El 1 de marzo de 1870 representa el final de las acciones militares de la Guerra contra la Triple Alianza. Eso se da con la muerte del comandante en jefe y presidente de la República del Paraguay, Francisco Solano López. El Ejército de las tropas brasileñas comandadas por José Antonio Correa da Cámara atacaron el campamento de López en Cerro Corá, según explica el historiador Herib Caballero Campos.
Indica que se trata de una fecha simbólica e importante, pues de alguna manera es la concreción del emblema de la República paraguaya de que había solo dos opciones, vencer o morir.
Si no se podía vencer, era preferible morir en el campo de batalla. Es por eso que hoy en día tiene un valor simbólico, muy relevante para la historiografía y en este sesquicentenario (150 años) se tiene que repensar nuestro pasado en un nuevo contexto, evitando fanatismos.
Sostiene que si bien tres de cada cinco habitantes de aquella época fallecieron durante la contienda, no necesariamente fue por las balas, sino más bien por las consecuencias como enfermedades, hambre y las penurias que vivieron durante la guerra. “Fue una debacle demográfica, pues tres de cada cinco habitantes perecieron no precisamente por balas, sino por los efectos secundarias como hambre, enfermedad y toda la penuria que acompañó a la población civil, que fue la más perjudicada”, añade.
RECONOCIMIENTO
En el Paraguay se recuerda el Día de los Héroes desde hace 90 años tras la inclusión del 1 de marzo en la Ley de Feriados como el Día de los Defensores de la Patria, añadió. “Antes de esa fecha, el 1 de marzo no era recordado más que por los periódicos”, aseguró.
Como antecedente para la inclusión de la fecha en la Ley de Feriados, Caballero Campos explica que en 1920, en el marco del cincuentenario del fin de la guerra, un grupo de docentes y estudiantes convocaron a una multitudinaria movilización que congregó a más de 50.000 personas. No obstante, recién en 1922 se conmemoró el primer acto público en la fecha, al inaugurar un monumento a los héroes.
Entre tanto, la exaltación de la figura del mariscal Francisco Solano López comenzó a partir del gobierno provisorio del Rafael Franco, en 1936. Él ordenó terminar las obras iniciadas en el gobierno de López para la construcción del Oratorio de la Virgen de la Asunción.
Caballero Campos explica que la figura de López pasó por tres etapas. Una de culpabilidad, que comenzó el 17 de agosto de 1870, cuando el gobierno provisorio lo declaró culpable de la guerra y procedió a confiscar sus bienes y los de sus familiares.
En ese cincuentenario, un grupo de estudiantes y docentes habrían propugnado una manifestación que tuvo más de 50.000 personas. Eso fue el 1 de marzo de 1920. Después, el 1 de marzo de 1922 se inauguró el actual monumento a los Héroes, que está detrás del Panteón Nacional de los Héroes. Esta fue la primera vez que hubo un acto público donde se recuerda esta fecha.
Este periodo dura hasta 1902, en que se produce un debate público a través de los periódicos de la época entre Juan E. O’Leary y Cecilio Báez. En esta polémica triunfa el posicionamiento de O’Leary, con lo que inicia el periodo del lopismo.
La etapa reivindicativa va hasta 1936, cuando finalmente el gobierno provisorio de Rafael Franco decide concluir el Oratorio de la Virgen de la Asunción. El 12 de octubre de 1936 se inicia el culto al Día de los Héroes en la persona de Francisco Solano López, explica el historiador.
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Amambay: 4 atractivos imperdibles en su capital y alrededores
El decimotercer departamento del país, Amambay, no solo cuenta con numerosos paisajes naturales de gran belleza y riqueza histórica, sino que su capital departamental Pedro Juan Caballero también se ha convertido en un importante polo comercial de la frontera, atrayendo importantes inversiones en los últimos años. Conocé cuáles son algunos de los atractivos turísticos, naturales y comerciales para descubrir en la zona.
