Un camión que transportaba aparatos electrónicos fue interceptado sobre la avenida Silvio Pettirossi por cuatro malvivientes disfrazados de agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Los sujetos, portaban armas largas y se desplazaban a bordo de una camioneta Kia Mohave, intimidaron al conductor y a su acompañante para que entregaran la carga. Al no poder perpetrar el robo porque el rodado presentó una falla mecánica, lo abandonaron y huyeron. Tras una persecución, la Policía detuvo a uno de los asaltantes.

Según los intervinientes, la mercadería fue retirada ayer miércoles aproximadamente a las 17:15 horas del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi. El vehículo iba escoltado por una camioneta de una empresa de seguridad privada, con dirección a Plaza Madero, ubicada a escasos metros del aeropuerto.

Tras apoderarse del camión y tomar como rehenes a sus ocupantes, a pocos kilómetros tuvieron que detener la marcha por averías mecánicas del vehículo, por lo que abandonaron la carga en la zona de Luque, específicamente en Jardín de Oro casi Loma Merlo, y emprendieron la huida sin llevarse nada.

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La camioneta Kia que usaron para el frustrado golpe fue abandonada sobre la calle Rubio Ñu de Luque y abordaron un automóvil BMW de color negro que también dejaron posteriormente en una zona boscosa.

Mediante intensos operativos desplegados por la Policía en horas de la noche, se logró ubicar el camión y posteriormente se capturó a Christian David Flecha (45) quien tiene antecedentes por hurto, hurto agravado y reducción. De su poder incautaron un fusil M 4 y también encontraron otros elementos más que servirán para las pericias pertinentes.

Los investigadores también revisaron el auto y hallaron chalecos antibalas con logotipo de la Senad, dos inhibidores de señales, además de armas de fuego y otros elementos que fueron incautados para ser puestos a disposición del Ministerio Público.

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Un camión de gran porte obstaculizó por varias horas el paso vehicular sobre la avenida Avelino Martínez, en la ciudad de San Lorenzo, generando caos en el tránsito desde tempranas horas de este miércoles. Aparentemente, el conductor hizo una maniobra para girar en una esquina, pero el rodado quedó varado en medio de la ruta por desperfectos mecánicos.

Un agente de la Policía Nacional intentaba redireccionar el tráfico para eludir el tramo en su intersección con la calle Leopardi. Este inesperado inconveniente creó tensión debido a que se sumó a las malas condiciones de esta arteria muy utilizada por automovilistas, que ya están acostumbrados a realizar malabarismos para sortear los baches y cráteres que pululan en todo el trayecto.

Un equipo periodístico del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media se trasladó hasta el sitio para mostrar la situación y recomendar a la gente evitar circular por ahí. Se pudo observar cómo los vehículos pequeños hacían maniobras peligrosas para sortear los obstáculos, utilizando incluso las veredas de los comercios para desplazarse.

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Se generó un gran atascamiento de vehículos, aparentemente el dueño del Scania no contaba con seguro como para apelar a la ayuda de una grúa para mover el camión. Incluso se expuso a una multa de la Municipalidad de San Lorenzo por cerrar el tráfico. Lo llamativo del caso es que no se observó ni un personal de la Policía Municipal de Tránsito (PMT) para aplicar las sanciones pertinentes y liberar la avenida. La tarea de ordenar el paso recayó en la Policía Nacional.

Desde las seis de la mañana hasta las 10:00 que llegaron los periodistas del canal GEN, el camión seguía atravesado en la vía de gran circulación en horario pico. Aparentemente transportaba una carga muy pesada conforme se pudo notar, aunque ni el chofer quedó en el lugar. La transportadora correspondería a la firma “14 de Marzo S.A. Importación-Exportación” con sede en Zavala Cué 1523 casi 11 de Setiembre, de Fernando de la Mora, según el logotipo inscripto en el camión.

