En la ciudad de Ñemby, pasajeros denunciaron que un agente de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) discutió con el conductor de bus en el que viajaban y, en un momento de rabia, lanzó gas pimienta en el interior del mismo. Varias personas presentaron reacciones alérgicas y tuvieron que ser llevados hasta el hospital.
Según el reporte policial, el hecho se registró ayer viernes, en medio de un intenso tráfico en el centro de la ciudad de Ñemby. Los testigos denunciaron que el PMT detuvo al bus de la línea 15 y le pidió al conductor que se identificara, pero este se negó e iniciaron una acalorada discusión.
Los pasajeros también discutieron con el uniformado y le pidieron que libere el bus, porque estaban cansados y que ya querían llegar a sus casas. En un momento de furia, el hombre sacó el gas pimienta de su bolsillo y lo dispersó dentro del bus. Esto intoxicó a las personas y de las cuales seis fueron internadas.
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“Sacó un gas pimienta y tiró en el colectivo, tuvimos seis personas asistida en el Hospital de Ñemby entre ellas un menor de edad. Los demás pasajeros llegaron hasta la comisaría para radicar la denuncia”, expresó el comisario Feliciano Ferreira, en entrevista con canal Trece.
Resaltó que el caso se comunicó a la dirección de la Policía Municipal de Tránsito para que tomen los recaudos necesarios contra esta persona que cometió el hecho. Las personas presentaron ojos rojos, vómitos y mareos, todos formularon sus denuncias.
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Camión se quedó sin frenos y conductor realizó una maniobra para evitar un choque
Un accidente de tránsito se registró en horas de la noche de ayer viernes en la ciudad de Ñemby, cuando un camión de gran porte que trasladaba 25 toneladas de mercaderías al Mercado de Abasto se quedó sin frenos y el conductor buscó una zona menos peligrosa para poder provocar el vuelco.
El chofer del camión al darse cuenta que quedó sin frenos buscó una zona donde podía realizar una maniobra que posibilitará que nadie salga herido, aunque antes de realizarla tuvo un roce con una camioneta.
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“Viene el camión y gira repentinamente y me agarra de frente, y de tan rápido que iba, vuelca, por suerte la unión entre el camión y el container se rompe y solamente el container se cae”, señalo a los medios el testigo Ángel Sánchez, quien se encontraba con su novia en la camioneta que sufrió el roce.
Afortunadamente, el accidente no dejó heridos y, de no haber girado en ese lugar, eran altas las probabilidades de que terminara chocando contra varios vehículos en un semáforo ubicado a metros del lugar.
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Afganistán: choque de bus con camión cisterna deja 76 muertos
El saldo de muertos del accidente entre un bus que trasladaba migrantes afganos procedentes de Irán y otros dos vehículos en el oeste de Afganistán subió a 76, informó el miércoles una autoridad provincial. En total “76 ciudadanos del país (...) perdieron la vida en el incidente, y otros tres están gravemente heridos”, dijo en un comunicado Yousuf Saeedi, portavoz del gobierno de la provincia de Herat.
La policía del distrito de Guzara, cerca de la ciudad de Herat donde ocurrió el accidente la noche del martes, indicó que el bus colisionó con una motocicleta y un camión cisterna que transportaba combustible, lo que causó un incendio. El autobús llevaba afganos que se devolvían a Kabul desde Irán, dijo Saeedi a la AFP.
Al menos 1,5 millones de personas han regresado a Afganistán en lo que va de este año desde Irán y Pakistán, que han expulsado a los migrantes después de albergarlos durante décadas, según la agencia de la ONU para las migraciones. El servicio noticioso estatal Bakhtar señaló que el accidente del martes es uno de los más mortales de los últimos años en el país.
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Sequía e inundaciones repentinas
Junto a pequeños bultos con sus pertenencias, Maruf espera un vehículo que lo llevará a él y a su familia lejos de su pueblo, en el norte de Afganistán, donde la tierra, azotada por la sequía, lleva años sin producir nada. La mayoría de las viviendas de tierra cruda de su pueblo están vacías. Los residentes huyeron de “la sed, el hambre y una vida sin futuro”, dice a AFP este padre de familia, de 50 años.
“Nuestros campos se rindieron. En estas condiciones, la gente se ve obligada a irse”, dice. “¿Cómo puedes permanecer en semejante vacío cuando tienes hijos que mantener?”, pregunta. Décadas de guerra obligaron a millones de afganos a abandonar su territorio, pero desde que los talibanes recuperaron el poder en 2021, la principal causa del desplazamiento ya no es política ni de seguridad.
En Afganistán, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, casi cinco millones de personas se vieron afectadas y 400.000 tuvieron que abandonar sus hogares debido a fenómenos meteorológicos a principios de 2025, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La mayoría de los 48 millones de afganos, que ya enfrentan una de las peores crisis humanitarias del mundo, viven en casas de tierra cruda y dependen de la agricultura, afectada también por el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos. De los últimos cinco años, cuatro estuvieron marcados por un aumento de la sequía, mientras que algunas regiones han sufrido devastadoras inundaciones repentinas que arrasaron con viviendas, cultivos y ganado.
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“Al borde del precipicio”
“Las cosechas infructuosas, la sequía de los pastos y la desaparición de las fuentes de agua están llevando a las comunidades rurales al borde del precipicio”, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Cada vez es más difícil para las familias producir alimentos, obtener ingresos y permanecer en sus hogares”.
El norte del país es el más afectado. En la provincia de Yauzyán, Abdul Jalil Rassuli vio cómo cambió Bakawal, su aldea. Donde antes los melones crecían como por arte de magia, ahora hay que comprarlos en la ciudad porque la tierra ya no da más. “Todo se reduce al agua”, reflexiona Rassuli, de 64 años, a la sombra de uno de los pocos árboles que quedan. “La escasez de agua lo destruye todo: la agricultura está devastada, los árboles están muriendo y ya no plantamos”.