1. Parque Nacional Cerro Corá
Localizado en el municipio del mismo nombre, a más de 450 kilómetros de Asunción y 39 kilómetros de la capital departamental Pedro Juan Caballero, el Parque Nacional Cerro Corá abarca un territorio de más de 5.500 hectáreas, donde se mezclan la riqueza de su fauna (animales silvestres) y su flora (bosques) con su importante valor histórico: el sitio fue escenario de la última batalla de la Guerra contra la Triple Alianza y lugar de la muerte del Mariscal Francisco Solano López, a orillas del arroyo Aquidabán Nigüí, el 1 de marzo de 1870.
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Además de los monumentos históricos alusivos a la Guerra contra la Triple Alianza, entre los atractivos naturales del parque se destaca el Cerro Muralla, que ofrece un mirador con una vista impresionante, donde se puede apreciar parte de la formación de cerros de la cordillera del Amambay.
“A través de este mirador no solo se puede observar el parque, sino también las maravillas de Cerro Corá, cercado de cerros, que dieron origen al nombre de la localidad. Para ingresar están disponibles dos accesos: desde la ruta PY05, que implica poco más de 2 kilómetros de caminata, mientras que también se puede acceder por otro sendero del parque, que inicia en el monumento de la última batalla de la “Guerra Grande” y requiere de 7 kilómetros de recorrido”, explicó el guardaparques Amado Valdez a La Nación/Nación Media.
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Potenciar el turismo en Cerro Corá
El municipio de Cerro Corá es uno de los más jóvenes en Paraguay, fue creado apenas en el 2020 cuando lo desprendieron de la capital departamental Pedro Juan Caballero y cuenta con más de 12.000 habitantes.
La mayor parte de su territorio está compuesto por zonas rurales, siendo sus principales motores económicos la ganadería y la agricultura, rubro en el que se destacan el cultivo de oleaginosas, con casi 50.000 hectáreas de extensión, explicó el intendente Wilfrido Figueredo a LN/NM.
La agricultura familiar de subsistencia y comercialización, ya sea de cebollas y otros frutihortícolas también juegan un rol muy importante. Otro de los cultivos que va tomando fuerza en la zona es el sésamo, con más de 200 hectáreas, de acuerdo con el jefe municipal. Además de la agricultura, otros motores económicos empiezan a surgir en la zona como por ejemplo el rubro inmobiliario.
“También va creciendo el rubro industrial: tenemos fábricas de ladrillos y vidrios, donde se emplean más de 200 familias, y las grandes canteras. Queremos incentivar este sector, ofreciendo ventajas para la inversión”, agregó.
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El turismo es otro de los sectores con gran potencial en la zona, siendo el Parque Nacional Cerro Corá la principal carta de presentación.
“Más allá de que sea un área silvestre protegida, estamos trabajando en un plan de manejo que nos permita explotarlo como atractivo turístico. Tenemos un potencial demasiado grande: atrae a 70.000 turistas al año. Igualmente, hay varios otros atractivos a sus alrededores como el arte rupestre del Cerro Guasu. Buscamos potenciar el turismo en la zona”, agregó el jefe comunal.
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2. La joya comercial
Pedro Juan Caballero se consolida como un polo comercial en zona fronteriza y, por medio del turismo de compras, continúa atrayendo masivamente a visitantes brasileños ante precios más competitivos para la compra de electrónica, electrodomésticos, artículos de lujo y más.
De hecho, el titular de la Cámara de Industria, Comercio, Turismo y Servicios de Pedro Juan Caballero, Alejandro Benítez Aranha, destacó a La Nación que el 95 % de los compradores en la ciudad proviene de Brasil. “El comercio es el pulmón de la ciudad, es nuestro principal rubro”, expresó.
Fue así como Benítez Aranha destacó los incentivos que siguen atrayendo a los turistas brasileños como por ejemplo el régimen de turismo de compra, que permite la reducción del IVA para ciertos productos desde el momento de la importación a fin de que las empresas trasladen este beneficio al cliente extranjero al momento de la compra.
En línea con el auge del turismo de compras, se proyecta el desembarco de nuevas inversiones en la ciudad, sobre todo de centros comerciales, que seguirán dinamizando la actividad comercial de la zona.
