Para el director periodístico del Grupo Nación, Augusto Dos Santos, la esencia del periodismo fluye entre los nuevos desafíos de esta época. El fenómeno de las redes sociales aparece como un determinante dentro de la etapa de transición de la profesión, así como tener a la tecnología como nueva aliada de todos los días, según su óptica profesional.
“Vivimos en una etapa difícil para el ejercicio de la profesión por diferentes motivos, por los desafíos que representa la etapa de transición y la innovación de la red mundial de internet vuelve a potenciar lo tecnológico”, expresó en una entrevista con LN Live.
Considera que los medios dejaron de ser una élite que lee un diario y más bien se transformó en algo masivo. “Desde la perspectiva de que cada persona genere su comunicación, tenemos el fenómeno de redes sociales como absolutamente determinante”, dijo.
Renovación de esperanza en el periodismo
Explicó que dentro del plano local, se tiende a la polarización “que define el discurso de los medios como un hecho negativo, porque deprime la calidad de ejercicio del periodismo”. No obstante, se alista a una renovación de esperanza con nuevos periodistas.
“La gente que mira el futuro lo mira con la bandera de la justicia, la bandera esencial del periodismo, pero con nuevas tecnologías. Sus formas han cambiando, pero la esencia es la misma”, confirma Dos Santos.
En medio todo el desafío que conlleva informar y comunicar responsablemente, comentó que realizar una entrevista genera la misma tensión o la carga emotiva como cuando inició su primera experiencia en el oficio para un periódico de Pilar. Allí su aliado era una extinta grabadora, que lejos de ser profesional, la recuerda por ser grande y pesada.
“Todavía me genera tensión o una carga emotiva importante una entrevista que debería de ser una rutina de 20 años, me genera la inquietud de documentarme y generar información para que esa entrevista tenga sustancia”, confesó. Pero dentro de ese desafío, está presente “saber si vamos a estar preparados para lo nuevo, aquello que no sabemos, pero que tiene la misma herramienta, la información y preparación”, expresó.
Para Augusto Dos Santos el periodismo es la única profesión del mundo que se encuentra todos los días con un escenario distinto, con supuestos distintos, con un contexto distinto. Sostuvo que pese a que haya un reloj que marque el horario del final de jornada, y en el calendario el sábado y domingo se marca con colores distintos, para los periodistas son iguales, aún así, la profesión sigue siendo la mejor.
“Nuestra línea de base es una nube rara que se llama opinión pública, por eso es cambiante. Es imposible hacer periodismo sin opinión pública”, sentenció.
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“Estamos viviendo un momento de importante despegue de la literatura paraguaya”
En esta ronda de “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos conversa con la escritora Patricia Camp sobre las nuevas tendencias de la literatura paraguaya, que se está ocupando cada vez más de las vivencias cotidianas y preocupaciones de una sociedad urbana del presente siglo. Frente a la inteligencia artificial, que amenaza con desbancar a los artistas, Camp es tajante al afirmar que, más allá de la ayuda que puede prestar esta tecnología en campos como la salud, esta no debe ser aplicada a los asuntos que atañen al espíritu humano.
- Fotos Emilio Bazán
–Llamarse también Capitana Pat ¿tiene que ver con complicidades con algún ilustrador?
–Tiene que ver, totalmente. Yo estoy casada con Nabetse Zitro, que es ilustrador, y cuando nosotros empezamos a conocernos fue justamente como consecuencia de un anime de Bleach y fue un juego entre nosotros. Él me decía “yo no querría ser capitana”. Yo sí le dije y ahí quedó.
–¿Qué cosas te marcaron de los primeros tiempos en que te encontraste con todas las formas de literatura?
–Mi proceso es largo. Yo empecé como lectora de cómics. Crecí leyendo Garfield, Mafalda. Yo admiro la paciencia de mis padres para explicarme qué era la OTAN, la ONU, muchos conceptos que de repente una criatura no maneja. Después fui pasando a cuentos, a novelas cortas orientadas a chicos, leía también enciclopedias y cosas así. Y el descubrimiento de formas adultas de literatura se fue dando con el tiempo.
–Y tu ser más escribiente ¿cómo empieza a consolidarse?
–El llegar a la escritura tiene distintas etapas. Cuando mi papá me regala una computadora, yo tenía 12 años más o menos. Era para hacer las tareas. Entre las cosas que se compraron con la computadora, se compraron unos softwares que eran para niños, uno era para dibujar y el otro tenía tipo premisas para escribir. Yo soy hija única y siempre estuve muy acostumbrada a jugar sola y siempre estaba inventándole aventuras a mis juguetes. Entonces, la transición de pasar a hacer aventuras con los muñecos a escribir se dio de una manera muy natural, siguió siendo un juego de alguna manera. Siempre destaco la paciencia y el cariño de mis compañeras de colegio que leían eso y me decían “dale, Pati, trae más, queremos leer más”. Y esos son los primeros apoyos que siente un escritor.
–¿Qué es lo que te parece que hoy en día supone un estímulo para producir y para crear en la vida del escritor?
–Hay algo que uno busca comunicar. Primero es capaz un juego, es lo que uno hace por divertirse, pero como mencionaste las letras chicas. Yo creo que hoy en día en el escritor está el compromiso que representa enfocarse en algo en un mundo que tanto pelea por agarrar nuestra atención y distraernos por todos lados.
ATENCIÓN
–¿Cuál es el tiempo de abstracción que se puede tener actualmente?
–Es muy difícil hablar de un momento porque uno agarra el tiempo que tiene. Yo siempre resalto que el tiempo que uno necesita invertir para la escritura no es solamente el de sentarte al teclado a bajar eso, sino que es muchísimo tiempo que a lo mejor cuando estás manejando estás pensando en otra cosa, ahí ya vas armando las cosas. Y después cuando te sentás ya lo tenés un poquito preparado. Entonces cualquier momento que uno de repente puede dedicarle su atención a eso es válido para esa etapa de pensar.
