Ana Gloria Gonzaga, madre de Juan Gabriel Gonzaga, de 26 años de edad, pide ayuda a la ciudadanía para localizar a su hijo que fue al Chaco para trabajar en albañilería. Así informaron medios de Campo 9, los cuales se hicieron eco del pedido de la señora Ana Gloria.
Gonzaga señaló que “mi hijo me dijo que iba a trabajar al Chaco y dentro de un mes iba a regresar de su trabajo. Al día siguiente de su viaje ya desapareció a las 18:00, aproximadamente. Mi hijo se fue a trabajar con Fredy Saucedo, contratista de obra, y mi hijo fue a trabajar como personal albañil”, indicó la señora Ana Gloria, quien tiene la esperanza de encontrar a su hijo.
Te puede interesar: Reabrieron cruce fluvial entre Franco e Iguazú tras inundación de 15 días
Agregó que “no pude hablar más con mi hijo, sino el señor Fredy Saucedo. Me avisó que mi hijo desapareció y que no le estaban encontrando”, indicó. Acotó: “ya hice la denuncia sobre la desaparición de mi hijo y pido ayuda a la gente para poder irme a buscarle a mi hijo, queremos conseguir para nuestro pasaje y necesitamos el apoyo de la ciudadanía”.
“Le envíe varios mensajes al señor Saucedo y ya no me respondió, por eso quiero irme al Chaco para poder buscar a mi hijo”, dijo la madre. También indicó que espera que las autoridades puedan ayudarla a encontrar a su hijo de 26 años de edad.
Podes leer: Se duplicaron los casos de dengue en el país, según Salud Pública
Dejanos tu comentario
Setiembre amarillo: “Vamos a hablar”, una campaña para salvar vidas
Cada 10 de setiembre se conmemora el “Día Mundial para la Prevención de la Conducta Suicida”, y este año en Paraguay invitan a hablar para salvar vidas, ya sea la tuya o la mía. Se alienta a la población a ser parte activa de cómo actuar ante personas que tienden a pensar en este acto.
Según la magister Mónica Britos Esquivel, psicóloga Clínica con mención en Psicoterapias, con la campaña Setiembre Amarillo se busca generar conciencia sobre cómo prevenir la conducta suicida ya que es una oportunidad para reflexionar, analizar y fortalecer las políticas públicas en Paraguay y en el mundo.
“La prevención empieza con un gesto sencillo: preguntar sin miedo, escuchar con empatía y acompañar sin juzgar, validando la expresión emocional desde la responsabilidad afectiva de existir y reconocernos como seres humanos. Este setiembre súmate a la conversación. Hablar salva vidas; Vamosna a hablar”, dijo en entrevista con La Nación/Nación Media.
Reflexionó sobre la definición del suicidio según la Organización Mundial de la Salud como: “El acto deliberado de quitarse la vida, iniciado y realizado por la propia persona, con el conocimiento o la expectativa de un desenlace fatal”.
Leé también: Caaguazú: un fallecido y tres heridos, tras vuelco de camión de caudales
Duelo
“La experiencia de duelo que viven las personas que perdieron a un ser querido debido a la muerte por suicidio es uno de los más desafiantes para quienes lo atraviesan, ya que implica convivir con la ausencia de alguien que tomó la decisión de terminar con su propia vida”, aseguró la profesional.
Afirmó que la clave radica en el autoconocimiento y aprender a tomar decisiones saludables frente a las dificultades que la vida presenta con el entrenamiento de pautas de autocuidado y habilidades para afrontar la vida tal como se presenta.
“No siempre podremos cambiar lo que sucede ni retroceder en el tiempo, pero sí podemos trabajar la aceptación, que consiste en reconocer nuestra manera de pensar, lidiar con la frustración del malestar psicológico que nos genera ese hecho que nos afecta, y transformar la desesperanza en alternativas de vida posibles”, refirió.
Informar con responsabilidad
Britos indicó que los medios de comunicación también cumplen un rol fundamental para evitar que más casos se reporten, evitando detalles de los métodos y enfocándose en mensajes de prevención, puede contribuir a salvar vidas.
“Se debe informar con responsabilidad. En Paraguay, nuestro lenguaje y nuestra cultura también tienen un lugar clave: animarnos a decir “vamos na a hablar” abre un espacio de confianza y cercanía, contamos con nuestros dos idiomas para expresarnos, también nos expresamos con nuestro lenguaje no verbal", indicó.
