El Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco declara a la guarania como un patrimonio cultural inmaterial Foto: Gentileza
De Paraguay al mundo: la guarania ya es patrimonio cultural de la humanidad
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Tras un largo proceso de evaluación, el Comité Intergubernamental del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco durante su 19° reunión anunció que la guarania se convirtió en patrimonio cultural inmaterial, registrándose un hito en la historia nacional y musical del Paraguay.
La guarania, como género musical, se daba a conocer de la mano de su creador, el gran maestro José Asunción Flores en el año 1925 en el Hotel Cosmos, actual Asunción Palace Hotel, con el lanzamiento de “Jejuí”, pieza no cantada. Y con este anuncio se podrá festejar el centenario de este histórico hecho ya con el nombramiento de la Unesco.
“Entre todos tenemos que celebrar este momento histórico; como dijo Jose Asunción Flores, la guarania es del pueblo y para el pueblo y nosotros nada más fuimos un puente para que esto se haga realidad. Hay un trabajo inmenso de muchísimas personas que desde el 2009 están trabajando para posicionar a la guarania y que hoy llegue a este sitial donde realmente considero es un acto de justicia”, comentó la ministra de cultura, Adriana Ortiz, en conversación con Paraguay TV.
Anuncio formal de la Unesco de que la guarania "el sonido del alma paraguaya" es reconocido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Foto: Gentileza.
Es de señalar que el Ateneo Cultural José Asunción Flores comenzó en 2009 los trámites ante la oficina de la Comisión Paraguaya de cooperación con la Unesco en el Ministerio de Educación para que la guarania sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco. Como primer paso de esta iniciativa, el Parlamento declaró en 2010 a la guarania como patrimonio cultural de la República del Paraguay por ley 4072.
En el 2023 se presentó el proyecto para que el género musical de la guarania se convierta en patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ante el Comité Intergubernamental.
Los documentos técnicos respecto a este planeamiento fueron estudiados pasando a diferentes instancias para su aprobación, resaltándose que los mayores exponentes de la cultura a nivel internacional son los encargados de decisión a este nombramiento internacional.
La primera dama de la Nación, Leticia Ocampos, emitió un mensaje de felicitación y alegría para todo el pueblo paraguayo destacando que este acto no solo enaltece el trabajo del compatriota José Asunción Flores, sino que también destaca la riqueza de la cultura paraguaya, “Este reconocimiento no solo exalta nuestra música, sino también nuestra identidad, nuestra historia y la esencia de ser paraguayos”.
El estudio del dosier y los documentos respecto a este planeamiento han sido estudiados y fue pasando a diferentes instancias para su aprobación. Foto: Gentileza
El creador.
José Agustín Flores, más conocido como José Asunción Flores, nacía un 27 de agosto de 1904 en el populoso barrio de la Chacarita, más precisamente en zona conocida como Punta Karapá. Fue hijo de María Magdalena Flores, una lavandera, y Juan Volta, un guitarrista.
De raíces humildes, sus primeros años estuvieron marcados por interminables caminatas por Asunción, en donde trabajaba como lustrabotas, cartonero, repartidor de periódicos y cualquier trabajo que un niño en situación vulnerable pudiera realizar para ayudar al sustento del hogar.
Dentro de sus memorias, José Asunción Flores comentó que en una ocasión fue detenido por la Policía por robar un pedazo de pan de un negocio del barrio San Roque y terminó en un calabozo, y que tras este episodio y sus constantes huidas del hogar debido al maltrato de su padrastro, su propia madre, como un castigo, lo llevó a los 11 años a la Guardiacárcel en la Policía para que aprendiera un oficio. De ese lugar fue derivado entonces con otros niños como ayudante de la Banda de la Policía para posteriormente integrar una bandalisa.
Así, José inicia sus estudios musicales junto a maestros italianos y paraguayos, y un modo de vida más disciplinado y formal, logrando pronto ocupar el sitio de trombonista, gracias a su habilidad musical; casi al mismo tiempo inicia sus estudios más formales de escrituración correcta de la música paraguaya y el estudio de la misma en profundidad.
La historia cuenta que, tomando como material de trabajo la polca “Maerapa reikuaase” de Rogelio Recalde, y realizando diferentes, arreglos a la misma, comienza a experimentar en la búsqueda de un ritmo que según el mismo, expresara el sentimiento de la gente de su tierra, su naturaleza, su historia, sus luchas, sus alegrías y sufrimientos.
