Juan Manuel y Amancio combatieron en la Guerra del Chaco, y el destino los unió como familia
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Cada 12 de junio se conmemora la “Paz del Chaco”, fecha en la que se puso fin a la guerra que se desató entre Paraguay y Bolivia, desarrollada entre el 9 de setiembre de 1932 y el 12 de junio de 1935, tiempo en que varios paraguayos perecieron, pero muchos lograron ver el fin del conflicto bélico. Este domingo se conmemoran 87 años de la firma del protocolo de la paz.
Durante esos años en que Paraguay y Bolivia se vieron enfrentados, tanto jóvenes como adultos e incluso adolescentes salieron para defender el territorio paraguayo, este es el caso de Juan Manuel Ovando y Amancio Núñez Escobar, dos hombres valerosos que formaron parte de las filas que combatieron en la guerra. Hoy sus familiares los recuerdan con mucho orgullo y aseguran que deben ser recordados siempre.
El reencuentro
Según el relato dado por uno de los nietos de estos dos hombres, a quienes el paso del tiempo los convirtió en familia y cada uno tenía su propia versión de lo que fue la guerra. “Mi abuelo materno, Juan Manuel, se había escapado de su casa ubicada en el barrio Ysaty para ir hasta Viñas Cué y anlistarse para ir a la guerra”, dijo a La Nación Miguel Núñez, nieto de ambos.
Explicó que pese a que no contaba con la edad requerida para ir hasta el Chaco, lo inscribieron y le dijeron que cuando sea requerido por las Fuerzas Armadas será llamado, pero que por su edad aún no podía ser enviado al campo de batalla. “Él quería defender su patria y sus padres no sabían nada. Cuando eso se le dio un diploma de honor y le dijeron que el debía ir aún a la escuela, pero que sería llamado”, confirmó muy emocionado.
Este domingo se conmemoran los 87 años de la Paz del Chaco. Foto: Archivo.
Manifestó que luego de un tiempo su hermano, el teniente Julián Ovando, volvió a su casa porque fue herido en el Chaco, pero que cuando mejoró y tenía que volver, le llevó a Juan Manuel para cumplir su sueño de proteger y defender a la Patria. Es así que los cuatro hermanos de la familia fueron hasta el Chaco.
“Lo que a él más le impresiona entre todas las cosas vividas en el frente de batalla es que cuando su hermano, el teniente Ovando, fue gravemente herido y estaba internado en el hospital de campaña. Fue cuando a mi abuelo le pareció ver en el horizonte la silueta de un hombre conocido y era su otro hermano llamado Rosendo, quien llegó para visitar al hermano herido”, relató.
Horas más tarde de la llegada de Rosendo, a quien le avisaron que su hermano había sido herido en la batalla, también llegó su hermano mayor Luís Ángel, fue el reencuentro de los cuatro valerosos hombres que defendieron con su vida y sin temor nuestro querido suelo guaraní. “El encuentro entre hermanos en medio de la nada es lo que más marcó a mi abuelo y siempre nos contaba esta parte de la historia entre lágrimas. Al verse juntos los cuatro hermanos, se abrazaron”.
Juan Manuel Ovando, tras terminar la guerra, conformó una hermosa familia y tuvo tres hijos, falleció a la edad de 73 años. Entre sus tantas anécdotas siempre contó que conoció a su esposa antes de ir a la guerra, se cruzaron el día en que un grupo de militares partía para la guerra, entre ellos él. “Mi abuela fue a despedir a sus hermanos, que también iban a la guerra, y solo se saludaron con mi abuelo porque se conocían. Él siempre decía: si yo sabía que iba a ser mi señora, ese mismo día la llevaba conmigo al Chaco”, expresó entre risas.
Los choferes eran los más perseguidos durante la guerra. Foto: Ilustrativa.
Así también, Miguel contó la historia de su abuelo paterno, Amancio Núñez Escobar, quien fue chofer de guerra y que durante el tiempo que estuvo combatiendo nació su primer hijo, a quien recién luego de un año y medio pudo conocer. “Cuando llegó al frente se enteró que los choferes de guerra eran los más perseguidos. Dicen que si eran emboscados por los bolivianos, éstos ataban a sus camiones y los quemaban”, indicó.
