Será lanzada este mes de agosto para generar consciencia sobre la discriminación y también para educar, dirigida a niños y diferentes profesionales.
Mediante sus redes sociales, la influencer Nicole Sautú contó que están con un nuevo emprendimiento que tendrá un fin educativo e inclusivo para los niños y que también podrán utilizar maestros, psicopedagogas y diferentes profesionales.
“Estamos felices y emocionadísimas de compartir con los seguidores que son la familia grande. Vichi, como le decimos de cariño a Victoria porque queríamos que sea distinto a Vicky, se ganó el corazón de tantas personas desde bebé y luego de que empecé a compartir sus logros y avances en redes, llegó aún a más personas”, empezó diciendo.
Tal es así que la joven madre comentó que la idea de que Victoria tenga su propia muñeca es representar a todos los niños y personas con síndrome de Down, pero que lo especial será la manera en que la muñeca enseñará lo que es el SD contado como un cuento, con explicaciones simples que lleguen al niño, con accesorios y objetos que atraerán su atención y luego harán que la muñeca Vichi sea su fiel compañera.
“Aparte de todo el amor, muchas veces ya nos tocó vivir la discriminación de los niños hacia Vichi y no es por maldad, es por falta de conocimiento, porque les es desconocido y lo desconocido asusta muchas veces. Entonces encontramos esta manera de arriesgarnos para llegar a muchísimas familias que recientemente, por ejemplo, tuvieron un bebé con SD para dirigirnos hacia los hermanos mayores y dar un soporte emocional de cierta manera a la familia, o maestras que en el aula tienen a una persona con SD. La muñeca ayudará con la explicación e inclusión de los demás niños con el SD”, relató.
Mencionó que el proyecto es que puedan coleccionar, ya que Vichi tendrá varios amiguitos de los cuales irán contando en un futuro no muy próximo, pero que por el momento esperan el apoyo incondicional de todos los seguidores.
“El lanzamiento hacemos este mes de agosto y todas las novedades iré subiendo en mis historias. Vamos a estar con precio de lanzamiento sí o sí para que puedan aprovechar a full. Agradezco a las marcas que nos están apoyando que les mencionaré una vez que lancemos la muñeca”, adelantó emocionada.
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Emprendedores LN: venezolanos apuestan a Paraguay e innovan en alimentos saludables con Mi Yogur
Buscando alimentar de una forma más saludable a su hija, Fiona Zabala (38) junto a su esposo Simón Hernández (41) dieron el paso para innovar con yogures sin azúcar y conservantes en el mercado, dando vida a Mi Yogur.
Ambos son de nacionalidad venezolana, residentes en Paraguay desde el 2019. Sus dos hijos nacieron en Panamá, pero ya han adoptado a nuestro país como el suyo. En contacto con La Nación/Nación Media, Zabala indicó que desde chicos sus hijos consumen yogures saludables basados en la receta de su suegra, que tiene más de 40 años de tradición en su familia, y de la que hoy muchos degustan en nuestro país a través de Mi Yogur.
“En febrero de 2021 a mis hijos se les ocurrió la hermosa idea de compartir el yogur con los vecinos del barrio, para que así todos comieran saludable y ellos mismos fueron a entregarlos. Eso tuvo buena aceptación, comenzaron los pedidos y así nació nuestro pequeño emprendimiento”, explicó Fiona Zabala a LN.
La marca cuenta con tres líneas de yogur: natural, griego descremado y griego deslactosado; también tienen una línea kids con mermeladas sin azúcar. Actualmente cuentan con una producción semanal de 45 kilos distribuidos en diferentes presentaciones a diferentes comercios y tiendas, ya que de momento no tienen un local físico.
“Por ahora abastecemos a varios locales de Asunción, siendo la Casita Gourmet de Yudith nuestro principal punto de distribución. También estamos en el kínder Bosque Encantado, quienes apoyan la alimentación saludable de sus pequeños y todos los días Mi Yogur forma parte de sus desayunos y meriendas”, señaló y precisó que también ofrecen entregas a domicilio todos los días previa coordinación telefónica.
