Monseñor Ricardo Valenzuela instó a todos los cristianos a luchar en contra de la violencia y cualquier tipo de situación que las incite, recordando casos muy sonados como el del niño argentino Lucio Dupuy y el del crimen del hijo de compatriotas Fernando Báez Sosa.
Foto: Archivo.
Homilía de Caacupé: piden luchar contra los casos de violencia
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La violencia desmedida en todos los niveles sociales y diferentes partes de mundo y que se cobra vidas cada día, se hizo eco en la homilía de la misa central de Caacupé, donde monseñor Ricardo Valenzuela realizó un fuerte hincapié en las acciones de los seres humanos que movidas por la rabia y los bajos instintos terminan destruyendo la vida de cientos de familias.
“Perdemos el dominio de nosotros mismos y mostramos esa fase salvaje, dura y esas cosas son las que contaminan y enrarecen en este tiempo nuestra convivencia y hacen que verdaderamente nuestra vida cotidiana sea muy perturbarte y tóxica”, mencionó en parte de su homilía, recordando casos muy sonados de violencia y muerte como los del niño argentino Lucio Dupuy y el hijo de compatriotas muerto en Argentina Fernando Báez Sosa, en este último mañana se conocerá el veredicto del tribunal contra de los 8 acusados.
“Un niño de tan solo 5 años que perdió la vida tras varios golpes y torturas psicológicas. El niño murió en Santa Rosa, en La Pampa, en el 2021, hace exactamente un año y un mes, murió tras los castigos físicos y vejaciones de los cuales se acusa a su madre y también a su pareja, detenidas desde entonces la Fiscalía pide para ambas prisión perpetua por haber cometido un homicidio calificado y abuso sexual gravemente ultrajante”, detalló Valenzuela sobre el caso del pequeño Lucio Dupuy.
En otro momento de su homilía, monseñor Valenzuela instó a todos los cristianos a luchar en contra de la violencia y cualquier tipo de situación que las incite. “Es urgente que nosotros justamente los cristianos empecemos a poner en práctica para decir que nosotros somos verdaderamente hijos y discípulos de la luz y dejar de ser esas personas indiferentes, arrogantes e intolerantes, dejar de ser hijos de la oscuridad porque para ellos no hay Dios”, sentenció.
El obispo también subrayó la cifra alarmante que se dio a conocer de 1.130 denuncias de abuso de menores solo en enero en nuestro país, remarcando la destrucción de familias que esa cifra de menores sufriendo violencia sexual representa; recordó además los casos de feminicidio que han enlutado en los últimos días al país y lo importante de tomar medidas preventivas ante las denuncias. “El lugar más inseguro para una mujer es su propia casa; esta frase que escuche hace unos días me dejó perplejo”, expresó Valenzuela.
“Qué difícil y duro resulta esta realidad que estamos viviendo nosotros en estos últimos tiempos y tocamos este tema porque esto tiene que interpelar para que los hijos dé la oscuridad, no se ganen terrenos”, sentenció monseñor Ricardo Valenzuela, pidiendo nuevamente la intervención de toda la ciudadanía para frenar la ola de violencia que se está viviendo en el Paraguay.
“Caacupé es el último peldaño de esperanza” para todas las angustias, dice obispo
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El obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, afirmó que una de las razones por la que tanta gente peregrina en diciembre es que el Santuario de la Virgen es el último peldaño de esperanza para los problemas sociales y de salud.
“Es prácticamente como el último peldaño de esperanza llegar hasta la Virgen y depositar en sus manos todas esas penas y tristezas de cada uno. Los problemas familiares, sobre todo económicos, enfermedad”, señaló a la 1020 AM.
Habló del alto costo de medicamentos para los pacientes de escasos recursos. “En algunos casos una dosis nada más cuesta un millón de guaraníes y tiene que ponerse tres días. Y son tres millones, se desesperan, no saben qué hacer”, dijo.