Llamado a la auto-reflexión
La psicoterapeuta confirmó que la auto-reflexión es otro pilar preventivo y que cada uno debemos aprender a conocernos, reconocer nuestras emociones y pedir ayuda cuando lo necesitamos.
“Debemos fortalecer nuestra resiliencia, que es la capacidad que desarrollamos para salir adelante ante situaciones adversas. Cada historia de vida es única, y desde nuestra identidad cultural paraguaya podemos construir respuestas como sociedad ante el sufrimiento psico emocional”, aclaró.
Afirmó que cada vida es valiosa y salvar una vida también significa salvar proyectos, sueños y familias enteras. “Todas las personas en situación de vulnerabilidad psico emocional tienen derecho a contención socio afectiva y a gestionar una red de apoyo que les sostenga en momentos de crisis”.
Puede interesarle: Trabajadores de la Ande ratifican rechazo al proyecto de fusión de ministerios
No a la soledad
“El mundo actual nos empuja hacia la autonomía y la independencia, pero eso no significa que debamos enfrentar todo en soledad. Identificar a quién recurrir, desde lo más cotidiano hasta lo más complejo, es un factor de protección demasiado importante”, apuntó.
Manifestó que los factores de riesgo existen, pero también las alternativas y que los momentos vulnerables pueden sentirse como una nube negra que oscurece todo. Sin embargo, al igual que una tormenta, son pasajeros.
“Dentro de las habilidades sociales, una de las más importantes es aprender a pedir ayuda. Reconocer que no todo puede resolverse en soledad y recurrir a redes de apoyo —familiares, comunitarias o profesionales— constituye un factor protector esencial”, puntualizó.
Salud y educación
Britos aseguró que la prevención de la conducta suicida requiere participación multisectorial: salud, educación, justicia, medios de comunicación, familias y comunidades.
“Pero también exige un enfoque de derechos humanos: garantizar que cada persona tenga acceso a atención en salud mental, contención y espacios de inclusión. Hablar de la conducta suicida no lleva a cometerla, sino que ofrece alivio, rompe el silencio y abre puertas a la esperanza”, concluyó.
Puede interesarle: San Bernardino: detienen a un refugiado cubano por robo domiciliario
Dejanos tu comentario
Ramón Silva sigue internado para una cirugía programada y necesita ayuda para el tratamiento
Familiares del mbo’ehára Ramón Silva informaron que sigue internado y que los doctores lo están preparando para una cirugía programada para dentro de un mes, por lo que requiere de ayuda para costear gastos médicos. Actualmente, sigue tratamiento con una medicación que es suministrada cada cuatro horas.
En un video, el comunicador, docente y promotor de la lengua guaraní, pidió ayuda para poder comprar el medicamento que le es suministrado como tratamiento previo a la cirugía a la que se debe someter dentro de unas semanas en el Sanatorio San Roque de Asunción.
“El mbo’ehára Ramón Silva está internado tras superar el cáncer de garganta hace unos dos años. Ahora se manifestó la secuela de los rayos utilizados en ese entonces”, expresó Miguel Fernández, hermano, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Manifestó que él se encuentra internado y lo están preparando para una cirugía correctiva programada para dentro de un mes, aproximadamente. “Los síntomas que se le manifestaron a consecuencia de rayos se le mueven los dientes del maxilar inferior y tiene un orificio en la mandíbula derecha, por lo que requiere de la cirugía correctiva”, apuntó.
Aclaró que actualmente la preparación consiste en suministrar una medicación cada cuatro horas y necesita ayuda para costear el tratamiento. Los datos para ayudar al mbo’ehára son la caja de ahorro 520213632 en el banco Itaú a nombre de Ramón Raimundo Silva o al alias CI 459943 o a nombre de Miguel Fernández, cuyo alias es el celular (0982) 487-666.
Leé también: Caaguazú: un fallecido y tres heridos, tras vuelco de camión de caudales
Dejanos tu comentario
Chile: paraguayo que sobrevivió a naufragio se reencontró con su madre tras casi una década
Durante este fin de semana el paraguayo que sobrevivió al naufragio en el Océano Pacifico, luego de que el barco pesquero en el que trabajaban volcara, volvió a abrazar a su madre luego de 10 años de no verla. Hasta hoy los otros tres compatriotas que lo acompañaban siguen desaparecidos.