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3. Laguna de historia y encantos
El origen de la ciudad de Pedro Juan Caballero prácticamente se esconde en la laguna Punta Porã, el sitio donde en épocas antiguas (cerca del año 1800) paraban las carretas que transportaban yerba mate, el principal rubro de la zona en aquella época. Sacha Cardona, director de Cultura de la Municipalidad de la ciudad, relató algunas de las curiosidades del icónico sitio.
“La laguna Punta Porã es la cuna de dos ciudades: Pedro Juan Caballero y Ponta Porá, donde se conjuga la historia de dos países. Quien viene a la frontera tiene esa experiencia mágica de cruzar una calle y estar en Brasil o Paraguay. Esta magia de la frontera seca empieza en una página muy triste de nuestra historia, que fue la Guerra contra la Tripe Alianza”, mencionó.
Como recuerdo de aquellos años, en el sitio se pueden apreciar el monumento al Pionero, que refleja las etapas de la historia socioeconómica de la zona. También está representada la carreta campesina, que era el medio de transporte utilizado por los primeros pobladores. La tradición señala que quien da una vuelta por laguna Punta Porã queda encantado y siempre regresa a Pedro Juan Caballero.
4. Chacurrú
Ubicado a 15 kilómetros de la zona urbana de Pedro Juan Caballero, el complejo ecoturístico Chacurrú es ideal para quienes desean disfrutar de la magia de la naturaleza, con un poco de aventura. El sitio cuenta con tres impresionantes saltos de agua, que están incluidos en su circuito de aventura. Se trata de un sitio rodeado de exuberante belleza natural, que fue habilitado ya hace 12 años y cuenta con 25 hectáreas, de las cuales 16 son de bosque nativo.
El circuito de aventura extrema del complejo turístico está dividido en cuatro etapas e incluye actividades como arborismo, seis puentes colgantes, una tirolesa de 150 metros y rapel al costado del salto San Juan, de casi 30 metros de altura. Recientemente, la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) designó a Chacurrú, de la familia González, como la primera Ecoposada del país.
Ruth González, integrante de la familia propietaria del complejo, detalló a La Nación/Nación Media cómo trabajaron para que Chacurrú fuera reconocida con el sello verde, de Ecoposada. “Para nosotros es un gran logro obtener el sello verde. En julio pasado fuimos seleccionados para el curso de Ecoposada, desde ahí sumamos nuevas prácticas sustentables a las que ya teníamos. Actualmente, aplicamos el uso eficiente del agua y la energía, usamos productos biodegradables y realizamos el reciclaje de residuos”, explicó a LN/NM, invitando a todo el país a conocer la magia natural del complejo.
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Héroes paraguayos: 11 figuras clave en tiempos de guerra
Paraguay, un país de héroes que enfrentó dos grandes guerras en un lapso de 60 años, una de ellas considerada la más cruenta de la historia sudamericana. En esta nueva entrega de Ellos Saben, recopilamos 11 héroes paraguayos de las guerras de la Triple Alianza (1864-1870) y del Chaco (1932-1935) desde la visión del historiador Fabián Chamorro.
La nómina de Fabián está compuesta por Francisco Solano López; Elizardo Aquino; José María Bruguez; Bernardino Caballero; José Eduvigis Díaz; José Félix Estigarribia; Eugenio Alejandrino Garay; José Bozzano Baglietto; Rafael Franco; María Victoria Candia y Andrés Barbero.
Chamorro cita a tres estrategas de la guerra de la Triple Alianza, Elizardo Aquino, quien nació en Luque en 1825. El 30 de abril de 1854, siendo teniente, fue nombrado comandante de la unidad militar de la Fundición de Ybycui. Era capitán cuando se inició la contienda. Comandando el Batallón Nº 36 fue destinado al frente y apoyó a la Escuadra Paraguaya en la batalla naval de Riachuelo el 11 de junio de 1865.
