La fiscal María Teresa Ruiz Díaz investiga el asalto mortal de Héctor Ursino Gámez Agüero, propietario de la ferretería "Acuario", ubicada sobre la avenida Artigas casi Doctor Montiel, del barrio Trinidad, en Asunción.
La agente Ruiz Díaz dispuso el análisis de imágenes de circuito cerrado proveído por propietarios de un supermercado cercano al lugar donde sucedieron los hechos. Además, cuenta con un identikit del sospechoso del crimen obtenido luego de las declaraciones de testigos presenciales.
Ayer, la víctima recibió un golpe por parte de dos hombres, uno de ellos de 40 años aproximadamente y el otro de 20. Posteriormente, los empleados fueron obligados a tirarse del lugar, así como también habría sido amenazada la esposa del dueño del local comercial, según datos brindados por la Policía Nacional.
Gámez Agüero en todo momento trató de mantener calmados a los asaltantes, a quienes les dijo que podían llevar todo lo que había, a cambio de que no lastimaran a nadie. En total, los supuestos delincuentes encontraron una suma de Gs. 200.000 guaraníes, lo que aparentemente desató la furia de ambos.
Los delincuentes se habrían molestado por el ínfimo botín, por lo que le recriminaron a las víctimas, hasta que el más joven de los delincuentes le disparó en dos oportunidades al dueño de la ferretería, quien fue derivado a un sanatorio privado, donde se constató su deceso.
Las personas que lograran identificar al sospechoso pueden ponerse acudir a la comisaría más cercana o a la Unidad Barrial n° 7 de la Fiscalía en Asunción, ubicada sobre las calles Jazmín del Paraguay c/ Tte. Miño. O realizar una llamada de forma anónima a los teléfonos: (021) 297 067, 294 676, 293 398.
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Torta con arsénico: sospechosa murió en prisión de Brasil
Una mujer sospechosa de envenenar con un pastel de Navidad con arsénico a varios miembros de su familia política, tres de los cuales murieron, fue hallada muerta en una cárcel de Brasil, informó este jueves el jefe de la investigación. “La mujer fue encontrada muerta hoy” en la celda, dijo a la AFP Marcos Vinícius Veloso, de la policía civil de Torres, la ciudad del estado de Rio Grande do Sul donde ocurrieron los hechos.
Seis personas de la familia de su marido se sintieron mal después de comer el pastel en vísperas de Navidad, entre ellas la suegra de la sospechosa, que había horneado el dulce. Todos fueron hospitalizados poco después. Tres murieron con diferencia de horas. Los demás sobrevivieron, entre ellos un niño de diez años.
El caso conmocionó al país, que durante varios días siguió los detalles de cómo la mujer había obtenido por internet el arsénico que mezcló con la harina, suministrada a su suegra. Antiguas rencillas familiares podrían haber motivado el crimen, según medios locales.
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La mujer estaba desde el 5 de enero en “detención temporal” en una cárcel de Rio Grande do Sul, dijo Veloso. El investigador explicó que la semana próxima sería imputada por triple homicidio doblemente calificado y triple tentativa de homicidio doblemente calificado. No detalló las circunstancias de su muerte. Según el portal de noticias G1, se ahorcó.
La policía investigaba también una posible relación entre la mujer y el deceso de su suegro unos meses antes, en septiembre, tras comer bananas y leche en polvo que ella le había llevado. Esa muerte había sido atribuida a una intoxicación, pero tras exhumar el cuerpo los forenses hallaron arsénico.
Fuente: AFP.
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Esperan arribo de Cancino a Paraguay para evaluar acciones tras dichos de Petro
Las declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, respecto al responsable moral del crimen de Marcelo Pecci y su crítica hacia el fiscal del caso, Mario Burgos, podrían motivar una acción judicial por parte de la defensa de Horacio Cartes, así lo confirmó su abogado, Pedro Ovelar, quien lamentó que este proceso haya sido utilizado para vincular el nombre de su cliente en el hecho.
“Este momento es bastante incipiente nuestro trabajo, pero a la par muy avanzado y lo esperamos por Paraguay al doctor Iván Cancino con toda su información para luego ejecutar la acción judicial”, afirmó Ovelar a la 650 AM, medio donde indicó que han seguido muy de cerca todas las declaraciones de los hoy condenados por el asesinato al exagente del Ministerio Público de nuestro país.
Estas expresiones del representante legal en Paraguay de Cartes, responden a la consulta respecto a qué acciones o medidas se podrían iniciar ante acusaciones de que miembros de la Fiscalía colombiana intentaron instalar el nombre del expresidente en torno al crimen de Pecci, esto sin que existan pruebas que sustenten estas expresiones y en paralelo, el mandatario de Colombia lance duras críticas contra el fiscal del caso.
