El director de la XIII Región Sanitaria, Saúl Recalde, señaló que la situación epidemiológica en el departamento de Amambay es preocupante por el aumento de cuadros respiratorios. En el Hospital Regional de Pedro Juan Caballero ya no cuentan con camas de internación disponibles para niños.
“La situación epidemiológica de Amambay no escapa de la realidad de todas las regiones del país. Tenemos ocupación del 100% en el servicio de pediatría y las tasas de ocupación en los demás servicios oscilan entre el 70 y el 75%”, explicó el director en comunicación con la radio 1020 AM.
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Sostuvo que los cuadros respiratorios están afectando a muchas personas en el departamento de Amambay, como en la mayoría de las regiones del país, como la influenza, parainfluenza y el virus sincitial, siendo los niños los más afectados, e instó a tomar los recaudos necesarios.
Recalde indicó que los médicos están trabajando por encima de la capacidad e insistió en que la situación es preocupante. El médico instó a la ciudadanía a seguir con los cuidados establecidos y a continuar con la vacunación para prevenir los casos graves, atendiendo la circulación de varios virus respiratorios.
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“Tengo 16 camas y tengo 21 pacientes internados, esa es la situación. Tengo un plantel bueno de pediatras que cubren el servicio, pero esta es la situación epidemiológica que tenemos en la actualidad. La gente también debe hacer su parte, tanto los adultos y los jóvenes para paliar el impacto que están teniendo en los hospitales porque son casos prevenibles”, agregó.
El director de la XIII Región Sanitaria indicó que si seguían los cuidados de la pandemia, la situación epidemiológica sería muy diferente, y lamentó la falta de camas de unidad de terapia intensiva para niños a causa de la escasa cantidad de personal médico capacitado.
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Intervienen 6 puntos de almacenamiento de marihuana y destruyen más de 4 toneladas
Gracias a un trabajo de inteligencia e investigación, agentes de la Secretaria Nacional Antidrogas (Senad) realizaron un operativo en Cerro Cora, departamento de Amambay, logrando dar con varios campamentos de producción de marihuana que se estaban estableciendo en medio de zonas boscosas y de difícil acceso.
Durante la intervención fueron hallados seis campamentos en total, los cuales funcionaban como puntos de almacenamiento y procesamiento de cargamentos de marihuana. En total se logró la incautación y posterior eliminación de 4.160 kilos de la droga.
Cabe destacar que gran parte de lo incautado ya eran espigas expuestas a la fase de secado, para su posterior tratamiento y conversión en los conocidos bloques de marihuana, los cuales son trasportados y distribuidos. En el momento de la intervención, encabezada por el agente fiscal José Luis Torres Peña, no se encontraba nadie en la zona.
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Atendiendo al hecho de la cantidad de campamentos de procesamiento del cultivo de la droga, otro equipo de agentes de la Senad se instaló en la zona y se encuentra realizando el trabajo de reconocimiento del área a través de patrullajes para el monitoreo de zonas recurrentes en el proceso de establecimiento de cultivos ilícitos.
Con este trabajo en dos fases, el objetivo es destruir los centros de procesamiento y a su vez evitar que lugares que anteriormente ya fueron intervenidos vuelvan a ser zonas de cultivos, ya que gracias a investigaciones se conoce que esta sería la manera más común de operar de las estructuras criminales. Manteniendo sus centros de acopio cerca de los cultivos para optimizar el trabajo de procesamiento y distribución.
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Amambay: 4 atractivos imperdibles en su capital y alrededores
El decimotercer departamento del país, Amambay, no solo cuenta con numerosos paisajes naturales de gran belleza y riqueza histórica, sino que su capital departamental Pedro Juan Caballero también se ha convertido en un importante polo comercial de la frontera, atrayendo importantes inversiones en los últimos años. Conocé cuáles son algunos de los atractivos turísticos, naturales y comerciales para descubrir en la zona.
1. Parque Nacional Cerro Corá
Localizado en el municipio del mismo nombre, a más de 450 kilómetros de Asunción y 39 kilómetros de la capital departamental Pedro Juan Caballero, el Parque Nacional Cerro Corá abarca un territorio de más de 5.500 hectáreas, donde se mezclan la riqueza de su fauna (animales silvestres) y su flora (bosques) con su importante valor histórico: el sitio fue escenario de la última batalla de la Guerra contra la Triple Alianza y lugar de la muerte del Mariscal Francisco Solano López, a orillas del arroyo Aquidabán Nigüí, el 1 de marzo de 1870.
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Además de los monumentos históricos alusivos a la Guerra contra la Triple Alianza, entre los atractivos naturales del parque se destaca el Cerro Muralla, que ofrece un mirador con una vista impresionante, donde se puede apreciar parte de la formación de cerros de la cordillera del Amambay.