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Siendo coronel y jefe del Estado Mayor de la fortaleza de Humaitá, recibió la orden de cavar unas trincheras cerca a las avanzadas aliadas próximas a los bosques del Sauce; ahí se combatió cuerpo a cuerpo desde el 16 de julio hasta el 18 de julio de 1866 para mantener las posiciones paraguayas. Aquino, en una de las tantas cargas paraguayas para reconquistar las trincheras, y sin medir el riesgo, fue en busca del enemigo recibiendo un balazo en el estomago. Tres días después, en Paso Pucu, segundos después de morir, fue despedido por el Mariscal con un vigoroso: ¡Viva el general Aquino!
El segundo es el general José María Bruguez, artillero, “un hombre muy bien formado a pesar de salir muy poco de Paraguay. Fue un excelente estratega y murió ajusticiado durante los procesos de San Fernando, en junio del año 1868″, refiere Fabián. Y el tercero es Bernardino Caballero, “el estratega que le quedó a López para tratar de parar el aluvión aliado desde mediados de 1868. Caballero aprendió el arte de la guerra en el campo de batalla”, agrega.
A ellos suma los nombres de José Eduvigis Díaz, “por lo que representa para la memoria del Paraguay” y de Francisco Solano López, que para él “es el personaje histórico más importante del Paraguay hasta hoy en día”, asegura.
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En la guerra del Chaco, el primer héroe es el mariscal José Félix Estigarribia, quien tuvo “una visión estratégica diferente, con la guerra en movimiento, con el traslado masivo de hombres y logística en varias direcciones para sus famosos ‘corralitos’”. De acuerdo a Fabián, Estigarribia “no dejó de pensar un solo día en cómo destruir en una sola batalla a todo el Ejército boliviano y si bien no lo pudo hacer, en diferentes batallas fue tomando divisiones enteras del Ejército boliviano”.
El segundo es Eugenio Alejandrino Garay, “un hombre que ya estaba jubilado y prácticamente anciano se convirtió en patrono de la infantería paraguaya”, cuenta y agrega que “después de caminar más de 60 kilómetros con un ejército que no tenía prácticamente agua, salió detrás del Ejército boliviano y logró una victoria fundamental en Yrendagué”.
El tercero es José Bozzano Baglietto, que fue el gran organizador de la retaguardia, también el padre de los cañoneros “Paraguay” y “Humaitá”. El cuarto es “Rafael Franco, que fue un oficial valiente y decidido.
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Por último, rescató la figura de una mujer, María Victoria Candia, que fue la jefa de enfermeras de Paraguay durante la guerra del Chaco”, comenta.
“María Victoria se fue a Inglaterra sin hablar inglés, entró a una escuela de enfermería durísima, militar, donde la maltrataron y sufrió de todo, pero igual prevaleció. Gracias a sus méritos académicos pudo irse a Francia y a Estados Unidos. Cuando Paraguay la necesitó vino y se encargó del entrenamiento de las mujeres. Cuando la guerra llegó se fue servir en el frente. Es una mujer olvidada que merece el reconocimiento por lo que hizo”, reseña.
El héroe civil, para Fabián, es el médico Andrés Barbero, que sirvió a Paraguay en la pandemia de 1918, en la guerra del Chaco y que incluso después de muerto sigue aportando al país al dejarle toda su fortuna. Además, fue el padre de la Cruz Roja Paraguaya. “La Sociedad Científica del Paraguay y la Academia Paraguaya de la Historia funcionan gracias a los recursos que él dejó ya hace más de 70 años”, remarca.
“Él sigue aportando a Paraguay a través de la ciencia, a través de la historia y para mí es fundamental recordar a este gran hombre”, concluye.
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Francisco Solano López ¿fue hijo biológico de don Carlos A. López?
Como en toda historia existen voces dispares sobre algunos hechos, La Nación busca dilucidar qué es mito y qué es realidad desde una voz cualificada, como lo es la de un historiador. En este artículo, el debate se centra en el año de nacimiento del mariscal López y en la posibilidad de que su progenitor no sea el que la historia cuenta.
Se trata del tercer artículo de la serie Mito o Realidad, que tiene como protagonista al investigador histórico José Luis Martínez, quien expuso su visión sobre el año de nacimiento de Francisco Solano López y el porqué podría no ser el hijo biológico de Don Carlos Antonio.
