El Centro Municipal de Producción de Alimentos de la ciudad de Villa Elisa es nuevamente noticia, esta vez por la “vaca mecánica” que hasta el día de hoy a entregado unos 98.000 litros de leche de soja a los pobladores de ciudad que están fuera de la ayuda estatal. Martín Stachon, vocero del municipio explicó que “las personas que son beneficiadas son aquellas que no reciben ni una ayuda estatal, ni Pytyvõ ni Ñangareko”.

La producción propia y distribución de alimentos forma parte del Programa de Asistencia Alimentaria impulsado por el municipio a inicios de la pandemia. Funciona en detrás mismo de la intendencia, en la plaza Von Polesky. Además de la “vaca mecánica” productora de leche de soja, también es parte crucial la huerta biodinámica, que surte a los más carenciados de legumbres y verduras frescas. Y el otro pilar es la panadería municipal que preparan los panificados.

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La bebida de soja o comúnmente llamada leche de soja se elabora remojando, moliendo y filtrando granos de soja o soya. Foto: Christian Meza.

Nos comentan que la idea de producir bebida de soja o “leche” de soja, como comúnmente la gente conoce, fue cuando se dieron cuenta al inicio de la pandemia del COVID-19 que los víveres no alcanzarían a los realmente necesitados. Así que decidieron producir y repartir leche de soja y sus derivados. “En un principio fue la leche, luego fueron sus derivados como el café de soja y el bagazo de soja que utilizan para hacer las hamburguesas, albondigas, empanadas, etc.” indican.

“Asistimos en promedio a unas 600 familias por día. Lo que nosotros entregamos es leche, café, bagazo de soja, panificados y verduras de la huerta, todo del municipio. Serían 2 litros de leche y 1 kilo de galleta, entonces la gente que se va ahí es la que realmente necesita. Solo pedimos que traigan sus propios envases limpios de manera a llevar la bebida” mencionó Stachón vocero de la comuna.

Tienen unas 30.000 plantas de verdeo, es decir, lechugas, cebollitas, acelgas, etc. todo plantado en el Paseo Parque Villa Elisa. Foto: Archivo.

También nos comentan el ingenio de los vecinos de la ciudad que utilizan la leche de soja para cocinar budínes, biscochuelos, postres para los niños. También una manera de consumirlo es en forma de licuados con frutas como banana, mango, piña, manzana entre varias otras. Incluso mencionan que puede colocársele jugo en polvo y de manera a saborizarlo también.

La soja, nutricionalmente es de mediana digestión, carece de colesterol y tiene la mitad de grasas y calorías, la misma cantidad de vitaminas B y más hierro que la leche de vaca.

El otro pilar es la panadería municipal que preparan las galletas. Foto: Christian Meza.

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