El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó ayer martes el informe mensual de Situación Financiera (Situfin) correspondiente a marzo último. Según los datos revelados, el tercer mes del año cerró con un déficit fiscal anualizado acumulado de 3,6 % del producto interno bruto (PIB).
Esto representa un billón novecientos ochenta y dos mil millones (1.982.000.000.000) de guaraníes, cerca de USD 265 millones. Según explicaron desde la cartera, es una mejora relativa con respecto al cierre fiscal de 2023 en el mismo periodo, donde el déficit fiscal representó el 4,1 % del PIB. A marzo de 2024 el déficit ordinario corresponde al 2,2 %, la deuda con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) es del 0,7 % y la deuda con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) corresponde también al 0,7 %, totalizando el 3,6 %. En el informe se menciona también que en este periodo se registró un resultado operativo negativo de G. 1 billón 291 mil millones, cerca de USD 172 millones, representando el 0,4 % del PIB.
INVERSIÓN E INGRESOS
Respecto a la inversión pública, la misma se encuentra en línea con el plan de convergencia fiscal. Hasta marzo de este año se registró una inversión del 2,2 % del PIB, más de G. 6 billones, de los cuales el el 0,5 % del PIB es destinado solo al Ministerio de Obras.
Respecto a los ingresos, se destacó que los tributos registraron una variación nominal del 18 % y los gastos aumentaron a una tasa del 10,2 %, que responde principalmente al pago en concepto de intereses, el aumento en remuneraciones del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), Salud Pública y función pública, además de la compra de medicamentos. Sin embargo, aclararon que esto estuvo acompañado de una desaceleración del gasto corriente primario de 0,5 % del PIB.
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Economía paraguaya creció 4,3 % en el primer trimestre
El Banco Central del Paraguay (BCP) dio a conocer los resultados del informe de Cuentas Nacionales Trimestrales (CNT), que muestran que el producto interno bruto (PIB) registró un crecimiento interanual de 4,3 % en el primer trimestre de 2024, impulsado por la dinámica favorable de los servicios, manufacturas y la ganadería. De esta forma, desde la banca matriz ratifican sus proyecciones de crecimiento económico de 3,8 % para el cierre del año.
Desde el enfoque de la oferta, según los técnicos de la institución, en los resultados incidieron los desempeños positivos registrados en los servicios, la manufactura, la ganadería, distribución de agua y electricidad y, en menor medida, la agricultura. Aunque el resultado negativo de la construcción atenuó el desempeño favorable de la actividad económica del país, el sector presentó nuevamente una caída del 2,1 % en su desempeño interanual debido al menor ritmo de ejecución de las obras, tanto privadas como públicas.
“En los últimos trimestres, en el campo de las obras públicas, la convergencia fiscal avanza hacia niveles más compatibles con un escenario de crecimiento del período prepandémico, (que también incide en el nivel de ejecución)”, agregaron técnicos de la banca matriz. También se observó una disminución en la demanda de los principales insumos empleados por el sector, sobre todo la parte importada (cemento, asfalto y varilla). Más allá de la caída de las construcciones, desde el punto de vista de la oferta, otros sectores mostraron buena dinámica como la ganadería, la pesca, el área forestal y la minería, que crecieron 4,9 % con respecto al mismo periodo de 2023. A la par, las manufacturas registraron un incremento interanual de 5,5 % y, aunque en menor medida, la agricultura también registró un leve aumento de 0,4 %. Entre otros resultados, los servicios crecieron 5 % en términos interanuales y los impuestos 12,3 %.
ESTRUCTURA DEL PIB
En cuanto a la estructura del PIB, resalta que el 47,2 % corresponde a servicios, mientras que la manufactura equivale a alrededor de un 18,9 %.
Desde la perspectiva del gasto, los componentes con incidencias positivas han sido las exportaciones netas, el consumo privado y el consumo de gobierno. No obstante, la formación bruta de capital ha incidido de forma negativa, aunque con una caída más moderada (0,9 %).
El informe del BCP hace un énfasis en que el consumo privado continúa expandiéndose y, en el primer trimestre, mostró un crecimiento interanual de 4,8 %, explicado por la dinámica favorable de los servicios, los bienes durables (electrónica y automóviles) y bienes no durables (combustibles y productos químico farmaceúticos). Para el cierre del año, el BCP espera que la economía local experimente un crecimiento de 3,8 %. “Esta proyección sigue siendo ratificada”, explicaron los técnicos de la institución.