En cuanto a la función operativa y administrativa de la microempresa, detalló que su esposo lleva a cabo la administración de la marca, así como las compras y distribución. Sus hijos Belén y Salomón conforman el departamento de control y calidad, y Fiona se encarga de la producción, atención al cliente, diseño y marketing. La familia Hernández Zabala tiene como fin garantizar siempre la calidad de sus productos, y a mediano plazo, expandirse con nuevas líneas, incrementar sus canales de ventas y abrir una tienda física.
Paraguay
Su mirada acerca de cómo emprender en Paraguay se basa en que nuestro país ofrece un entorno propicio para los emprendedores, ya que existen programas y recursos disponibles para pequeñas empresas, lo que es fundamental para el progreso económico nacional.
“Para nosotros ha sido importante mantener una actitud proactiva y persistente frente a los diferentes obstáculos (receptividad, tiempos de respuestas, empatía entre otros) en este sentido, la perseverancia y nuestra fe son elementos claves para seguir adelante”, aseguró.
La historia
Zabala recordó que su llegada a Paraguay no fue planificada desde un principio, sino más bien, un paso de fe, ya que si bien por la situación social de Venezuela ya tenían pensado mudarse al extranjero, nuestro país no estaba primeramente en sus planes. “A mi cuñado le salió un proyecto acá en Paraguay, cuando vivía en Panamá. Él le invitó a mi esposo a formar parte y nosotros dijimos bueno, tenemos que irnos a algún sitio y mejor irnos con mi familia y apoyarnos, ahí decidimos venirnos a Paraguay”, expresó.
Cuando llegaron al país comenzó la pandemia del covid-19, por lo que los planes tuvieron cambios. Sin embargo, pese al contexto económico y de salud, lograron salir adelante con Mi Yogur, cuyo proceso empezó en 2021. “Fueron los niños los que nos inspiraron a buscar una mejor alimentación y como yo me quedaba en casa y él salía a trabajar, pudo salir nuestro emprendimiento y a través de eso puedo colaborar en mi hogar en la parte económica”, finalizó.
Datos claves
- La marca cuenta con tres líneas de yogur: natural, griego descremado y griego deslactosado; también tienen una línea kids con mermeladas sin azúcar.
- Señalan que Paraguay ofrece un entorno propicio para los emprendedores, ya que existen programas y recursos disponibles para pequeñas empresas.
- Actualmente el emprendimiento cuenta con una producción semanal de 45 kilos distribuidos.
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Sabores de todo el mundo se reúnen en un mismo restó asunceno
Dentro del eje corporativo, donde la elegancia se fusiona con la modernidad y la creatividad se convierte en un arte culinario, se alza el nuevo punto de encuentro gastronómico: 836 Restó. Ubicado en el hotel TRYP by Wyndham, este restaurante es mucho más que una opción para saciar los antojos; es un viaje sensorial que invita a explorar los sabores del mundo con un toque de libertad creativa.
El nombre “836″ no es solo una dirección; es un símbolo de la libertad que impregna cada plato del menú. Inspirado en la diversidad de culturas y cocinas internacionales, el equipo detrás de 836 Restó, encabezado por los talentosos chefs José Torrijos y María Salinas, ha creado un espacio donde la innovación y la tradición se fusionan en cada bocado.
Al adentrarse en el elegante ambiente del restaurante, los comensales son recibidos por una atmósfera chic y urbana que invita a la relajación y a la indulgencia. Con capacidad para hasta 100 personas, el espacio ha sido diseñado para ofrecer una experiencia gastronómica inigualable, ya sea para una comida íntima o para celebrar ocasiones especiales.
