Desde hace semanas, pacientes y familiares de pacientes del Hospital Regional de Concepción denuncian la falta de agua, por lo que los bomberos locales cargaron los tanques para paliar la situación; sin embargo, el problema continúa. Por otro lado, la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) se presentó en el nosocomio hoy martes para verificar la causa de la falta de abastecimiento del vital líquido.
“Recibimos un reclamo, una denuncia de que el hospital estaba sin el servicio de agua potable o servicio de Essap y vinimos con los técnicos, con la cuadrilla a verificar el problema, y pudimos notar que nuestro servicio llega con normalidad, solamente que el hospital es grande y a lo mejor el problema está en la distribución. Hay muchas cañerías viejas que debe renovar el hospital”, indicó Javier Vergara, representante de la Essap al canal GEN-Nación Media.
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Vergara aseguró que el servicio que brinda la Essap en el nosocomio es el normal, que el suministro del vital líquido llega hasta el hospital, pero que debido a la alta demanda no abastece a la cantidad de personas que normalmente concurren al nosocomio.
“Nosotros medimos la presión de agua en el medidor y en el momento en que llega el servicio con presión en el medidor significa que el problema ya es interno. Como dije, el hospital es grande, tiene muchas cañerías internas”, insistió Vergara. “Es cierto que habrá horas en donde tendrán menos presión de agua por parte de la Essap, pero no se puede decir que no llega el agua, es cuestión de revisar las cañerías internas”.
Asistencia de camión cisterna
Por su parte, pacientes y familiares deben comprar agua en botellas tanto para la hidratación como para la higiene personal, atendiendo a que en pandemia del COVID-19 se exige el lavado frecuente de manos y que el hospital suele ser foco de contagios debido a la circulación de personas enfermas, denunció uno de los familiares de pacientes.
El Cuerpo de Bomberos de Concepción trabaja durante las tardes en paliar la falta del vital líquido trasladando al tanque de agua del hospital que tiene unos 32.000 litros, mientras que los camiones cisterna de los bomberos solo tienen capacidad de trasladar 8.000 litros, por lo que hacen varias vueltas para llenar el tanque día de por medio.
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Zona de frontera queda sin agua potable a causa de una avería en caño de Essap
Pedro Juan Caballero (Emerson Dutra, corresponsal)
La ruptura de un caño alimentador de gua potable de 250 milímetros en el barrio Guaraní de la ciudad de Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay, obligó a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) a cortar el suministro de agua en toda la terraza del país.
De acuerdo con los datos proveídos oficialmente, aproximadamente desde las 15:00 de ayer martes, los pobladores de la zona de frontera están sin ese líquido vital.
Según se informó, se trata de un caño de 250 milímetros considerado por el ente estatal como una de las “venas” principales que tiene como misión la distribución de agua potable a toda la zona.
Si bien es cierto, los técnicos pudieron arreglar esa avería ya en horas de la madrugada, volvió a romperse en dos lugares más.
“Fueron a buscar repuestos en Bella Vista Norte para solucionar el inconveniente. Son caños que tienen más de 45 años de antigüedad y ya no existen piezas que podamos utilizar para arreglar esos caños. Lo que hacemos es simplemente tratar de remendarlos. Solución al ciento por ciento no tenemos”, explicaron los técnicos.
A consecuencia de esas averías, los pobladores quedaron sin agua, lo que conllevó a realizar una “lluvia” de quejas contra la Essap.
“Ni siquiera podemos ducharnos y más aún utilizar los sanitarios. Ya hace más de 24 horas que estamos en esa situación calamitosa”, señalaron los usuarios.
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Ataque en el Norte: sobreviviente contó que “todos volaron por el aire”
Un hombre sobrevivió a un ataque con explosivos contra un vehículo, registrado ayer martes en un camino vecinal hacia las estancias Mbarakaja’i y estancia Paraíso, de la colonia Sapucai, en el distrito de Yby Yaú (Concepción), que dejó tres víctimas fatales. Édgar González, de 41 años, está internado en el Hospital Regional de Concepción con un cuadro estable, aunque los médicos evalúan su traslado hasta Asunción.