El pasado 24 de julio fue nuevamente conmemorado el natalicio del mariscal Francisco Solano López, sobre cuyo padre biológico se debate hace años; existe una fuerte versión de que no era hijo biológico de don Carlos A. López. Esto se basa en que el año oficial de su nacimiento, 1827 al día de hoy, no sería el verdadero.
Francisco Solano habría nacido en 1826, dando cabida a la versión de que sería hijo biológico de Lázaro Rojas de Aranda, padrastro de Juana Paula Carrillo, madre biológica de López (h). A Lázaro la historia le atribuye ser padrino de Francisco, sin que existan pruebas de ello.
La historia de cómo se fijó el año de 1827 nos dice que en 1977, durante el gobierno del general Alfredo Stroessner, las autoridades del Congreso Nacional, a la vista de los debates sobre la fecha cierta del nacimiento, solicitaron a la Academia Paraguaya de Historia que defina el asunto. La Academia respondió el 23 de mayo de ese año informando al Congreso las conclusiones verbales de dos de sus miembros, Marco Antonio Laconich y Víctor Ayala Queirolo, quienes establecieron –indubitablemente- el 24 de julio de 1827 como la fecha de nacimiento.
Ayala Queirolo argumentó que la fecha fue citada en un artículo de El Centinela de 1867 (año 1, N° 14, 24 de julio de 1867), que se editaba al cuidado del propio Mariscal en plena Guerra Guasu; mientras que Laconich afirmó que dado que los padres de Solano López contrajeron matrimonio el 22 de julio de 1826, el mariscal –por deducción- no podía haber nacido sino al año siguiente, en 1827.
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Así, la eventual castidad de doña Juana Pabla Carrillo al contraer matrimonio y un artículo mandado publicar por el propio Solano López son las pruebas de la fecha oficial del nacimiento del mariscal de Acero en 1827 (ver APH, Publicaciones, vol. 16 pág. 192/5). Sin embargo, y no pudiendo ofrecer una prueba documental de lo que se le solicitó, La Academia aclaró convenientemente que no existía la documentación que indicase la fecha real del nacimiento, “posiblemente haya desaparecido, por lo menos hasta la fecha no se ha encontrado” (Sic).
Se refirió a la “Fé de Bautismo” que debía aparecer en el libro de registro de la Parroquia de San Roque, donde se bautizaban los niños nacidos en Trinidad durante el cierre de la Parroquia de los Recoletos por disposición del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia. El libro desaparecido corresponde al período 1815-1870 (Curia Metropolitana – archivista Aldo Oviedo).
Tampoco aparecen las fechas de nacimiento de Venancio e Inocencia López Carrillo, hermanos de López, sin embargo, algunos historiadores y hasta genealogistas les dan fecha de nacimiento a ambos. Lo cierto es que tampoco tienen a la vista sus respectivas “Fé de Bautismo”, por lo que se colige que las mismas se hallarían en el libro de registro desaparecido de la Parroquia de San Roque.
Los dos últimos hermanos, Mónica Rafaela y Benigno, sí cuentan con su “Fé de Bautismo” en la re-erigida Parroquia de la Recoleta en 1829; la primera nació el 23 de noviembre de 1830 y el segundo se bautizó el 25 de mayo de 1834, sin indicar la fecha de nacimiento, que se considera ocurrió unos días antes.
Hijo bastardo
También existen versiones de que Francisco Solano López es el supuesto hijo bastardo de Carlos Antonio López. Se menciona la desaparición del libro completo de bautismos de la Iglesia de San Roque (donde se bautizaban los niños de Trinidad hasta 1829, como fue el caso de Solano López y sus hermanos Venancio e Inocencia) como indicio de que no se habría querido mostrar el verdadero año del nacimiento de López.
Los libros de bautismos de los años 1826 y 1827 de las otras parroquias, La Encarnación y Catedral, permanecen intactos y en buen estado en la Curia Metropolitana, pero no figura Francisco Solano. Curiosamente, el libro de registro de bautismos de la Parroquia de la Catedral, a cuya jurisdicción pertenecía Juana Pabla Carrillo, exhibe para el 24 de Julio de 1827 dos bautismos a nombre de Francisco Solano Mieres y Francisca Solana Riquelme, pero ninguna referencia a Francisco Solano López.