El maestro Pellegrini le permitió ensayar su partitura con la Banda de la Policía y esa “solidaridad” marcó un punto de partida, ya que le permitió escuchar una estructura que se encaminaba a ser la guarania.
El propio José Asunción Flores había expresado que tras un estudio en profundidad de la música, y en particular la paraguaya, se vio en la necesidad de desarrollar un ritmo que, según el mismo, expresara el sentimiento de la gente de su tierra, su naturaleza, su historia, sus luchas, sus alegrías y sufrimientos, creando así finalmente la guarania.
El gobierno de Estados Unidos anunció el martes su salida de la Unesco por considerar que la agencia cultural y educativa de la ONU tiene un sesgo contra Israel y promueve causas “divisivas”, una decisión que el organismo lamentó.
Esta es la segunda vez que el presidente republicano Donald Trump ordena la retirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) después de 2018, cuando alegó sesgos “antiisraelíes”. Su sucesor demócrata Joe Biden (2021-2025) restableció luego la membresía de Estados Unidos.
La directora general de la Unesco, la francesa Audrey Azoulay, dijo que lamentaba “profundamente la decisión del presidente Donald Trump de retirar de nuevo a los Estados Unidos de América” del organismo.
Sin embargo, “este anuncio ya se esperaba, y la Unesco se ha preparado para ello”, dijo al precisar que “está mejor protegida financieramente” que otras agencias de la ONU, y señaló que la contribución estadounidense de USD 75 millones anuales solo representa el 8 % del presupuesto total de la organización.
Esta decisión de Washington, que será efectiva a finales de 2026, sigue a un pedido que Trump en febrero de revisar los compromisos estadounidenses dentro de varias instancias de la ONU.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, describió a la Unesco como una entidad que “promueve causas sociales y culturales divisivas” y que se centra excesivamente en los objetivos de sostenibilidad de la ONU, los cuales calificó como una “agenda ideológica globalista”.
Bruce también cuestionó que la Unesco haya admitido a Palestina como un Estado, una decisión que “contribuyó a la proliferación de retórica antiisraelí dentro de la organización”.
Tras conocerse la decisión de Washington, el canciller israelí, Gideon Saar, saludó el retiro de Estados Unidos de la Unesco, “un paso necesario, diseñado para promover la justicia y el derecho de Israel a un trato justo en el sistema de la ONU”.
De su lado, la directora Audrey Azoulay respondió que “estos argumentos contradicen la realidad de los esfuerzos liderados por la Unesco, especialmente para la enseñanza del Holocausto y la lucha contra el antisemitismo”.
Tres retiros en 40 años
Es la tercera vez que Washington abandona la Unesco en el transcurso de 40 años.
En octubre de 2017, durante su primer mandato, Donald Trump había anunciado la retirada de su país denunciando los “sesgos antiisraelíes persistentes” de la institución. Esta retirada, seguida por la de Israel, se hizo efectiva en diciembre de 2018.
La Unesco había provocado particularmente la ira israelí en julio de 2017 al inscribir la Ciudad Vieja de Hebrón en la lista del patrimonio mundial en peligro y al caracterizar a Hebrón, en Cisjordania ocupada, como una ciudad islámica, mientras que los judíos, de los cuales algunos cientos viven hoy en día atrincherados en medio de 200.000 palestinos, reivindican allí una presencia de 4.000 años.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró este martes a la Unesco, con sede en París, su “apoyo inquebrantable” en un mensaje en X.
Durante la administración Biden, Estados Unidos regresó a la Unesco y se comprometió a reembolsar íntegramente, según un pago escalonado, sus atrasos desde 2011, por un monto de 619 millones de dólares.
Tras la admisión de Palestina en la Unesco ese año, Washington había cesado toda financiación en virtud de una ley estadounidense que prohíbe financiar a una organización de la que forme parte el Estado palestino.
En 1984, Ronald Reagan también había retirado la participación estadounidense invocando la supuesta inutilidad y los excesos presupuestarios de la organización. Washington se reintegró en octubre de 2003.
En Rusia, tras las huellas de José A. Flores y la guarania
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Archivo/Gentileza
La compatriota Ana Benítez, magíster en Culturología, graduada en el Instituto Estatal de Cultura de Krasnodar, Rusia, lleva adelante un especial proyecto de investigación que buscará concretar en este año del Centenario de la Guarania. Indaga sobre el celebrado paso de José Asunción Flores con el objetivo de “unir la historia en común e impulsar el diálogo cultural entre Paraguay y Rusia”.
