En el barrio Santa María, distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, se llevaron a cabo trabajos de control vectorial del mosquito aedes aegypti, de manera interinstitucional y con la comunidad.
En la ocasión, las brigadas efectuaron el recorrido casa por casa, con el objetivo de concienciar sobre las medidas de protección contra las enfermedades arbovirales, como chikungunya, dengue y zika, y para la búsqueda e identificación de potenciales criaderos y proceder a su destrucción.
Señalaron que posterior al rastrillaje, se procedió al control químico espacial, con máquina pesada montada en camioneta, para la eliminación de mosquitos adultos, bajo lineamientos técnicos establecidos para el efecto.
Resaltaron que las actividades con las fuerzas vivas de la comunidad son determinantes ante la coyuntura actual del dengue y chikungunya, por lo cual las tareas fueron llevadas a cabo en conjunto por la XVI Región Sanitaria – Boquerón, la Zona XVI del Senepa y el Tercer Cuerpo de Ejército.
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Eliminación de criaderos
Así también, destacaron que mitigar el impacto de las arbovirosis depende de las buenas prácticas de los pobladores, ya que las verificaciones y eliminación de criaderos deben ser parte de la rutina diaria de las viviendas.
Para el efecto, recipientes con agua que será consumida deben ser tapados y almacenados bajo techo. Aquellos en desuso deben ser dispuestos para su recolección por parte de la municipalidad. Enfatizaron en que una de las acciones fundamentales para eliminar criaderos es disponer de manera correcta todo recipiente útil que pueda acumular agua.
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Con prospección arqueológica buscan entender dureza de la batalla de Boquerón
- Por Lourdes Torres
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza/Eduardo Velázquez
En un esfuerzo conjunto por preservar y poner en valor uno de los sitios históricos más importantes del Paraguay, recientemente se llevó a cabo el primer proyecto de investigación científica y arqueológica en el fortín Boquerón, a cargo de expertos españoles y paraguayos.
Un sitio emblemático de la guerra del Chaco (1932-1935), cuya batalla se libró del 9 al 29 de setiembre de 1932, donde las fuerzas paraguayas sitiaron el fortín, que era defendido tenazmente por tropas bolivianas, hasta lograr su capitulación. Esta victoria, de la que este domingo 29 de setiembre se celebran 92 años, marcó un punto crucial en el conflicto, elevando la moral del Ejército paraguayo.
Para conocer detalles, La Nación/Nación Media contactó con el director de Estudios de Antropología, Arqueología y Paleontología de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Sergio Ríos, quien comentó que el proyecto de prospección arqueológica surgió por interés de los arqueólogos españoles Andrés San José Gutiérrez y Jorge Gutiérrez Pociña, de la Universidad de Alcalá de Henares.
Mientras, por parte de la SNC brindaron la asesoría y coordinación del perito forense, especialista en campos de batalla y áreas de conflicto, Lic. Ruth Alison Benítez, jefa del Departamento de Arqueología, quien acompañó el trabajo de campo.
Destacó además que la investigación cumple con el proceso de autorización de intervención arqueológica dentro del marco normativo de la Ley Nacional de Cultura 3051/06, la Ley de Patrimonio Cultural 5621/16 y las resoluciones de la SNC 462/2020 y 549/2021, además del pleno apoyo de la Gobernación de Boquerón.
HISTORIA POCO CONOCIDA
Previo a que retornaran a su país, conversamos con los arqueólogos españoles, quienes han coincidido en señalar que tras el trabajo científico han podido constatar la dureza del conflicto bélico.
En primer lugar, Andrés San José Gutiérrez señaló que siempre le llamó la atención lo poco que se conoce de Paraguay y su historia, sobre todo en Europa y España, ya que lleva unos 20 años viniendo al país.
“Al final, la guerra del Chaco fue la guerra más sangrienta en el siglo XX en América Latina, así como fue la primera guerra moderna en el continente. Realmente nos dimos cuenta de que era muy poco conocida fuera de las fronteras de Paraguay y de Bolivia”, sostuvo.
Mencionó que este trabajo podría considerarse pionero porque es la primera vez que se hace una intervención de corte arqueológico en el fortín Boquerón, que es uno de los puntos más importantes de la guerra del Chaco.