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De las primeras consideraciones históricas sobre el asunto tenemos las anotaciones del historiador y diplomático argentino Dr. Estanislao Zeballos, quien en su segunda visita al Paraguay en 1888, en el apartado “Varias noticias recogidas en la Asunción”, escribió: Todas las personas con las que he hablado de López, haciendo yo notar la diferencia de sus rasgos fisionómicos, diferentes de los de su padre Don Carlos Antonio, están conformes en asegurar que no es hijo de este, sino de un señor Rojas.” (Sic) (La Guerra del Paraguay en primera persona – Testimonios inéditos - Comp. Liliana Brezzo –Ed. Tiempos de Historia, Asunción, 2015).
Zeballos, incluso, desliza que López (h) sería hermano del coronel (Juan Alberto?) Meza, de notable parecido.
Otra prueba
Los festejos del centenario del natalicio de López, en 1926, con un O’Leary de presidente de comisión de festejos, es otra prueba de que el año 1826 era considerado en firme. De hecho, O’Leary así lo afirma en su grandiosa obra reivindicatoria del mariscal, en el capítulo II de “El Mariscal Solano López” (1920).
“Nació el héroe de Cerro Corá el 24 de julio de 1826 en el seno de una familia extraordinaria” (Sic). En su respuesta de 1977 al Congreso Nacional, la Academia Paraguaya de la Historia manifestó que esto fue “un error de O’Leary” (Sic), cuando éste ya había fallecido (1969).
Dos cálculos
Un primer cálculo es el que nos obliga a hacer el ya citado Juan E. O´Leary en aquel capítulo II, cuando respecto de la muerte del dictador Francia dice: “Ocurría esto en 1840. Tenía entonces catorce años Francisco Solano López” (Sic) (p. 15). El Dr. Francia falleció el 20 de septiembre de 1840 y habiendo nacido Francisco Solano un 24 de julio, no pudo haber sido –por imperio de este cálculo- sino en 1826.
Un segundo cálculo, con base netamente histórica, nos dice que en octubre de 1856 don Carlos A. López redujo la edad mínima para ser presidente, de 45 años pasó a 30 años, para ajustarla a la edad que habría cumplido Francisco Solano en julio de ese mismo año. Esto no sería factible si hubiera nacido en 1827, porque recién tendría 29 años. Aunque esto no es determinante, es un indicio del pensamiento estratégico de don Carlos.
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Lo expuesto nos permite llegar a la conclusión de que Francisco Solano López no podría haber nacido en 1827, lo único que queda por saber es si Lázaro Rojas es su verdadero padre y esto no hay forma de probarlo, más que con los dimes y diretes de la época. Aunque, cuando vemos la foto del supuesto hijo de éste, el Coronel Meza, bastante parecido a Francisco Solano, quedan pocas dudas. Oficialmente, se seguirá considerando a López como el primogénito de don Carlos, sin que su “Fé de Bautismo” haya sido exhibida.
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Los 5 sitios históricos más emblemáticos de Paraguay
En esta nueva entrega de Ellos Saben, La Nación/Nación Media conversó con el historiador Fabián Chamorro, quien citó los 5 sitios históricos más emblemáticos de Paraguay.
El promotor cultural, docente universitario y escritor considera que estos lugares forman parte de nuestra raíz histórica, permitiéndonos comprender nuestro presente y encaminar nuestro futuro.
La lista de Fabián incluye a Cerro Corá; Humaitá; Boquerón; la Plaza de Armas y el Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio Nuestra Señora de la Asunción, que representan la valentía y el heroísmo en la lucha por nuestra libertad y soberanía. Aquello que nos “sigue definiendo como nación”.