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Analistas mantienen ancladas proyecciones de crecimiento e inflación para el país
En su informe correspondiente al mes de junio, denominado Macro Latam, Itaú revisó su proyección de crecimiento del producto interno bruto (PIB) del país y decidió mantenerla anclada en 3,5 %, con un sesgo al alza. También mantuvo sin cambios la previsión de inflación, en 4 %, mientras que no prevé recortes de tasa de interés para lo que resta del año, atendiendo la persistente incertidumbre económica mundial y las presiones alcistas sobre la inflación.
Según el informe de la consultora, si bien el indicador mensual de actividad económica (IMAEP) del Banco Central del Paraguay se expandió 5,0 % mensual en abril, lo que revela un aumento secuencial sólido, la proyección de crecimiento del PIB para el 2024 se mantiene sin cambios en 3,5 %, con un sesgo al alza.
Respecto a la previsión de inflación, en el informe se observó que la presión alcista mensual provino principalmente de las hortalizas y los bienes duraderos, que se vieron afectados por la reciente depreciación del guaraní frente al dólar. De ahí que también mantuvo anclada al estimación de inflación en 4 % para fin de año, aunque con un sesgo al alza.
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Desde el análisis de la consultora, no se verán más recortes de tasas este año debido a la persistente incertidumbre económica mundial y las presiones alcistas sobre la inflación. Todo esto llevaría al banco central a mantener su tasa de interés de referencia sin cambios (6 %) durante el resto del año. Desde la misma banca matriz se ha señalado que la tasa está próxima a la neutralidad. “Así, revisamos ligeramente al alza nuestra tasa terminal para el ciclo hasta 6,00% (nivel actual), desde 5,75 % de nuestro escenario anterior”, añadieron.
La previsión para el déficit fiscal de 2024 se mantiene igualmente en 2,6 % del PIB, por debajo del 4,1% prevista para el 2023. “De cara al futuro, esperamos una consolidación fiscal gradual hasta un déficit nominal de 1,5 % del PIB en 2026, en línea con los objetivos de la Ley de Responsabilidad Fiscal”, señalaron.
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Con menor déficit fiscal, pasos más largos al grado de inversión
El gobierno de Marito nos dejó un agujero fiscal –déficit fiscal en términos técnicos– o diferencia entre gastos mayores e ingresos inferiores en el manejo de la maquinaria estatal (cubierto con endeudamiento externo e interno), del tamaño del -4,1 % de la dimensión de la economía (unos USD -1.746 millones), medida con base en los datos y cálculos del producto interno bruto (PIB), que fue confeccionado por el Banco Central del Paraguay (BCP). Al cierre de mayo de 2024 el déficit fiscal anualizado se ubicó en -3,2 %/PIB, siendo el objetivo cerrar el año en -2,6 %/PIB. Cuando se pregunta por qué muchos países latinoamericanos han tenido crisis trágicas por sobreendeudarse y no poder pagar, gran parte de la respuesta tiene que ver con el crecimiento desmesurado y desbordado de sus déficits fiscales (Stroessner en 1986 y González Machi en el 2003).
El no poder pagar los llevó a poner al país en situación de default o cesación de pagos. En el caso del dictador fue secreto, en el ocaso de su decadencia.
El maestro Dionisio Borda recibió en el 2003 la peor herencia jamás recibida desde 1989: un pozo de alrededor de USD 500 millones de dólares en el que caeríamos con perjuicios enormes.
La bomba no explotó por el manejo extraordinario de la “nueva” política económica y de la escuelita que dejara el maestro. Y ya en el 2004 tuvimos superávits fiscales hasta el 2011: ocho años (dos gestiones ministeriales de Borda). Hasta que el Parlamento en el 2011, convertido en hospital psiquiátrico, lo destruyó todo y retrocedimos no menos de cinco años. Por puro populismo, puro estatismo, puro sucio juego electoral, puro autoritarismo.
A partir de 2012 hasta hoy hemos tenido déficits fiscales (más gastos que ingresos= endeudamiento). Muy moderados y equilibrados durante la gestión económica del cartismo con un promedio del -1,1 %/PIB. Ayudó muchísimo que en setiembre de 2013 el Gobierno pudiera sacar la Ley n.º 5098 “De responsabilidad fiscal” que establecía en uno de sus puntos “el déficit fiscal anual de la Administración Central (Gobierno), incluidas las transferencias, no será mayor que el 1,5 % del PIB para dicho año fiscal”. Pero a partir de 2019 las cuentas se desequilibraron, con el covid-19 apuntalando el despegue con un saldo en rojo de -6,1 %/PIB equivalente a USD -2.205 millones, en el 2020. Desde entonces las calificadoras de riesgo país han insistido en la vuelta a la normalidad, como una condición indiscutible para apuntar al grado de inversión.
