La vocación no es siempre un llamado fuerte y claro, que en ocasiones se ve disminuida por los miedos, los impedimentos e inclusive los prejuicios, pero, una vez que ese llamado es claro y, por sobre todo, logra enfrentarse a cualquier obstáculo, sin duda alguna es un combustible inagotable para todos quienes buscan superarse en la vida.
La superación personal es lo que en gran parte ha llevado al joven Etienne Gayet a salir del país para buscar mejores opciones y aventurarse a nuevas culturas y gastronomías diversas, ya que esto último ha sido durante gran parte de su vida una realidad innata con la que ha tenido que lidiar.
“Me fue bastante difícil encontrar mi vocación, pero siempre estuve rodeado de gente en la cocina, crecí en un restaurante y la verdad que durante mis estudios en Paraguay en el Liceo Francés, varias oportunidades, tanto académicas como deportivas, se me aparecieron, pero la cocina es mi pasión y no me arrepiento de todo lo que debí de transitar”, comentó en entrevista exclusiva con La Nación/Nación Media.
Ettiene recordó que, al culminar sus estudios en el Liceo Francés en Paraguay, tomó la determinación de salir a estudiar en el extranjero, como una manera de potenciar sus estudios y maximizar sus conocimientos, tomando como destino a una de las cunas de la gastronomía a nivel mundial: Francia, país donde culminó sus estudios superiores y se encuentra realizando una especialización en gestión de restaurantes y hoteles.
“Encontré que una oportunidad se abrió frente a mí y decidí aprovechar esta oportunidad y ver por mí mismo de qué era capaz y actualmente me encuentro como segundo chef en un restaurante en la ciudad de Estrasburgo en la región de Alsacia, Francia; este es un restaurante con menú tradicional alsaciano en el cual llevo un año trabajando”, detalló Gayet.
Al culminar sus estudios en el Liceo Francés en Paraguay Etienne tomó la determinación de salir a estudiar en el extranjero, como una manera de potenciar sus estudios y maximizar sus conocimientos. Foto: Gentileza
El desafío
El joven destacó que su vida en el extranjero ha presentado una importante cantidad de desafíos, empezando por el idioma, el cual, si bien manejaba las bases, a la hora de estudiar y tener que dirigirse con lenguaje más técnico resultó ser un área donde debió de trabajar el doble. Así también reconoció que el aspecto cultural ha resultado ser también un factor de dificultad significativo, ya que el manejo y los modos de un país como Francia en muchos puntos son opuestos al Paraguay.
“También fue un desafío la independencia, y más que la independencia, la vida en el extranjero, por la soledad, porque es bastante difícil no tener a nadie en los momentos difíciles. Está también el aspecto económico, porque si bien viaje para estudiar, los costos son elevados y trabajo para paliar mis gastos de estudios y vivienda”, comentó Etienne.
Qué nos falta
Al ser consultado respecto al por qué su necesidad de salir al extranjero, reconoció que si bien en Paraguay existen importantes escuelas de cocina, existen aspectos y parámetros internacionales que aún son necesarios implementar y pulir en la enseñanza gastronómica, remarcando que una de las principales diferencias es la cantidad de pasantías que son necesarias para alcanzar un nivel técnico ideal y que en muchos casos no se da en Paraguay.
“Yo creo que lo que faltaría en Paraguay para desarrollar el rubro de la gastronomía en nuestro país vendría siendo una escuela que profundice en la gastronomía internacional y eso se podría dar trayendo profesores extranjeros, que trabajan con base en sus experiencias en cada país y diferentes cocinas, generándose también inclusive la apertura de una sucursal de alguna escuela internacional, dando, porque no un espacio para el intercambio”, reflexionó el joven chef.
Se encuentra trabajando como segundo chef en un restaurante en la ciudad de Estrasburgo en la región de Alsacia, Francia. Foto: Gentileza
Un consejo.
Atendiendo a los desafíos que ha enfrentado Ettiene a su corta edad, al ser consultado sobre la importancia de que más jóvenes paraguayos busquen las mejores opciones académicas, inclusive fuera del país, el mismo fue realista y por sobre todo franco.
“Es cierto que da miedo salir de Paraguay, de ese confort, de siempre estar rodeado de tus amigos y familia, de no tener que pagar gran cosa para vivir porque estás en tu casa, con tus padres, pero sin duda alguna vale la pena salir por un objetivo claro. Mi mensaje principal es que no se le debe temer al cambio, ya que todo se puede aprender”, finalizó Etiene Gayet.