“A través de este mirador no solo se puede observar el parque, sino también las maravillas de Cerro Corá, cercado de cerros, que dieron origen al nombre de la localidad. Para ingresar están disponibles dos accesos: desde la ruta PY05, que implica poco más de 2 kilómetros de caminata, mientras que también se puede acceder por otro sendero del parque, que inicia en el monumento de la última batalla de la “Guerra Grande” y requiere de 7 kilómetros de recorrido”, explicó el guardaparques Amado Valdez a La Nación/Nación Media.
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Potenciar el turismo en Cerro Corá
El municipio de Cerro Corá es uno de los más jóvenes en Paraguay, fue creado apenas en el 2020 cuando lo desprendieron de la capital departamental Pedro Juan Caballero y cuenta con más de 12.000 habitantes.
La mayor parte de su territorio está compuesto por zonas rurales, siendo sus principales motores económicos la ganadería y la agricultura, rubro en el que se destacan el cultivo de oleaginosas, con casi 50.000 hectáreas de extensión, explicó el intendente Wilfrido Figueredo a LN/NM.
La agricultura familiar de subsistencia y comercialización, ya sea de cebollas y otros frutihortícolas también juegan un rol muy importante. Otro de los cultivos que va tomando fuerza en la zona es el sésamo, con más de 200 hectáreas, de acuerdo con el jefe municipal. Además de la agricultura, otros motores económicos empiezan a surgir en la zona como por ejemplo el rubro inmobiliario.
“También va creciendo el rubro industrial: tenemos fábricas de ladrillos y vidrios, donde se emplean más de 200 familias, y las grandes canteras. Queremos incentivar este sector, ofreciendo ventajas para la inversión”, agregó.
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El turismo es otro de los sectores con gran potencial en la zona, siendo el Parque Nacional Cerro Corá la principal carta de presentación.
“Más allá de que sea un área silvestre protegida, estamos trabajando en un plan de manejo que nos permita explotarlo como atractivo turístico. Tenemos un potencial demasiado grande: atrae a 70.000 turistas al año. Igualmente, hay varios otros atractivos a sus alrededores como el arte rupestre del Cerro Guasu. Buscamos potenciar el turismo en la zona”, agregó el jefe comunal.
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2. La joya comercial
Pedro Juan Caballero se consolida como un polo comercial en zona fronteriza y, por medio del turismo de compras, continúa atrayendo masivamente a visitantes brasileños ante precios más competitivos para la compra de electrónica, electrodomésticos, artículos de lujo y más.
De hecho, el titular de la Cámara de Industria, Comercio, Turismo y Servicios de Pedro Juan Caballero, Alejandro Benítez Aranha, destacó a La Nación que el 95 % de los compradores en la ciudad proviene de Brasil. “El comercio es el pulmón de la ciudad, es nuestro principal rubro”, expresó.
Fue así como Benítez Aranha destacó los incentivos que siguen atrayendo a los turistas brasileños como por ejemplo el régimen de turismo de compra, que permite la reducción del IVA para ciertos productos desde el momento de la importación a fin de que las empresas trasladen este beneficio al cliente extranjero al momento de la compra.
En línea con el auge del turismo de compras, se proyecta el desembarco de nuevas inversiones en la ciudad, sobre todo de centros comerciales, que seguirán dinamizando la actividad comercial de la zona.
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3. Laguna de historia y encantos
El origen de la ciudad de Pedro Juan Caballero prácticamente se esconde en la laguna Punta Porã, el sitio donde en épocas antiguas (cerca del año 1800) paraban las carretas que transportaban yerba mate, el principal rubro de la zona en aquella época. Sacha Cardona, director de Cultura de la Municipalidad de la ciudad, relató algunas de las curiosidades del icónico sitio.
“La laguna Punta Porã es la cuna de dos ciudades: Pedro Juan Caballero y Ponta Porá, donde se conjuga la historia de dos países. Quien viene a la frontera tiene esa experiencia mágica de cruzar una calle y estar en Brasil o Paraguay. Esta magia de la frontera seca empieza en una página muy triste de nuestra historia, que fue la Guerra contra la Tripe Alianza”, mencionó.
Como recuerdo de aquellos años, en el sitio se pueden apreciar el monumento al Pionero, que refleja las etapas de la historia socioeconómica de la zona. También está representada la carreta campesina, que era el medio de transporte utilizado por los primeros pobladores. La tradición señala que quien da una vuelta por laguna Punta Porã queda encantado y siempre regresa a Pedro Juan Caballero.