–¿Eso es de aplicación cotidiana o en qué momento?
–Me encantaría poder decirte que la escritura en sí se hace todos los días, pero a veces no. Una vez a la semana tenés tiempo, tenés algún momento en el fin de semana que agarrás y decís “ahora”. Pero también a veces te sobra a lo mejor una hora al día que podés encontrar, pero ese tiempo de pensar sí es diario, sí es constante. Eso de darle las vueltas, las ideas que tenés a pensar qué haría este personaje.
–¿Recordás tus ideas o sos de estacionar a un costado y apuntarlas?
–Ese es un equilibrio muy delicado porque mi memoria está siempre lejos. Yo tengo la teoría de que si es buena va a volver, no se va a ir. Y a veces incluso dejo que se vayan. Sobre todo si a veces se me ocurre, estoy practicando un diálogo entre dos personajes y digo “cuando me siente a escribir voy a tener esa semilla de lo que pensé”, pero otra vez va a ser libre la idea para ir a donde quiere ir. Y siempre es distinto. Eso que ensayaste al final es superdistinto al camino que tomes, yo creo que por lo general es mejor. A veces de repente surge algo muy bueno. Me pasó una vez con un cuento que cuando me estaba bañando surgió la idea e hice todo rápido y me puse a escribir.
EL ROL DEL EDITOR
–¿Qué es una editora de procesos?
–Ese es un trabajo que yo llegué a realizar en un momento, ahora lastimosamente no porque me queda muy poco tiempo con el trabajo y otras tareas que tengo, pero es el editor de desarrollo, el editor de proceso, es alguien que trabaja con el autor para tratar de encontrar la mejor versión de su obra. Como autores creamos esos mundos que ves en estos libros, nosotros conocemos a los personajes mejor que a nosotros mismos, pero eso no le pasa al lector. El editor de desarrollo aporta no solo esa mirada de afuera, sino la mirada de quien entiende el proceso narrativo. Todo cuento, toda novela, todo texto literario o de no ficción es un acto de comunicación. Entonces, lo que el editor de desarrollo busca es lograr que esa comunicación se dé entre el lector y el escritor de la mejor manera. Desde la estructura narrativa, de cómo estás contando la historia, qué herramientas elegís para contar, cómo son tus personajes, si hay coherencia entre ellos.
–¿Esa es una tarea que no es típica en el proceso de construcción de editoriales en Paraguay?
–Imaginate que hubo una época en que los nombres de los editores eran prácticamente legendarios porque eran los editores de las editoriales los que hacían ese trabajo. El editor se sentaba, leía y hacía básicamente ese trabajo. Pero hoy en día el manejo dentro de las editoriales cambió mucho y ya no está esa figura. Entonces el escritor está un poco solo. No sabés si está bien, si está mal, si llega, si no llega, si gusta, si no gusta. El trabajo del editor de desarrollo en nuestro país es algo que está empezando recién, hay poca gente todavía que hace ese trabajo, pero hay y hay gente buena.
–Se me hace que es muy especial ser las dos cosas al mismo tiempo, que aporta método, pero probablemente estás un poco acosada por esos métodos en materia de libertades, ¿o no?
–Sí y no. O sea, yo creo que lo interesante de los métodos y sobre todo de las técnicas también es una vez que las internalizás. Entonces ya no son una cárcel, sino más bien una escalera que te ayuda a llegar más lejos. A veces las uso, a veces me dejo ir libre. Las uso sobre todo cuando ya son textos un poco más largos, novelas, cosas así. Entonces, sí trato de ir mirando una estructura sobre todo para que esté todo bien armado.
–En Paraguay no hay mucho de que una empresa pida una obra en su relación con el mercado, pero en condiciones en que eso sucede también supongo que el trabajo del editor de desarrollo tiene que ver con asegurar que un producto sea impactante en ese sentido.
–En nuestro país una de las ventajas o desventajas de ser una islita un poco aislada es justamente esa libertad. Nosotros acá no tenemos esos pedidos del mercado, sino que el autor crea. En las épocas que hice el trabajo de editor de desarrollo y a la gente que le conozco también no nos ha tocado tanto ese trabajo de adaptar esto para que sea bien vendible, sino más bien siempre se ha tratado de que llegue mejor al lector, de que le enganche al lector, de que le guste, de que esté bueno, porque al final de cuentas lo que vende es lo que gusta.
NUEVOS TEMAS
–¿Qué cuentan las historias de hoy y en qué se diferencian de las historias que nos contaban antes?
–En mi generación somos bastante diversos. Tenés gente que sigue a lo mejor tocando ciertos temas bastante clásicos de la literatura paraguaya como, por ejemplo, la guerra, la dictadura, de los que hemos hablado mucho, seguimos hablando y tenemos que seguir hablando, y también gente que hace esos mismos temas con otros enfoques, gente que se va mucho más a lo urbano y a las cuestiones de la persona común de alguien como cualquiera de nosotros que vive su vida en la ciudad. Y también un énfasis hacia la profesionalización, buscar más allá de qué historias contamos, tratar de contarlas de la mejor manera posible o en el otro extremo de repente ir hacia la experimentación. Yo creo que se están contando diferentes historias y eso es lo que necesitamos. Historias que resuenen en la gente de hoy, con la gente de acá y también surge la pregunta de qué historias faltan contar. Faltan las voces indígenas, faltan las voces del interior, faltan las voces de las zonas no tan privilegiadas, entonces falta mucho, pero yo creo que estamos viviendo un momento de importante despegue de la literatura paraguaya que se sustenta sobre esos gigantes que vinieron antes que nosotros. Justamente con la apertura del mundo, con el que es más fácil llegar a través de las redes, a través de las invitaciones, a ferias, cosas así, se está dando ese despegue hacia esta era que es la que nos toca.
–Pero las tensiones siguen siendo las clásicas.