El sobreviviente llegó consciente hasta el hospital local. Según sus primeras versiones, él se encontraba junto con otras tres personas en una camioneta en el trayecto de un camino vecinal cuando se produjo la explosión. González contó a la Policía Nacional que debido a la detonación “todos volaron por el aire”.
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Tres horas inconsciente
El ataque se habría producido aproximadamente a las 13:00 horas del martes, aunque recién a las 19:00 trascendió la información, porque Édgar habría quedado inconsciente por aproximadamente tres horas hasta que logró levantarse y caminar hacia el casco central de la hacienda para pedir ayuda. Se presume que, por tratarse de una zona de influencia del grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), podría atribuirse a esta banda, aunque hasta el momento ninguna facción delictiva se adjudicó el ataque.
El doctor Mario Pérez director del Hospital Regional de Concepción informó que el paciente está estable, no presenta fracturas de riesgo, aunque podría ser derivado hasta Asunción para ser evaluado por un cirujano maxilofacial, considerando que las heridas que recibió están concentradas en el rostro.
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Por otro lado, los tres cadáveres no fueron retirados aún de la estancia por medidas de seguridad dispuestas por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), a fin de evitar exponerse a otros explosivos en la zona, como es habitual que ocurra ante este tipo de arremetidas. Hasta el momento no fueron reveladas las identidades de los fallecidos, aunque sí se comprobó que se trata de trabajadores del citado establecimiento ganadero, según informó el corresponsal Ángel Flecha.
“Anteriormente no se dio ningún tipo de amenaza, tampoco se dio aviso de ningún tipo de presencia o actividad extraña o avistamiento. Tampoco se había encontrado días atrás ningún tipo de panfleto. Todo ocurrió de forma repentina en un camino vecinal cerca de las 13:00 horas”, relató el periodista de Nación Media.
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Hidroeléctrica brasileña deja de operar por la falta de agua
La Central Hidroeléctrica de Santo Antonio, ubicada en la Amazonía brasileña, ha suspendido su actividad debido a la falta de agua provocada por la sequía. El caudal del río Madeira está aproximadamente un 50 por ciento por debajo de su media histórica, según ha alertado la emrpesa que gestiona la central, Santo Antonio Energia. El río seguirá así su curso natural para no afectar al flujo de agua normal.
La empresa ha explicado que la suspensión se debe a los límites de operación segura de las unidades generadoras de la central, recogidos en el proyecto elaborado por la constructora y aprobado por las autoridades. La decisión se ha tomado en coordinación con el Operador Nacional del Sistema Elétrico (ONS) para poder compensar y garantizar el suministro, según informa la agencia de noticias Agencia Brasil. Además, ha destacado que la medida no afectará al precio de la electricidad.
La ola de calor en la región sería la responsable de la sequía y de un anormal incremento de la temperatura del agua de los ríos de la Amazonía. En la última semana se han hallado más de 110 delfines de río muertos en el lago Tefé posiblemente debido al calor. Se trata de ejemplares de delfín rosado y de tucuxi, sensibles al aumento de las temperaturas. Se han registrado temperaturas de 40ºC a tres metros de profundidad en este lago, muy por encima de la temperatura media de 32ºC del registro histórico, informa la cadena brasileña G1.
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El último censo de delfines realizado hace algunos años estimaba en entre 800 y 900 la población de delfines rosados y en 500 la de los tucuxis, por lo que la cifra de animales fallecidos es aún más preocupante debido a que se trata de especies que se reproducen lentamente.
Las necropsias no han revelado ninguna causa evidente de la muerte y los animales aparentemente estaban saludables, sin marcas de redes de pesca o lesiones. Por ello la hipótesis más plausible es la proliferación de algún patógeno por el calentamiento del agua que podría causar el comportamiento errático y confuso detectado.