4. Chacurrú
Ubicado a 15 kilómetros de la zona urbana de Pedro Juan Caballero, el complejo ecoturístico Chacurrú es ideal para quienes desean disfrutar de la magia de la naturaleza, con un poco de aventura. El sitio cuenta con tres impresionantes saltos de agua, que están incluidos en su circuito de aventura. Se trata de un sitio rodeado de exuberante belleza natural, que fue habilitado ya hace 12 años y cuenta con 25 hectáreas, de las cuales 16 son de bosque nativo.
El circuito de aventura extrema del complejo turístico está dividido en cuatro etapas e incluye actividades como arborismo, seis puentes colgantes, una tirolesa de 150 metros y rapel al costado del salto San Juan, de casi 30 metros de altura. Recientemente, la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) designó a Chacurrú, de la familia González, como la primera Ecoposada del país.
Ruth González, integrante de la familia propietaria del complejo, detalló a La Nación/Nación Media cómo trabajaron para que Chacurrú fuera reconocida con el sello verde, de Ecoposada. “Para nosotros es un gran logro obtener el sello verde. En julio pasado fuimos seleccionados para el curso de Ecoposada, desde ahí sumamos nuevas prácticas sustentables a las que ya teníamos. Actualmente, aplicamos el uso eficiente del agua y la energía, usamos productos biodegradables y realizamos el reciclaje de residuos”, explicó a LN/NM, invitando a todo el país a conocer la magia natural del complejo.
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Amambay: 4 atractivos de su capital y alrededores
El decimotercer departamento del país, Amambay, no solo cuenta con numerosos paisajes naturales de gran belleza y riqueza histórica, sino que su capital departamental Pedro Juan Caballero también se ha convertido en un importante polo comercial de la frontera, atrayendo importantes inversiones en los últimos años. Conocé cuáles son algunos de los atractivos turísticos, naturales y comerciales para descubrir en la zona.
1. Parque Nacional Cerro Corá
Localizado en el municipio del mismo nombre, a más de 450 kilómetros de Asunción y 39 kilómetros de la capital departamental Pedro Juan Caballero, el Parque Nacional Cerro Corá abarca un territorio de más de 5.500 hectáreas, donde se mezclan la riqueza de su fauna (animales silvestres) y su flora (bosques) con su importante valor histórico: el sitio fue escenario de la última batalla de la guerra contra la Triple Alianza y lugar de la muerte del Mariscal Francisco Solano López, a orillas del arroyo Aquidabán Nigüí, el 1 de marzo de 1870.
Además de los monumentos históricos alusivos a la guerra contra la Triple Alianza, entre los atractivos naturales del parque se destaca el cerro Muralla, que ofrece un mirador con una vista impresionante, donde se puede apreciar parte de la formación de cerros de la cordillera del Amambay.
2. La joya comercial
Pedro Juan Caballero se consolida como un polo comercial en zona fronteriza y, por medio del turismo de compras, continúa atrayendo masivamente a visitantes brasileños ante precios más competitivos para la compra de electrónica, electrodomésticos, artículos de lujo y más.
De hecho, el titular de la Cámara de Industria, Comercio, Turismo y Servicios de Pedro Juan Caballero, Alejandro Benítez Aranha, destacó a La Nación que el 95 % de los compradores en la ciudad proviene de Brasil. “El comercio es el pulmón de la ciudad, es nuestro principal rubro”, expresó.
Fue así como Benítez Aranha destacó los incentivos que siguen atrayendo a los turistas brasileños, como por ejemplo, el régimen de turismo de compra, que permite la reducción del IVA para ciertos productos desde el momento de la importación a fin de que las empresas trasladen este beneficio al cliente extranjero al momento de la compra.
3. Laguna de historia y encantos
El origen de la ciudad de Pedro Juan Caballero prácticamente se esconde en la laguna Punta Porã, el sitio donde en épocas antiguas (cerca del año 1800) paraban las carretas que transportaban yerba mate, el principal rubro de la zona en aquella época. Sacha Cardona, director de Cultura de la Municipalidad de la ciudad, relató algunas de las curiosidades del icónico sitio.
“La laguna Punta Porã es la cuna de dos ciudades: Pedro Juan Caballero y Ponta Porá, donde se conjuga la historia de dos países. Quien viene a la frontera tiene esa experiencia mágica de cruzar una calle y estar en Brasil o Paraguay. Esta magia de la frontera seca empieza en una página muy triste de nuestra historia, que fue la guerra contra la Tripe Alianza”, mencionó.
Como recuerdo de aquellos años, en el sitio se pueden apreciar el monumento al Pionero, que refleja las etapas de la historia socioeconómica de la zona. También está representada la carreta campesina, que era el medio de transporte utilizado por los primeros pobladores. La tradición señala que quien da una vuelta por laguna Punta Porã queda encantado y siempre regresa a Pedro Juan Caballero.