–Lo que cambió es que hay mucho más énfasis en usar técnicas. Yo creo que las tensiones de alguna manera siempre van a ser las clásicas, van a ser nuestros grandes sentimientos, el amor, el dolor, la rabia, el enojo, la añoranza, el anhelo. Esas son las grandes energías que mueven las historias. Ahora, a qué personajes ponemos a llenar esas historias y los métodos que usamos para contar yo creo que eso va cambiando y siempre va ir cambiando.
–¿Novelar ya es una decisión o vas a seguir con los dos formatos?
–Me encantaría seguir con los dos formatos porque empecé como cuentista y es un género que me gusta mucho, me parece desafiante porque el cuento tiene que estar bueno y tiene que estar redondo. No hay espacio para los hilos sueltos. La novela hay que mirarla con mucho más cuidado, hay mucho más margen para que se escapen las cosas que en el cuento. El cuento es más compacto y la novela te exige más desarrollo y más cuidado.
–Ángel y Enrique, ferretero y funebrero, tenían visiones cotidianas, culturales que podían alejarlos eternamente del amor, pero vos hiciste un puente en una relación homosexual de dos señores que apuntan a ser adultos. Aparte de la calidad de la novela, es también un desafío cultural en nuestra sociedad, ¿no?
–Yo creo que nuestra época necesita historias que hablen de cosas buenas en el sentido de las personas encontrándose dando lo mejor que tienen.
–¿El territorio del escritor está exento de ser damnificado de este mundo sintético?
–Yo creo que estamos viviendo realmente un cambio cuyas consecuencias todavía no vamos a ver. Nosotros somos ya una generación de transición. Nosotros venimos de una época y ahora estamos viviendo la otra. Lo interesante van a ser las nuevas generaciones que ya se crían en esta realidad. Yo creo que sí estamos de repente mal acostumbrados de que todo tiene que ser rápido, todo tiene que ser inmediato y realmente en lo muy inmediato no hay profundidad. Incluso salir a comer apurado no es divertido. Da gusto sentarse, comer, conversar, entonces esa cultura del apuro yo creo que es uno de los grandes desafíos de nuestra época.
PROMOCIÓN DE LA LECTURA
–¿Qué te parecen los proyectos de promoción de la lectura a nivel de educación y compañía?
–A mí me parece necesario sí o sí. Creo que estamos viviendo un momento de despertar de esos proyectos con lo que fue la ley del libro y los programas de lectura que está promoviendo el Ministerio de Educación. Creo que es importante hacer llegar a los chicos cosas que a ellos les interesen. Tenemos muchos autores que hablan de muchas cosas y sí o sí algo vamos a encontrar que a ese chico le llame la atención. Hay que darle cosas de calidad al niño, pero también tratar de escucharle qué le interesa, porque ahí es donde nace la chispa y se mete en la lectura.
–¿Hay una nueva literatura paraguaya o hay nuevos escritores paraguayos?
–Es muy difícil hablar de una literatura paraguaya como un conjunto porque siempre el conjunto está integrado por muchas partes. Yo creo que nuevos escritores siempre van a haber y eso es la riqueza del arte que siempre nos va a proveer de algo nuevo. Creo que la literatura paraguaya si la miramos como conjunto es algo que se viene consolidando. Tuvimos figuras muy destacadas y no solamente hablando de Augusto Roa Bastos, que se lo conoce en todas partes. Tenemos acá dentro figuras de muy alto nivel que lastimosamente no tienen la difusión que tuvo Roa o la gente no lo conoce de la misma forma. Hablar a lo mejor de Josefina Plá, de otras muchas escritoras que tienen cosas de calidad. Yo creo que tenemos buena literatura y también tenemos muchísimas cosas que mejorar. Estamos creciendo y vamos a seguir creciendo.
–¿Hay algún sitio en el que te enseñan a escribir?
–Hay muchos, hay talleres, hay escuelas de escritores, hay y son importantes, pero yo creo que el método a lo mejor viene después del amor. En el sentido de que yo creo que lo fundamental es la lectura, leer mucho, leer distinto, leer lo que te gusta. El método primero es leer e incluso te digo hasta leer lo que no está tan bueno porque a veces uno cuando está leyendo libros de técnica te dicen “no hagas esto”.
RECORRIDO
–¿Podés hacer un recorrido sobre tu obra?
–Te hago un recorrido cronológico. “Cuentos con galletitas” fue el primer libro que sacamos. La mitad de los cuentos son míos, la otra mitad son de Meli Ballasch, una excelente escritora paraguaya también, con la que éramos compañeras en un grupo de lectura con Maybell Lebron, una persona que nos enseñó muchísimo y a quien le debemos muchísimo en nuestra carrera, sobre todo ya de esta etapa más profesionalizante. A mí me gusta mucho encontrar la belleza de lo cotidiano, buscar eso que nos hace humanos y que hace que la vida sea linda y que no está muchas veces en lo grandilocuente, sino en esas pequeñas cositas que vivimos día a día, las relaciones con las personas. Después vino “La silenciosa inmortalidad de las cosas”, mi primer libro individual. Después “Historias selectas” salió en lo que fue la Colección Nueva Narrativa Paraguaya de Arandurã, que fue una selección de los cuentos que más le gustaron al público de “Cuentos con galletitas” y de “La silenciosa inmortalidad de las cosas”, con algunos otros inéditos. Y después el último hasta ahora fue “El vecino de enfrente”, que salió en 2022, una novelita corta que se enfoca en esa cotidianidad y en esas relaciones con las personas, en cómo nos vinculamos con los otros y cómo de alguna manera nos vamos acercando a la otra persona.
–¿En qué estás trabajando ahora?
–Ahora mismo estoy trabajando en 500 cosas a la vez. En 2011 empecé a trabajar con una serie que quiero que sea una serie de novelas cortas y que va a tener también las ilustraciones de Esteban, de Nabetse Zitro. Ahora estoy trabajando en la cuarta de las novelas, todavía no las empecé a publicar porque es como que le estamos dando vuelta con Esteban de cómo vamos a hacer esto. También en otra novela corta que tiene como protagonistas a dos nenes que tiene que ver con el tema de la amistad.