El menú de 836 Restó es un festín para los sentidos. Desde clásicos reinventados hasta creaciones innovadoras, cada plato es una obra maestra que refleja la pasión y el compromiso de los chefs con la excelencia culinaria. Entre las delicias que se pueden encontrar en el menú se encuentran el exquisito spaghetti calamar, el suculento T-Bone de lechón y el refrescante ceviche, que transportan a los comensales a destinos culinarios lejanos con cada bocado.
Pero la experiencia en 836 Restó va más allá de la mesa. Con una cuidadosa selección de vinos que complementan a la perfección cada plato, así como una variedad de servicios adicionales que incluyen la organización de eventos sociales y corporativos, este restaurante se convierte en el destino ideal para cualquier ocasión.
La inauguración de 836 Restó se vivió como una noche inolvidable llena de sabor, arte y buena música. Con una celebración que incluyó una experiencia gastronómica única con cocina en vivo, degustación de bebidas y la participación de talentosos artistas como la pintora Cynthia Edwards y el DJ Silas.
Para aquellos que deseen reservar su lugar en esta experiencia culinaria única, las líneas están abiertas al 0972 656 565. Además, pueden mantenerse al tanto de todas las novedades y eventos futuros siguiéndolo en sus redes sociales @836resto.
En 836 Restó, la comida va más allá de la simple nutrición; es una celebración de la diversidad, la creatividad y la pasión por la buena mesa. ¡Bienvenidos a un viaje culinario sin límites en el corazón de Asunción!
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Don Cocido, el emprendimiento que se transformó en un legado de amor
Don Cocido, el original puesto de desayunos en modalidad de food truck actualmente se encuentra frente a la fundación San Rafael del padre Aldo Trento. El emprendimiento tiene una trayectoria de más de cinco años y su historia no es solo de superación, sino también de amor y entrega.
El matrimonio conformado por Lourdes Ojeda y Luis Cortesi decidió emprender en la venta de desayunos luego de que Lourdes fuera diagnosticada de cáncer y empezara su tratamiento. Ella decidió emprender en algo propio y trabajar desde su casa, para así solventar sus medicamentos y estudios.
“La idea fue de mi esposa Lourdes, ella era una visionaria, siempre veía las oportunidades en medio de las crisis. Fue así que en una de las idas para su tratamiento vio un carrito eléctrico que vendía cocido y dijo ‘como quiero para colocar frente a casa y poder vender cocido y chipa’. Yo, como quería cumplir su deseo, vi la manera de comprarle el carrito y como una sorpresa se lo regale. Al poco tiempo de habilitar el puesto ya teníamos personas que llegaban para desayunar”, indicó Luis Cortesi en conversación con La Nación/Nación Media
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Con el tiempo la clientela se iba formalizando y el matrimonio decidió expandir el negocio, pero no tenía muy claro cómo conseguir un local sin tener que invertir mucho dinero. Fue así que tras buscar opciones y pensar en posibles ideas como la de un contenedor, Luis logró dar con un colectivo que estaba en desuso en una parada cerca de su casa y se le ocurrió la idea de convertirlo en un pequeño restaurante.
“Era un colectivo que ya no estaba en funcionamiento; entonces, me acerqué al dueño de la línea y le ofrecí que me lo vendiera. Ya con la ayuda de mi esposa y con algunas ideas inicié la restauración. Empecé a ponerle el sistema eléctrico, a montar la cocina y reutilizamos los asientos. Así fue quedando cada vez más acogedor nuestro nuevo Don Cocido”, relató.
Con el paso de los días y la puesta en funcionamiento del nuevo local, la pareja sentía que necesitaba un toque de color, que los diferenciara y sobre todo que trasladara el amor hacia lo nacional, por lo que le pidieron ayuda al artista Tomás Salinas, quien fue el encargado de plasmar un paisaje campestre paraguayo, muy pintoresco y llamativo.
Los retos
Como a todos los comercios y empresas, la pandemia fue un desafío para Don Cocido, que continuó brindando sus servicios implementando todas las medidas sanitarias. Al levantarse las restricciones, la pareja propietaria atravesó una prueba mayor, el deterioro de la salud de Lourdes.