En tanto que su colega Jorge Gutiérrez Pociña indicó que es su primera visita al país, y sobre todo al Chaco, sobre el cual consideró que tiene muy bien ganado el apodo de “infierno verde”. Indicó que siendo europeo le cuesta dimensionar el esfuerzo que hicieron los soldados luego de pasar la temporada de invierno con 40 grados.
“Es un sitio muy complicado para vivir, tanto ahora como hace casi 100 años, con un terreno muy árido, con poca vegetación fértil y condiciones de vida muy difícil. No me quiero ni imaginar lo que sería en verano y hace casi 100 años, en un contexto bélico, con equipos que pesaban bastante. Habrá sido muy duro. Entonces estas condiciones me han llamado mucho la atención”, señaló.
MOTIVACIONES DEL PROYECTO
Los expertos señalaron que los objetivos principales del trabajo fueron estudiar el fortín Boquerón a través de prospecciones y documentar áreas puntuales realizando mapeo con drones para obtener un mejor conocimiento de las condiciones de vida y combate de los soldados durante la guerra.
San José Gutiérrez, quien encabeza el trabajo, mencionó que su principal interés es dar a conocer las condiciones de vida y de combate de los soldados paraguayos y bolivianos que participaron del conflicto. Pero sobre todo le interesa comprender cómo era el día a día del soldado.
“Me gustaría dar a conocer y hacer entender cómo vivió ese soldado, el que narran los abuelos, sobre todo aquellos excombatientes. Además, de manera personal me gustaría retribuirles en algo al Paraguay por todo lo que me ha dado, por lo que apunto a dar a conocer a nivel internacional el conflicto de la guerra del Chaco”, acotó.
IMPORTANTES HALLAZGOS
San José Gutiérrez apuntó dos paralelismos entre la guerra del Chaco y la Primera Guerra Mundial, de la que consideró que es heredera, porque fue un conflicto en defensa de posiciones de las trincheras.
“Fue una guerra muy vinculada al control del terreno determinado. Pero, además, fue una de las primeras guerras industriales en América Latina. La Primera Guerra Mundial se caracterizó por un conflicto armado de corte industrial de producción en masas, donde la cantidad de material bélico, elementos creados y construidos industrialmente para la guerra fue abrumadora. Por eso el campo de batalla de la Primera Guerra Mundial y la del Chaco se encuentran saturados de material bélico”, explicó.
Mencionó que después de las excavaciones en el fortín Boquerón han encontrado un segundo paralelismo relevante que tiene que ver con la guerra civil española, que duró tres años y se produjo prácticamente posterior a la guerra del Chaco, en 1936.
“Los restos materiales hallados en Boquerón, comparados con los restos materiales hallados sobre todo en la última etapa de la guerra civil española en la zona del ejército republicano, son muy similares en el sentido del reaprovechamiento de absolutamente todos los materiales disponibles y una vinculación de que la mayoría de los restos hallados en el fortín Boquerón estuvieron directamente relacionados al combate”, explicó.
Asimismo, agregó que la gran mayoría de los elementos hallados tiene que ver más bien con el material de combate y en una menor cantidad los utensilios de la vida cotidiana del soldado. Esto les hace presumir que ambos ejércitos hicieron un esfuerzo enorme para que sus soldados pudieran combatir, entregando en mayor cantidad los materiales bélicos y quedando en segundo plano la entrega de materiales que les permitan llevar una vida más cómoda en las trincheras.
“Se nota que la batalla que se dio fue muy dura. Hemos encontrado muchísimos fragmentos de municiones, encontramos restos de mortero, de explosivos, que hacen ver que fue un combate durísimo y que las condiciones de las personas tanto bolivianas como paraguayas fueron realmente duras y terroríficas”, manifestó.
COLABORACIÓN PARAGUAYA
Finalmente, San José Gutiérrez destacó la importante colaboración paraguaya, sobre todo de su colega Alison Benítez, que les ayudó en el campo de trabajo. Además, destacó la solidaria colaboración de los guardaparques del fortín Boquerón, así como el apoyo de la Gobernación de Boquerón.
