Un ciudadano, Dr. Christian Cárdenas, denunció la forma en la que operan los agentes municipales de Ciudad del Este, mediante un video publicado en su cuenta de Facebook, y reclamó al intendente Miguel Prieto la manera en la que los uniformados recaudan a favor de su administración.
“Soy paraguayo, contribuyente, de profesión odontólogo y duele mucho pasar por semejante humillación en manos de compatriotas que abusan de un poder municipal, inclusive, sobre la Constitución. Mi intención es crear conciencia contra el abuso de poder de ciertas autoridades, espero que este mensaje llegue a la ciudadanía porque seguro estoy que ellos serán víctimas igual, y para que las autoridades competentes sepan cómo trabajan sus subalternos con la bandera del municipio, pisoteando los derechos de los ciudadanos”, criticó.
Se encargó de relatar que trató de desplazar a un amigo brasileño con sus hijos que llegaron al país para hacer turismo, lo tenía que acercar hasta Foz de Yguazú para retornar a Brasil. Durante el trayecto pasaron por diferentes ciudades y peajes, hasta que llegaron a Ciudad del Este, donde intentaron pasar el Puente de la Amistad con su familia y sus invitados, pero a metros de Migraciones Paraguay, los detuvo un agente de Transporte Público Municipal de CDE para un control.
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Este les pidió documentos y les informó que estaban en infracción, por lo que retuvo sus papeles, el ciudadano pidió una explicación y la respuesta fue que se encontraba infringiendo la ley de competencia desleal contra los minibuses de CDE que cruzan la frontera.
“Le trato de explicar y aclarar al agente que no soy de CDE, me pregunta por mi permiso para trasladar pasajeros, ahí le explico que es un vehículo particular y que es mi amigo con sus hijos, con quien estoy teniendo la gentileza de trasladarlos en consideración a su hijo que tiene una condición especial, quienes deben embarcar en 2 horas en la Terminal de Foz”, comentó el denunciante.
Ante esta situación cuestionó la arbitrariedad e intolerancia del agente, a la que calificó como “una real pesadilla”, porque no aceptaba ninguna explicación, no quería devolver los documentos y quería derivarlos a la municipalidad. Por consiguiente, llamó a su abogada quien cuestionó el procedimiento, ya que los agentes municipales no tienen jurisdicción sobre ruta internacional a metros de la frontera.
El agente se negó a hablar con la defensora e insistió que los acompañe a hablar con los superiores en la oficina. Al no tener respuestas claras, pidió la intervención de la Policía que al escuchar lo acontecido sugirieron devolver los documentos, pero minimizaron la situación.
“No podía creer, el policía que debería protegerme y velar por los derechos de los ciudadanos sale a favor de ellos, ante este panorama, tuve que acceder y hacer lo que las autoridades del orden público pedían”, dijo.
Se vio obligado a pagar por una boleta de multa por “competencia desleal y desacato”. “Me hicieron pagar una multa por desacato sin que yo haya insultado maltratado u ofendido; al contrario, yo me siento maltratado ofendido y pisoteado en mis derechos, me siento robado por un municipio siendo que no cometí ninguna infracción a la ley”, dijo.
Lamentó que el pago de la multa a sabiendas que era injusta, sin poder hacer absolutamente nada, por estar a merced de esos agentes y funcionarios. “Lo último que quieren hacer es cumplir con su deber, poniendo trabas y recaudando todo lo que pueden y deseen sin importar los medios, solo puedo expresar impotencia e indignación”, recriminó.
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