Tras un enfrentamiento con presuntos delincuentes, dos efectivos del Grupo Especial de Operaciones (Fope) resultaron heridos de gravedad en Presidente Hayes. En el intercambio de disparos resultó herido de muerte uno de los atacantes.
El hecho se registró sobre la Ruta PY 05 General Bernardino Caballero, en el kilómetro 348, distrito de Loma Pora, Presidente Hayes, en la noche de este jueves, cuando una patrullera de la Fope fue emboscada por dos desconocidos a bordo de una motocicleta.
Los heridos fueron identificados como el suboficial Reinaldo Gonzales y el suboficial ayudante Elías Arce; este primero habría recibido un impacto de bala a la altura de la cabeza. Ambos se encuentran siendo asistidos en el Hospital Regional de Concepción a la espera del traslado a la capital vía aérea. Por su parte, el presunto delincuente abatido fue identificado como Francisco Vargas Pimentel.
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Según informes preliminares, ambos efectivos pertenecían a un equipo de patrullaje. La camioneta en la que se desplazaban sufrió un problema con una rueda, debiendo detenerse en una gomería a la vera de la ruta. Fue entonces cuando dos hombres en una bicicleta los emboscaron y comenzaron a disparar.
Los uniformados abrieron fuego contra sus atacantes intentando repeler los disparos, mientras solicitaban apoyo. Al caer abatido uno de los perpetradores, su cómplice lo abandonó y huyó. Se desconoce el paradero del segundo victimario y si resultó herido, pero un equipo de investigación trabaja en la zona.
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Hombre falleció tras una pelea en plena vía pública de Capiatá
Vecinos del barrio Nuestra Señora de la Asunción, de la ciudad de Capiatá, alertaron a los efectivos policiales sobre un enfrentamiento entre dos hombres, uno de los cuales recibió heridas mortales. El hecho se registró en la madrugada de este lunes.
El fallecido fue identificado como Sergio Daniel Coronel, de 26 años, quien recibió tres impactos de bala: dos a la altura del tórax y uno en el abdomen. Fue trasladado de urgencia por un vecino del lugar hasta el Hospital Distrital de Capiatá, pero, a raíz de la gravedad de las heridas, los médicos confirmaron su deceso minutos después de ser ingresado.
Vecinos que presenciaron el hecho manifestaron a los intervinientes que la pelea se dio entre el ahora fallecido y un vecino de la zona, quien realizó los disparos, luego se dio a la fuga y hasta el momento permanece con paradero desconocido.
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La pelea se habría dado en plena vía pública frente a una ferretería; hasta el momento se desconoce la causa del enfrentamiento entre ambos sujetos. El fallecido contaba con antecedentes por robo y hurto agravado desde el 2022 hasta el 2024 y tenía una orden de captura pendiente por el mismo hecho desde finales del año pasado.
Lo ocurrido fue comunicado al fiscal de turno Benjamín Maricevich, mientras que los efectivos policiales de la comisaría 62° Kennedy se encuentran realizando las tareas investigativas para dar con el autor de los disparos y contar con imágenes de circuito cerrado o alguna información adicional que ayude a esclarecer las circunstancias en que se habría dado el hecho.
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Canindeyú: asalto a un vehículo deja dos heridos, entre ellos un niño de 10 años
Siete desconocidos que portaban armas largas y cortas interceptaron a una familia que se encontraba a bordo de su vehículo y tras alzarse con el dinero de las víctimas, abrieron fuego contra el automóvil. El hecho se registró en la zona del asentamiento 1.º de marzo en Canindeyú.
Según el informe de los intervinientes, los hombres tras rodear el vehículo tomaron del poder de las víctimas una cartera que contenía 3.000.000 de guaraníes y 200 reales y posteriormente abrieron fuego contra el rodado.
Las víctimas fueron identificadas como Edina Barreto Pereira, de 32 años, quien recibió un impacto de bala a la altura del pecho, y un niño de 10 años, quien resultó con una herida en el brazo derecho, mientras que Walter Osmar Cáceres, de 44 años, resultó ileso.
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Tras el asalto, las víctimas fueron rápidamente auxiliadas y derivadas hasta el Hospital Distrital de Curuguaty, donde reciben atención médica. Ambos heridos se encuentran fuera de peligro y, hasta el momento, evolucionan de una manera positiva.