Los residentes huyeron a los países vecinos Irán y Pakistán hace una década con la esperanza de un futuro mejor. Pero muchos tuvieron que regresar: más de 4 millones de afganos fueron expulsados desde finales de 2023, según la Organización Internacional para las Migraciones, cuando Pakistán inició repatriaciones masivas.
A su regreso, ya no trabajaron la tierra, sino que realizan trabajos esporádicos. Abdul Jalil Rassuli espera que el canal Qosh Tepa, en construcción desde hace años, permita irrigar los campos con el río Amu Daria. Sin embargo, podría tardar más de un año en terminarse, según funcionarios del gobierno talibán.
“Nunca habíamos visto algo así”
Cuando Abdul Latif Mansur, ministro de Energía y Agua, enumeró los proyectos de represas y canales, tuvo que reconocer en julio que “las medidas adoptadas no son suficientes”. “Hay muchos episodios de sequía. Debemos recurrir a Dios”, suplicó, mientras las autoridades talibanas rezaban regularmente para que vuelva la lluvia. Pero la lluvia no siempre es buena noticia.
En caso de inundaciones repentinas, la tierra reseca no puede retener el agua. Según la ONU, este año las lluvias se adelantaron en el país, con temperaturas más altas de lo habitual, lo que aumentó el riesgo de inundaciones. En junio, el agua arrasó con todo a su paso en la provincia central de Maidan Wardak. “Tengo 54 años y nunca habíamos visto algo así”, dijo Mohammed Qassim, de pie sobre el lecho agrietado y lleno de piedras de lo que antes era un río.
Wahidullah, de 18 años, vio cómo su ganado se ahogó y su casa quedó dañada e inhabitable. Ahora su familia, compuesta por 11 personas, duerme en una carpa en un terreno ligeramente elevado con algunas pertenencias rescatadas de las aguas. Wahidullah no puede evitar contemplar el peor escenario posible: “Si hay otra inundación, no nos quedará nada ni adónde ir”.
Fuente: AFP.
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Feminicidio en Ñemby: madre de la víctima afirma que los dos imputados planearon matar a su hija
Para Olga Torales, madre de Daysi Tamara Belén Bareiro Torales (25), asesinada en un inquilinato en la ciudad de Ñemby, Fernando Montanía, la pareja de la víctima y el amigo de éste identificado como Rolando Martínez planearon matar a su hija. Pidió que ambos imputados sean condenados con la pena máxima.
“Planearon tan bien que hasta su ropa sacó de ahí. Fernando ya no tenía ropas ahí. Ya estaban planeando, ese día él sacó todas sus pertenencias de ahí”, señaló al canal NPY. La mujer cuestionó que se haya permitido que los victimarios participen de la autopsia en la morgue judicial.
“No me permitieron hablar con ellos, para más que le llevaron ahí donde yo estaba en la morgue judicial, en frente de mí le pusieron. Mi hija no le conocía a Rolando, ahí le conoció ella, porque yo sé todas las amistades de mi hija. Y el único secreto que tenía conmigo es que su pareja le pegaba había sido”, expresó.
En todo momento, la mamá de Daisy defendió la hipótesis de que “los dos son cómplices” y planearon el crimen. “Supuestamente dijo que ya se habían dejado. Cosa que no es cierto porque si se habían dejado mi hija no le iba a dar más la llave”, manifestó.
Descartó que su hija era consumidora de drogas, desvirtuando la versión dada por su pareja. “Solo justicia pido, una condena ejemplar. La pena máxima que le den, para los dos”, insistió la acongojada mamá.
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Concluyó autopsia al cuerpo de la joven asesinada en Ñemby y confirma múltiples heridas
El doctor Pablo Lemir confirmó que el cuerpo de Deisy Tamara Belén Bareiro Torales (25) asesinada en un inquilinato en Ñemby presenta múltiples heridas en todo el cuerpo.
El médico forense afirmó que se deberá esperar el estudio detallado a fin de determinar con precisión cuál de las lesiones fue la que provocó finalmente la muerte de la joven.
“La causa de muerte de ella oficialmente queda como una causa de muerte en estudio. El equipo de médicos, patólogos y la odontóloga encontraron una serie de lesiones que constituyen lo que se conoce como un traumatismo craneal encefálico leve y facial”, señaló a C9N.
El médico explicó que se hallaron lesiones contusas en el cráneo, en la región frontal, pariental y una pequeña hemorragia encefálica en la región frontal.
“También tiene lesiones contusas en el rostro, específicamente en uno de los párpados, en uno de los ojos. Y tiene lesiones contusas en la mejilla y tiene lesiones dentales producto probablemente de un elemento que le metieron en la boca”, detalló.
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Todas estas lesiones constituyen el traumatismo facial y craneal por las heridas en el cráneo y encefálico por la hemorragia cerebral.
“Por otro lado se tienen lesiones a nivel del cuello, dos surcos incompletos probablemente con un elemento de constricción, tipo estrangulación. Si bien tiene lesiones en profundidad, no es claramente como una causa de muerte”, sostuvo.
Según el reporte de la comisaría 7ma. de Ñemby, cerca de las 8:30 de hoy se entregó Fernando Montania, que sería pareja sentimental de la víctima, identificada y uno de los sospechosos del crimen que se reportó ayer 15 de agosto.
Hasta el momento se tienen a dos personas detenidas por el crimen. El primero en entregarse fue Rolando Javier Martínez, quien sería amigo de Montania.
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