Datos claves
Etienne Gayet es un joven paraguayo que se encuentra trabajando en Francia, luego de culminar sus estudios superiores en el área gastronómica.
Al culminar sus estudios en el Liceo Francés en Paraguay, tomó la determinación de salir a estudiar en el extranjero, como una manera de potenciar sus estudios y maximizar sus conocimientos.
Se encuentra trabajando como segundo chef en un restaurante en la ciudad de Estrasburgo en la región de Alsacia, en Francia.
Daniel Prieto: “La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
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Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo, le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
- ¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es: estudia con los que saben. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
"Honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP", sostuvo Daniel Prieto. Foto: Matías Amarilla
- ¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de futbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron –incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones; es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
- ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y a siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos –Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
- ¿Qué legado quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases delInstituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
Uno de los desafíos más urgentes en el sector ganadero es lograr precios justos y transparentes para los productores, según el titular de la ARP. Foto: Matías Amarilla
¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
- ¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos. La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte.
Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
El presidente de la ARP dijo que ve "con preocupación la baja del stock ganadero". Foto: Matías Amarilla
- ¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible.
Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
Ficha personal
Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
Formación académica: médico Veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.
Paraguay-Uruguay: a 142 años del Tratado de paz, amistad y renuncia de pagos de deuda
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La Guerra de la Triple Alianza dejó a Paraguay una serie de secuelas que con los años y el esfuerzo de la ciudadanía y autoridades de la época se fueron subsanando. En el marco de esta realidad es indiscutible como gran parte de ese trabajo de reconstrucción se vio impulsado por acciones claves como la firma del Tratado de paz, amistad y renuncia del pago de gastos de guerra entre las repúblicas de Paraguay y Uruguay el 20 de abril de 1883.
Con la firma del mencionado tratado se llegaba a un entendimiento a través del cual se declaraba nulo y sin ningún valor el proyecto de Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación de diciembre de 1873 (también conocido como Tratado Miranda-Sienra Carranza), ratificándose la renuncia formal al cobro de los gastos de guerra, equivalente a la suma de 3.690.000 pesos.
En el Tratado Miranda-Sienra Carranza, la República del Paraguay reconocía como “deuda suya” el importe de los gastos de guerra hechos por la República Oriental del Uruguay para la campaña guerrera de 1865-1870 y debían ser cubiertos los “daños y perjuicios irrogados por la guerra, a los ciudadanos y demás personas amparadas por el derecho de la República Oriental del Uruguay”.
En conversación con La Nación/Nación Media, el exembajador del Uruguay en nuestro país, Federico Perazza, recordó este hecho largamente estudiado como una práctica poco común, pero que sin ninguna duda sentó un precedente en las relaciones amistosas entre ambos países vecinos.
“Hay que recordar que en nuestro continente, en el transcurso del XIX, la práctica de condonar deudas de guerra a través de tratados no era algo usual. Muy por el contrario, en el mencionado siglo, los tratados contemplaban deudas y gastos de guerra, reflejando de manera concreta los intereses políticos, económicos y estratégicos de la época, en ese contexto particular de formación de nuevos Estados independientes y de frecuentes conflictos bélicos entre naciones”, remarcó Perazza.
El diplomático explicó que el presidente de aquel momento del Uruguay, el general Máximo Santos, empieza a emitir leyes por las que la nueva reconfiguración departamental del país abreva en figuras trascendentes de su historia y, por supuesto, se ve ante una época en que había que repensar la relación con el Paraguay después del desastre de la guerra grande.
“Parecía, pues, que en este contexto histórico tan particular algunas acciones internas iban a permear medidas de política exterior, sobre todo aquellas relacionadas con la paz con sus vecinos. Entiendo que ese momento había llegado y con él intentar la reconstrucción de relaciones a través de la formalidad de un tratado vinculante que abordara la paz definitiva y todo lo que ella conlleva para su perpetuidad”, indicó Federico Perazza.
Federico Perazza, exembajador del Uruguay en nuestro país. Foto: Archivo
Al analizar la firma de este tratado, el diplomático enfatizó que en las negociaciones llevadas adelante por el representante paraguayo, el canciller José Segundo Decoud, y por el enviado especial de la República del Uruguay, Ernesto Kubly, se pudo advertir la postura receptiva, solidaria y conciliadora del Uruguay, que era ni más ni menos que la posición pragmática del general Máximo Santos sintetizada en su frase “el Paraguay no nos debe nada”.
