos para rendirse. “El mensaje que quiero dejar es que sigan siempre adelante, aunque sea muy difícil, porque todo se lograr con esmero y dedicación”, puntualizó.
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Secuestro de María Edith: se cumplen 23 años del plagio que marcó el inicio del EPP
Este sábado 16 de noviembre se cumplen 23 años del secuestro de María Edith Bordón de Debernardi, quien fue tomada en el interior del parque Ñu Guasu y su liberación se registró 64 días después. En aquel año la palabra secuestro marcaba la agenda del país y las autoridades del Gobierno de entonces no pensaron que este hecho marcaría el comienzo del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
María Edith, quien para sus amigas era Nika, iba normalmente a realizar caminata en horas de la mañana en el parque Ñu Guasu y ese día no fue la excepción. En su recorrido diario pasó a buscar a su amiga Elizabeth Gunther de Niedhammer. Ambas no se imaginaban que la camioneta en la que estaban circulando era seguida por un grupo de delincuentes que perpetrarían el secuestro.
Luego de realizar la caminata correspondiente por el parque, María Edith y su amiga iban con normalidad hasta el estacionamiento, eran las 9:15 aproximadamente cuando de forma repentina y abrupta fueron sorprendidas por tres personas fuertemente armadas que de forma muy violenta hicieron subir a María Edith a su propia camioneta, mientras que la amiga fue separada de ella y los secuestradores se dieron a la fuga.
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Ante lo sucedido Elizabeth Gunther, amiga de María Edith, llamó de inmediato al esposo de la secuestrada, el ingeniero Antonio Debernardi, a comunicarle lo sucedido. El esposo de María Edith denunció el hecho y las autoridades iniciaron la investigación correspondiente.
Pasaron horas del secuestro y la fiscal de Luque Rosa Noguera realizó 20 allanamientos y la Policía Nacional realizaba sobrevuelos en helicóptero en las inmediaciones de Ñu Guasu. A las 11:00 del mismo día la Policía Nacional halló la camioneta de la víctima en cercanías del Club Internacional de Tenis, pero nada se sabía de la misma y sus secuestradores.
Liberación
Pasaron 64 días y los secuestradores habían entregado las pruebas de vida a la familia que fueron dos fotos. Tras ese hecho se llevó a cabo el primer pago de USD 400.000 que se realizó el 14 de enero de 2002, mientras que el segundo para completar el dinero solicitado fue el 18 de enero del mismo año. El 19 de enero de 2002 Antonio Debernardi recibió la llamada esperada donde se le comunicaba que su esposa sería liberada.
Los secuestradores de María Edith hicieron que la mujer se vista con ropas de hombre. Le taparon los oídos con algodón y los ojos con curitas, le pusieron un kepis, lentes oscuros y la alzaron a un vehículo en marcha.
Posteriormente los secuestradores dejaron a la víctima sobre las calles Coronel Cabrera y Santa Teresa de Asunción, donde se encontró con su familia. María Edith pudo reconocer a Carmen Villalba y Alcides Oviedo, líderes del EPP, como los responsables del secuestro. Igualmente saltaron otros nombres que fueron procesados por el mismo hecho.
Condenados
José Tomás Rosa, su esposa Nidia Espínola y De los Santos Saldívar fueron los primeros condenados por el caso. Rosa fue asesinado en enero del 2011. Por su parte, Alcides Osmar Oviedo Brítez, Carmen María Villalba Ayala y Aldo Damián Meza Martínez fueron condenados a 18 años de prisión. Sin embargo, siguen prófugos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, quienes actualmente están refugiados en Finlandia.
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Militares apoyarán al Indi
El próximo lunes, miembros de las FF. MM. estarán participando como apoyo en diversas facetas de una jornada íntegra de servicios que está siendo impulsada por el Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) en la zona del Chaco, en beneficio de varias comunidades indígenas de la zona.