Explicó que esta situación hizo que sus ganas de combatir bajaran, pero que luego se enteró que su hijo había nacido y comenzó a luchar por él. “Era uno de los pocos que sabía manejar y estaba al mando de un Ford de los años 30. Un día en formación lo llamaron y le entregaron un sobre que en su interior contenía la foto de un bebé, que era mi papá, su hijo”, dijo.
Agregó que esa foto lo acompañó desde entonces en el campo de guerra como inspiración para volver a conocerlo. “Desde ese momento cambió y sentía una fuerza increíble. Siempre decía que le cambió su mentalidad sabiendo de que estaba una criaturita esperándolo. Lo conoció cuando papá tenía un año y medio”, resaltó.
Entre otras anécdotas recordó que don Amancio siempre contaba que el día en que se dio fin a la guerra sus familiares lo esperaban y que llegó hasta donde estaba su madre y le preguntó: “¿Mba’e piko doña Estanislaa rejapo ape? “aheka Amanciope, viene con vida”, le respondió, ya que como tenía la barba muy larga no lo reconoció. Entonces él la abrazó y le dio un beso, fue un momento muy emotivo para ambos y se echaron a llorar”, aseguró.
Miguel indicó que él también es militar y que tiene un sobrino que también escogió la carrera en conmemoración a estos hombres que dejaron en alto y defendieron en medio de las precariedades al Paraguay. “Esto es algo glorioso como vestir el uniforme verde olivo, porque sabemos que con bravura fueron para defender el Chaco y ofrecieron sus vidas. Lo triste es que ahora no les dan el valor y debido respeto a los excombatientes que siguen vivos”, lamentó.
El Congreso Estudiantil de Historia tratará los 90 años de la Paz del Chaco
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La Academia de Historia “Padre José Molas” del Colegio Salesiano Monseñor Lasagna organiza el Congreso Estudiantil de Historia, un evento anual que este año se ocupará del tema “A 90 años de la Paz del Chaco” porque este año se cumplió este aniversario de la finalización de la Guerra del Chaco.
El encuentro tendrá lugar el viernes 1 de agosto, en el horario de 13:30 a 18:00, en el salón de actos del colegio Monseñor Lasagna, ubicado en Don Bosco y Humaitá, en Asunción. Habrá un coffee break, un acto artístico y una galería fotográfica. También se proyectará un video documental con imágenes reales de la Guerra del Chaco. Se entregarán certificados y materiales, por lo que la inversión por participante será de 20.000 guaraníes.
Se hablará sobre los aspectos más relevantes y controversiales de dicha guerra, como las causas que llevaron a provocarla, y cómo surgió la paz después de 3 años de una ardua lucha en el Chaco Boreal o “el infierno verde”. La dinámica será de mesas expositoras, seguidas de un debate en el que los estudiantes podrán aclarar sus dudas o exponer sus posturas. Participarán colegios nacionales y privados de Asunción.
Los orígenes del conflicto. Las causas y prolegómenos. Los alegatos paraguayos y bolivianos desde el siglo XIX. Los tratados diplomáticos previos. La invasión boliviana. La muerte del Teniente Adolfo Rojas Silva. El incidente de Fortín Vanguardia. La Masacre Estudiantil del 23 de Octubre de 1931.
Léxico de la Guerra del Chaco. La nomenclatura militar en guaraní de las armas y equipos en el ejército paraguayo.
Armamento utilizado en ambos ejércitos, paraguayo y boliviano.
La guerra. El inicio. Las principales batallas. La estrategia de ambos ejércitos. Sus jefes. Cómo se combatía en la guerra. La guerra de los fortines.
El Protocolo de Paz del 12 de junio de 1935 y el Tratado de Paz y Límites del 21 de Julio de 1938.
El tema del petróleo. La defensa del Paraguay por parte del Senador Huey Pierce Long ante el Congreso de los Estados Unidos. Influencias de la Estándar Oil y de la Shell en el conflicto del Chaco.
La Orquesta Sinfónica Nacional y el sueño de llevar música a todo el país
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Matías Amarilla
En lo que va de 2025 ya estuvieron en cuatro localidades distintas y van por más. La idea de acercar un repertorio que lleve al público la música clásica, la ópera y los poemas sinfónicos de autores nacionales va ganando cuerpo en la institución.