“Se sabe con certeza que nuestro compositor llegó específicamente a Moscú, en reiteradas ocasiones, incluso sus obras más emblemáticas fueron grabadas e interpretadas en formato sinfónico por el Coro y Orquesta de la Radio y Televisión de toda la Unión y dirigidas por el renombrado director de orquesta Yuri Ahronovitch y también contó con la participación del director de coro Klavdiy Ptitsa”, apunta la paraguaya Ana Benítez, magíster en Culturología, graduada en el Instituto Estatal de Cultura de Krasnodar, Rusia.
“Estas canciones fueron interpretadas en lengua rusa, lo que las hace sonar de manera peculiar para nuestros oídos, pero mantiene claramente los colores y el alma de nuestras guaranias”, dice comentando la reconocida obra de José Asunción Flores.
Foto histórica de José Asunción Flores durante una de sus visitas a Rusia
“A pesar de todo esto, no se cuenta con mucha información sobre lo que fue la vida de nuestro protagonista en sus viajes a Moscú”, señala la investigadora que indaga en documentos de las décadas de 1950 y 1960 en las que Flores visitó aquellas tierras.
El hecho de la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) impactó en algunos archivos, situación que complica un poco la tarea. Igual se rastrean momentos claves de la carrera del gran músico paraguayo como ser la grabación del poema sinfónico “María de la Paz”, en Moscú, en 1967, y las grabaciones de guaranias entre 1968 y 1969 con la colaboración de Yuri Ahronovitch.
Se registra también que en 1971 médicos rusos lo habían tratado en Moscú y concluyeron que no le quedaban más de cinco años de vida a tal punto que falleció al año siguiente en su departamento del centro de Buenos Aires a los 68 años, víctima del Mal de Chagas.
“En general son documentos sobre su trabajo como compositor, que dan cuenta del estatus y reconocimiento que recibió de parte de la Unión Soviética y también la importancia hacia su figura como un representante de la música Latinoamericana”, indica.
La investigadora paraguaya recibiendo un premio por su ponencia sobre identidad latinoamericana
CRÍTICA FAVORABLE
“Sabemos que luego de la presentación de uno de los conciertos de las obras de José Asunción Flores en Moscú, en el año 1969, una crítica señalaba que la música del Paraguay fue un “encuentro hacia lo desconocido, melodías que te llevan a algún lugar lejano, a algún rincón del continente latinoamericano”, cuenta Ana Benítez.
Sigue citando la crítica: “A pesar de no conocer en absoluto a los compositores de Paraguay, se da una natural alegría del público al descubrir ritmos y melodías inusuales, color orquestal y armónico, que hasta provocan nervios (esto expresado en ruso en buen sentido)”, apunta.
Agrega que en la música de Flores: “Se percibe la conexión con el folclore no solo en la temática, sino también en la estilística de sus obras, que también poseen un tono ligero, romántico elevado y a veces ditirámbico”. Al concluir aquel concierto, José Asunción elogió calurosamente a los intérpretes, oyentes y trabajadores de la radio. Sus palabras fueron: “Nuestro encuentro creativo debe fortalecer aún más los lazos fraternales entre los pueblos de la Unión Soviética y América Latina. Muchas gracias”.
Así, explica Ana, se puede ejemplificar cómo “es claro que el rol de José Asunción Flores para el desarrollo de la música paraguaya y su difusión fue claramente invaluable, su música fue positivamente recibida por el público soviético y Rusia le permitió hacerla llegar a varios lugares del mundo a partir de aquellas importantes grabaciones”, recuerda.
PROYECTO CONJUNTO
Benítez lleva adelante este proyecto “en conjunto y coautoría con la Embajada de Paraguay ante la Federación Rusa, representada por Víctor Hugo Peña Bareiro y según comentó, “se está realizando desde hace más de un año, un intenso trabajo de búsqueda y recopilación de informaciones que serán difundidos públicamente una vez concluida la investigación”.
“Se ha convertido en una travesía única porque nació en el sueño, de hace unos 10 años atrás de poder interpretar esas músicas grabadas en la Unión Soviética y entender cómo el maestro José Asunción Flores había llegado tan lejos con nuestra música, pero para eso se tenía que “viajar hasta Rusia y hablar en ruso”, apunta Ana, que también es cantante y actriz.