“De Alison recibimos todo su apoyo y experiencia que ya tuvo en el primer estudio arqueológico que llevó adelante en cooperación con el Reino Unido con el estudio científico arqueológico sobre la guerra del Chaco en el fortín Nanawa. Basados en su experiencia hemos aprovechado mucho”, expresó.
Asimismo, resaltó el importante aporte y experiencia en tema forense y experiencia en el ámbito militar. “Nos está ayudando a catalogar todos los elementos hallados. Su colaboración ha sido un complemento muy importante para nuestro trabajo. Mientras que ha sido de gran ayuda el apoyo de los guardabosques por sus conocimientos del terreno y otros fortines e incluso en la interpretación de los restos que encontramos”, agradeció.
SE NECESITA PRESERVAR Y ESTUDIAR SITIOS HISTÓRICOS
La arqueóloga y perito forense paraguaya Ruth Alison Benítez comentó que existe una gran necesidad de preservar y estudiar los restos arqueológicos de los sitios históricos del combate bélico en Paraguay para evitar su deterioro y pérdida. Indicó que estos elementos de interés histórico son claves para entender mejor su función y el impacto en la comunidad.
En charla con La Nación/Nación Media, mencionó que este trabajo en el fortín Boquerón se basa en las experiencias previas en el estudio de campos de batalla que se llevaron a cabo en el fortín Nanawa en colaboración con la arqueóloga británica Esther Breithoff en 2014 y que sentaron las bases para la investigación en Boquerón.
“Para llevar a cabo las excavaciones en el fortín Boquerón consideramos varios criterios que guían las prácticas arqueológicas. Para asegurar que la investigación sea metódica, respetuosa y efectiva. De relevancia histórica, estado de conservación, potencial arqueológico, metodología científica, impacto ambiental y social, colaboración comunitaria”, precisó.
MÉTODO DE TRABAJO
En la prospección indicó que realizaron sondeos superficiales con el objetivo de identificar y documentar áreas de interés arqueológico mediante las exploraciones iniciales del terreno. “Fueron trabajos no invasivos en complejidad ni agresivos”, aseguró.
Destacó que durante las prospecciones en el área fueron encontrados una variedad de artefactos que pueden proporcionar información valiosa sobre la vida y las condiciones de los soldados durante la guerra del Chaco.
“Algunos artefactos que hemos encontrado fueron una importante cantidad de materiales bélicos, balas y municiones; restos de proyectiles, cartuchos y entre otros. Estos elementos serán analizados y caracterizados en el Departamento de Arqueología. El análisis de estos artefactos puede proporcionar nuevos métodos y enfoques en la arqueología de conflictos, estableciendo un marco para estudios futuros en otros sitios históricos”, manifestó.
Alison Benítez mencionó que hallaron posible equipamiento militar, accesorios como botones y otros elementos que pertenecieron a los soldados, herramientas y utensilios utilizados para el mantenimiento y la vida cotidiana en el fortín, y algunos restos estructurales como indicadores de actividades, restos de fogatas o cocinas.
A más de ello, indicó que las investigaciones históricas y arqueológicas seguirán en Paraguay. Igualmente, resaltó el interés de la Gobernación de Boquerón para dar seguimiento a través de jornadas de capacitaciones técnicas y colaboración en la revitalización y puesta en valor del sitio y las zonas aledañas.
En cuanto a las expectativas de colaboración española, señaló que esperan el informe sobre sus trabajos en el fortín y sugerencias que puedan ser de utilidad.
“El intercambio cultural es valioso como el fomento de conocimientos y experiencias que enriquecen tanto a los investigadores locales como a sus contrapartes españolas. Estos pasos no solo aseguran que los esfuerzos realizados durante los estudios tengan un impacto duradero, sino que también contribuyen al fortalecimiento de la colaboración internacional en la investigación y preservación del patrimonio cultural”, concluyó.
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Arrancan los actos conmemorativos por los 92 años de la victoria de la Batalla de Boquerón
En conmemoración de los 92 años de la histórica victoria de la Batalla de Boquerón, la Gobernación del departamento de Boquerón, en colaboración con las Fuerzas Militares y la Comisión Nacional de Puesta en Valor del Congreso nacional, invita a toda la comunidad a participar de una serie de actividades que se llevarán a cabo en el emblemático Fortín Boquerón.