En un evento especial, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) llegó hasta Loma Plata, departamento de Boquerón, a 450 kilómetros de Asunción, para homenajear los 90 años de la paz del Chaco. Fue la primera vez que el elenco se presentaba en el departamento de mayor extensión territorial del país y su directora, María Victoria Sosa, lo vivió muy especialmente: “Estoy en la orquesta desde el año 2005, empecé desde muy joven, así que realmente era una materia pendiente poder traspasar las fronteras un poco de la capital, de aquellos departamentos más cercanos que ya hemos podido visitar”.
Violinista a sus 19 años, Sosa en el transcurrir de su carrera en la orquesta entendió que era importante acercar lo sinfónico a todo el país: “En Asunción nos peleamos porque hay cinco orquestas y en el interior no es común apreciarlas. Sin embargo, por muchas limitaciones tal vez logísticas, presupuestarias, no es sencillo moverla con todos los instrumentos, toda la logística que eso demanda. Entonces, era como una materia pendiente que teníamos y después de casi 20 años logramos estar en este espacio con una comunidad tan emblemática que también desarrolla la música, que ama el arte y que está colaborando tanto con nuestro país”, define.
María Victoria Sosa, directora de la OSN
“Desde el Gobierno Nacional para nosotros es realmente un honor poder venir a ofrecer este tipo de espectáculos, de conciertos de altísimo nivel, como pudieron apreciar de manera gratuita. Es como que el Estado también asume este rol importante del arte y la cultura para la sociedad y, bueno, este es el tercer punto fuera de la capital que estamos haciendo este año, pero con un sabor muy especial porque nos tocó en una fecha muy emblemática, a 90 años de la paz del Chaco. Como dije en mi discurso inicial, la música es una herramienta poderosa que sostuvo el espíritu de tantos combatientes de nuestro país y hoy sostiene la paz”.
UN PERIPLO MUSICAL
Ayudados por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) y las comunidades locales, se desarrollan estas visitas especiales que ayudan a expandir los conocimientos y las sensibilidades que despierta la música.
Sosa cuenta que se propusieron “con base en la planificación, que es muy importante, con base en el presupuesto que tiene asignado la Orquesta, hacer tres lugares cercanos y dos lejanos. En este caso, hicimos el lejano en la ciudad de Quyquyhó en el mes de marzo y, ahora, en junio, estamos haciendo Loma Plata”.
La directora cuenta que la próxima fase del proyecto es ir a ciudades más cercanas, “posiblemente de la Gran Asunción y tal vez Cordillera. Es realmente un desafío porque implica mucho movimiento humano, logístico y también un presupuesto que muchas veces es muy demandante por el volumen de personas y de los elementos delicados que se transportan en una orquesta”.
Agradece el apoyo comunitario y de presencia del público recordando que muchas veces se desconoce “que un espectáculo de este tipo tiene mínimamente una entrada de 100.000 guaraníes” y que en el marco del proyecto se puede disfrutar de manera gratuita.
CONCIERTO INSPIRADOR
Lilian Guenther, organizadora del evento y directora del Conservatorio del Colegio de Loma Plata, comentó que el concierto fue de lo más inspirador para sus alumnos. “Tenemos 450 alumnos en las diferentes etapas del conservatorio que siguen la impronta del gran maestro Rudi Hiebert”, recordó.
Allí estudian piano, canto, vientos, cuerdas, “con preponderancia de los violinistas” y guitarra clásica. “Uno de los fenómenos que tenemos es el gusto de los chicos por la percusión, tanto el cajón como la batería. Es lo que más atrae a los niños y adolescentes de entre 10 y 16 años”, cuenta.
Guenther, que es cantante lírica, profesora de canto y musicoterapeuta, valoró la voluntad de descentralización de la OSN. “Este será un ejemplo inolvidable para nuestros alumnos, pero también para sus padres y la comunidad toda”, apuntó.
La Orquesta Sinfónica de Asunción
UNA ESPECIAL BATUTA PARAGUAYA
“Le pido a la gente que se anime a ir a los conciertos”, dice Ernesto Estigarribia Mussi, quien es el director invitado principal de la temporada 2025 de la OSN.
