Investigan presunto intento de feminicidio por un disparo en Acahay
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Expertos de la Policía Nacional y del Ministerio Público investigan un caso de presunto intento de feminicidio ocurrido por la mañana de este lunes en la ciudad de Acahay. La mujer recibió un disparo en la boca y sigue luchando por su vida en el Hospital Regional de Paraguarí. En tanto su pareja fue detenida para averiguaciones, ya que el arma utilizada no se encontró.
Se trata de Dolly González Peralta, de 39 años de edad y de profesión peluquera, quien primero fue asistida en el centro asistencial local y de ahí derivada al hospital mencionado. La víctima fue encontrada en su domicilio con un disparo en la boca y sin orificio de salida. Su estado es delicado, afirmó el comisario interviniente.
Lo llamativo es que no se encontró el arma de fuego. De acuerdo con las pesquisas la pareja se encontraba en etapa de separación. Las sospechas apuntan hacia Héctor da Silva, de 50 años, quien habría movido la escena del crimen, y fue aprehendido por la Policía.
La hija de la víctima y su esposo también estaba en la casa al momento del incidente. Por ello, las tres personas fueron sometidas a la prueba de parafina y se aguardan los resultados. Pero los dos familiares cercanos alegaron que se encontraban afuera cuando se produjo el disparo. En tanto, el marido de la mujer herida alegó que agarró el arma y por la desesperación tiró a la calle y hasta el momento no se encontró.
“Estamos acá en el lugar del hecho viendo todos los detalles, la colección de todas las evidencias que se puedan encontrar en el lugar, referente al hecho. Hasta el momento se le tiene a una persona aprehendida por situaciones que alteró un lugar del hecho”, explicó el comisario Hernán Zárate del Departamento de Investigaciones de Paraguarí, en declaraciones formuladas a Telefuturo.
Confirmó que la víctima se encuentra en estado grave. “Estamos en plena tarea investigativa. Y estamos buscando el arma ahora. Estamos hablando con todos los que estuvieron acá en el lugar: la hija, el yerno y el marido”, sostuvo.
Este viernes 31 de enero se cumplen 32 años de la tragedia protagonizada por “el loco del volante”, un escribano que mató a siete personas e hirió a otras nueve a bordo de una Montero, durante un furioso arrebato que aterrorizó las calles de la ciudad de Acahay, en el departamento de Paraguarí. El hombre fue condenado a 25 años de cárcel y terminó falleciendo en el 2011.
Este terrible accidente dejó marcada para siempre a la tranquila localidad de Acahay, en aquellos tiempos los pobladores estaban compartiendo la fiesta del Oropel. Era una hermosa y soleada tarde de verano de 1993, cuando el escribano José Vidal Céspedes Estigarribia, de 39 años, llegó de visita a su ciudad natal desde La Paloma (Canindeyú), donde residía con su familia. Tomó su camioneta de la marca Mitsubishi Montero y salió a recorrer las calles.
Previo al criminal momento, Vidal estaba compartiendo con sus dos hijos y esposa un encuentro familiar en un arroyo de la zona, al mediodía compartieron un almuerzo que incluyó bebidas alcohólicas, cuyo consumo estaba prohibido para el hombre porque recientemente había sido sometido a una cirugía de páncreas y estaba recibiendo fuertes medicamentos, pero hizo caso omiso a las indicaciones.
Sus familiares habían declararon que el escribano consumió tanto alcohol que, luego del mediodía, estaba distinto, tenía la mirada perdida, pero que igual siguió con la fiesta a la par que ingería sus medicaciones. Ya cerca de las 16:00, muy alterado decidió que era hora de volver y, de forma muy prepotente, le dijo a su esposa e hijos que subieran a la camioneta.
Sus allegados se asustaron y, para no crear problemas, su esposa tomó a sus pequeños para volver con el hombre, sin sospechar cuáles eran sus intenciones. Arrancó su camioneta y por el camino comenzó a acelerar, su esposa estaba muy asustada y sus hijos comenzaron a llorar, a gritar y a pedir ayuda; situación que lo alteró más. Por un momento se estacionó para bajar a sus pasajeros.
Vehículo con el chocó a sus víctimas. Foto: Captura de pantalla
Tomó la peor decisión
Tras bajar a su esposa e hijos, el escribano volvió a tomar camino y a gran velocidad se dirigió hacia el pueblo por el camino comenzó a chocar a todas aquellas personas que se cruzaban. Este terrible momento dejó un total de siete personas fallecidas, nueve heridos y también mató a un caballo en el que se trasladaba uno de los heridos.