Si bien el cáncer había estado en recesión durante varios meses y le permitió a Lourdes culminar una segunda carrera universitaria, además de llevar adelante el negocio de Don Cocido, que había crecido y consolidado su cartera de clientes, lamentablemente la enfermedad avanzó y el año pasado Lourdes pasó a la vida eterna.
El legado de amor
“Lourdes era una persona que siempre veía el lado bueno de las cosas y trataba de mantenerse positiva, ya en los últimos días de vida acudimos al padre Aldo Trento, para que nos ayude, porque sentía mucho dolor y en la fundación está el único centro paliativo del dolor. Mi esposa apenas entró empezó a sentir menos dolor y los siguientes días, hasta su partida, se la veía mucho más aliviada”, recuerda Luis.
Cortesi remarcó que durante su estadía en el hospital de la fundación en varias ocasiones su esposa le insistía que quería desayunar cocido con mbeyu y que extrañaba trabajar en el negocio que ambos habían creado, y le sugirió a su esposo traer el carrito más pequeño para vender sus desayunos y permanecer juntos.
“Ella siempre me pedía videos y fotos de cómo estábamos en el local trabajando mientras ella estaba internada. Un día se le ocurrió traer el carrito aquí, a la esquina de la fundación y como siempre le cumplí el deseo. Todos los funcionarios de la zona venían, además de las enfermeras e inclusive el propio padre Trento, quien es fanático del mbeyu con cocido”, comentó.
Luego del fallecimiento de Lourdes y por un deseo suyo, Luis trasladó Don Cocido enfrente a la fundación, donde continúan sirviendo desayunos y donando las ganancias a la fundación como retribución al amor y al servicio que recibió su esposa.
“Ella me pidió que donemos lo recaudado a la fundación, y cumplimos ese pedido todos los meses, desde su partida. Luego de pagar el mantenimiento y los gastos varios del local doy todo lo recaudado, a nosotros este lugar nos ayudó mucho y el deseo de mi querida esposa fue ayudar a los que podemos”, finalizó don Cortesi.
El emprendimiento Don Cocido ha trascendido y pasó de ser un negocio fundado en el amor, a una manera de colaborar con quienes padecen enfermedades terminales y reciben atención de calidad en el centro médico de la fundación San Rafael.
Datos clave
- Don Cocido es un puesto de desayunos en la modalidad food truck. Actualmente, está ubicado frente a la fundación San Rafael del padre Aldo Trento.
- Lleva funcionando más de cinco años y su menú se centra en el desayuno con alimentos tradicionales, como la chipa, el mbeyu y el cocido.
- Tras el fallecimiento de su creadora, Lourdes, las ganancias del local son donadas a la fundación.
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Don Cocido, emprendimiento que se transformó en legado de amor
La idea del negocio fue de Lourdes Ojeda, una exfuncionaria de La Nación, quien decidió trabajar desde su casa después de ser diagnosticada de cáncer.
Don Cocido, el original puesto de desayunos en modalidad de food truck actualmente se encuentra frente a la fundación San Rafael del padre Aldo Trento. El emprendimiento tiene una trayectoria de más de cinco años y su historia no es solo de superación, sino también de amor y entrega.
El matrimonio conformado por Lourdes Ojeda (exfuncionaria del diario La Nación) y Luis Cortesi decidió emprender en la venta de desayunos luego de que Lourdes fuera diagnosticada de cáncer y empezara su tratamiento. Ella decidió emprender en algo propio y trabajar desde su casa, para así solventar sus medicamentos y estudios.
“La idea fue de mi esposa Lourdes, ella era una visionaria, siempre veía las oportunidades en medio de las crisis. Fue así que en una de las idas para su tratamiento vio un carrito eléctrico que vendía cocido y dijo ‘como quiero para colocar frente a casa y poder vender cocido y chipa’. Yo, como quería cumplir su deseo, vi la manera de comprarle el carrito y como una sorpresa se lo regalé. Al poco tiempo de habilitar el puesto ya teníamos personas que llegaban para desayunar”, contó Luis Cortesi en conversación con La Nación/Nación Media.