En comunicación con el diario La Nación/Nación Media, el director de la Comisión de Puesta en Valor, del Congreso nacional Almides Alcaraz, comentó que este domingo 29 de septiembre se recuerda la victoria de las tropas paraguayas en esta gesta bélica, que cumple 92 años. Este hecho marcó un hito emblemático en esta contienda que se tuvo con Bolivia, por la soberanía del Chaco paraguayo.
“Para recordar esta fecha tan importante, desde la Gobernación de Boquerón y las instituciones como fuerzas militares y el apoyo de la Comisión Nacional de Puesta en Valor, se desarrollarán importantes recordatorios este fin de semana, a fin de que puedan participar la comunidad y la ciudadanía en general”, precisó Alcaraz.
Agenda cultural
En ese sentido, indicó que este viernes arranca con una peña artística, en la que participarán artistas locales como ser de Filadelfia, Loma Plata entre otras ciudades, quienes brindarán un repertorio de música paraguaya.
Mientras que este sábado 28 de septiembre arrancará una serie de actividades desde las 13:00. Entre ellas, un concurso de saberes, que pondrá a prueba el conocimiento de los participantes sobre la historia de la Batalla de Boquerón y sus protagonistas. Indicó que tambiém habrá una exhibición de autos antiguos en el mismo campo de batalla. Además, recorridos con guías por el campo de batalla y trincheras.
La noche cerrará con un festival folclórico desde las 19:00, donde los asistentes podrán disfrutar de música y bailes típicos de la región. Además, de la presentación de una orquesta militar, a cargo del Ministerio del Defensa.
Mientras que el domingo 29 de septiembre, se tiene previsto un acto central y protocolar con la presencia de autoridades locales y departamentales, además de la participación de los estudiantes del departamento.
“Con la Comisión Nacional de Puesta en Valor, también se va presentar el mapa que enseña las nuevas denominaciones de las diferentes rutas que se cuenta en el Chaco paraguayo, así como la ubicación de los fortines”, precisó Alcaraz.
Aumento de turistas
Por otra parte, comentó que con estas actividades se busca fomentar aun más la presencia de los turistas. Indicó que con la puesta en valor de los sitios históricos en el Chaco, ya se ha visto un aumento importante de visitantes y turistas y que se ha registrado entre 1.000 a 1.500 visitantes que llegan por mes al Fortín Boquerón, beneficiando a los comercios y hotelería locales.
“Se busca potenciar a través del turismo de la población, pero también se busca mantener el sitio histórico mediante su puesta en valor. Además, con todas estas actividades arranca el camino de la conmemoración de los 90 años de la Paz del Chaco, que se recordará el 12 de junio del próximo año”, acotó.
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Mito o realidad: ¿Paraguay ganó la guerra del Chaco, pero perdió territorio?
Llegamos al noveno mes del año y se recuerdan varios hechos históricos, entre los que destacan el aniversario de las victorias paraguayas en Curupayty, el 22 de setiembre de 1866 en el marco de la guerra contra la Triple Alianza, y la recuperación del fortín Boquerón luego de una lucha de 20 días que finaliza el 29 de setiembre de 1932, siendo esta la primera gran victoria en la disputa con Bolivia por la posesión territorial del Chaco Boreal en la conocida como guerra del Chaco.
En cada aniversario, especialmente en las redes sociales, surge una polémica que siempre enfrenta a las personas en las posturas que defienden: ¿Paraguay ganó la guerra del Chaco? Y si Paraguay ganó la guerra, ¿por qué perdió territorio?
En esta nueva edición de Mito o Realidad, el historiador Eduardo Ortiz Mereles, docente diplomado en Historia Militar y especialista en historia del Paraguay, responde ambas preguntas, pero cada lector sacará sus propias conclusiones.
¿Paraguay ganó la guerra del Chaco?