La primera víctima fatal fue Sergio Domínguez, alias Pimpi, un joven con deficiencia mental de la compañía La Colmena; la segunda persona en ser arrollada fue Roberto Salvador Segovia, de 25 años, oriundo de la San Lorenzo y de profesión agricultor; la tercera víctima fue Shirley Andrea Acuña, de 4 años, que estaba jugando frente a su casa, esta sería sobrina del escribano.
En el caso de la menor, el hombre subió sobre la vereda y la llevó por delante, finalmente quedó aplastada contra la muralla. Así fue atropellando a todos los que se le cruzaban en su camino. La cuarta persona fue Édgar Domingo Maldonado, alias Yiyo, de 20 años, de nacionalidad argentina, que residía en Quiindy, la quinta y sexta víctima fueron los hermanos Francisco y Félix Bordón, también residentes de Quiindy, ambos agricultores y, por último, chocó a Rubén González.
El asesino al volante era bastante conocido en la zona porque tenia la firme intención de postularse como diputado y era considerado como una persona cordial con sus compueblanos. Se presume que horas antes de suceso discutió con uno de sus vecinos y aparentemente eso motivo su venganza.
En internet, el violento episodio todavía marca recuerdos de dolor, como demuestran expresiones como: “Este infeliz mató a un excompañero de colegio. En el 91 terminamos el bachillerato y unos años después ocurrió esto”; “Yo era un niño y escuchamos por radio AM, el loco de la Montero creo que lo llamaron”; “Fue una noticia que consternó al país”; “Era un buen profesional lástima que la adicción lo haya llevado a cometer tanta crueldad”.
El loco del volante fue detenido en un cañaveral. Foto: Captura de pantalla
Buscado y detenido
Horas después de su desaparición, los pobladores encontraron el vehículo de José Vidal, que había perdido aceite y dejó de funcionar; que presentaba rastros de sangre y cabellos de las víctimas, pero en su interior no estaba el conductor. Enfurecidos por todas las víctimas, los pobladores decidieron salir a buscarlo en cada rincón de la ciudad, pero fueron agentes de la Policía Nacional quienes dieron con su paradero y fue detenido.
Al momento de su detención, el loco del volante solo pudo decir que no recordaba nada de lo que pasó aquel domingo. Incluso se mostró muy preocupado por las heridas que presentaba a la altura del rostro y exigía saber qué le ocurrió. Esta situación no era creíble para los investigadores del Ministerio Público, por lo que ordenaron su detención.
El escribano estaba compartiendo con su familia en un arroyo. Foto: Captura de pantalla
Escapó del psiquiátrico
Hasta 1994, el escribano estuvo recluido en la penitenciaría de Tacumbú, pero sus abogados alegaron que su cliente no estaba dentro de sus cabales y solicitaron que sea trasladado hasta el Hospital Neuropsiquiátrico, el pedido fue aceptado, sin embargo, se fugó en 1995. Por varios años no se supo nada del hombre y la población vivió en zozobra.
Tras cinco años de investigación, en el año 2000, la policía logró dar con su paradero y realizó un allanamiento en una vivienda de Mariano Roque Alonso. En el lugar detuvieron a una persona que afirmó ser David Romero, pero un estudio exhaustivo reveló que era José Vidal Céspedes, pese a que tuvo un cambio radical en su aspecto físico.
Ocho años después y tras la segunda detención, el juez Carlos Escobar decidió condenar a José Vidal Céspedes Estigarribia a la máxima pena de 25 años de cárcel. En esta oportunidad, la presunta locura temporal que planteaba la defensa no evitó la condena, pero seis años más tarde la condena fue reducida a 22 años por la Cámara de Apelación. En el año 2011 fue ingresado a un sanatorio privado debido a una complicación de la diabetes y falleció pocos días después.
Datos claves
Durante el juicio, José Vidal pidió perdón a sus víctimas y familiares.
En solo una hora, el loco del volante causó un terror que marcó a Acahay para siempre.
Se escondió en un cañaveral y fue sacado por los agentes policiales, que incluso pidieron ayuda a militares.
José Vidal fue condenado a 25 años de prisión. Foto: Captura de pantalla
Investigan caso de bebé que llegó sin signos de vida a centro asistencial en Itapúa
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En el departamento de Itapúa el Ministerio Público investiga la muerte de un bebé que llegó sin signos de vida hasta el puesto de salud de Caronay, en la localidad de Alto Verá. El niño tenía apenas seis meses de vida y pese a las maniobras para intentar reanimarlo, los médicos no pudieron hacer nada.
Según el reporte policial, el hecho se reportó pasada las 23:00 de ayer martes y el aviso fue dado por la doctora Magalí Vázquez. Los padres manifestaron que su bebé había decaído anímicamente en horas de la tarde y que ya por la noche empeoró, por lo que fue llevado de urgencias al hospital.