–¿Qué es lo que el público lector más consume en Paraguay?
–Es un poco difícil de hablar porque yo tengo la suerte de tratar con mucha gente distinta. Y tenés el publico literario que busca literatura de autores latinoamericanos. Por ejemplo, leen los cuentos de Mariana Enriquez, las novelas de Samanta Schweblin. Se busca conocer también autoras mujeres. Creo que estamos viendo también un importante despertar no tanto de literatura femenina, sino una apreciación sobre la literatura femenina. También está la gente que no consume netamente lo literario, lee de todo un poco, biografías, libros de todas clases.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
–¿Cómo te llevás con la intrusa más importante que tiene la historia de la creación, al menos en los últimos tiempos, como es la inteligencia artificial?
–El progreso es progreso y se va a dar, pero yo como persona querría que la inteligencia artificial se dedique a hacer cosas que el ser humano no puede. Que tenga que analizar esos 10.000 millones de células y encontrar esa que puede ser la que está creando problemas y generando una enfermedad. Yo creería que los dominios del arte son del espíritu humano. Yo creo que el arte es una expresión del alma humana. Entonces, no podemos hablar de arte creado por una máquina. ¿Para qué querés ser escritor si necesitás eso? El placer de la creación artística es esa lucha contigo mismo y hoy tratar de ser mejor que ayer y entender cómo vos vas usando las herramientas, pero vos como persona. Yo realmente ahí tengo una posición bastante intransigente. Yo creo que la inteligencia artificial aplicada al arte literario, a la ilustración, no corresponde. Para mí, y voy a ser un poco dura en eso, es algo un poco mediocre.
–¿Qué te parece que aporta la ficción a la vida de las personas?
–La ficción es el gran espacio para explorar. Hay que distinguir que ficción es todo lo que inventamos, no solamente la ciencia ficción, o sea, un romance entre personas es una historia de ficción. La ficción es todo lo que se inventa, lo que no es histórico. Y justamente había leído hace un tiempo un libro que me gusta mucho, “Wired for story”, que habla justamente de cómo el cerebro humano está preparado para la ficción. Nuestro cerebro, a veces, cuando estamos muy metidos en lo que estamos, ya sea un libro o una película, un videojuego, un cómic, es como que no distingue lo que es real de la ficción. Y por eso cuando le pasa algo al personaje estás sufriendo vos. Entonces, la ficción es el gran espacio de exploración de todas las emociones humanas. La ficción nos deja vivir muchas más vidas que esta única que tenemos. No solo de fugarnos, sino de adquirir nuevas perspectivas porque todas esas otras personas o personajes que conocemos en los libros nos van dejando también algo.
“Creo que se están contando diferentes historias y eso es lo que necesitamos. Historias que resuenen en la gente de hoy, con la gente de acá y también surge la pregunta de qué historias faltan contar. Faltan las voces indígenas, faltan las voces del interior, faltan las voces de las zonas no tan privilegiadas, entonces falta mucho, pero yo creo que estamos viviendo un momento de importante despegue de la literatura paraguaya que se sustenta sobre esos gigantes que vinieron antes que nosotros”.
“Yo creo que el arte es una expresión del alma humana. Entonces, no podemos hablar de arte creado por una máquina. ¿Para qué querés ser escritor si necesitás eso? El placer de la creación artística es esa lucha contigo mismo y hoy tratar de ser mejor que ayer y entender cómo vos vas usando las herramientas, pero vos como persona. Yo realmente ahí tengo una posición bastante intransigente. Yo creo que la inteligencia artificial aplicada al arte literario, a la ilustración, no corresponde”.
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“La polarización empieza en la sociedad”
En esta edición del programa “Expresso”, transmitido por GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al expresidente de la República Nicanor Duarte Frutos, quien analiza la situación política actual del país. Duarte Frutos sostiene que, más allá de la feroz crítica a los partidos políticos y sus disputas, además de la tan mentada “crisis de representación”, es la sociedad toda la que se encuentra dividida y alimenta el círculo de la confrontación.
- Fotos: Carlos Juri
¿Cómo fue tu niñez?
–Mi niñez fue la de un niño de familia de escasos recursos. Mi mamá era modista y mi papá era comisario rural, pero más tiraba hacia la bohemia, la guitarra, cantaba y yo le ayudaba a mi mamá. No teníamos luz eléctrica todavía en Coronel Oviedo.
–¿Y cuándo se te despierta el interés por el periodismo?
–Estando ya en el Cimefor (Centro de Instrucción Militar y Formación de Oficiales de Reserva de la Fuerza Aérea Paraguaya) mi primo Marcos Frutos trabajaba como operador de radio. Yo era su ayudante y empiezo ahí en el periodismo en radio Caaguazú a los 16 años. Ahí ya fui jefe de prensa rápido, después fui segundo relator con Flaviano Díaz y era la época de la explosión de la radiofonía en el Paraguay, especialmente en el interior del país, los años 70 y 80. En el año 81 vengo a Asunción. Fernando Cazenave me hace una prueba. Me dice: “vas a entrar a prueba por tres meses”. Ivai la porte. Nunca fui un alumno brillante en nota, pero siempre lideré varios procesos políticos en la universidad, ya en Villarrica, después acá en Asunción.
–¿Y el periodismo que ejercías tenía relación con el periodismo político?
–En principio yo estaba en el periodismo deportivo. Después como era estudiante de derecho, Fernando Cazenave me dice para incorporarme al plantel de redacción de noticias nacionales. Y ahí fui primero cronista de área judicial, ha upéi jefe, ha upéi editorialista y después jefe de área política. Y terminé mi carrera en el 82 y me caso en el 84.
–En esos tiempos un cargo de jefe de política de un diario era un cargo de una jerarquía y un prestigio muy importante.