4. Chacurrú
Ubicado a 15 kilómetros de la zona urbana de Pedro Juan Caballero, el complejo ecoturístico Chacurrú es ideal para quienes desean disfrutar de la magia de la naturaleza, con un poco de aventura. El sitio cuenta con tres impresionantes saltos de agua, que están incluidos en su circuito de aventura. Se trata de un sitio rodeado de exuberante belleza natural, que fue habilitado ya hace 12 años y cuenta con 25 hectáreas, de las cuales 16 son de bosque nativo.
El circuito de aventura extrema del complejo turístico está dividido en cuatro etapas e incluye actividades como arborismo, seis puentes colgantes, una tirolesa de 150 metros y rapel al costado del salto San Juan, de casi 30 metros de altura. Recientemente, la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) designó a Chacurrú, de la familia González, como la primera ecoposada del país.
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Niños, eternas víctimas del salvajismo humano
EL PODER DE LA CONCIENCIA
- Por Alex Noguera
- Periodista
- alex.noguera@nacionmedia.com
Las costumbres de las civilizaciones más antiguas del mundo como las de los fenicios (año 1200 a 530 AC) y la de los cartagineses del norte de África (años 900 a 800 AC) se pierden en el tiempo, sin embargo, quedan vestigios de que durante al menos un milenio esas culturas practicaron el sacrificio masivo de niños para aplacar la ira de sus dioses.
Uno de los más “sedientos” era el dios Moloch, representado por una estatua de bronce dentro de la cual ardían las llamas y a donde eran arrojados los infantes. Otros dioses que los fenicios adoraban y a los que también se les realizaban sacrificios infantiles eran Baal y Dagón; los cartagineses contaban con otras deidades como Cronos o Saturno, que exigían igual tributo.
Al ver la película del gran Leónidas y de sus 300 espartanos no imaginamos que la civilización de este héroe pudiera realizar actos de esa clase. Y aunque no tenían dioses sedientos de sangre infantil, existe una versión que refiere que los recién nacidos que tuvieran malformaciones y no serían aptos para convertirse en soldados eran arrojados desde el monte Taigeto.
Pero no solo en la antigua Eurasia se practicaron sacrificios de menores, también en América. En la cultura azteca, por ejemplo, los arqueólogos encontraron rastros de sacrificios de niños a Tláloc, a Ehécatl, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli. También lo hacían los mayas e incas.
A pesar de que los sacrificios masivos de chicos quedaron en el pasado, hoy la “civilización” muestra otro tipo de salvajismo que afecta a los menores. Por ejemplo, los indígenas que pululan en los semáforos pidiendo limosna o los prostituidos en las calles. Pero no solo los indígenas son víctimas, también los blancos son abusados laboralmente y sexualmente en los rincones menos imaginables.
Como si fuera poco, ahora también son utilizados como chantaje cuando surgen problemas entre padres y madres. Ejemplos encontramos a diario: el 6 de noviembre Rafael Ortiz y sus tres hijas fueron denunciados como desaparecidos y dos días después fueron hallados muertos y atados en aguas del río Paraná.
El 20 de noviembre, un hombre que se encontraba con su pareja en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este para intentar resolver sus problemas arrebató de los brazos de la madre a su hijo de 6 meses y amenazó con que se arrojaría al río con el bebé.
Ese mismo día, una mujer fue llevada de emergencia al Hospital de Villeta porque presentaba un sangrado. Pese a negar ante los médicos que hubiera estado embarazada, su suegra encontró en el baño de la vivienda el cuerpo de un recién nacido envuelto en telas que presentaba heridas cortopunzantes en el tórax y cuello.
Nuevamente en Ciudad del Este, el 21 de noviembre la fiscal Analía Rodríguez imputó a un hombre luego de amenazar con arrojarse al río junto a los tres hijos menores.
Conscientes de que el abuso de menores cada vez es más frecuente, además que las consecuencias permanecen en la víctima durante toda la vida y sobre todo que los criminales no temen al castigo por esta clase de hechos, los parlamentarios decidieron endurecer las penas y convertirlas en ejemplares.
Elevaron las penas para casos de abusos sexuales a niños y adolescentes, incluso la ley sancionada contempla agravantes de 10 a 20 años. También se estableció que las penas carcelarias no deben ser menores a 20 años cuando la víctima es un niño menor de 10 años; el castigo podría extenderse hasta los 30 años de prisión.
La intención de proteger a los niños es digna de alabanza y tal vez funcione aumentar los castigos porque ni con educación la “civilización” logró a través de la historia impedir que los niños sean las víctimas del salvajismo humano.