No hubo una victoria como tal para ninguno de los beligerantes en los documentos firmados, porque el acuerdo entre Paraguay y Bolivia hablaba de un armisticio. Ortiz cita al investigador y conocedor de la historia de la contienda chaqueña, José Luis Martínez Peláez, para precisar que “las hostilidades cesaron por la firma del protocolo del 12 de junio de 1935, pero lo hicieron por imperio de un armisticio, no por efecto de la aniquilación del Ejército boliviano. Dice el Capítulo V del Protocolo de Paz del mes de junio de 1935: “En homenaje a los sentimientos de humanidad de los beligerantes y mediadores, quedan suspendidos los fuegos a partir del día 14 de junio a las doce horas (meridiano de Córdoba)”.
Agrega que “no hubo pues más victoria militar que la expulsión del Chaco de los bolivianos, ya que al final de la guerra su ejército estaba aún en condiciones de seguir combatiendo”. Por tanto, a decir de Martínez Peláez, “la guerra se suspendió y no hubo vencedores ni vencidos. De allí que fue necesario acudir a una negociación posterior, no solo para darle final jurídico a la guerra por un tratado de paz, sino que había que poner fronteras territoriales para ambos países”.
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El Protocolo de Paz firmado en Buenos Aires el 12 de junio de 1935 establecía el cese definitivo de las hostilidades sobre la base de las posiciones de los beligerantes; se adoptaron medidas de seguridad para evitar la reanudación de la guerra y se ratificaba a su vez la Declaración del 3 de agosto de 1932, que decía que “las conquistas territoriales logradas por la violencia no serán reconocidas por los firmantes de la declaración”.
Además, una conferencia de paz debía ser convocada para resolver el diferendo entre Paraguay y Bolivia en caso de no llegar a un acuerdo por medio de un procedimiento de arbitraje. Entonces, el 14 de junio de 1935, a las 12:00 am, cesó el fuego en todo el frente de guerra, narra el historiador.
Pretensiones bolivianas
Al final de la guerra, técnica y legalmente no hubo vencedores ni vencidos por el armisticio. Pero ¿cuáles eran las pretensiones bolivianas antes del conflicto?
Bolivia sostenía que todo el Chaco era parte de su territorio, interés ya demostrado en la época de don Carlos Antonio López. Luego de la firma del Tratado del 15 de julio de 1852 entre Paraguay y Argentina, se dio la primera manifestación de protesta boliviana contra la ocupación y el dominio paraguayo sobre cierta zona ribereña del río Paraguay.
Se dan luego una serie de hechos apenas finalizada la guerra contra la Triple Alianza, empezando en el año 1878 con el laudo Hayes, en el que el presidente de los EE. UU., Rutheford B. Hayes, declaraba que Paraguay “tiene legal y justo título al territorio situado entre los ríos Pilcomayo y Verde, así como a la Villa Occidental (o Chaco)”.
Luego de concluida la guerra del Pacífico contra Chile en el año 1884, Bolivia perdía definitivamente su costa sobre el mar y a partir de ahí buscaría una salida hacia el este por el océano Atlántico.
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Acuerdos de límites
Entre Paraguay y Bolivia se firmaron cuatro acuerdos de límites: a) El Tratado Decoud – Quijarro en 1879, b) el Tratado Aceval – Tamayo en 1887, c) el Tratado Benítez – Ichazo en 1894 y, por último, el Tratado Soler – Pinilla en el año 1907.
Para mejor referencia, Ortiz adjunta croquis de las divisiones territoriales firmadas en cada acuerdo, que no fueron ratificados por el Congreso paraguayo, ya sea por diversos motivos políticos o porque el destino reivindicaría al Paraguay en cuanto a sus territorios en el Chaco Boreal, por medio de las armas y al final de la guerra.
El 9 de setiembre de 1932 comienza la batalla por la recuperación del fortín Boquerón, que estaba en poder de los bolivianos. Veinte días después, el 29 de setiembre, se da la primera gran victoria de los dirigidos por el joven teniente coronel José Félix Estigarribia.
La falta de agua fue una dura realidad, refiere Ortiz y agrega el valor de los soldados paraguayos, el valioso aporte de las enfermeras y el personal de blanco; los choferes del Chaco que siempre son olvidados, el uso de armas modernas nunca vistas en Paraguay en aquellos días (tanques, lanzallamas, ametralladoras, etc.), las batallas aéreas, el clima (calor de día, frío de noche), la conducción de los oficiales paraguayos empezando por el comandante José Félix Estigarribia, la conducción política del presidente Eusebio Ayala.