–Sí, para mí fue un momento importante de mi vida porque en la redacción empecé a conocer a varios líderes políticos de Asunción. En el 81 a los 23 años yo vengo a Asunción porque el papá de Gloria le envía a Asunción para separarnos. Che name’e guasúi esperanza, era periodista de radio Caaguazú, gran bohemio.
SERVICIO PÚBLICO
–¿Cómo llevás el ser presidente jubilado? No debe ser fácil, ¿verdad?
–Yo no me creo jubilado en el buen sentido de la palabra porque la política es una actividad que tiene que ver con una vocación que podemos sintetizar en la inclinación por el servicio público. Yo siempre estoy hablando con los amigos, estuve cinco años en Yacyretá, no ocurre con frecuencia que un expresidente de la República vuelva a la función pública. Horacio Cartes es el primer expresidente que disputa y gana la presidencia del partido. Generalmente los expresidentes se retiran.
–Lastimosamente el estronismo nos heredó el miedo incluso a instituciones que son muy lógicas en diversas regiones del mundo, por ejemplo la reelección. Esa persona es prácticamente exiliada de la categoría de elegible.
–Y hay una contradicción en nuestra Constitución que un presidente que se elige y termina democráticamente tiene sus derechos políticos amputados. Sin embargo, un presidente electo democráticamente que por alguna u otra razón termina destituido de la Presidencia de la República mantiene sus derechos políticos, el caso de (Fernando) Lugo, que fue destituido y mantiene intactos sus derechos políticos. Elegir y ser elegido. En nuestro caso no y eso me parece una injusticia, un exceso de arbitrariedad. En realidad nosotros hemos competido igual que Cartes, pero hay una mayoría en el Senado que ha convertido la negación al juramento de un expresidente como una norma de pacto que se fue repitiendo, pero yo creo que los expresidentes deberían poder disputar no la Presidencia, porque eso no está previsto en la Constitución, pero sí los cargos de representación política en el Congreso. Muchos expresidentes en América Latina ingresaron luego al Congreso.
CRISIS
–¿Cuál es tu concepto sobre la calidad de la representación hoy en Paraguay? ¿Se ha degradado?
–Para mí que la crisis moral siempre tuvimos, la ausencia de determinada ética en el manejo de la gestión pública. Ahora, hay una crisis intelectual, hay una devaluación del valor del conocimiento, del pensamiento crítico, de la dialéctica en la comunidad política nacional. La gente dice “estos senadores, estos diputados”, pero resulta que estos senadores y estos diputados no vinieron de otro planeta. ¿Quiénes les catapultaron? La ciudadanía, la sociedad. Por eso es que en los espacios donde no hay elecciones hay una crítica feroz a los partidos políticos.
–Hoy en día la polarización de los medios también lleva a tener casi resuelta la situación para el ciudadano. “Estos son buenos, estos son malos”, elegí vos quién es tu personaje. Es la victoria del sintetismo, del etiquetado fácil, ¿no?
–Evidentemente. Por eso es que la crisis de representación tiene que ver con la crisis intelectual y con la pérdida del compromiso ciudadano del representante. El representante es el que está presente en nombre del ausente en los órganos de representación política de democracia indirecta, o sea en juntas municipales, senadores, diputados y ese presente que está por el ausente no defiende los derechos del ausente generalmente. Empiezan los representantes a defender sus propios intereses o los intereses de las élites. De ahí viene la protesta contra los senadores y diputados. Pero ahí también surge la contradicción de la crítica a los partidos políticos, que no sirven, la crisis de representación que escuchamos en los espacios interelectorales donde no se producen elecciones, pero una vez que llegan las elecciones, sin embargo, nos encontramos con que los partidos siguen teniendo una gran fortaleza, participación del 60 a 70 por ciento. Y también nos encontraremos con la sorpresa de que 60 o 70 por ciento de los diputados y senadores cuestionados vuelven a ocupar sus bancas.
POLARIZACIÓN
–¿Entonces qué ocurre?
–Y hay una ciudadanía pasiva, hay una sociedad que no tiene un compromiso con el bienestar general y que generalmente vota por cuestiones mecanicistas o por cuestiones que tienen que ver con etiquetados. “Estos son comunistas, estos son demócratas, estos son providas, estos son abortistas” y se produce esa polarización que bien señalaste. Entonces la polarización no es solamente un fenómeno que se produce en el campo de los partidos políticos. No es cierto cuando escuchamos en la opinión pública que los políticos solo saben pelearse, todos los días contiendas verbales. Es que todo el universo está organizado de esa manera. Como dice el autor de un libro reciente llamado “Polarización”. Él dice “condenamos la división, el antagonismo, las contiendas, pero nos gusta la polarización”. La familia está polarizada, hay domingos que en un asado de pronto no termina bien la reunión, ya sea porque uno es cerrista o porque el otro es olimpista, porque el otro es colorado y el que llegó es de otro partido. Entonces, la polarización empieza en la sociedad, en la cultura de la polarización, del antagonismo, de los pleitos insuperables. Y eso se traspola en los partidos políticos y en los medios de comunicación, que evidentemente también están polarizados en términos de interpretación y de calificación de los hechos sociales, económicos y políticos.
–¿Y a quiénes invitan a sus mesas de debate antes de las elecciones? A los que se van a pelear. El esfuerzo que para mí está ausente en todos los sectores es la construcción de una cultura de lo público.
–Así es. Y generalmente asisten a las convocatorias mediáticas los que van a generar audiencia y desarrollar con mayor intensidad la morbosidad porque ahí las discusiones son personales, hay insultos, discusiones que tocan la intimidad y así sucesivamente y no hay un debate programático, no hay un debate, por ejemplo, sobre cuál es la alternativa al modelo económico y social predominante en el país. Yo siempre dije que en 2008 en Paraguay hubo una alternancia ejemplar. Después de 200 años de vida independiente se produce el primer traspaso de poder de un partido a otro partido en un clima de respeto constitucional. Hubo alternancia, pero no hubo un gobierno que plantee un proyecto radicalmente distinto al proyecto o al modo de ejercer el poder que los paraguayos conocen. Alternancia, pero no alternativa, sino inclusive amplificación de vicios y algunas reformas importantes.
