Desde el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) confirmaron que las aguas del lago Ypacaraí no son aptas para el baño y consumo, por lo que se insta a la ciudadanía evitar meterse al agua, pese al agobiante calor. De esta forma quedan inhabilitadas cinco playas que rodean al lago.
El informe fue dado a conocer tras la campaña de monitoreo de la Reserva de Recursos Manejado Lago Ypacaraí, realizada por la dirección de laboratorio del Mades que arrancó el pasado 3 de enero con las tomas de muestras. “El informe señala que las aguas del lago Ypacaraí no son aptas para el baño o consumo humano”, expresaron desde el ente ministerial.
Resaltaron que de esta forma quedan inhabilitadas las cinco playas que rodean al lago como la Playa Municipal Rotonda de San Bernardino, Playa Municipal Ciclovía de San Bernardino, Playa Municipal de Ypacaraí, Playa Municipal Itauguá y Playa Municipal de Areguá, porque los parámetros indican que no son aptas.
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Resaltaron que en estas playas los parámetros fisicoquímicos como Nitrógeno Total, Fosforo Total, Nitrógeno Amoniacal, Coliformes Totales y DBO5, 20ªC, superan los límites establecidos en la Resolución SEAM Nº 222/02 para aguas de clase 2. “En la Playa Municipal de Ypacaraí, el oxígeno disuelto salió 3,25 mg/L por debajo de los límites establecidos en la Resolución SEAM Nº 222/02 para aguas de clase dos″, apuntaron.
Atendiendo a esto resultados no recomiendan el uso del agua para bañistas, ya que no se ajustan los paramentos establecidos, así también, no es apto para consumo humano sin previo tratamiento convencional acorde a los resultados obtenidos. Los funcionarios del Mades continuaran con los trabajos de Monitoreo.
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Paraguay, imán de consumo para argentinos: electrodomésticos, carne y gaseosas a mitad de precio
La frontera entre Argentina y Paraguay se ha transformado en un reflejo de la situación económica que atraviesa el vecino país. Cada día, cientos de argentinos cruzan desde Formosa hacia ciudades paraguayas como Alberdi, atraídos por una brecha de precios que en algunos casos supera el 100%, de acuerdo al medio argentino TN.
Si antes el cruce fronterizo estaba asociado a la compra de ropa, zapatillas o carteras, hoy la lista se amplió a productos de primera necesidad y bienes duraderos: desde carne y bebidas hasta muebles y electrodomésticos.
En Alberdi, por ejemplo, una gaseosa de 3 litros de industria paraguaya se consigue por 4.000 pesos argentinos, cuando en Buenos Aires cuesta casi el doble. Lo mismo ocurre con electrodomésticos: una heladera se vende a 608.000 pesos argentinos y televisores de alta gama a 1,2 millones, precios que los compradores pagan sin regatear.
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“Acá nadie discute los valores, porque la diferencia con el mercado argentino es demasiado grande”, señalan los comerciantes de la zona a TN.
La carne, un símbolo de la identidad argentina, también ilustra el contraste: mientras en Bolivia un kilo cuesta unos 4.000 pesos argentinos, en distintas provincias del norte argentino el mismo corte alcanza hasta los 20.000 pesos. El resultado es que cada vez más familias cruzan la frontera en busca de precios accesibles.
Del lado argentino, en localidades como Formosa y Orán, la postal es la inversa: comercios vacíos, locales en alquiler y un contrabando que se multiplicó por diez, según reconocen los propios empresarios. “Tener un negocio en Formosa dejó de ser un negocio”, lamentan los comerciantes, que registran caídas de ventas superiores al 70%.
Mientras la economía argentina enfrenta desequilibrios inflacionarios, Paraguay se afianza como un polo comercial competitivo que atrae a compradores del otro lado de la frontera.
La diferencia cambiaria convierte al país en un destino de consumo regional, donde los productos de industria paraguaya marcan la pauta de precios que miles de argentinos buscan aprovechar cada semana.