Foto de 1969, en Moscú. José Asunción Flores junto a Pavel Gruschko, Yuri M. Ahronovitch y miembros del Coro Unido de la Radio y Televisión Soviéticas (Archivo del Ateneo Cultural José A. Flores)
Como dato curioso, decidió ir a estudiar a Rusia tras participar en el Festival Mundial de la Juventud en Sochi en 2017. “Por suerte lo pude encarar de manera muy satisfactoria, ya que la mayoría de los materiales están en la lengua rusa, y hoy puedo leerlas y traducirlas yo misma, además de relacionarme con varias personas rusas que colaboran con nosotros así que creo que llegaremos a buen puerto”, concluye.
Yuri Ahronovitch dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Radio Moscú, en 1969 (Archivo de Froilán Velázquez)
Una investigación premiada
La magíster en Culturología Ana Benítez está incursionando en el ámbito de la investigación científica y ha publicado en revistas académicas rusas. Su artículo “La Identidad Latinoamericana” fue premiado en el año 2024, por la “actualización del concepto de la Identidad Nacional”. Días pasados ha publicado otro artículo científico titulado “La diáspora rusa en Latino América: la cuestión del diálogo cultural”, ambos bajo la tutoría del PhD en Historia Dmitriy I. Gangur, del Instituto de Cultura del Estado de Krasnodar.
“El problema universal de la identidad latinoamericana, ante todo, es entender que está construida sobre múltiples identidades que están en constante desarrollo y transformación. Están en continua construcción y deconstrucción”, describe Benítez sobre su interés académico en ese elemento cultural.
También da clases ya que “los alumnos de maestría tenemos que enseñar sí o sí a los últimos cursos de la licenciatura. A mí me tocó enseñar la materia Cultura comparativa, donde estudiamos diversos tipos de culturas: latinoamericana, africana, occidental, asiática, etc. Tenemos que desarrollar todos los aspectos de cada cultura: lengua, religión, historia, vestuarios tradicionales, música, danza, gastronomía, etc.”, comenta.
Las clases van acompañadas con fotos y videos. “El sistema es una semana el profesor desarrolla una clase, por ejemplo: Cultura Latinoaméricana, en la que se tiene que mencionar aspectos generales. En la siguiente clase, los alumnos deben desarrollar profundizando ya cada país, por ejemplo, uno hablará de Paraguay, otro de México, Brasil, etc. Y así vamos mirando las diferentes regiones del mundo. En Rusia, se desarrollan los contenidos de manera conjunta profesor-alumno”, recuerda.
EL PRIMER PARAGUAYO EN TENER UN MONOLITO
En ocasión de la conmemoración de la independencia paraguaya, el pasado 14 de mayo se hizo un acto en Moscú. En él, el maestro José Asunción Flores fue homenajeado con un monolito, convirtiéndose en el primer paraguayo en tener un monumento conmemorativo en Rusia. La inauguración tuvo lugar en la Biblioteca de Literatura Extranjera M.I. Rudomino.
En la ocasión Ana Benítez tuvo un rol especial: “Pudimos homenajear al maestro cantando su misteriosa Guyraû; su romántica y sentida guarania ‘Nde rendape aju’ y su polca kyre’y ‘Gallito cantor’, con el dúo paraguayo-ruso que integramos con la pianista Eugenia Shinkareva”, cuenta. “¡Fue una verdadera fiesta!”, dice señalando que “fue emotivo e histórico, ya que su legado está más vivo que nunca, lo que nos enorgullece y fortalece”.
Benítez siente que “las obras de Flores son musicales y cósmicas. Tengo una búsqueda personal en cuanto a la interpretación vocal de sus obras, que si bien se prestan perfectamente para cantarlas con una técnica lírica me gustaría hacerlo de una manera más a mi estilo, más libre de la técnica pero sin perder la calidad del sonido. Sigo buscando como conectar con ella, pero lo que he descubierto es que la guarania en sí misma es como un ser místico, emociona explorar a través de ella, ofrece demasiados recursos interpretativos y gusta bastante al oído ruso. Es muy lírica y recuerda a los romances rusos. Intenté reproducir estas canciones en un estilo similar, y el resultado fue maravilloso”.