IDEOLOGÍAS
–¿Cuál es el estado de salud de las ideologías desde tu punto de vista? ¿O es una cuestión ya nostálgica seguir hablando de eso?
–Mientras exista la humanidad, mientras vivamos en este mundo, las ideologías siempre van a existir. No confundamos las ideologías con la categoría izquierda o derecha, que son categorías que pueden estar en desuso. Pero si nosotros entendemos por ideologías el sistema de creencias y conjunto de valores y principios a partir del cual queremos organizar el Estado, la sociedad, la economía, entonces las ideologías nunca van a extinguirse. El problema de la ultraderecha que hoy resuena en Europa y en América del Sur, con (Jair) Bolsonaro primero y ahora con (Javier) Milei, qué es. Es la ideología exacerbada al extremo de una posición dogmática que no acepta ninguna visión ni interpretación diferente. Entonces esa es la ideología realmente totalitaria. Cuando el portador de una ideología de que el Estado es una organización criminal, que el mercado tiene que actuar libremente se convierte en un artículo de fe, cuando la ideología es hermética, cerrada y no tiene apertura hacia las demás visiones.
–¿Dónde está realmente parado el Partido Colorado en términos ideológicos?
–La grandeza doctrinaria del Partido Colorado se construye en la época preestronista. Los grandes lineamientos programáticos, ideológicos del partido se dan durante la larga época de hegemonía liberal, 1904-1940. Y ese nacionalismo yo sigo reivindicando. Nacionalismo para mí es cuidar nuestras fronteras frente al crimen organizado. Nacionalismo para mí es defender nuestra identidad cultural en un mundo globalizado y cuáles son esas identidades a defender, nuestra lengua, nuestra música, nuestro canto. Qué pasaría de un pueblo que pierde su identidad cultural. Estaría en el limbo, no tendría autorreferencias para enseñar a las nuevas generaciones lo que significa ser paraguayo. Nacionalismo para mí es defender los bienes estratégicos. El nacionalismo colorado no es chauvinista. El nacionalismo colorado no pretende presentarse como una raza o como una etnia superior. Ni tiene afanes de dominación, ni de conquista, ni de imperialismo. El nacionalismo colorado es un nacionalismo noble frente a la invasión, justamente como decía Natalicio González, de las ideas foráneas, de los pensamientos que se nos presentan como superiores porque vienen de Europa o de otras potencias. El nacionalismo es no alinearse a ninguna potencia y estar abierto al mundo.
PROGRESISMO
–¿Cómo se conjugan esas miradas tuyas más vinculables a un concepto progresista con el presente del Partido Colorado?
–El concepto progresista en lo económico lo que pretende es desmarcarse del pensamiento marxista-leninista. El progresismo lo que quiere es un Estado social de derecho. El Estado social de derecho no significa la negación del mercado como un factor dinamizador de la economía, como un factor incentivador de la producción, de los emprendimientos, pero el mercado per se no puede generar equilibrio social, equidad social, mayores niveles de igualdad, ni defensa de los intereses de los consumidores o de los intereses de los más débiles que operan en el mercado.
–¿Cómo estás evaluando las principales referencias que se tienen en la región?
–El error de los gobiernos progresistas en América del Sur, que creo que ni Lugo ni mi gobierno han cometido, es extender los derechos sociales al infinito sin preservar la macroeconomía, la responsabilidad fiscal, la necesidad de mejorar la calidad del gasto. Muchos gobiernos progresistas extendieron derechos a sectores que tenían solamente capacidad de movilizarse, eran las minorías intensas, provida, proagenda LGTBI, derechos humanos. Entonces los gobiernos progresistas tomaron estas agendas como agendas serias y finalmente se dieron cuenta de que eran agendas de organizaciones minoritarias, pero que tenían una capacidad de movilización y de plantear sus demandas como si fueran universales. Entonces, pierden las elecciones.
–Pero no hay derechos no serios.
–Podemos hablar de derechos que no deberían consagrarse si con ello vamos a poner en riesgo el endeudamiento, la inflación, la crisis fiscal, la pérdida de una política monetaria. Yo no puedo extender derechos si con ello tengo que echar mano a la emisión inorgánica, a reprimir o a limitar los gastos de las inversiones que necesitamos.
ANTISISTEMA
–¿Cómo te llevás con las figuras del antisistema?
–Primero hay que definir qué se entiende por antisistema. Para los libertarios que hoy tratan de imponerse en el mundo, antisistema es primero reducir el Estado a su mínima dimensión, el Estado mínimo, el Estado gendarme, un Estado que tiene que solamente preocuparse del cumplimiento de los contratos y de la defensa de la propiedad privada. Ninguna participación en las relaciones entre el capital y el trabajo. Antisistema es destruir los partidos políticos, negar la importancia de los partidos políticos, declarar que los derechos humanos prácticamente no existen, trabajar sobre inclusive la liquidación de las instituciones públicas. Ese concepto antisistémico que hoy rige en algunos lugares es para mí nefasto. Primero, el Estado es una necesidad. El Estado se crea por nuestra maldad y por nuestro egoísmo. El Estado surge, como decía uno de sus grandes pioneros, Thomas Hobbes, para evitar la guerra de todo contra todo, el Homo homini lupus. Entonces, el Estado es una necesidad. Sin el Estado viene la anarquía. Sin el Estado va a venir el darwinismo social y económico. El más fuerte comiéndose al más débil.
–¿Qué es Payo Cubas desde tu punto de vista a la luz de este debate que estamos haciendo sobre antisistemas?
–Payo Cubas plantea un antisistema a medias porque finalmente él quiere gobernar por decreto. No con base en las leyes, a la construcción de consenso, de acuerdos. Él plantea un gobierno totalitario, una dictadura blanda o dura. Ese es un discurso que le gusta a mucha gente, porque la gente también quiere un Estado fuerte, quiere un gobierno que defienda al trabajador, a la clase media, a las personas de a pie, porque finalmente el problema más grave es la criminalidad de calle.