“Queremos demostrar que el Gobierno, a través de las Fuerzas Militares, se encuentra preocupado por asistir a las comunidades indígenas sobre todo del Chaco”, explicó el ministro de Defensa Nacional, general (SR) Óscar González.
El apoyo será a la comunidad indígena la Esperanza, que se encuentra casi a 500 kilómetros de Asunción, con asistencia médica, entrega de medicamentos, y entrega de kit de alimentos.
Además comunicó que la nómina de ascensos para las Fuerzas Militares ya fue remitida por el Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, y están aguardando la convocatoria y el visto bueno correspondiente de los parlamentarios. “Eso se envió en tiempo y forma para la aprobación del Legislativo”, añadió.
El anuncio dado por el ministro fue posterior a la ceremonia donde el jefe de Estado, Santiago Peña, tomó juramento al nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar, Nicolas Ángel Narváez Retamozo.
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El privilegio de Carmen Villalba: féretro de su hermano ingresó al Buen Pastor
“Si uno entierra a su hijo, ahí termina el calvario. Yo, por ejemplo, cuando entierre a mi hijo sabré dónde está, podré ir a visitar esa tumba, y estaré en paz, pero nosotros hasta hoy nunca podemos hacer algo así, porque hasta ahora no sabemos dónde están los restos de mi hijo, o si está vivo o muerto”, reflexiona dolida la madre de Edelio Morínigo, doña Obdulia Florenciano, en conversación con La Nación / Nación Media.
Esa es la realidad que ella vive, una realidad dolorosa. Su indignación es entendible porque un día como hoy, hace dos años, Carmen Villalba, la mujer considerada miembro clave del grupo criminal autodenominado como Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), tuvo el privilegio de dar el último adiós a su hermano Osvaldo Villalba, líder del EPP. Recordemos que este grupo criminal es el responsable de varios secuestros en nuestro país, de los cuales, de tres víctimas no se sabe nada: Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.
Osvaldo Villalba, junto con Luciano Argüello y un hombre indígena con el alias de Simón, fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta en el marco de un operativo que se realizó el domingo 23 de octubre del 2022, en Cerro Guazú, departamento de Amambay. Tras la autopsia correspondiente, el cuerpo fue entregado a los familiares y ese 25 de octubre de 2023, el féretro llegó hasta la intersección de las avenidas Mariscal López y Choferes del Chaco, paralizando no solo tránsito asunceno sino la tarde paraguaya.
Tras la negativa de las autoridades de que la reclusa Carmen Villalba pueda salir para participar de la inhumación de su hermano, por ser considerada presa peligrosa, comenzó el trabajo de los abogados para que el féretro pueda ingresar a la penitenciaría. Los abogados como de la familia Villalba comenzaron a presionar para que se diera el ingreso de los restos del líder del EPP a la cárcel del Buen para que Carmen pueda despedirse de su hermano.
El ingreso inmediato se vio truncado y empezó el ir y venir de manera casi circense del féretro que se “paseó” entre el cementerio de la Recoleta hasta el portón de ingreso del centro de reclusión, en más de una ocasión, en medio de gritos de familiares y bocinazos.
A la confusión ciudadana por el cierre de las arterias, las altas temperaturas, los gritos de familiares, se sumó una amenaza de motín por parte de algunas reclusas. Tras esto se activaron las alarmas de las autoridades del Ministerio de Justicia y autorizaron el rápido despliegue de seguridad, que terminó por completar el escenario de esta atípica jornada de la historia nacional.
Si bien inicialmente las autoridades del Ministerio de Justicia se negaron y parecían que mantendrían la negativa para evitar el acceso del féretro, posteriormente, y tras la presión, decidieron doblegarse y acceder a la petición de Carmen Villalba y los abogados de la familia. Así, permitieron que el féretro acceda por varios minutos al penal del Buen Pastor, para posteriormente dirigirse en medio de una breve caravana hasta el cementerio de la Recoleta.