“El perdón de la deuda paraguayo fue una alta inspiración del general Santos. Los miembros del gabinete paraguayo aspiraban a dicha exención que, a no dudarlo, tenía una gran importancia para las finanzas de su país, y complacerlos era una medida de elevada política. Los pequeños estados americanos hallarían su salvaguardia en la práctica de los grandes principios que niegan el derecho de la fuerza”, enfatizó Perazza.
Tras la firma de este tratado, La Plaza San Francisco en Asunción fue renombrada como “Plaza República Oriental del Uruguay”, conocida como Plaza Uruguaya. Así también el General Santos fue honrado con la ciudadanía paraguaya y el nombramiento como General honorífico de los ejércitos de Paraguay. Y en 1885 se vivió la devolución de los trofeos de guerra por parte del gobierno del Uruguay.
De esta manera, Paraguay lograba con Uruguay la condonación de su deuda de guerra, algo que no había podido lograr con Brasil en 1872 ni tampoco con Argentina en 1876. Con Argentina se debió esperar hasta 1942 para que el Gobierno de Ramón Castillo y su parlamento sancionaran la ley 12.747 que renunciaba al cobro de la misma y con Brasil en 1943, bajo la presidencia de Getulio Vargas, se hizo lo propio.
Arroyos y Esteros resalta como el valle orgánico de Cordillera
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La ciudad de Arroyos y Esteros se encuentra a 68 km de Asunción y posee un sector agrícola muy productivo con dos ingenios azucareros que generan fuentes de trabajo mediante la caña de azúcar orgánica. Además de este rubro, los habitantes se dedican a la producción frutihortícola como el desarrollo de tomate, locote, zucchini, mandioca, poroto, cebolla, entre otros.
La principal actividad económica de sus pobladores es la agricultura por eso también lleva el distintivo de “valle orgánico” porque aquí se pueden adquirir vegetales y frutas frescas directamente de los productores. También es conocida como “La esmeralda de las cordilleras”, debido al intenso verde de su vegetación y cultivos.
“Arroyos y Esteros es una ciudad donde la gente trabaja y trabaja en la tierra. Creo que ya estamos primeros en Cordillera en producción frutihortícola”, dijo a La Nación/Nación Media el intendente del municipio, José Filippi Vera, quien indicó que de acuerdo al último censo se contabilizaron 28.000 habitantes en la ciudad.
En cuanto a molienda y procesamiento de caña de azúcar orgánica mencionó que las industrias producen aproximadamente unas 200.000 toneladas al año y unas 600 a 700 familias se dedican al cultivo que se realiza por zafra, que este año comenzará en junio y culminará en noviembre.
Actualmente, se comercializa a G. 200.000 por tonelada, lo cual reditúa en un buen impacto económico y convirtiéndose este rubro en “el pulmón de la ciudad”. En Arroyos y Esteros, el rendimiento de este cultivo puede alcanzar 80 toneladas por hectárea.
Unas 600 a 700 familias se dedican al cultivo de caña de azúcar en la ciudad. Foto: Gentileza
Turismo en crecimiento
Algunos habitantes también la utilizan como ciudad dormitorio y van a trabajar hasta la capital del país o Caacupé. Este destino sigue creciendo y si bien el sector turístico no es su fuerte se tienen puertos como el Naranjahái, el Tobatí Tujá, que son muy visitados por turistas o los aficionados a la pesca. “Hay hoteles campestres y alojamientos rurales, realmente no es muy fuerte la ciudad en cuanto a turismo, pero sí los puertos son muy visitados”, mencionó Filippi.
La ciudad es conocida como “La esmeralda de las cordilleras”, debido al intenso verde de su vegetación y cultivos. Foto: Gentileza
Entre otros atractivos turísticos más importantes se encuentra su iglesia cuya torre fue construida en los años 50, además dentro del distrito y aproximadamente a 31 kilómetros del centro de la ciudad se encuentra el Oratorio Olivares, que fue erigido por orden de don Carlos Antonio López en la desembocadura del río Manduvirá con el Paraguay.
Datos claves
La ciudad de Arroyos y Esteros está ubicada a 68 kilómetros de Asunción.