CLIENTELISMO
–¿Cómo se sale del clientelismo en un futuro respecto de la vigencia de un partido que ha sido tan protagónico en Paraguay?
–Primero hay que definir qué es el clientelismo. ¿El clientelismo es entrega de alimentos a los sectores populares? ¿El clientelismo es otorgar contrato de limpieza, de franja de dominio a determinadas organizaciones sociales? ¿Clientelismo es incorporar gente en el Estado sin pasar por un concurso de méritos? ¿Qué es el clientelismo? ¿A qué podemos denominar clientela? ¿Hay realmente una relación matemática indiscutible entre clientela y voto a favor. Para mí no existe esa relación, porque yo tengo una larga experiencia de que los sectores más ayudados y beneficiados te votan en contra. Cuando los pobres salen de ese rango y empiezan a transitar en la clase media, se vuelven los más conservadores y los enemigos más furiosos de los gobiernos que les sacaron de la pobreza. El coloradismo vuelve al poder estando en la llanura. El coloradismo, teniendo el control del Estado, durante 30 años perdió la Gobernación de Central y durante muchos periodos la intendencia en capital. Entonces, ¿cuál es el verdadero alcance del clientelismo? El coloradismo sí es un partido de las mayorías populares. Es un partido que moviliza las pasiones, que genera todavía esperanza.
–¿Qué está faltando para que haya mayor fervor juvenil en la participación política?
–Yo veo que la mayor renovación en los cuadros políticos con una incorporación de jóvenes de manera casi sorprendente ocurre especialmente en el coloradismo y también en el Partido Liberal. Muchos jóvenes intendentes, muchos diputados, senadores. La juventud evidentemente en un país en desarrollo, con universidades públicas desfinanciadas, tiene grandes frustraciones y yo suelo decirles a los jóvenes que la juventud no debe ser simplemente consumidora de poder. Un estamento que está pescando que le den algunos cargos, sino que la juventud debe ser constructora de poder y eso es posible con organización, participación y contestación al orden que genera malestar.
Hay una contradicción en nuestra Constitución que un presidente que se elige y termina democráticamente tiene sus derechos políticos amputados. Sin embargo, un presidente electo democráticamente que por alguna u otra razón termina destituido de la Presidencia de la República mantiene sus derechos políticos, el caso de (Fernando) Lugo, que fue destituido y mantiene intactos sus derechos políticos. Elegir y ser elegido. En nuestro caso no y eso me parece una injusticia, un exceso de arbitrariedad”.
“Para mí que la crisis moral siempre tuvimos, la ausencia de determinada ética en el manejo de la gestión pública. Ahora, hay una crisis intelectual, hay una devaluación del valor del conocimiento, del pensamiento crítico, de la dialéctica en la comunidad política nacional. La gente dice “estos senadores, estos diputados”, pero resulta que estos senadores y estos diputados no vinieron de otro planeta. ¿Quiénes les catapultaron? La ciudadanía, la sociedad”.
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“Enfrentar a la política con lo técnico es un disparate atómico”
Ligado a Santiago Peña como asesor externo de gestión y comunicación, Augusto dos Santos cuestiona “por estúpido e ignorante” el debate sobre las divergencias entre lo político y técnico, al tiempo en que aclara que no ejerce una tarea operativa: “La comunicación del Gobierno está a cargo de Mitic”, comenta en una entrevista con Nación Media.
NM–¿Qué opina sobre el debate sobre lo técnico y lo político que surge tras el logro del acuerdo por la tarifa de la energía de Itaipú?
–”Creer que un Gobierno puede funcionar sin política no es solo estúpido, sino es ignorante”, arranca diciendo Dos Santos, añadiendo que la política es el piloto, los técnicos son los ingenieros de vuelo, los que deben generar condiciones para el éxito de las políticas públicas, ahonda, indicando que “siempre que aparecen estas discusiones huelen a instalaciones para generar quiebres en el corpus del Gobierno y ese quiebre sería aún más estúpido”.
El asesor político y comunicacional indica que, “el liderazgo de Peña es la más clara demostración de cómo funciona integradamente la política y lo técnico; son dos alas del mismo avión. El mismo presidente se hizo político para llegar al más alto lugar de la república, eso ya debería ser explicación suficiente”, agrega.
–¿Tendrá algo que ver el desprestigio de la política?
–”No hay dudas, pero en este caso creo que la intención es más bien producir una grieta, pero eso no ocurrirá. Es cierto, la política y los políticos están desprestigiados. Pero el versus en tal caso es entre buenos y malos políticos. Ese es el desafío más grande que tienen los partidos, el separar la paja del trigo y de esa tarea no se salva ningún partido, ni el oficialismo ni la oposición”.
–¿La victoria de los antisistema es una muestra?
–”Ahí está. Hay ciertos populismos antisistémicos que se plantean una gobernanza sin política y hablan de ello en su discurso, pero finalmente el único escenario que tienen para debatir y ganar o perder es la política. Es como que te diga, vamos a pasear en bicicleta, pero sin bicicleta. Es un disparate. No existe democracia sin política. Basta mirar a las democracias más sanas y a los gobiernos más prósperos para ver que lo que funciona es la buena política y los partidos políticos fortalecidos. Peña fue valiente para enfrentar las tensiones de las reformas, no se puede ser timorato y estadista al mismo tiempo”.
–¿Cómo evalúa los nueve meses de gestión del presidente Peña?
–Desde varias perspectivas, todas favorables. En materia de diálogo social de su gestión, pese a los microclimas hostiles, hay un buen nivel de inserción. Los ciudadanos, más allá del canibalismo existente, están al tanto de sus políticas públicas y eso es positivo. Obviamente hay cosas que corregir.
