Jorge Iliou, director de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa), señaló que investigan medicamentos fitoterápicos, que a diferencia de las plantas medicinales que forman parte de las tradiciones ancestrales, son procesados o extraídos de la planta medicinal.
Se trata de productos que necesitan ciertos requisitos edilicios y sanitarios, porque ya ofrecen indicaciones farmacológicas, precisó Iliou tras las explicaciones solicitadas por vendedores de yuyos en el marco de las fiscalizaciones realizadas por la dirección sanitaria.
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El alto funcionario puso como ejemplo el caso de un adelgazante, que resulta de la mezcla de cola de caballo, hoja de canela y té verde, que contiene una indicación, pero que para comercializarlo formalmente deberá pasar primero por una máquina envasadora habilitada.
Si comprás urusu he’ê, la etiqueta tendría una aclaración de “no comprobado científicamente”; en el caso que sí tenga, contarán con una lista proveída por la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA, explicó Javier Torres, propietario del Tereré Literario del Mercado 4.
Después de la mesa de trabajo con la Dinavisa, Torres comentó que se siente más tranquilo y que pronto se formalizarán los vendedores de hierbas medicinales, un rubro que beneficia a 300 mil familias a nivel país.
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