“En fin, tanto se puede contar de todo lo que pasó en tres años de dura y cruenta lucha por el control de los territorios chaqueños”, remarca.
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Conclusión
Sin ninguna duda, a criterio de Ortiz, magíster en Ciencias de la Educación y actual presidente de la Asociación Cultural Mandu’arã, se puede considerar que el Ejército paraguayo “ganó” o fue el “mayor vencedor” de la guerra, porque al finalizar la misma el Paraguay obtuvo 136.225 km2, o sea un 125 % más de todo el Chaco Boreal.
En cuanto a los 153.747 km2 obtenidos a través de las armas, el Paraguay cede en las negociaciones de paz aproximadamente un 10 % de ese territorio, que en realidad no tenía antes de la guerra.
De los 324.000 km2 que son la totalidad del Chaco Boreal, Bolivia se quedó con 76.672 km2 (23 %), mientras que el Paraguay con 247.328 km2 (77 %). Al mismo tiempo, esa superficie supone lo que hoy en día es el 60 % del territorio patrio. Lo correspondiente a Bolivia supone el 7 % de su superficie. Además, se mantuvo la soberanía sobre el río Paraguay.
“Debemos recordar siempre a los héroes y heroínas de la guerra del Chaco, ya que es un justo y más que merecido homenaje para quienes pelearon en defensa del Paraguay. Muchos de ellos nunca más regresaron a sus hogares, regando con su sangre el Chaco Boreal, que sin lugar a dudas es paraguayo y lo es gracias a ellos y ellas”, concluye.
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Boquerón, en pleno Chaco paraguayo, ¡como nunca lo viviste!
Un lugar imperdible en Boquerón, en pleno Chaco paraguayo, es el Laberinto Vegetal, ubicado a solo 7 km del centro de Filadelfia. Con más de 2000 plantines distribuidos en 4000 m², este lugar ofrece una experiencia divertida y desafiante para todas las edades.
El desafío está en quién llega primero al mirador que se encuentra en el medio del recinto, y ahí disfrutar de la maravillosa vista panorámica y retratar un momento inolvidable. El laberinto está abierto de 5:00 a 22:00 y la entrada es de G. 10.000 por persona.
A este atractivo se suma la naturaleza, historia, cultura, artesanía y gastronomía chaqueña, entre ellas harinas, jarabes y mermeladas de frutas silvestres y exóticas de la región Occidental ofrecidas por Tuco’s Factory.
Este emprendimiento cuenta con productos de algarrobo, mistol, molle negro, kinoto, meloncito, rosella, tamarindo y tuna, así como el ají molido en granos y merquén (una especie de picante endémico de la zona). El valor agregado es que mujeres de las comunidades indígenas Nivacche y Guaraní Ñandeva trabajan en todo el proceso de producción.
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Otra fábrica a visitar es “Kelwá”, nacida en 1953 y ubicada en la Colonia Fernheim, produce alimentos a base de maní como mantequilla, turrones y desgranados dulces y salados, que se distribuyen en los 17 departamentos del país. Allí trabajan 32 personas, entre ellos hombres y mujeres de la comunidad indígena La Paz.
Y, como el Chaco es uno de los paraísos naturales de Paraguay, no podía estar ausente la Ruta de los Colosos, creada por la Senatur, la Gobernación de Boquerón y la organización “A Todo Pulmón”.
El recorrido abarca desde el coloso ganador del 2018, ubicado en la “Chacra Experimental” en Colonia Fernheim, hasta el ganador de la edición 2023, “Samu’u El Abuelo”, en la ciudad de Filadelfia. Incluso, existe intención de instalar un centro de investigación forestal en el Centro de Interpretación del Gran Chaco Americano, reafirmando el compromiso con la conservación y el desarrollo sostenible de la región.
La ministra de Turismo, Angie Duarte, junto a la primera dama departamental, Ruthie Bergen, realizó este recorrido a fin de promocionar varios sitios chaqueños y que los visitantes, locales y extranjeros, se enamoren de este paraíso.
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