“A aquellos que nunca fueron, los invito a que se animen porque nunca más van a dejar de ir una vez que prueban”, agrega. Lo hace señalando que si bien hay algo en la formalidad de las orquestas que puede llegar a ser “intimidante”, entiende que es bueno enseñar que “no se necesita saber mucho de música para poder disfrutar del primer concierto. Solo hay que tener esa primera experiencia y luego estas van siendo cada vez mejores”.
Formado desde adolescente en la institución, Estigarribia Mussi se destaca hoy como el primer director paraguayo de una orquesta estadounidense.
“Me siento muy honrado de ser parte de un evento histórico y traer música a donde nunca vinimos antes”, dice tras recibir el afecto de los lomaplatenses en el foyer del auditorio.
“Formé parte de muy joven de esta orquesta, tenía 14 años y tocaba la viola. Estuve por cinco años y luego me fui a estudiar a Estados Unidos, donde ahora resido y trabajo”, cuenta recordando que dirige la orquesta de la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
Ernesto Estigarribia Mussi, director invitado principal de la temporada 2025 de la OSN
RESPONSABILIDAD
“Es una gran responsabilidad porque nunca otro paraguayo fue director titular de orquestas fuera de nuestro país. Entonces, eso me provoca también mucho orgullo, mucha humildad, pero sé que estamos a la altura y espero que mucha gente más pueda llegar a esos destinos”.
–¿Cómo ves la creación sinfónica nacional, los nuevos autores, el panorama país en este aspecto?
–Hay muchos compositores vivientes, emergentes que nos regalan magnífica música, siempre experimentando con nuevas tendencias, con nuevos lenguajes y es un proceso que va creciendo. Está el maestro Diego Sánchez Haase, que me parece un excelente compositor, y existen otros compositores como Daniel Luzco, que también vive en los Estados Unidos. Gente que combina su voz personal con elementos del folclore paraguayo y también con elementos de la música contemporánea universal. Entonces, una amalgama de diferentes tendencias que producen algo único que solamente ellos pueden producir.
–¿Cuál es tu búsqueda en este momento?, ¿a dónde apuntás?
–Y a llevar la música a todos los lugares donde más se necesita. Hoy el mundo necesita de mucha belleza. Y nosotros nos consideramos embajadores de eso. Nos consideramos embajadores de los logros más importantes de la humanidad. Nuestros temas de trabajo de día a día son la música de Ludwig Beethoven, la música de Amadeus Mozart, la música de José Asunción Flores. Y eso está a la par de los grandes descubrimientos de Albert Einstein o las leyes de Isaac Newton. Y nosotros somos embajadores de eso, representantes de eso. Y nuestra misión es que la gente pueda acceder a esas experiencias y que nosotros pongamos todo de nosotros para que esas experiencias sean realmente transformadoras para ellos. Por eso les insisto en que miren el diario y vean cuándo es el próximo concierto y no se lo pierdan porque tenemos una orquesta magnífica, una verdadera joya, que ojalá llegue a los oídos de la mayor cantidad de compatriotas posibles.
CELEBRADO CONCIERTO EN EL DEPARTAMENTO MÁS EXTENSO
El gobernador de Boquerón, Harold Bergen, agradeció la actuación de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), en especial en el contexto del 90.º aniversario de la firma de la paz del Chaco.
“Valoramos esto porque muchas veces nosotros como paraguayos sentimos que no estamos haciendo suficientemente lo que en aquella época, hace 90 años, hicieron nuestros compatriotas héroes en el Chaco, donde miles dejaron sus vidas para que hoy esta tierra sea Paraguay. Es bueno tenerlo presente siempre”, sostuvo.
Comentó que la relación entre el departamento de Boquerón y Bolivia es buena: “Se siente realmente una armonía, un amor, una paz realmente entre los países vecinos. Me invitaron para la fiesta allá como todos los años en Villamontes, donde festejan muy grande. Tenemos una relación muy buena con los hermanos porque esa guerra nunca debería haber ocurrido porque eran intereses ajenos los que estaban en disputa”.
Harold Bergen, gobernador de Boquerón
INUNDACIONES Y PUEBLOS INDÍGENAS
Bergen sigue comentando que “este año tuvimos un tiempo, un momento diferente y difícil por las inundaciones que pasamos. Sabemos que el Chaco siempre tiene los dos extremos, sequía o inundaciones”, expone. “Y como es muy plano el Chaco no es como cuando llueve mucho que se va a un río y se va el agua, sino gran parte se inunda. Entonces, es muy complicado. En ese momento necesitamos apoyar a los pueblos originarios. Muchos sufren la falta de comidas porque no tienen trabajo”.
