Estados Unidos afirma haber “devastado el programa nuclear iraní” en ataques que Irán promete vengar, en el décimo día de una guerra entre la República Islámica e Israel que tiene en vilo al mundo.
Washington dice tener un objetivo declarado: impedir que Teherán se dote del arma atómica pero niega buscar la caída del régimen de los ayatolás, con el que lleva casi medio siglo enemistado.
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Después de días de tira y afloja el presidente Donald Trump ordenó atacar las plantas nucleares de Fordo, oculta bajo una montaña, Natanz e Isfahán, y cantó victoria.
“Han sido completamente y totalmente destruidos”, se felicitó Trump en un discurso a la nación, aunque su jefe del Estado Mayor, general Dan Caine, considera que es “demasiado pronto” para evaluar con precisión el alcance.
En Teherán, periodistas de la AFP oyeron en toda la ciudad el rugido de los aviones sobrevolando la capital.
“¡Venganza, venganza!” gritaron manifestantes con los puños en alto mientras el presidente iraní, Masud Pezeshkian, intentaba abrirse paso entre la multitud en una céntrica plaza de Teherán.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, afirma que han “devastado el programa nuclear iraní” durante la operación “Martillo de Medianoche” en la que, según el general Caine, intervinieron siete bombarderos furtivos B-2.
Los bombardeos causaron heridos, pero “ninguno” con señales de “contaminación radioactiva”, afirmó el Ministerio de Salud iraní, sin precisar cuántos.
Pese al ataque, Trump y su gabinete repiten que Washington “busca la paz” y recomiendan a Irán que tome “ese camino”.
“Los estadounidenses tienen que recibir una respuesta a su agresión”, advirtió el presidente iraní.
Estados Unidos dejó la puerta abierta a la República Islámica, con la que negociaba un acuerdo sobre su programa nuclear antes de que Israel lanzase su ofensiva aérea el 13 de junio.
“No estamos en guerra contra Irán, estamos en guerra contra el programa nuclear iraní”, declaró a ABC el vicepresidente JD Vance.
Lo repitió el jefe de la diplomacia Marco Rubio.
“Si lo que quieren son reactores nucleares para tener electricidad, hay muchos otros países en el mundo que lo hacen y no tienen que enriquecer su propio uranio, pueden hacerlo”, declaró a Fox News pese a considerar que “el mundo hoy es más seguro y estable que hace 24 horas”.
“Aunque se destruyan las instalaciones nucleares, el juego no ha terminado, los materiales enriquecidos, el conocimiento autóctono y la voluntad política se mantienen”, afirmó Ali Shamkhani, un consejero del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei.
Son horas de tensión. Medios iraníes dan cuenta de “una fuerte explosión” en la provincia de Bushehr, en el sur de Irán, que alberga la única central nuclear del país.
La agencia de prensa estatal Irna informó del lanzamiento de 40 misiles contra Israel, con un saldo de al menos 23 heridos, según los servicios de emergencia israelíes.
En Ramat Aviv, un barrio residencial de Tel Aviv, parte de los edificios quedaron destruidos por los misiles iraníes. “No queda nada”, dijo a la AFP Aviad Chernichovsky.
El ejército israelí indicó que sus cazas atacaron “decenas” de posiciones militares en todo Irán, incluido por primera vez un emplazamiento de misiles de largo alcance en Yazd, en el centro del país.
Algunos israelíes albergan la esperanza de que el ataque estadounidense sea un punto de inflexión en la guerra.
“Israel por sí solo no podría parar [la guerra] [...] y llevaría más tiempo”, comentó a la AFP en Jerusalén, Claudio Hazan, un ingeniero informático de 62 años.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abás Araqchi estima por el contrario que Estados Unidos e Israel decidieron “volar por los aires” las negociaciones.
En los últimos diez días, los bombardeos israelíes golpearon cientos de instalaciones militares y nucleares iraníes y mataron a militares de alto rango y científicos implicados en el programa nuclear.
Irán respondió con misiles y drones, la mayoría interceptados por los sistemas de defensa aérea israelíes.
Según el último balance del Ministerio de Salud iraní, más de 400 personas murieron y más de 3.000 resultaron heridas.
Los ataques de represalia iraníes han dejado al menos 25 muertos en Israel, según las autoridades de este país.
China, Rusia y Omán condenaron los ataques de Estados Unidos y Arabia Saudita pidieron una desescalada. Irak y Catar advirtieron del riesgo de desestabilización regional.
La Unión Europea instó a todas las partes a dar un paso atrás.
El Consejo de Seguridad de la ONU celebrará una reunión de emergencia este domingo.
Las autoridades nucleares de Irán, de Arabia Saudita y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) no han detectado niveles de radiación preocupantes tras el ataque de Estados Unidos.
A partir de ahora todos los escenarios son posibles.
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Los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, advirtieron a Estados Unidos que “espere represalias” tras los bombardeos, considerada una “declaración de guerra” por los rebeldes hutíes de Yemen, aliados de Teherán.
Fuente: AFP