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La Policía Nacional allanó este miércoles un aguantadero de vehículos en la ciudad de San Antonio y detuvo al presunto robacoches identificado como Raúl Cristaldo Amarilla, quien pertenecería a una banda que opera a nivel nacional. Una vivienda era utilizada por los malvivientes para modificar los automóviles y luego comercializarlos a grupos criminales que los utilizaban en asaltos y otros atracos perpetrados en varios puntos del país.

El procedimiento estuvo a cargo de agentes del Departamento Contra el Crimen Organizado, quienes capturaron al sujeto que sería líder de una organización de robacoches. Según los intervinientes, uno de los últimos golpes atribuidos a este grupo delincuencial se produjo en San Lorenzo el pasado 21 de febrero donde habían robado un auto.

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Tras una investigación, se logró localizar la casa de Cristaldo y ni bien se ingresó al inmueble ya se encontraron dos vehículos sin documentación. Uno de ellos ya se comprobó que es hurtado, se trata de un Kia Picanto de color negro, con chapa BLB 364 que estaba en proceso de modificación. El otro automóvil es de la marca Volkswagen tipo Virtus.

Un detalle curioso es que en la vivienda no había camas, sino solo colchones y unos pocos muebles. Se incautaron algunas ropas, herramientas, teléfonos celulares. Según los investigadores se trata de un esquema grande de delincuentes donde cada integrante tiene una función específica que incluye al levantador y al reducidor.

Se presume que los rodados hurtados en diferentes puntos del país se acondicionaban en este lugar y luego se vendían a grupos criminales que se dedican a realizar asaltos. “Nosotros consultamos con el propietario de la casa, él no supo justificar la presencia de estos vehículos acá. Sí dice que este vehículo rojo es de su hermana, pero al encontrar un vehículo irregular ya tenemos la presunción de que estarían preparando para hechos punibles”, señaló el comisario Óscar Cáceres al canal NPY.

Afirmó que en ese lugar los criminales “dejaban enfriar los vehículos” para prepararlos por ejemplo cambiando el chasis para colocar a otro de similares características. “Una vez preparado se le vende o se le cede a la gente que va a cometer el hecho punible, ya sea robo”, indicó.

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La Policía Nacional procedió a la detención de otro sospechoso por el feminicidio ocurrido en San Pedro. Se trata de Lucio Vera Salinas (32), quien habría participado del crimen de María Enciso (33), cuyos restos cercenados fueron hallados en aguas del río Jejuí. La pareja de la mujer también ya fue imputado por el mismo caso.

La aprehensión del segundo presunto implicado se concretó durante un allanamiento realizado esta madrugada. Es un poblador de la zona, quien sería la última persona que tuvo contacto con María y con quien aparentemente habría tenido una relación sentimental.

La comitiva fiscal policial se está dirigiendo en estos momentos hacia un establecimiento ganadero donde trabaja este hombre. Si bien el sujeto negó su participación en el asesinato, los intervinientes lo incluyeron en la investigación.

Llamó la atención un dato: la fallecida no sabía leer ni escribir, pero se envió un mensaje desde su teléfono celular horas antes del crimen. Para comunicarse vía WhatsApp, la joven acostumbraba a enviar audios a sus familiares, pero, notoriamente, la noche de su desaparición, su familia recibió un mensaje de texto remitido desde su número de teléfono.

Diosnel Escobar Leiva, concubino de la fallecida, ya está imputado por feminicidio y ahora se suma la captura de Lucio Vera Salinas, como otro sospechoso en el mismo caso.

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Por otro lado, hoy a las 10:00 se realizará la autopsia a fin de determinar las causas que provocaron la muerte de María Enciso, según anunció la fiscal Maricel Orihuela.

Sendos allanamientos se practicaron buscando esclarecer el hecho de feminicidio, en San Pablo y San Pedro, localidades del segundo departamento.

Los familiares de la víctima habían denunciado su desaparición el viernes 7 de marzo y al día siguiente uno de sus hermanos encontró los restos humanos cercenados que flotaron en aguas del río Jejuí.

De acuerdo con el informe preliminar de la médica forense Viviana Cantero, la mujer sufrió un golpe en la cabeza que le produjo una fractura craneal, luego fue desmembrada y sus restos arrojados al río.

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