Desde la ONG ecologista WWF han denunciado que estas muertes son un indicio del agravamiento de la crisis climática. Igualmente ha apuntado al impacto de las presas hidroeléctricas construidas, la contaminación por mercurio o los conflictos con pescadores. Además, ha resaltado que se ha iniciado un trabajo para trasladar a animales desde zonas de riesgo a zonas con la profundidad necesaria y la temperatura del agua más moderada.
Hallados muertos 110 delfines de río
El Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá, una organización estatal brasileña, ha informado del hallazgo de al menos 110 delfines de río en el lago Tefé posiblemente como consecuencia de la ola de calor que afecta a la región. En la última semana se han recogido más de un centenar de ejemplares de delfín rosado y de tucuxi y se ha registrado un importante incremento de la temperatura del agua que ha provocado la muerte de peces que eran el sustento de los delfines.
En concreto se han registrado aguas de 40ºC a tres metros de profundidad, muy por encima de la temperatura media de 32ºC del registro histórico, informa la cadena brasileña G1. “Es algo inédito. Jamás hemos visto la muerte de delfines relacionada con la temperatura”, ha explicado la jefa de investigación del Instituto, Miriam Marmontel.
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El último censo de delfines realizado hace algunos años estimaba en entre 800 y 900 la población de delfines rosados y en 500 la de los tucuxis, por lo que la cifra de animales fallecidos es aún más preocupante debido a que se trata de especies que se reproducen lentamente. Las necropsias no han revelado ninguna causa evidente de la muerte y los animales aparentemente estaban saludables, sin marcas de redes de pesca o lesiones. Por ello la hipótesis más plausible es la proliferación de algún patógeno por el calentamiento del agua que podría causar el comportamiento errático y confuso detectado.
Desde la ONG ecologista WWF han denunciado que estas muertes son un indicio del agravamiento de la crisis climática. Igualmente ha apuntado al impacto de las presas hidroeléctricas construidas, la contaminación por mercurio o los conflictos con pescadores. Además, ha resaltado que se ha iniciado un trabajo para trasladar a animales desde zonas de riesgo a zonas con la profundidad necesaria y la temperatura del agua más moderada.
La sequía perturba Manaos
No lejos del turístico lugar donde se encuentran las aguas negras del Río Negro y las aguas marrones del Solimoes, dos de los principales afluentes del Amazonas brasileño, un lago desapareció dejando una gran extensión de suelo agrietado. Sólo queda un pequeño arroyo donde estaba el Lago do Aleixo, ahora símbolo de la gravedad de la sequía que afecta al estado de Amazonas (norte) y a su capital, Manaos, la principal urbe de la Amazonía brasileña.
Sobre el estrecho hilo de agua, un hombre sin camisa empuja trabajosamente una canoa en la que transporta un refrigerador. El agua apenas le llega a las rodillas. Alrededor se puede ver el borde de la mayor selva tropical del planeta. Cargada con una pesada bolsa de plástico, María Auxiliadora da Silva, una jubilada de 62 años, intenta mantener el equilibrio sobre el tronco de un árbol tirado en el suelo para evitar hundirse en el fango cerca del arroyo de camino a casa.
“No tenemos adónde ir, así que nos quedaremos aquí hasta que vuelva el agua”, dice a la AFP mientras mira con tristeza su casa flotante de madera atrapada en el barro. “Antes se aguantaba bien (flotando en el lago), ahora está toda dañada”, dice esta mujer de pelo rizado y canoso recogido en un moño. En los alrededores también hay muchas embarcaciones encalladas. Un gran barco de dos pisos destinado al transporte de decenas de pasajeros está claramente inclinado hacia un lado. En un costado lleva su nombre: “Vitória de Jesus” (Victoria de Jesús).
Efectos psicológicos
Graciete Abreu, una agricultora de 47 años, vende sus verduras en un mercado del distrito de Colonia Santo Aleixo, cerca del lago desaparecido, a unos veinte kilómetros al este del centro de Manaos. Para transportar sus mercancías desde su finca a orillas del Río Negro, normalmente solo necesita navegar a bordo de una pequeña embarcación. Pero con la sequía, tiene que caminar varias horas para llegar a su destino.
