En las últimas horas se tuvo conocimiento de la existencia de un nuevo protocolo de salud con respecto a la cuarentena y aislamiento domiciliario para viajeros. El mismo habla de albergues y hoteles salud, además del cumplimiento de la cuarentena domiciliaria, entre otras temas.
En redes sociales, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, confirmó que dicha información era cierta. “Es correcto. Para que se aplique solo faltan algunos trámites que ajustar con otros sectores más allá de Salud, como Cancillería, Migraciones, etc.”, argumentó.
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Al respecto, el Ministerio de Salud emitió este lunes un comunicado en el que informa a la ciudadanía en general que se ha elaborado un nuevo Protocolo para Ingreso de Viajeros al país, el cual contempla algunos cambios en las normas actuales.
Según lo manifestado en el documento, dicho protocolo aún no se encuentra en vigencia y para que pueda ser aplicado existen otras normativas que deben ser aprobadas por medio de un decreto del Poder Ejecutivo, ya que el mismo trasciende el ámbito de Salud Pública, afectando a otras instituciones del Estado.
En ese sentido, aclararon que mientras no sea emitido dicho decreto, las normas para viajeros continúan siendo las mismas que se vienen cumpliendo. “Esperamos que el nuevo protocolo pueda ser implementado en breve”, afirman desde la cartera sanitaria.
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Consumo diario de verduras podría reducir el riesgo de muerte hasta un 40 %
- Madrid. Europa Press.
Un nuevo estudio liderado por el Instituto de salud Carlos III (ISCIII) revela que, los ya conocidos beneficios de las frutas y verduras en la reducción del riesgo de mortalidad, podrían ser mayores si este consumo va más allá de las recomendaciones dietéticas actuales, por lo que sugiere que comer más de cinco raciones diarias protegería todavía más la salud.
Así lo indican los resultados de una investigación del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII y el Área de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER-ISCIII), y que recientemente ha sido publicada en ‘Public Health’.
El estudio incluyó datos de 66.933 participantes de encuestas nacionales de salud en España, vinculados al registro nacional de mortalidad, todos ellos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El análisis de los datos confirma que el consumo de frutas y verduras se asocia con una “notable protección” contra la mortalidad general y cardiovascular.
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En concreto, los resultados apuntan que los beneficios de las verduras aumentan con un consumo de hasta cinco porciones diarias, mientras que el beneficio del consumo de frutas parece estabilizarse en torno a dos o tres porciones al día. Además, revelan que el consumo combinado de frutas y verduras muestra una mayor protección cuando alcanza hasta 10 raciones diarias, especialmente frente a la mortalidad por enfermedad cardiovascular.
“Estos resultados son especialmente significativos si tenemos en cuenta que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre los hombres en España. Los resultados respaldan las recomendaciones actuales de consumir al menos cinco porciones diarias de frutas y verduras, y sugieren que podría haber beneficios adicionales con una ingesta aún más alta”, ha explicado la Adela Castelló, del CNE-ISCIII y del CIBERESP-ISCIII e investigadora principal del proyecto.
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Reducir el riesgo de muerte un 40 %
Por su parte, la primera autora del estudio Paloma Martínez ha animado a la población a consumir más piezas de frutas y verduras para proteger su salud. “Como nutricionista, animo a la población a aumentar el consumo de frutas y verduras y a adoptar hábitos alimenticios que prioricen la salud. No es necesario hacer cambios drásticos de inmediato; pequeñas modificaciones en la dieta diaria pueden marcar una gran diferencia. Tomar una pieza de fruta al día o una ración de verdura podría llegar a reducir el riesgo de muerte en un 10 %. Con cinco raciones, el beneficio alcanza el 30 %, y con diez, el 40 %, especialmente al priorizar el consumo de verduras”, ha señalado.
Asimismo, las investigadoras subrayan la importancia de fomentar hábitos alimenticios saludables como una estrategia clave para prevenir enfermedades crónicas y reducir la mortalidad. Aunque se necesitan estudios adicionales para confirmar estos hallazgos, este trabajo podría contribuir a futuras actualizaciones de las guías dietéticas oficiales.
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Hace cinco años, la OMS calificó al covid-19 como “pandemia”
- Ginebra, Suiza. AFP.
“Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”. Hace cinco años, el 11 de marzo, el jefe de la Organización Mundial de la Salud soltó la frase que hizo tomar conciencia al mundo entero de la gravedad de la situación.