Sigue señalando que “con Yenia (Eugenia) emprendimos un viaje fantástico, ella no conocía absolutamente nada de la música paraguaya y hoy la ama profundamente y le encanta tocarla, incluso su hijo Fiodor, de 9 años, canta con fervor el kiriki (‘Gallito cantor’). Elegimos el Guyraû porque es bastante misterioso, dramático y conecta con nuestras raíces ancestrales, el arreglo musical lo hizo Natalia Basenko. ‘Nde rendape aju’ lo elegimos porque quería cantar una estrofa en ruso a partir de la versión soviética que existe de ella, entonces lo adaptamos, quedó bastante bien, porque al público le gustó mucho, empieza en guaraní y termina en ruso, también para mí es como un símbolo del viaje de esa canción que salió de Paraguay en guaraní y cuando llegó a Moscú con José Asunción Flores la adaptaron al ruso. Y por supuesto, no podía faltar el emblemático ‘Gallito cantor’, que era bastante escuchada en la época soviética y hasta la fecha algunas personas la recuerdan con mucha nostalgia porque era la cortina de Radio Moscú para Latinoamérica”, comenta la investigadora.
“Siempre soñé con cantarla, la escuché con letra por primera vez en la voz de Pachín Centurión y me enamoré de ella. Entonces, cuando se dio la oportunidad pedí que me la escribieran para piano y voz, y lo hizo en Paraguay el maestro Carlos Lombardo. La pianista Yenia cuando la empezó a tocar enloqueció un poco por la dificultad pero también por los matices y colores de la canción. El ‘Gallito cantor’ es una música que nos llama a despertar como país y a abrazar la esperanza”, apunta. Por su parte, la pianista comentó que “la música de Flores es una experiencia única y un gran descubrimiento para mí. Vibrante, distintiva, muy bella y compleja. Es un honor para mí interpretar estas obras en piano”.
Ana Benítez con la pianista rusa Eugenia Shinkareva
Adriana González y Bernarda Riveros, presidenta y síndica del Comité de Mujeres Emprendedoras de Villa Hayes, respectivamente. Foto: Pánfilo Leguizamón
Empanada de cecina ya es patrimonio cultural: un emprendimiento de mujeres con historia chaqueña
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En Villa Hayes se empieza a conocer el sabor de una empanada distinta a las tradicionales. No lleva carne molida, queso, ni tomate. Su ingrediente principal es la cecina: carne secada al sol, machacada en mortero. Este plato típico del Chaco paraguayo fue recientemente declarado patrimonio cultural inmaterial, en reconocimiento a su valor histórico y a la lucha de las mujeres que mantienen viva esta tradición.
La empanada de cecina no nació en una cocina moderna, sino en un contexto duro de la población del Chaco, donde durante décadas no hubo electricidad ni heladeras, según explicó a La Nación/Nación Media, Adriana González, presidenta del Comité de Mujeres Emprendedoras de Villa Hayes. Contó que la necesidad obligó a los chaqueños a conservar alimentos con sal. De esa manera surgió la cecina, que luego se convirtió en el relleno de una empanada, con ingredientes simples como el huevo, cebolla y locote.
“La receta es única. No lleva tomate, porque en nuestras huertas del Chaco no se cultivaba. Solo ajo, cebolla, huevo y la carne cecinada. Todo lo que había en la casa. Eso la hace auténtica”, precisó Adriana González y agregó que esto impulsó el reconocimiento del plato y hoy es apreciada en ferias, exposiciones y eventos.
La empanada de cecina forma parte del día a día de muchas mujeres emprendedoras de Villa Hayes y otras ciudades del Chaco. Algunas venden desde sus casas, otras abastecen a locales comerciales y ferias gastronómicas. “Hay compañeras que producen 24 empanadas por día, otras que llegan a 1.200. Es fuente de ingreso, de sustento y de orgullo”, dijo por su parte Bernarda Riveros, síndica del Comité.
Producción
Hoy más de 80 productoras en las zonas de Villa Hayes, Remansito y Benjamín Aceval, se dedican exclusivamente a la elaboración de la empanada de cecina y otras se encargan de la reventa. El crecimiento de esta red permitió que la empanada chaqueña empiece a circular también en ciudades del departamento Central y en la capital.
“En Asunción todavía hay mucha gente que no la conoce. Pero cuando la prueban, vuelven a buscar. Queremos que más paraguayos sepan que esta empanada existe, que es parte de nuestra identidad”, expresó González. Con el apoyo de la Municipalidad de Villa Hayes y la Gobernación de Presidente Hayes, el comité ya participó en ferias organizadas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur).
La Secretaría Nacional de Cultura (SNC) oficializó la declaratoria de los conocimientos, técnicas y métodos de elaboración tradicional de la empanada de cecina de Villa Hayes como Patrimonio Cultural Inmaterial del Paraguay, mediante la resolución N.º 243/2025.