“Llevamos la canoa hasta el lugar donde todavía hay agua, la arrastramos un poco y acabamos abandonándola para terminar el recorrido a pie”, cuenta esta mujer negra que viste una gorra azul con trozos de tela que le protegen el cuello del sol. Pero, según ella, más allá de los daños materiales, la sequía también tiene “efectos psicológicos” por ver el paisaje menguado. La desoladora escena también se encuentra en Marina do Davi, uno de los principales puertos fluviales de Manaos, donde decenas de barcos están varados en el barro. “Trabajo en el transporte fluvial y la mayoría de mis barcos están inutilizables”, suspira Raimundo Bernardo, un empresario de 43 años.
El viernes, el gobernador Wilson Lima declaró el estado de emergencia en 55 municipios de Amazonas, incluido Manaos. Las autoridades locales también han adoptado una serie de medidas para ayudar a las poblaciones afectadas, como la distribución de 50.000 almuerzos. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, anunció el jueves que el gobierno federal enviará ayuda humanitaria de “emergencia” ante “riesgos para el suministro de alimentos, agua potable, así como de productos de higiene y medicamentos”.
En Amazonas, un estado con 4 millones de habitantes, entre ellos un gran número de indígenas, el bajísimo nivel de los cursos de agua ha provocado la muerte de miles de peces y decenas de delfines rosados amazónicos. La región sufre actualmente el fenómeno de El Niño, que reduce la formación de nubes y, por tanto, las lluvias, y cuyos efectos son cada vez más intensos, en un Brasil particularmente “vulnerable” al cambio climático, según Silva.
Fuente: Europa Press/AFP.
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Tras ola de inseguridad, instalarán cámaras en el Hospital Regional de Concepción
Tras ola de inseguridad en el Hospital Regional de Concepción, donde familiares de pacientes habían denunciado robos de celulares, pertenencias e incluso motocicletas estacionadas en el nosocomio, autoridades del centro asistencial adquirieron un total de 25 cámaras de seguridad que serán instaladas en todo el edificio.
Esto, con el objetivo de frenar los constantes robos que denuncian los pacientes y familiares de éstos. El Dr. Mario Pérez, director del hospital regional de Concepción, señaló que con esto se busca combatir la inseguridad imperante en el nosocomio debido a la falta de un sistema de circuito cerrado, aparte de la carencia de personal de seguridad.
“Es uno de los proyectos que estábamos anhelando desde el inicio de la toma de posesión del directorio. Conseguir la reactivación del circuito de seguridad del hospital que dejó de funcionar hace tiempo y para eso renovamos todas las cámaras que teníamos. El viernes ya nos hicieron entrega de 25 cámaras de diferentes tipos de calidad y de acuerdo a las necesidades que nos pasaron los técnicos con el kit completo para la instalación”, indicó el Dr. Pérez en comunicación con GEN-Nación Media.
Gracias a la dotación de tecnología en seguridad, efectivamente se reactivará el sistema de circuito cerrado en el centro asistencial. Las cámaras son de diferentes gamas, de acuerdo a la necesidad de cada rincón del hospital, por ejemplo algunas funcionan en la oscuridad, otras tienen una amplía visión de imágenes e incluso serían giratorias con sensores de movimientos.
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Los mismos serán instalados en lugares estratégicamente pensados, como en la zona del estacionamiento y salas de espera, donde familiares suelen enchufar sus teléfonos celulares.
“Estos dispositivos también servirán para el monitoreo de todo lo que sucede en el hospital, por lo que con esto tendríamos también una forma de ayudar a la Policía Nacional a identificar a los responsables de los constantes robos que nos aquejan desde hace ya un tiempo. Creo que después de dos años volveremos a tener cámaras de seguridad”, indicó el Dr. Pérez.