Pero ya desde el 30 de enero, la OMS había declarado su más alto nivel de alerta frente al nuevo coronavirus detectado en China a mediados de diciembre de 2019: la Urgencia de Salud Pública de Alcance Internacional o USPPI. Una fórmula que no impactaba en la opinión pública.
Presionado por las preguntas de los periodistas, Tedros Adhanom Ghebreyesus también mencionó “la amenaza de la pandemia” el 9 de marzo, pero el electrochoque tuvo lugar dos días después.
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Una sala, un ambiente
El miércoles 11 de marzo, muchos periodistas se agolparon en torno a las mesas en forma de U en una pequeña sala en las entrañas de la imponente sede de la OMS en las alturas de Ginebra, no lejos de la frontera francesa.
La conferencia de prensa, prevista para las 17H00 locales, pudo ser seguida en las redes sociales, por teléfono y por Zoom.
Frente a los periodistas, Tedros, a su derecha Mike Ryan, encargado de urgencias en la OMS, y a la izquierda la directora general, Maria Van Kerkhove, encargada del expediente del covid-19. Esta científica desconocida del gran público encarnará desde entonces la lucha contra la pandemia.
El jefe de la OMS sacó dos bolígrafos de su saco, ajustó sus gafas y leyó su declaración.
“Estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y de gravedad, así como por los niveles alarmantes de inacción” en el mundo, dijo.
Y entonces declaró: “Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”.
En ese momento, menos de 4.300 personas habían muerto en el mundo, según cifras oficiales.
Cinco años más tarde los muertos se cuentan por millones, pero a mediados de marzo de ese año todavía no habían empezado los confinamientos, los hospitales no estaban desbordados y el hundimiento de la economía no se avizoraba.
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“Todos empezaron a actuar”
“La palabra ‘pandemia’ cambió la situación”, recuerda John Zarocostas, periodista que cubre para la AFP las agencias y ONG internacionales desde hace más de 30 años. “Tengo la impresión de que tenían que hacerlo” porque no lograban la reacción esperada de los Estados miembros desde el desencadenamiento de la USPPI
Para este veterano de las relaciones internacionales, “eso modificó la dinámica en términos de reacción de los gobiernos nacionales: todos empezaron a actuar”. Un retardo que frustró a la OMS. “El mundo está obsesionado por la palabra pandemia”, dijo Mike Ryan, para quien la advertencia de enero era más importante.
Nuevo botón de alarma
¿Puede repetirse una catástrofe similar? Para la OMS, la próxima pandemia solo es cuestión de tiempo. En diciembre de 2021, los Estados miembros de la organización, conscientes de las graves fallas frente al covid-19, comenzaron a trabajar en torno a un acuerdo internacional y obligatorio sobre la prevención y la preparación a las pandemias, para tratar de evitar que vuelvan a repetirse los mismos errores.
Las negociaciones son difíciles y una última sesión de negociaciones está aun prevista del 7 al 11 de abril, para finalizar el proyecto a tiempo para la asamblea anual de la OMS en mayo.
En espera, los países miembros lograron desempolvar el reglamento sanitario internacional. Y a partir de septiembre de este daño, el jefe de la OMS podrá declarar una “urgencia pandémica”.
En los cinco años transcurridos desde marzo de 2020, la OMS declaró la USPPI en dos ocasiones, ambas por epidemias de mpox.
El jefe de la OMS advierte regularmente a los países que no repitan el ciclo de negligencia seguido de pánico que caracterizó la pandemia de covid-19.
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La salud del papa mejora y su pronóstico deja de ser “reservado”, anuncia el Vaticano
Hace unos momentos, la Sala de Prensa de la Santa Sede compartió un nuevo parte médico que trae alivio y esperanza: el Papa Francisco está fuera del pronóstico reservado.
Según informaron, su estado de salud sigue siendo estable y las mejorías observadas en los últimos días se han consolidado, gracias a la buena respuesta a los tratamientos y a los controles médicos.
Aunque seguirá internado algunos días más para completar la terapia médica necesaria, el Papa ha podido participar esta mañana de los Ejercicios Espirituales en conexión con el Aula Pablo VI, recibir la Eucaristía y pasar un momento de oración en la capilla privada. Durante el día, alternó entre la oración y el descanso
Una buena noticia que invita a seguir acompañándolo con la oración y el cariño de todos, informó la periodista paraguaya Mónica Fabiola Ayala.
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Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
- Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
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Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
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