Indignación
El hecho generó una indignación generalizada debido al poder que demostraron seguir ejerciendo los Villalba sobre las autoridades en ese momento. El EPP hasta el día de hoy tiene en su poder a tres secuestrados: al oficial Edelio Morínigo, al exvicepresidente Óscar Denis y al ganadero Félix Urbieta, además de cargar con la muerte de varias personas.
“Murió la razón”
Los comentarios en redes sociales fueron tajantes en contra de permitir que una reclusa de alta peligrosidad pueda acceder a un privilegio tal, con mínimas medidas de seguridad y casi sin previa preparación. Autoridades de diferentes estamentos se pronunciaron desaprobando la manera en que el gobierno de Mario Abdo Benítez actuó en ese momento.
Nada fue más doloroso como ver el rostro de desconcierto de los familiares de quienes aún no han regresado a sus hogares por ser víctimas del EPP y que siguen esperando dar un abrazo, o quizás, una despedida a su ser querido.
“Hoy murió la razón, cuánto dolor me causas, mi querido Paraguay; en estos casos vale la pena que nuestro mensaje llegue fuerte y claro a aquellas mentes abiertas y empáticas que puedan sentir nuestro dolor y nuestra desazón. Les pedimos que escuchen nuestro mensaje, hoy murió la razón, el sentido común, el deseo de hacer bien las cosas y de buscar la paz”, era parte del mensaje que daba una desconsolada Lilian Urbieta, a quien se la veía sola en una mesa clamando por un poco de empatía.
Durante este discurso, miles de paraguayos vieron a una hija que sigue esperando a un padre que le fue arrebatado, una mujer que clamaba por Justicia, por una respuesta, una joven paraguaya que, al igual que muchos, era víctima. Y ese día sintió que no estaba al mismo nivel que una mujer condenada por crímenes graves en contra de sus propios compatriotas, quien sí tuvo el privilegio de decir adiós a su familia.
“Nos dieron una bofetada más”
Con la noche de por medio y ya luego de las decisiones políticas, como la destitución de quienes permitieron el acceso del féretro de Osvaldo Villalba al penal del Buen Pastor, las hijas del expresidente Oscar Denis brindaron una declaración pública, no menos dolorosa que la de cualquier otro familiar, víctima de un grupo armado que mantiene en zozobra a familias inocentes y, aún así, continúan actuando a su voluntad.
“El golpe de ayer para nosotros fue muy duro, nos dieron una bofetada más y bastante fuerte. Hoy nos levantamos de nuevo porque esa es la lucha, en cada caída volver a levantarse, en cada golpe volver a luchar, resistir. Hoy nuevamente de pie y con más fuerza aún para exigir al Gobierno resultados, que es que vuelvan los tres”, indicó Beatriz Denis.
Recompensa y máxima seguridad
Hoy, a dos años de aquel suceso que marcó la historia de los secuestros en nuestro país, la búsqueda de estas tres personas continúa activa por parte del gobierno. Actualmente existe una recompensa millonaria aprobada por el presidente Santiago Peña por información certera que permita localizar a los integrantes del citado grupo criminal.
Recientemente, las hermanas Carmen y Laura Villalba fueron trasladadas de penitenciaría y guardan reclusión bajo el régimen de máxima seguridad en la cárcel de Minga Guazu, donde reciben apenas dos horas al día de receso vigilado y a solas fuera de celda.
Datos clave:
- Osvaldo Villalba fue abatido por la Fuerza de Tarea Conjunta durante un operativo en Cerro Guazú, el domingo 23 de octubre del 2022.
- El martes 25 llegó su féretro hasta el Buen Pastor para que su hermana Carmen Villalba, recluida en el lugar, pueda darle el último adiós.
- La intención clara tanto de los abogados como de la familia Villalba era que se diera el ingreso de los restos del líder del EPP de manera inmediata, pero esto no pasó.
- Tras varios minutos de resistencia por parte de las autoridades, y tras una amenaza de motín, finalmente ingresó el féretro al Buen Pastor, causando una oleada de indignación ciudadana y el dolor inconmensurable de los familiares de víctimas de secuestro que aún no volvieron.
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