El paraguayo Juan Andrés Rojas Casco, de 29 años, fue encontrado en una isla tras haber flotado durante más de 25 horas en la región de Magallanes y Antártica chilena. El mismo presentaba daño metabólico porque la exposición que tuvo al frío fue muy extrema y sigue hospitalizado. Este recibió la visita de su madre, a quien no veía hacía casi una década.
En redes sociales se hizo viral un video en el que se ve cuando la madre de Juan llega hasta el hospital, donde sigue internado, y lo abraza. El compatriota no podía creer sobre este rencuentro, solo miró a su madre que sin dudarlo lo tomó entre sus brazos como si fuese un niño y no pudo contener las lágrimas.
“Mi mamá vino de sorpresa para ver a su héroe. Gracias Dios mío por tanta bendición”, expresó su hermana.
Leé también: Concepción: buzos trabajan para sacar el cuerpo del camionero que cayó al río Paraguay
Sobre el naufragio
El terrible accidente se produjo el pasado 21 de agosto, cuando los pescadores perdieron contacto con tierra firme, pero antes filmaron un video que compartieron para pedir ayuda. Se presume que el barco pesquero en el que iban fue golpeado por fuertes olas, lo que provocó el vuelco del mismo.
Tras una intensa búsqueda y luego de 25 horas, fue hallado Juan Andrés Rojas Casco, de 29 años; quien iba abordo del pesquero “Ana Belén”. Este tenía como acompañantes a tres compatriotas identificados como Joel Bogado, Fernando y César González, que aún siguen desaparecidos.
Te puede interesar: Falsos pedidos de auxilio saturaron el Sistema 911 durante el último feriado
Dejanos tu comentario
Dan apertura oficial de la causa de beatificación de monseñor Pa’i Puku
En un solemne acto, la Arquidiócesis de Asunción dio la apertura de la causa de beatificación de monseñor Pedro Shaw, misionero de la congregación Oblatos de María Inmaculada (OMI) conocido como “Pa’i Puku”, ayer sábado en la parroquia La Encarnación de Asunción. Así también, se realizó una misa en conmemoración del centenario del religioso nacido en Bélgica el 6 de setiembre de 1925, radicado en Paraguay desde 1952 y fallecido el 21 de junio del año 1984 en el Chaco.
Desde el 6 de setiembre se encuentra expuesto, en la puerta de la Catedral Metropolitana, el edicto sobre la apertura de la “Causa de beatificación de monseñor Pedro Shaw OMI” y estará disponible durante tres meses, plazo en que los fieles pueden aportar información o documentos relevantes sobre su vida y virtudes.
“Invitamos a todos los fieles a comunicar directamente o hacer llegar al Tribunal Arquidiocesano, cito en la Curia Metropolitana, toda información que pueda, de algún modo, aportar elementos favorables o contrarios a la fama de santidad del mencionado monseñor Pedro Shaw“, expresaron durante la presentación.
Recordaron que el monseñor fundó la escuela y radio Pa’i Puku en el Chaco, donde fue muy querido por las obras sociales que realizó. “Las obras son sus herencias para el Chaco. El lugar de su muerte es sitio de misas y peregrinaciones, en el lugar hay una capilla denominada Centro Espiritual”, expresaron.
Tras la muerte del Pa’i Puku fue creciendo su fama de santidad reflejada en sus virtudes evangélicas y de signos, por lo que el reverendo Diego Sáez Martín, postulador general de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, decidió dar apertura de la Causa de beatificación y canonización.
Sobre Pa’i Puku
El monseñor Pedro nació en Bélgica el 6 de setiembre de 1925 y falleció el 21 de junio del año 1984 en un trágico accidente a la altura del kilómetro 28 de la Ruta Transchaco, en la zona de Remansito. Hizo su primera profesión religiosa en el año 1946 en la Congregación de Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Su llegada en Asunción fue 16 de diciembre 1952. En enero de 1953 se trasladó a Benjamín Aceval, en el Bajo Chaco, y trabajó desde allí hasta 1965 como misionero itinerante en el Vicariato Apostólico del Pilcomayo, visitando estancias y las comunidades indígenas.
De 1973 a 1981 fue cura párroco de la parroquia de Puerto. De allí fue llamado el 21 de febrero 1981 para el cargo de Vicario Apostólico del Pilcomayo. Su consagración episcopal tuvo lugar el 22 de abril 1981.
Podés leer: Investigan presunto asesinato de un joven y detienen a otro como principal sospechoso