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“Me tuvieron torturada cinco meses, tratando de que yo mintiera sobre un expresidente del que nunca escuché”, fueron las declaraciones de Margareth Chacón, condenada en el crimen de Pecci, en tanto, Petro mencionaba días atrás, “¿Por qué la muerte de Pecci, paraguayo quedó en manos del fiscal Burgos? Y el fiscal Burgos sacó al asesino del proceso, que es el narcotraficante Marset”.
Teniendo en cuenta estos elementos, Ovelar indicó que el trabajo que les corresponde tanto a Cancino como a él es realizar una serie de verificaciones y revisiones para enmarcar primeramente la figura jurídica, es decir, si hubo una denuncia falsa, producción de documentos no auténticos u otros hechos y posteriormente, quiénes serían los responsables de lo que pasó.
“Sí o sí hay una persona responsable porque la Fiscalía General podría ser responsable en cuanto a alguna indemnización si es que algunos de sus fiscales, desviándose de la verdad, involucra a una persona inocente, pero la persona que ejecutó la acción para mentir o instalar mentiras sobre una persona inocente es responsable penalmente de ese ilícito y además civilmente una vez que se demuestre su responsabilidad y se lo condene”, explicó.
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En esta investigación, que podría abrirse, se juzgará si hubo un error por parte de la Fiscalía colombiana o si fue un hecho intencional. No obstante, Ovelar remarcó, “en las declaraciones del presidente de Colombia, hablamos de intencionalidad aparente del fiscal Burgos para eliminar del proceso a los verdaderos responsables del crimen de Marcelo Pecci, no estamos hablando de un simple error sino de algo intencional”.
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Operación “Rafaelo” culmina con la eliminación de 152 toneladas de marihuana
La operación conjunta denominada “Rafaelo”, integrada por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), con el apoyo del CODI y el Ministerio Público por parte de Paraguay y la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval Argentina, culminó con la destrucción de más de 152 toneladas de marihuana, equivalentes a un perjuicio de USD 22 millones para las estructuras criminales.
Los trabajos de erradicación de la hierba maldita abarcaron las zonas ubicadas en los departamentos de Itapúa y Caazapá, en el marco de la lucha contra el narcotráfico y delitos conexos en la región, según el informe proporcionado por la periodista Rocío Gómez.
Intervinientes afirmaron que el operativo interinstitucional atacó la logística de las estructuras delictivas que utilizan las reservas ecológicas para el desarrollo de sus actividades ilegales.
Esta actividad conjunta comenzó el 28 de enero pasado y durante varios días de incursiones en la Reserva Nacional San Rafael, el contingente de unos 100 hombres, sacó de circulación un total de 152.568 kilos de marihuana, con la erradicación de 47 hectáreas de cultivos ilícitos. Se logró la destrucción de 8.568 kilos de marihuana picada y 3.000 kilos de la hierba prensada, igualmente desmantelaron cinco campamentos narcos.
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A 23 años de uno de los crímenes más macabros que definió el feminicidio en Paraguay
Hugo Tomás Ramírez Sosa, de profesión economista y catedrático universitario, tenía un lado oscuro que quedó al descubierto en la noche del sábado 26 de enero de 2002, cuando tomó un cuchillo y mató a su alumna, quien también era su amante… pero no quedó ahí, luego la descuartizó y arrojó sus restos en varios vecindarios de Asunción y Lambaré.
El docente, entonces de 44 años de edad, no había aceptado la ruptura de la relación de parte de la joven misionera Martha Raquel Orué Hirakawa, de 24 años, y cometió uno de los crímenes más macabros de la historia criminal del país. El hombre fue condenado a 21 años de cárcel en Tacumbú, donde se recibió de abogado, al cumplir casi 14 años de pena obtuvo libertad condicional en diciembre de 2016. Hoy vive aislado en una localidad del interior del país y poco se sabe de él.
Las bolsas negras
En la mañana del domingo 27 de enero del 2002, una persona se comunicó vía telefónica con la comisaría de Lambaré para denunciar que había una bolsa negra tirada al costado de un motel, en zona de Colón y Humaitá, de la cual salía sangre. Los uniformados que acudieron a verificar el lugar se encontraron con el torso de una mujer.
Al filo del mediodía, sobre las calles Félix Bogado y 24 Proyectadas, en Asunción, se encontró otra bolsa que tenía la cabeza de una mujer. Sobre las calles Montevideo y Manduvirá encontraron en una similar bolsa dos brazos. Luego, sobre Las Palmas y 11 de setiembre arrojó las dos piernas de la víctima.