Bergen calcula que un 50 % de la población de Boquerón es de los pueblos indígenas nivaclé, ayoreo, guaraní ñandéva, manjui y toba maskoy, que residen en 154 comunidades sumando más de 20.000 almas.
CAMINOS Y FUTURO
El gobernador de Boquerón sigue explicando que “muchos ganaderos dejaron de ir al campo, hay muchas carencias, las maquinarias no están trabajando, no hay caminos”, describe.
Y allí apunta su reclamo en este momento: “Trabajamos con el Gobierno central en poder reconstruir los caminos, que es lo primero; después la educación y salud. Todos sufren cuando no tenemos caminos. Porque somos el departamento más grande de Paraguay, casi el 23 % del territorio de Paraguay es Boquerón, entonces tenemos largas distancias”.
El impacto del puente entre Carmelo Peralta, en el departamento de Alto Paraguay, y Puerto Murtinho, en Brasil, ejecutado en un 80 % a la fecha, es otro elemento al que se está atento en Boquerón.
“Va a impactar positivamente y también tendrá sus efectos no deseados, así que tenemos que prepararnos. Estamos trabajando mucho con la seguridad. Nos dieron patrulleras nuevas, lo que es un paso muy importante porque una vez habilitado el puente va a venir mucho movimiento de ahí y en dos años tendremos ruta asfaltada entre Mariscal Estigarribia y Pozo Hondo. Así que tenemos que anticiparnos”, señala.
Bergen saludó además la realización de una fecha de la Copa Paraguay en el estadio departamental Paz del Chaco, en Filadelfia, Boquerón. “Queremos invertir mucho en el deporte porque es algo que ayuda mucho en la vida social. Porque podemos prevenir mucho los temas de drogas que entran mucho en las comunidades indígenas y eso me preocupa mucho. Entonces queremos invertir mucho en canchas para que se diviertan sanamente”, concluye.
Museo Aviadores del Chaco inauguró su nueva sede en San Bernardino
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El Museo Aviadores del Chaco inauguró su nueva sede el jueves 12 de junio en la ciudad de San Bernardino, dentro de la urbanización del club de vuelo Yvytú, en el marco de los 90 años de la Paz del Chaco y de los 10 años de apertura del espacio cultural, que constituye un homenaje de su fundadora y directora, Carmiña Pérez Falabella, a su padre héroe de la Guerra del Chaco, el Teniente PAM Primero, Fernando Pérez Veneri, y a todos los aviadores de la contienda chaqueña.
En un terreno de más de 4000 metros cuadrados, el Museo cuenta con una zona de hangar para aviones históricos de la guerra, así como la zona de museo con museografía y objetos de la guerra del Chaco. Además, cuenta con exposiciones al aire libre buscando ofrecer experiencias más vívidas e inmersivas. Se recrean, por ejemplo, una Tuca y unas trincheras similares a las que fueron utilizadas durante la Guerra del Chaco.
La estructura utilizada para la construcción del edificio se conoce como Quonset hut, que es una estructura utilizada en la Segunda Guerra Mundial, por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que necesitaba una estructura de transporte, fácil y armado rápido para protección de sus aeronaves, y formación de barracas y habitación para los pilotos. El museo también cuenta con cabañas independientes,
La estructura de Quonset hut es una chapa arqueada, que no necesita pilares ni vigas para su formación Todo el resto de los materiales, así como la mano de obra es nacional, buscando fortalecer y construir de manera sostenible. Este proyecto fue diseñado por el arquitecto Luis Ayala Vargas y construido por el Gabinete de Arquitectura. Cuenta con una entrada independiente y de fácil acceso. Se podrá visitar el Museo agendando previamente, enviando un mensaje al +595 986 109810.
El protocolo de paz fue firmado en la Casa Rosada de Buenos Aires y llevó la rúbrica de los cancilleres de Paraguay y de Bolivia, Luis Alberto Riart y Tomás Elío
El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
Erasmo González, historiador
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
El esfuerzo de la guerra insumía ingentes recursos humanos y materiales, por lo que el armisticio fue celebrado en ambos bandos
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
Herib Caballero Campos, historiador
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.