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“Asumimos los errores que se detectaron”, expresa directivo de minimercado
Luego de la suspensión por parte de la Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco) y la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) a la conocida cadena de minimercados, Giuliano Caligaris, directivo de la firma, admitió que se detectaron errores en el proceso de etiquetado de algunos productos.
“Asumimos los errores involuntarios que se detectaron, pero el cierre de toda la cadena es una medida totalmente desproporcional”, afirmó Giuliano Caligaris a la 800 AM, y explicó que la empresa trabaja fraccionando embutidos, quesos y ciertas carnes que reciben en grandes piezas de los proveedores, para luego envasarlos y venderlos porcionados.
En este proceso, cada producto lleva una etiqueta con su peso y precio. Según el directivo, el problema no está en el fraccionado en sí, sino en lo que ocurre en las tiendas cuando hay variaciones de precios fijadas por los frigoríficos u otros proveedores.
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“Lo que puede pasar es que un colaborador, al recibir el nuevo precio, pese de nuevo el producto, imprima la nueva etiqueta y la coloque encima de la anterior. Eso es un error humano, un error indeseado, que evitamos a toda costa, pero sí se dieron casos detectados”, admitió Caligaris.
Subrayó además que la compañía no impulsa ni aprueba esa forma de trabajo, y que se trata de fallas operativas aisladas. El directivo insistió en que la empresa está reforzando sus protocolos internos para prevenir que estos hechos se repitan, al tiempo que colabora con las autoridades para subsanar cualquier irregularidad.
“No es política de la empresa alterar etiquetas, asumimos la responsabilidad de los casos detectados y tomaremos las medidas necesarias para que no vuelvan a ocurrir”, remarcó.
¿Qué pasó?
La Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco) suspendió toda la cadena de la empresa por “riesgo sanitario”, luego de la inspección de 5 sucursales, donde se constataron las irregularidades en productos vencidos y reetiquetados.
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La morosidad se reduce, aunque el crédito al consumo continúa siendo el más impactado
La morosidad del sistema bancario paraguayo mostró una leve mejora al cierre del primer semestre, cayendo 0,3 puntos porcentuales (p.p.) de forma interanual para ubicarse en el 2,44 %. A pesar de esta reducción, el indicador se mantiene un poco por encima del promedio del semestre, que fue del 2,41 %.
Estos datos, analizados por la consultora Mentu a partir de cifras del Banco Central del Paraguay (BCP), revelan un panorama mixto en la salud crediticia del país.
El análisis de Mentu señala que la cartera de créditos al consumo sigue siendo la más problemática, con una tasa de mora del 4,69 %, muy por encima del promedio del sistema. Le siguen de cerca los préstamos para la construcción, con una morosidad del 3,76 %, y el comercio al por menor, con 3,72 %.
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Sectores con mejor desempeño y deterioros
Por otro lado, hay segmentos que mantienen sus carteras de crédito en un estado saludable. Los sectores de intermediación financiera y otros sectores se destacan con las tasas de morosidad más bajas, 0,4 % y 0,92 % respectivamente. También la ganadería (0,94 %) y la industria (0,98 %) exhiben niveles de mora por debajo del promedio.
Sin embargo, a pesar de sus bajos niveles de morosidad, los sectores de “otros sectores” y la intermediación financiera fueron los que mostraron los mayores deterioros interanuales, con aumentos de 0,4 p.p. y 0,2 p.p. respectivamente.
En contraste, la consultora destaca el progreso en la calidad de la cartera de construcción y ganadería, que lograron reducciones significativas en su morosidad, de 1,6 p.p. y 0,8 p.p. respectivamente. Según el informe, esta mejora podría deberse a un aumento en los ingresos de estos sectores.
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Con Milei, una Argentina viaja y consume y otra no llega a fin de mes
El gobierno del ultraliberal Javier Milei redujo de un hachazo la inflación, del 117 % en 2024 a 1,6 % en junio, y logró un histórico superávit fiscal. Pero a costa de devaluar el peso y quitar subsidios que encarecieron el acceso a la vivienda, la salud y la educación.