El religioso también se refirió a la necesidad de trabajo de la gente. “Para otro grupo grande es el problema de tierra y la tremenda falta de seguridad. Hay mucha angustia y yo creo que tenemos que dar un poco de esperanza. Porque esperanza significa mirar un futuro mejor y tenemos que apuntar a eso”, expresó.
Instó a trabajar “todos juntos” para salir adelante como país al mencionar que “no hay otro camino”. Consideró inoportuno que los legisladores se autoasignen aumentos salariales en un momento crítico para la ciudadanía. “Va a ser uno de los errores más grandes que van a cometer”, sentenció.
Elogió a Gustavo Alfaro
Por otro lado, monseñor Valenzuela destacó el desempeño del entrenador de la Albirroja, Gustavo Alfaro, quien a través del deporte “levantó la moral” y regaló alegría al pueblo paraguayo.
“Nuestra selección estaba ya en el penúltimo lugar. Por la gracia de Dios tal vez nos regala un director técnico de la envergadura de Alfaro. El es psicólogo, estratega, deportista. Pero da la impresión de que es honrado porque sabe trabajar con cada uno de los jugadores”, expresó.
Anulan dos puntos de distribución de droga en Caacupé
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La Policía Nacional se encuentra reforzando la seguridad en el departamento de Cordillera, teniendo en cuenta que se acerca la festividad de la Virgen de Caacupé, celebración que congrega a miles de fieles que llegan de diferentes puntos del país.
En este sentido, agentes del Departamento de Antinarcóticos de la Policía Nacional llevaron adelante dos allanamientos en la ciudad de Caacupé, este domingo, logrando anular así dos importantes focos de distribución de la zona.
Durante el primer allanamiento fueron detenidas dos personas, Axel Servín, de 19 años, y Daisy Ramírez, de 31 años. Del poder de amos fueron incautadas 1.605 dosis de marihuana, 54 dosis de cocaína y dos aparatos celulares, además de dinero en efectivo en diversas denominaciones.
En el segundo allanamiento fue detenido Carmelo González, quien tenía en su poder un total de 200 dosis de cocaína ya listas para su distribución. Además, fueron incautadas evidencias como balanzas de precisión, aparatos celulares, dinero en efectivo, entre otros indicios relacionados con la venta de droga.
“Según las investigaciones que hemos realizado, estas personas detenidas serían parte de una red de microtráfico que opera en la zona y que tenía como objetivo realizar la venta de la droga durante las festividades marianas, aprovechando el gran caudal de visitantes que llegan a la ciudad ya desde finales de noviembre”, explicó el oficial interviniente Víctor Acosta, en conversación con Canal Trece.
Destacó que este tipo de trabajos de control y seguimiento se seguirán realizando en la zona de manera constante, justamente para identificar a otros posibles destruidores de la zona y así evitar la proliferación de la venta de drogas tanto en la ciudad mariana como en sus alrededores.
Violencia contra mujeres: cifras de una triste realidad en Itapúa
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Por Rocío Gómez, corresponsal en Itapúa
Vamos a hacer una comparación asquerosa, hablemos del famoso “pique” o pulga de pie. Cuando tenés un pique, normalmente en los pies, lo primero que sentís es una molestia y lo único que ves al comienzo es un pequeñito punto negro. Si sos citadino o extranjero, lo primero que podés pensar es una espina, o una picadura de algún bicho, pero si sos paraguayo, inmediatamente sabrás que ese puntito negro significa que debajo de la piel hay más de 200 huevos de pique y pus.
Hoy quiero comparar el pique con la cantidad de denuncias recepcionadas por violencia contra las mujeres. Porque el puntito negro solo es la punta del problema, al igual que las denuncias son solo la punta del problema muchísimo mayor de violencia que enfrentan las mujeres en el interior.
Denuncias y juicios
En Itapúa, desde enero hasta octubre del 2024, el Ministerio Público recepcionó 1.308 denuncias por violencia familiar, entre ellas maltrato verbal, golpes, abuso sexual, manipulación y amenazas.