Por su parte, agentes del Ministerio Público de la zona, en compañía de los efectivos policiales de la comisaría 4.ª de Naranjito, se encuentran abocados en recolectar mayores pistas sobre lo ocurrido, entre ellas imágenes de circuito cerrado de la zona que ayuden a identificar a los atacantes, su ruta de escape o su método de acción, ya que las víctimas no lograron divisar mayores detalles de los atacantes ni sabrían por qué ejercieron tanta violencia contra ellos.
El vehículo en el que transitaba un automóvil de la marca Toyota quedo a disposición de los efectivos del Departamento de Criminalística, quienes analizan los múltiples orificios que dejaron los proyectiles para lograr determinar de qué armas provinieron los disparos.
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Hambre Cero llega por primera vez a la comunidad indígena Sawhoyamaxa, sembrando futuro en el Chaco
La copiosa lluvia que abrazaba el lodoso camino hacia la comunidad Sawhoyamaxa, en el corazón del Chaco paraguayo, no logró empañar la celebración que allí se vivía. Por primera vez en su historia, esta comunidad del Pueblo Enxet Sur, cuyo nombre evoca un pasado de escasez “del lugar donde se acabaron los cocos”, recibe el programa Hambre Cero, una iniciativa que promete transformar el presente y futuro de sus niños y niñas.
A unos 370 kilómetros de la capital, en una tierra marcada por históricas luchas por el reconocimiento de sus derechos ancestrales, como aquella emblemática restitución de 14.404 hectáreas lograda en 2014 tras un largo litigio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la llegada de Hambre Cero a las cuatro escuelas indígenas de Sawhoyamaxa marca un hito trascendental.
Ahora, los cerca de 280 estudiantes indígenas de estas instituciones educativas reciben diariamente desayuno, almuerzo y merienda, una garantía alimentaria que va mucho más allá de llenar estómagos vacíos.
Como relata con emoción el docente y líder de la comunidad, Eriberto Ayala, “a la mayoría de los que habitamos Sawhoyamaxa nos tocó la mayor parte de la infancia al costado de la ruta, hoy en día, podríamos decir que tuvo un impacto muy positivo lo que antes era un derecho denegado”.
“Hoy en día podemos decir que el Estado se está responsabilizando de la protección en materia social con la comunidad indígena del bajo Chaco. Creo que es algo muy ponderable”, añadió.
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No se limita a entrega de alimentos
La implementación del programa no se limita a la entrega de alimentos. Hambre Cero también contempla la construcción e instalación de cocinas equipadas en cada escuela, dotadas de espacios para el almacenamiento, refrigeración y la adecuada preparación de las comidas.
Además, se ha concretado la contratación de una cocinera, una asistente y una limpiadora por cada promedio de 80 alumnos, generando oportunidades de empleo dentro de la propia comunidad.
La motivación que irradia esta iniciativa es palpable. La directora escolar, Alma Escobar, comparte su alivio y la transformación que ha presenciado. “Hambre Cero fue un programa que desde un comienzo no sabíamos cómo iba a funcionar, verdad. Yo busqué colaboradoras, nuestras cocineras siempre fueron colaboradoras de la escuela, ellos no sabían que iban a tener una remuneración. Contentas ellas dijeron: ‘Bueno, yo voy a cocinar, yo voy a ayudar’. Y es así que a mí me alivianó mucho esta tarea porque yo vengo, por ejemplo, la que es ayudante ya me ayuda a limpiar las clases también, y ellas muy contentas están, contentos ahora con ser parte de la institución”.
La profesora Celeste Cristaldo corrobora este impacto positivo en la asistencia escolar, incluso bajo la intensa lluvia chaqueña: “Ahora ya no faltan a la escuela”.
Poderoso incentivo
La alimentación se ha convertido en un poderoso incentivo para que los niños y niñas enxet acudan a sus aulas con renovado entusiasmo. Como bien lo resume Eriberto Ayala: “Si bien hay un dicho que dice de que el hombre con hambre no puede pensar bien, ahora con este programa los chicos aprenden, eh, se sienten muy familiarizados, no solamente por esta cuestión del programa de Hambre Cero, sino que se muestran más alegres, con entusiasmo de seguir aprendiendo cada día en la escuela”.
La llegada de Hambre Cero a Sawhoyamaxa es un paso significativo dentro de un esfuerzo estatal más amplio. Según datos del Ministerio de Desarrollo Social, 11.869 estudiantes indígenas matriculados en el Chaco ya se benefician de este programa. De ellos, 1.074 se encuentran en Alto Paraguay, 4.335 en Presidente Hayes y 6.460 en Boquerón.