El consumo que se desplomó en 2024 tuvo un tibio repunte a partir de mayo, pero fragmentado: mientras vuela la demanda de bienes duraderos impulsada por hogares de altos ingresos, el consumo masivo sigue por el piso. Nueve de cada diez hogares tiene deudas y el 12,8 % está en mora.
Dos caras
“No se vende nada”, dice a la AFP Laura Comiso, empleada en una zapatería del centro porteño, desganada por el hastío de una tarde sin clientes.
En contraste, Blas Morales tiene otro día de ajetreo como vendedor en un concesionario de automóviles de San Andrés de Giles, 110 km al oeste de la capital argentina. “Tuvimos un junio excelente”, dijo a la AFP. En los últimos seis meses las ventas se triplicaron.
Y en el primer semestre se vendieron 78 % automóviles más que en el mismo periodo de 2024. “El mejor primer semestre de los últimos siete años”, según Sebastián Beato, presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
Contribuyeron los préstamos, la rebaja de las tasas de interés y de impuestos, promociones y`políticas gubernamentales que permitieron que los llamados “dólares del colchón” retornaran al mercado.
También se reactivó la compra-venta de inmuebles, con un alza de 22 % en mayo en Buenos Aires respecto al año anterior. En los primeros cuatro meses del año se firmaron más hipotecas que en todo 2024, aunque apenas un cuarto de los solicitantes pudo acreditar requisitos de estabilidad laboral e ingresos.
“El cambio de gobierno para este sector fue muy positivo”, dijo Diego Sardano, tercera generación al frente de una inmobiliaria en Lanús, periferia sur de Buenos Aires. “Favorece la estabilidad del dólar y la oferta de créditos que no había desde 2017”, explicó.
“Con el gobierno anterior pasábamos meses y meses sin hacer ni una venta. Ahora tenemos cinco mensuales”, dijo.
Pero opinó que se llegó a un techo “porque el poder adquisitivo de la gente no aumenta”.
Un peso fuerte en relación al dólar favorece a quienes viajan al exterior, pero perjudica a los operadores de destinos nacionales, donde las reservas cayeron en picada.
Brasil se ha tornado barato para los argentinos, y los aviones “despegan llenos” al país vecino, dijo a la AFP Sandra Peliquero, con 30 años en el rubro turístico.
Entre enero y abril unas 6 millones de personas viajaron fuera de Argentina, 70 % más que en igual período de 2024, mientras ingresaron solo dos millones de visitantes extranjeros, un 21 % menos, la cifra más baja de la última década.
Para pocos
A la fiesta del consumo argentino asiste un grupo selecto de la población. Apenas un 6 % pertenece a la clase alta y 50 % a la clase baja, con ingresos inferiores a 960 dólares al mes.
La clase media, otrora principal motor del consumo, es la más golpeada por los ajustes del gobierno.
Un estudio de la consultora Moiguer destaca que la recuperación económica tras meses de recesión (-1,8 % en 2024) no beneficia a todos “y agrava las desigualdades actuales”.
Un 50 % de la población dice no llegar a fin de mes, y 30 % aplazan o anulan gastos para pagar los servicios básicos.
“Aumentan los patentamientos de autos de alta gama y cae el consumo de alimentos. Están arrasando con la clase media”, opinó Rodolfo Aguilar, titular del sindicato de Trabajadores del Estado (ATE), que sufrió más de 40.000 pérdidas de empleos desde que solicitó Milei en diciembre de 2023.
Tener empleo no garantiza llegar a fin de mes porque “la recomposición del salario es muy mínima frente a aumentos agresivos de impuestos, gas, luz, transporte, el colegio de los chicos”, dijo Fernando Savore, titular de la Federación de Almacenes de la provincia de Buenos Aires.
“Mucha de la plata que cobra el trabajador se va en esas obligaciones. Hay cosas que no se venden más, como golosinas y postres”, dijo. “La gente compra lo necesario, los fideos, el puré de tomates, nada más” y muchos pagan a crédito.
“Como comerciantes no queremos más la inflación porque es agotador, pero ahora esperamos que esto se acomode”.
- Fuente: AFP