La ruptura
La joven le dijo a Ramírez que la relación llegó a su fin, luego de casi un año y medio, debido a sus celos desmedidos que volvieron tormentoso su romance, que seguían manteniendo a escondidas, pese a que cada cual ya tenían parejas formales. Ante esta determinación, el sujeto no estuvo de acuerdo y la amenazaba que, si no estaba con él, “no sería de nadie”.
Aquel fatídico 26 de enero de 2002, Marta, quien vivía en un inquilinato del centro de Asunción, recibió la sorpresiva visita de Hugo, que le dijo que respetaba su decisión y la invitó a cenar a su casa, ya en plan de amigos, en su casa en el barrio Kennedy de Lambaré.
La joven accedió ante la insistencia, sin saber que lo que le esperaba y que el plan para matarla estaba en marcha. En la vivienda de Ramírez todo fue más tranquilo, el docente estaba respetuoso, amable, le ofreció una cena, tomaron algo y, en un momento dado, le dijo a Marta que iba a corregir algunos exámenes y que quería que lo acompañe. La mujer estuvo un buen rato, sentada, mirando a su profesor revisar las pruebas y luego decidió tomar un baño.
Puñaladas por la espalda
El docente ya tenía planeado asesinar a la joven, solo estaba aguardando tener una oportunidad y la encontró justamente cuando Marta estaba en la ducha. Hugo tomó un cuchillo de cortar carne de la cocina y entró al baño, vio a su víctima de espaldas y, sin dudar, la atacó tres veces, luego le dio cinco estocadas más en el pecho.
Con la misma arma con que le había quitado la vida, comenzó a descuartizarle las extremidades, luego le cortó la cabeza. Seguido, distribuyó el cuerpo desmembrado en bolsas de basura, cuerpo para luego comenzar a dejarlas en varios sitios de la ciudad de Asunción.
A continuación, llamó a su sobrino, que vivía cerca de su casa, y le pidió prestado su automóvil. Tras el macabro recorrido para deshacerse de las bolsas, Hugo volvió a su casa, limpió como pudo la escena del crimen, lavó el baño, el cuchillo y pensó en una buena coartada por si la policía llegaba a él. Entonces, llamó a su novia, con la que pasó el resto de la noche en su departamento, pero ese domingo volvió al sitio del crimen.
Rastros de sangre
Ramírez fue detenido esa misma mañana en que se encontraron los restos de Martha, a partir del testimonio de una amiga de la víctima, a la que contó la pesadilla que implicaba esta relación. El olfato de la policía sospechaba que la coartada de Ramírez no se ajustaba a los hechos, por lo que volvieron a su casa con una orden judicial. Convencido de que borró toda evidencia, el docente dejó que ingresaran los expertos de Criminalística. La primera evidencia que encontraron fueron las bolsas negras muy similares a las que contenían los restos de la estudiante, pero eso no era contundente.
En el baño con luminol (un compuesto químico que resalta la sangre bajo una luz violeta), los investigadores encontraron gran cantidad de pequeñas partículas de sangre que fueron tomadas y analizadas. Luego se revisó el automóvil que estaba estacionado en la propiedad del profesor y en la cajuela encontraron manchas que parecían sangre, también había cabellos y un anillo, que más tarde la familia Orué reconocería como propiedad de Martha. Con todos estos elementos se detuvo a Hugo Ramírez como principal sospechoso del crimen.
Los resultados de las pruebas de ADN confirmaron que toda la sangre encontrada en el baño y el vehículo eran de la joven estudiante. Hugo Ramírez fue imputado por el horrendo homicidio. El proceso judicial fue breve, ya que todas las pruebas demostraban que el docente era el único autor del hecho: el 10 de diciembre de 2002 fue condenado a 21 años de cárcel.
Libertad condicional y Ley 5777
El martes 27 de diciembre de 2016, Hugo Ramírez quedó en libertad, tras cumplir las dos terceras partes de su condena y por buen comportamiento. El profesor Ramírez, abandonó la cárcel con el rostro serio sin querer hablar con los medios de prensa que lo esperaban en la calle. Finalmente, accedió a responder un par de preguntas: “Ya pedí disculpas por mi error, fueron 14 años de encierro y en mi foja de servicio está todo lo que hice. Nunca tuvo incidentes dentro del penal…”.
Coincidentemente, ese mismo día, el 27 de diciembre de 2016, era promulgada la Ley n.º 5777 “de protección integral a las mujeres, contra toda forma de violencia”, cuyo borrador se redactó en el 2008, y que incorporó el feminicidio como una de las formas más extremas de violencia contra las mujeres, donde, por lo general, el victimario tenía o había tenido una relación o vínculo (esposo, pareja, novio, expareja, etcétera) con la víctima.
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