Cerro Corá
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Fue el escenario de la última batalla de la Guerra de la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) y el lugar donde fue asesinado el mariscal Francisco Solano López el 1 de marzo de 1870. El presidente de la República falleció de un tiro en la espalda a orillas del arroyo Aquidabán Nigüí y así acabó la contienda que dejó prácticamente destruido al Paraguay.
El 1 de julio del 2020, por Ley N° 6.555, Cerro Corá se convirtió en municipio. Ubicado en el departamento de Amambay, destacan el Museo y Monumento y el Parque Nacional, con una reserva natural de 5683 hectáreas, un centro de visitantes, un auditorio, una zona recreativa y un mirador. La distancia desde Asunción es de 415 km.
Humaitá
Este poblado fue fundado en febrero de 1778 como un fuerte militar y se convirtió en un emblema de la resistencia paraguaya durante la Guerra de la Triple Alianza. En el lugar permanecen las ruinas de la Iglesia de San Carlos Borromeo, único vestigio arquitectónico de la contienda, que fue bombardeada durante meses por el ejército aliado.
Ubicada estratégicamente sobre un recodo del río Paraguay, en el departamento de Neembucú, la iglesia fue mandada a construir por Carlos Antonio López y en su momento fue considerada una de las más hermosas de América. En el lugar también se puede visitar el excuartel de López, hoy convertido en museo. La distancia desde Asunción es de 269 km.
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Boquerón
Este fortín, ubicado en el departamento de Boquerón, fue escenario de uno de los capítulos más decisivos de la Guerra del Chaco, a pesar de su alto costo de vidas humanas. Cada 29 de setiembre conmemoramos la Batalla de Boquerón, que significó la capitulación de las tropas bolivianas que habían tomado el control del fortín el 31 de julio de 1932. Esta batalla escuela fue decisiva para iniciar la expulsión boliviana del Chaco paraguayo.
El sitio cuenta con varios atractivos, como las trincheras, las “tucas” o refugios semisubterráneos, los cementerios, la lápida de la amistad y un museo donde pueden verse armamentos, un avión, un camión y un mapa histórico. La distancia desde Asunción es de 450 km.
Plaza de Armas
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La Plaza de Armas fue y es escenario y testigo de los hechos sociales y políticos más relevantes del país por su ubicación neurálgica, rodeada de edificios históricos como el ex Cabildo, hoy Centro Cultural de la República El Cabildo; el Congreso Nacional, el Correo Paraguayo, la Catedral Metropolitana y la Comandancia de la Policía Nacional, en pleno centro de Asunción.
A solo metros del lugar nació Asunción, Madre de Ciudades. La plaza fue consagrada como patrimonio histórico y cultural en el artículo 81 de la Constitución Nacional y pasó a manos de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) conforme a la Ley 6.284/19.
En época de la conquista se llamó Plaza Mayor, a partir de 1811 La Independencia y en 1903 Constitución. Fue escenario de la independencia entre el 14 y 15 de mayo, pues en ese lugar estaba la vivienda de los gobernadores españoles.
En 1901 fue escenario del primer encuentro de fútbol en Paraguay, entre alumnos de la Escuela Normal de Maestros y bajo la instrucción de Williams Paats. Durante la revolución de 1904 fue ocupada por las tropas militares. En 1913 se creó el Paseo Centenario, al que dotaron de esculturas y jardines geométricos. Con la demolición de la casa de los gobernadores se formaron cinco nuevas plazas. En 1999, fue escenario del Marzo paraguayo, que se cobró 7 vidas.
Panteón de los Héroes
Es el punto de congregación por excelencia de la ciudadania. El Panteón Nacional de los Héroes y Oratorio de la Virgen Nuestra Señora Santa María de la Asunción está ubicado en el centro histórico de Asunción, sobre la emblemática calle Palma.
Considerado una joya arquitectónica, evoca varios estilos arquitectónicos traídos de Europa. En su interior descansan los restos mortales de Carlos Antonio López (primer presidente de la República), mariscal Francisco Solano López (héroe de la Guerra de la Triple Alianza), mariscal José Félix Estigarribia (héroe de la Guerra del Chaco); Niños Mártires de Acosta Ñu, el soldado desconocido de la Guerra del Chaco, entre otros.