Las industrias realizan la molienda de unas 200.000 toneladas de azúcar orgánica al año.
La principal actividad económica de sus pobladores es la agricultura.
Parroquia San Francisco de Asís de Arroyos y Esteros. Foto: Gentileza
El protagonista de esta nota es Miguel Rojas, un emprendedor que convirtió su pasión de infancia y su amor por su esposa e hija en La Hacienda Resto-Bar; un refugio de sabores, sonrisas y sueños cumplidos. Con cada plato, este joven papá demuestra que cuando se cocina con amor, los clientes vuelven buscando repetir la experiencia
En el corazón del barrioCiudad Nueva deAsunción late un pequeño gran tesoro gastronómico que se llena de vida los fines de semana, feriados y fechas especiales. Se trata de La Hacienda Restó-Bar, un lugar que, a primera vista, llama la atención por su nombre —inspirado en la famosa hacienda de Pablo Escobar—, pero que al cruzar la puerta revela una esencia completamente distinta: la calidez de sentirse como en casa.
Con la preparación de la masa es donde comienza la magia. En su cocina, Miguelito amasa sueños y sabores.
Pero no solo eso, sino también se ganó la estima de quienes buscan buena comida sin complicaciones, especialmente en épocas como Semana Santa, cuando muchos prefieren descansar y dejar la cocina en manos expertas.
Detrás de este emprendimiento lleno de sabor, color y alegría se encuentra Miguel Rojas, conocido como Miguelito por sus clientes. Un joven soñador cuya pasión por la cocina, el amor por su familia, su esposa y su pequeña hija, y las ganas de superarse cada día, se convirtieron en el motor que da vida a este proyecto.
La estrella de la casa es una hamburguesa de costilla. Foto: Gentileza.
Y es que, desde muy pequeño, Miguelito sintió que los momentos más felices de la vida giraban en torno a una cocina. “Siempre me gustó la gastronomía, desde chico cocinaba en mi casa, me gustaba hacer los asados y hasta hacía tortas marmoladas los domingos para compartir con la familia”, recordó entre risas y bajo la dulce mirada de la “Patrona” y de la “Patroncita”, a quien la pareja de emprendedores enseña desde su propio ejemplo importantes lecciones de trabajo honesto, sacrificado y hecho con amor.
La Hacienda Resto-Bar. Hoy, esa pasión que lo acompaña desde la infancia evolucionó en una carta que conquista a los comensales con pizzas caseras a la piedra, hamburguesas artesanales, lomitos y papas fritas. También disponen de una variedad de gaseosas y bebidas con alcohol, incluso, cuentan con un sistema de chopp para los que gustan de una cerveza bien fría.
Pizzas a la piedra, el secreto mejor guardado de Ciudad Nueva. Foto: Gentileza.
El plato estrella, cuenta el experto, es una hamburguesa de costilla que combina carne jugosa, queso cheddar, panceta, salsa de ajo y pan gourmet, una delicia que se ganó el título de favorita en el barrio.
Cada bocado es una fiesta de sabor en La Hacienda Resto-Bar.
El restó-bar ofrece un ambiente acogedor con capacidad para unas 50 personas. Se pueden realizar cumpleaños, baby showers, reuniones de amigos o simplemente disfrutar de un buen rato en familia. Y para quienes prefieren celebrar en su hogar, Miguelito también lleva sus delicias hasta la puerta de sus clientes, manteniendo siempre esa esencia de cercanía que define su propuesta.
Entre música, risas y buena comida se crea un ambiente de distendido durante la noche en La Hacienda Resto-Bar. Foto: Gentileza.
“La carta es amplia, pero constantemente estamos innovando. Hacemos también tortas ymaguare, tortas rojas, bizcochuelos y empanadas caseras”, reveló. Todo, siempre, hecho con el mismo amor que alguna vez puso en aquellas primeras tortas de domingo.
En cada pizza servida, en cada carcajada compartida, en cada nueva receta que sale del horno, Miguelito no solo cocina, sino que honra sus raíces, celebra a su familia y demuestra que cuando la pasión y el esfuerzo se combinan, los sueños se transforman en realidades que contagian vida.
Nada mejor que un chopp bien frío servido. Foto: Gentileza.
La Hacienda Resto-Bar abre sus puertas de lunes a jueves de 18:30 a 22:30 de viernes a sábado de 18:30 a 23:00. Para reservas o pedidos comunicarse al 0991 838-100