“El cuerpo del pequeño no presenta ningún rastro de maltrato visible. Sus padres se dieron cuenta de que se descompensó y lo llevaron al puesto de salud”, explicó el fiscal Reinaldo Castillo, en entrevista con la corresponsal de Nación Media. La pareja tiene otro hijo de 2 años y reside en el asentamiento Bonanza II, a unos 40 kilómetros del puesto de salud.
El representante del Ministerio Público solicitó que el cuerpo sea sometido a una autopsia, y el resultado arrojó que el bebé falleció por un paro cardiorrespiratorio. “Los médicos lo atendieron ya sin signos de vida. La familia vive muy retirada del puesto y a unos 10 kilómetros se dieron cuenta de que ya no tenía pulso. El cuerpo estaba normal, ni siquiera comió nada raro, fue lo que dijo el médico forense”, expresó.
Se pudo constatar que el pequeño estaba en buenas condiciones y que también contaba con todas las vacunas que corresponden a su edad, además, mantenía controles constantes. “Aún se debe determinar la carátula del caso, vamos a investigar y en el caso de que no existan hechos punibles vamos a desestimar. En principio no hay indicios de violación del deber del cuidado”, puntualizó.
A tiros evitó que desconocido se lleve a su bebé de 2 meses en Concepción
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Una mujer denunció que un hombre intentó raptar a su hijo de dos meses en la ciudad de Loreto, departamento de Concepción, y que logró evitar el hecho luego de que realizó disparos intimidatorios. La madre realizó la denuncia y la Policía Nacional está investigando el caso.
Según el reporte policial, el hecho se registró el fin de semana pasado en una granja ubicada a unos 130 kilómetros del casco urbano de la ciudad, cuando un hombre llegó al sitio e intentó llevarse al bebé que estaba en brazos de su madre. La mujer lo entregó, pero luego fue por su arma de fuego.
“Se trata de un intento de rapto de un infante. El sujeto llegó a la granja y le pidió a la mujer que entregara a su hijo de dos meses de vida. Ella se negó y este la amenazó con un arma blanca”, explicó el comisario Guido Benítez, en entrevista con “Dos en la Ciudad” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
Agregó que ante el susto y las amenazas, la mujer entregó a su hijo, luego ingresó a una de las habitaciones y salió munida de un arma de fuego. “Sin dudar realizó varios disparos y le exigió al hombre que le entregue nuevamente a su hijo. Este corrió dejando abandonado al bebé en el patio y luego se dio a la fuga”, aseguró.
Confirmó que actualmente personal de Investigaciones está recabando información para saber qué fue lo que ocurrió. En un primer momento, la mujer indicó que pensó que se trataba de una broma por parte de su pareja y que luego se asustó, realizando los disparos. Por otra parte, se analiza que podría tratarse de familiares, quienes quería llevar al pequeño. El caso quedó en manos del fiscal Joel Cazal.
Detienen a dos personas e investigan homicidio durante ronda de tragos en Asunción
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La Policía Nacional logró detener a un segundo sospechoso del homicidio de una persona durante una ronda de tragos en una vivienda del barrio Porvenir de Asunción. Las autoridades están investigando quién de los dos aprehendidos realizó el disparo que acabó con la vida del hombre.
Según el reporte policial el hecho se registró durante ayer domingo, cuando estas tres personas estaban compartiendo una ronda de tragos en una vivienda, donde en un momento dado se registró un disparo que fue a parar contra Luis Carlos Rivas Martínez, de 29 años, que contaba con orden de captura pendiente.
“Fueron detenidos Jorge León Báez, de 42 años, sin antecedentes penales, y Cristhian Benítez Bobadilla, de 30 años, también sin antecedentes, ambos estaban en esta ronda de tragos”, detalló el comisario Víctor Presentado, en entrevista con “Dos en la Ciudad” de canal GEN y Universo 970/Nación Media.
Explicó que están haciendo una investigación en el caso para saber quién de estas dos personas fue la que efectuó el disparo, ya que los dos se llamaron a silencio. “El arma con el que se produjo el disparo aún no aparece, pero estamos en la búsqueda y mediante testigos poder identificar al autor”, refirió.
Agregó que en un primer momento se sospechó que Benítez fue quien efectuó el disparo, que sería accidental, pero luego testigos indicaron que fue León el que tenía un arma de fuego. “Los dos están en situación de detenidos a disposición del fiscal Marcial Machado. Se convocó al personal de investigaciones”, apuntó.
Afirmó que ambas personas ya se encuentran recluidas en la comisaría 24. En un primer momento, uno de los hombres fue llevado a un centro asistencial, porque fue reducido y detenido por los vecinos con quienes se enfrentó, pero ya fueron puestos a disposición de las autoridades.