Para las escuelas de la comunidad Sawhoyamaxa, esto se traduce en un apoyo vital para sus 80 alumnos de la Escuela N⁰ 6.250 Sawhoyamaxa Centro, los 80 de la Escuela N⁰ 8.209 “12 de Octubre”, los 50 de la Escuela N⁰ 8.389 “24 de Enero” de Santa Elisa y los 70 de la Escuela N⁰ 7.700 “16 de Agosto”.
La implementación de Hambre Cero en estas comunidades indígenas del Chaco no solo garantiza una alimentación nutritiva para los estudiantes, sino que también representa un reconocimiento de sus derechos y una inversión en su futuro.
En una tierra donde la lucha por la dignidad ha sido una constante, la llegada de este programa siembra semillas de esperanza y bienestar, permitiendo que los niños y niñas indígenas puedan crecer, aprender y soñar con un futuro más próspero. La historia de Sawhoyamaxa, marcada por la resiliencia y la búsqueda de justicia, escribe hoy un nuevo y esperanzador capítulo gracias a un plato de comida caliente en sus escuelas.
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Rubby Pérez, soñaba con ser beisbolista y logró jonrones musicales
- Santo Domingo, República Dominicana. AFP.
El dominicano Rubby Pérez soñaba con ser beisbolista cuando Juan Marichal deslumbraba en las Grandes Ligas, pero un accidente de tránsito le llevó a la música. Terminó convertido en una de las voces más emblemáticas del merengue. Roberto Antonio Pérez Herrera puso a bailar con el nombre de Rubby a todo el Caribe con éxitos como “Volveré”, “Enamorado de Ella” o “Buscando tus besos”.
Falleció el martes 8 de abril a los 69 años cuando colapsó el techo de una discoteca en la que se presentaba en Santo Domingo. El accidente deja cerca de un centenar de muertos. República Dominicana declaró tres días de duelo. Nacido el 8 de marzo de 1956 en Bajos del Haina, comenzó su carrera musical a finales de la década de 1970, después de estudiar en el Conservatorio Nacional de Música.
Sobre los escenarios se ganó el derecho a ser llamado “La Voz Más Alta del merengue”. “Estoy destrozado... El mejor cantante que ha dado el género, la voz más alta del merengue. El amigo y el ídolo de nuestro género se nos acaba de ir”, lamentó otro mito de este ritmo bailable, Wilfrido Vargas, con quien Rubby Pérez saltó a la fama hace más de cuatro décadas.
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“Me la pasaba jugando pelota”
“Yo me la pasaba jugando pelota”, recordó Rubby Pérez en una vieja entrevista con el programa Al Tanto TV. En República Dominicana, país extasiado por el béisbol, su padre era fanático de uno de los equipos locales más populares, los Leones del Escogido, y esperaba ver a su hijo en los diamantes, así como su abuela, quien le crió, seguidora de otro de los clubes icónicos de esa nación, las Águilas Cibaeñas.
“Papá decía que yo tenía que ser el segunda base del Escogido”, rememoró entonces. Todo cambió cuando fue atropellado por una camioneta a los 15 años, lo que le dejó lesiones permanentes en la pierna derecha. Sería su hermano, Neifi, quien cumpliría los sueños de su hogar beisbolero, con una carrera que lo llevó a las Grandes Ligas por 12 temporadas.
La música arropó a Rubby, quien tuvo siete hijos, cinco mujeres y dos hombres. En el hospital, durante su larga rehabilitación, cantaba y tocaba una guitarra para entretenerse. Otros pacientes, impresionados, pedían más, más y más. No sabían su nombre, así que se referían a él por su número de cama: “Cama 13″.
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Jonrones musicales
Poco después de sumarse a grupos de merengue, uno de los ritmos tropicales bailables de más popularidad, su fama explotó en 1982 al unirse a la orquesta de Wilfrido Vargas. “Volveré, volveré. Porque te quiero, hasta tu puerto volveré”: su voz sonaba sin parar en la radio, primero en Dominicana y luego en todo el Caribe.
Se hizo solista en 1987 y los éxitos continuaron sin parar. Sus temas llegaron a las prestigiosas listas Billboard. “Yo soy un cuarto bate y doy jonrones en la música”, bromeó una vez como un guiño a su vieja pasión beisbolera. Su hija mayor, Zulinka, relató a la prensa que los rescatistas lo ubicaron entre los escombros de la discoteca Jet Set al oírle... cantando. No resistió, pero su voz seguirá tronando en las pistas de baile, como prometía en otro de sus muchos éxitos: “Sobreviviré”.