En el Palacio de Justicia de Encarnación, desde enero a octubre del 2024, se registraron 4 casos de feminicidio y 244 casos de violencia familiar que llegaron a instancias judiciales a través de los juzgados de garantías del n.º 1 al 5 en Encarnación, el juzgado de garantías de María Auxiliadora, el juzgado de garantías de San Pedro del Paraná y el juzgado penal de la adolescencia.
Respecto a condenas en este año, no podemos dejar pasar dos ejemplares condenas por feminicidio y una condena por tentativa de feminicidio. La primera fue de 30 años al expolicía, suboficial Ramiro Rodas, quien asesinó a su pareja Alicia Fernández de 37 años en el distrito de San Juan del Paraná. El feminicida la violó, mordió y estranguló, y fue el hijo que tenían en común quien encontró a su mamá sin vida a la mañana siguiente.
La segunda condena sentenció a 23 años a Lelio Lugo, un hombre que golpeó a su pareja Lourdes Ramona Mareco de 49 años en la cabeza y la arrojó al empedrado desde su vehículo en movimiento en Pirapey km 40. Y la última condena por feminicidio en grado de tentativa fue a Javier Maqueda Garay, sentenciado a 17 años de prisión por atacar con un cuchillo a su expareja Laura Garcete, a quien hirió en el rostro y cuello, sobrevivió porque los hermanos la auxiliaron. Ocurrió en Cambyretá.
Todos estos casos son un puntito negro de la violencia que existe en el interior del país, dicho en otras palabras, la punta del iceberg.
Falta de conocimiento de las leyes
Una de las magistradas del tribunal de sentencia que estuvo detrás de varias condenas ejemplares este y otros años es la jueza Liz Sanabria de Gneiting, quien expresa la preocupación desde el ámbito judicial por la falta de denuncias a raíz del desconocimiento de las leyes, el temor por la falta de protección y la falta de tribunales y juzgados especializados en violencia contra la mujer.
“Nos damos cuenta del aumento significativo de violencia contra las mujeres y por ende contra niños, por la cantidad de casos de juicios que manejamos por día. Son prácticamente 5 juicios por día y de ellos 3 son abusos sexuales en niños y 2 de violencia. Luego se divide en los demás hechos punibles comunes, hurto, homicidio, estafa, pero el mayor índice en primer lugar es el abuso sexual en niños, la prestación alimentaria y la violencia familiar donde generalmente la principal víctima son las esposas, y las víctimas colaterales, los hijos”, expresa la magistrada.
Desde el estrado, los jueces escuchan todo tipo de historias, pero las que más consternan son sobre mujeres que no se animan a denunciar, e incluso que si denuncian, no tienen respuesta efectiva del Estado ni acceso a la justicia. Su principal inquietud es que las mujeres tengan un acceso efectivo a la justicia, con respuestas prontas por parte de la Fiscalía y emisiones de medidas cautelares inmediatas por parte de los juzgados de paz. Cada denuncia con respuesta efectiva de los órganos de justicia significa que se puede salvar una vida.
Sin embargo, los jueces preocupados en Itapúa por esta realidad no solo luchan contra la violencia desde sus despachos y salas de juicio, sino que viajan al interior del séptimo departamento para capacitar sobre las leyes que amparan a las mujeres víctimas de violencia, enseñando tanto en escuelas como en barrios las vías legales para proceder apenas sufren amenazas o golpes.
Hace algunas semanas implementaron como capacitación el proyecto “el juez que yo quiero” de la Corte Suprema de Justicia y capacitaron en los distritos de Tomás Romero Pereira, Cambyretá, Carmen del Paraná y comunidades indígenas de Trinidad y otros puntos, rotando los jueces que participaron según disponibilidad de tiempo.