En materia de gestión, Peña fue muy valiente y eficiente, eligió el camino más difícil, desembarcar de inmediato con proyectos que cualquier gobierno lo iría dosificando en años. Naturalmente eso generó tensión, pero es muy importante que un líder esté dispuesto a enfrentar las tensiones, más aún cuando se plantean cambios estructurales. No se puede ser timorato y estadista al mismo tiempo.
Las reformas institucionales, el abordaje de las pensiones, el proyecto Hambre Cero, la política de viviendas, los logros en Itaipú, más, políticamente, esta nueva relación directa entre el presidente y los gobernadores e intendentes es de un valor inconmensurable. Y es apenas el comienzo de un trabajo integrado. La cuestión de seguridad deja clarísimo que el Gobierno decidió terminar con una etapa de complicidad con el crimen en las cárceles y comenzar con la ocupación del territorio que antes era cancha libre del narco en diversas regiones. Los resultados se verán paulatinamente.
Los anuncios hechos al respecto de la inversión en salud, transporte, obras públicas, viviendas son sumamente auspiciosos.
–¿Cuáles son las cualidades de Peña como líder desde su punto de vista?
–Primero su alta comunicabilidad, esa es una cuestión vital para los liderazgos de hoy. En segundo lugar, su conocimiento de la materia económica, ello le abre las puertas para resolver con mayor precisión diversos asuntos, en tercer lugar su firmeza a la hora de tomar decisiones, hecho que refuerza mucho su liderazgo y en cuarto lugar su don de gente. Su trato personal, casi inusual en personas en tal escala jerárquica también aporta franqueza al proceso.
–Pero también recibe críticas, algunas de ellas centradas en su comunicación
–La comunicación muchas veces es un pararrayos de los recovecos de la gestión. En la burocracia paraguaya se sigue pensando en la comunicación como una herramienta y no como una política pública, y esa es la raíz de todos los males. La comunicación no es un maquillaje, es parte misma de la gestión, la integra, debe formar parte de su proceso no ser solamente auxiliar de él. Esta consideración no cambiará hasta que se coloque a la comunicación como política pública y parte del proceso de los planes de Gobierno. La comunicación, así como está diseñada en el Estado paraguayo, la coloca como un cuerpo de bomberos voluntarios que debe hacer heroicos esfuerzos para cumplir el mejor rol posible. Yo valoro mucho el esfuerzo de los compañeros en este orden.
Siempre habrá cuestionamiento a la comunicación hasta que se la consagre como política pública. Es una deuda histórica.
–También se critica al presidente por sus viajes al exterior
–Tengo muchas ganas de criticar esa crítica, pero mejor me abstengo y explico. El presidente es la palabra de un país, es el único representante del Poder Ejecutivo, electo por voto popular, con un sustituto eventual, el vicepresidente. Su representatividad es altísima. Si enviamos a un viceministro a conversar con una empresa multinacional sobre la estupenda idea de su radicación en nuestro país, nunca podrá sustituir la fuerza representativa del presidente de la República.
Todos los países a los que el presidente acudió hasta hoy son estados con los que tenemos una relación comercial próspera o creciente, y de eso se trata, de seguir mejorando esos vínculos con un gesto insustituible: la visita del propio presidente. A veces me da cierta vergüenza explicar lo obvio.
–¿Cuáles creen que son los principales desafíos de Peña en el camino que tiene por delante?
–Puedo citar más acciones, pero prefiero mencionar un paradigma: este gobierno, claramente, prefiere sembrar para el futuro, no le importa no cosechar su siembra hoy mismo, aunque también lo hace, ejemplo Itaipú, viviendas y otros planes
Pero fundamentalmente el Gobierno sabe que la política pública más coherente es aquella que se construye respetando los ciclos y más que nada haciéndola con calidad. De qué sirve inaugurar mil kilómetros de ruta si se descascaran al día siguiente de la inauguración.
“El presidente es la palabra de un país, es el único representante del Poder Ejecutivo, electo por voto popular, con un sustituto eventual, el vicepresidente. Su representatividad es altísima”.
En la burocracia paraguaya se sigue pensando en la comunicación como una herramienta y no como una política pública, y esa es la raíz de todos los males.
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Peña anunció a Augusto Dos Santos como asesor de comunicación de Presidencia
El mandatario Santiago Peña anunció ayer sábado que el periodista Augusto Dos Santos se desempeñará como asesor ad honorem de la Presidencia de la República. El especialista en comunicación se desempeñaba anteriormente como Director Periodístico de Nación Media y ahora ejercerá labores de asesoría externa en el Gobierno nacional.
“Debemos tener una comunicación que llegue a la ciudadanía, no podemos desconocer la voz de la experiencia y Augusto ha sido una persona que tiene el mayor acervo, desde la creación de la Secretaría de Información y Comunicación (Sicom). Desde el 15 de agosto nos hemos animado a innovar y hemos incorporado gente nueva en el ámbito de la comunicación gubernamental”, expresó el mandatario luego de la designación de Dos Santos.
Además, Peña enfatizó en la necesidad de seguir construyendo un canal comunicativo integral sobre las gestiones del Gobierno, por lo cual elabora una fuerte apuesta por reforzar el factor comunicativo de la administración nacional. Con respecto a la Codena, indicó que las labores de Dos Santos resultarán vitales, entendiendo a la institución como un eje central que reúne a cada una de las agencias de seguridad del país.
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Así, para el presidente de la República, el aporte de Dos Santos como asesor externo contribuirá al mejoramiento de la comunicación gubernamental, impulsando a su vez una labor que permita ir más allá de lo meramente comunicativo. Por otra parte, desde la Vocería de la Presidencia declararon que el rol del especialista en comunicación no estará relacionado con la institución en sí, recordando que brindará una colaboración de carácter externo.
Dos Santos se había desempeñado como asesor del expresidente Fernando Lugo, quien en su gobierno había impulsado la creación de la Sicom, el 27 de agosto de 2008, donde el comunicador se desempeñó como su titular. La mencionada institución tenía como misión central desarrollar estrategias comunicacionales que vinculen al Estado y la comunidad en la construcción de una comunicación eficaz.
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