Con el tiempo la clientela se iba formalizando y el matrimonio decidió expandir el negocio, pero no tenía muy claro cómo conseguir un local sin tener que invertir mucho dinero. Fue así que tras buscar opciones y pensar en posibles ideas como la de un contenedor, Luis logró dar con un colectivo que estaba en desuso en una parada cerca de su casa y se le ocurrió la idea de convertirlo en un pequeño restaurante.
“Era un colectivo que ya no estaba en funcionamiento; entonces, me acerqué al dueño de la línea y le ofrecí que me lo vendiera. Ya con la ayuda de mi esposa y con algunas ideas inicié la restauración. Empecé a ponerle el sistema eléctrico, a montar la cocina y reutilizamos los asientos. Así fue quedando cada vez más acogedor nuestro nuevo Don Cocido”, relató.
Con el paso de los días y la puesta en funcionamiento del nuevo local, la pareja sentía que necesitaba un toque de color, que los diferenciara y sobre todo que trasladara el amor hacia lo nacional, por lo que le pidieron ayuda al artista Tomás Salinas, quien fue el encargado de plasmar un paisaje campestre paraguayo, muy pintoresco y llamativo.
LOS RETOS
Como a todos los comercios y empresas, la pandemia fue un desafío para Don Cocido, que continuó brindando sus servicios implementando todas las medidas sanitarias. Al levantarse las restricciones, la pareja propietaria atravesó una prueba mayor, el deterioro de la salud de Lourdes.
Si bien el cáncer había estado en recesión durante varios meses, que le permitió a Lourdes culminar una segunda carrera universitaria, además de llevar adelante el negocio de Don Cocido, que había crecido y consolidado su cartera de clientes, lamentablemente la enfermedad avanzó y el año pasado (2023) Lourdes pasó a la vida eterna.
EL LEGADO DE AMOR
“Lourdes era una persona que siempre veía el lado bueno de las cosas y trataba de mantenerse positiva, ya en los últimos días de vida acudimos al padre Aldo Trento, para que nos ayude, porque sentía mucho dolor y en la fundación se encuentra el único centro paliativo del dolor. Mi esposa apenas entró empezó a sentir menos dolor y los siguientes días, hasta su partida, se la veía mucho más aliviada”, recuerda Luis.
Cortesi remarcó que durante su estadía en el hospital de la fundación en varias ocasiones su esposa le insistía que quería desayunar cocido con mbeju y que extrañaba trabajar en el negocio que ambos habían creado, y le sugirió a su esposo traer el carrito más pequeño para vender sus desayunos y permanecer juntos.
“Ella siempre me pedía videos y fotos de cómo estábamos en el local trabajando mientras ella estaba internada. Un día se le ocurrió traer el carrito aquí, a la esquina de la fundación y como siempre le cumplí el deseo. Todos los funcionarios de la zona venían, además de las enfermeras e inclusive el propio padre Trento, quien es fanático del mbeju con cocido”, comentó.
Luego del fallecimiento de Lourdes y por un deseo suyo, Luis trasladó Don Cocido frente a la fundación, donde continúan sirviendo desayunos y donando las ganancias a la fundación como retribución al amor y al servicio que recibió su esposa.
“Ella me pidió que donemos lo recaudado a la fundación, y cumplimos ese pedido todos los meses, desde su partida. Luego de pagar el mantenimiento y los gastos varios del local doy todo lo recaudado, a nosotros este lugar nos ayudó mucho y el deseo de mi querida esposa fue ayudar a los que podemos”, finalizó don Cortesi.
El emprendimiento Don Cocido ha trascendido y pasó de ser un negocio fundado en el amor, a una manera de colaborar con quienes padecen enfermedades terminales y reciben atención de calidad en el centro médico de la fundación San Rafael.