“Tratamos de llegar a la gente para que sepa que no está sola, y para que conozcan cuáles son los lugares y los números a los que pueden recurrir. Llevamos hace poco el móvil mujer al distrito de Carmen del Paraná y recibimos muchas consultas sobre cómo denunciar en casos de violencia y eso es porque las políticas públicas de prevención no están funcionando tan bien y no están llegando a los sector más alejado de las redes sociales y de la televisión, donde se suelen ver los números de fonoayuda por ejemplo. Se debe llegar a la mujer rural, y no solo a las mujeres de la ciudad”, dice con desazón Sanabria.
La mujer rural
En el interior se vive una realidad bastante distinta que en la ciudad, y con las experiencias de capacitar sobre leyes, pudieron observar los marcados horarios, permisos y trabajo que tienen las mujeres. Cuando las actividades rondaban las 17 horas, la mayoría de las mujeres se retiraron porque alegaban que debían meter las vacas a las casas, pero luego confesaban que sus maridos no las dejaban estar fuera del hogar una vez que oscurece.
“La mujer rural trabaja muchísimo y a la par del hombre, y donde está el reconocimiento de los derechos que ella tiene. Es una muestra clara que existe el machismo muy arraigado en nuestra sociedad. Lo vemos en todos los ámbitos. El hombre aún no tiene ese respeto de igualdad que debe tener a las mujeres”, apunta la magistrada.
Si bien, la cantidad de juicios por abuso y violencia indican que la gente se está enterando que puede denunciar, la realidad demuestra el miedo que sufren las víctimas. La mayoría de las denuncias llegan por vecinos o personas que conocen sobre los episodios de violencia en las casas. También sucede que una vez que llegan los casos al Palacio de Justicia, las mujeres se quieren desdecir, negar la denuncia y salvar a su pareja o marido, ya sea por dependencia emocional o dependencia económica.
La jueza Sanabria forma parte del proyecto de la creación de los tribunales especializados en violencia contra la mujer, que no fue contemplado en la Ley 5.777. Ella, junto a sus colegas y todos los funcionarios de los órganos de justicia, aguardan la oportuna aprobación e implementación de este proyecto para tratar cada caso de violencia contra las mujeres como corresponde desde el sur del país.
Saquemos el pique
Es hora de sacarnos el pique y el pus que hay detrás, denunciemos los casos de violencia en la comisaría más cercana, los juzgados de paz, la Fiscalía, las oficinas del Ministerio de la Mujer y de la Defensoría Pública, o directamente llamando al 137. Si necesitas orientación legal o psicológica podés llamar al (021)452051/2.
El accidente registrado el pasado miércoles en el cruce Costa Pucú, en la circunvalación de Caacupé y donde primeramente perdieron la vida una abuela y su nieto, este domingo se cobró a su tercera víctima fatal, que sería la madre del pequeño fallecido identificada como Viviana Mabel Parra González.
La mujer se encontraba en estado crítico en el Hospital Distrital de Caacupé desde el miércoles y era tratada por diversas lesiones que habría sufrido tras el accidente automovilístico; pero este domingo en horas de la tarde, su suegro, a través de redes sociales, confirmó su deceso.
El accidente se produjo cuando el automóvil, un Toyota Corolla tipo Cross de color blanco, en el que circulaba la familia, intentó de manera brusca esquivar a un tractor que estaba tratando de cruzar la ruta. Debido a la maniobra, el conductor perdió el control del vehículo, el cual terminó impactando por el bloque de cemento que divide la ruta y pasó al carril contrario.
Tras el impacto, Richard Antonio Leiva Bogado, quien iba al mando del automóvil, logró salir ileso del percance, sin embargo, en el lugar, casi de manera inmediata, se confirmó la muerte de su madre identificada como Porfiria Bogado Leiva (49) y su hijo Richard Samuel Leiva (3) y este domingo, tras la noticia del fallecimiento de su pareja, el joven se convirtió en el único sobreviviente de esta tragedia.
Según el relato del propio Richard, toda la familia estaba viajando desde Villarrica con destino a Asunción para un control médico programado, del niño fallecido. Este tramo ya fue catalogado por las autoridades locales como una zona muy peligrosa, ya que desde su habilitación se reportaron ya varios accidentes con derivación fatal en el sitio.