Hago un breve recuento de los comentarios de las calificadoras. Los de Fitch Ratings el 10 de junio pasado: “Los datos fiscales para 2024 indican que los planes de consolidación de Paraguay van por buen camino, aunque el déficit del sistema de pensiones del sector público del país será un desafío para la reducción del déficit en los próximos años. El déficit fiscal móvil de 12 meses de Paraguay se redujo al 3,4 % del PIB en abril de 2024, desde el 4,1 % de diciembre de 2023. Los últimos datos están en línea con nuestras expectativas.
Pronosticamos una reducción sustancial del déficit de la administración central en línea con el objetivo del 2,6 % del PIB para 2024 y del 1,9 % para 2025 (1,5 % en el 2026). Esto se basa en nuestras expectativas de un menor gasto de capital, un sólido crecimiento del PIB y la liquidación de los atrasos del año pasado (estimados en el 1,1 % del PIB).
Cuando afirmamos la calificación de “BB+”/Estable de Paraguay en noviembre de 2023, destacamos que la capacidad del Gobierno para delinear e implementar una estrategia realista de consolidación fiscal será clave para restaurar la credibilidad de la política fiscal y evitar presiones a la baja sobre la calificación soberana”.
Vayamos a la calificadora Standard and Poor’s Global Ratings que el 1 de febrero de 2024 elevó las calificaciones de largo plazo en moneda extranjera y local de Paraguay a “BB+” desde “BB”. Remarcando que la perspectiva es estable. “Esperamos que una política fiscal pragmática se traduzca en una consolidación fiscal gradual del Gobierno y niveles de endeudamiento estables.
Podríamos bajar las calificaciones en los próximos 12-18 meses si el crecimiento es más lento de lo esperado, debido a mayor frecuencia de choques externos y climáticos, y reduce el potencial de crecimiento y debilita el compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal.
Esto podría debilitar la economía y aumentar la carga de la deuda. Podríamos elevar las calificaciones en los próximos 24 meses si una gestión política y económica eficaz conduce a una consolidación fiscal sostenible, de la mano del continuo fortalecimiento de las instituciones políticas y económicas del Paraguay reduciendo las vulnerabilidades del Gobierno al nivel de aquellos con las deudas soberanas con grado de inversión. Esperamos que la nueva administración continúe construyendo sobre el historial políticas macroeconómicas prudentes de Paraguay, centrándose en alcanzar un objetivo de déficit estructural a mediano plazo, conforme a la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
El déficit fiscal ha aumentado y la corrección será gradual, pero la carga de la deuda se estabilizará. El Gobierno paraguayo apunta a reducir su déficit fiscal tras un mayor gasto debido a los programas de lucha contra la pandemia Covid-19 y la transición política.
Y la misma Fitch señalaba el 1 de noviembre de 2023: Riesgos fiscales, erosión de la credibilidad: el presupuesto de 2024 tendrá como objetivo un déficit fiscal del 2,6 %, y la senda de consolidación fiscal revisada prevé un déficit del 1,9 % en 2025 y un retorno al límite de la ley de responsabilidad fiscal (LRF) del 1,5 % en 2026. El nuevo gobierno ha evitado cualquier aumento de impuestos, apuntando en cambio a depender principalmente de una mayor eficiencia del gasto, una mejor administración tributaria y un mayor crecimiento. Sin embargo, las autoridades aún no han esbozado claramente las medidas para apoyar la consolidación fiscal. Además del impacto de los atrasos en los pagos, Fitch señala que el mayor déficit y la senda de consolidación fiscal más larga siguen a varias flexibilizaciones en la NRF en los últimos años, que han debilitado el ancla fiscal de Paraguay.
En opinión de Fitch, la capacidad del Gobierno para delinear e implementar una estrategia realista de consolidación fiscal será clave para restaurar la credibilidad de la política fiscal y evitar presiones a la baja sobre la calificación soberana.
En conclusión, para las calificadoras de riesgo país la disciplina fiscal con gastos pocos alejados de los ingresos en el Gobierno, es prueba y señal principal de credibilidad que esperan de nosotros casi con obsesión, porque también frena el endeudamiento. Ya bajamos de -4,1 % a -3,2 % para cerrar en -2,6 % el 2024 (-1,5 % quizás en el 2026). Pero, y un “gran pero”, lo positivo no servirá si no se desarma la bomba de tiempo de la caja fiscal (militares, policías, maestros) que se comería casi USD 500 millones de los impuestos en el 2027. No es justo. Muchos se volverían a plantear ¿para qué pagar impuestos?, ¿y la alimentación escolar de los niños?, ¿y la salud con medicamentos?, ¿y los abuelitos y abuelitas?
Lo malo de los privilegios en el Gobierno es que todos los quieren, como un derecho, por encima de los más necesitados y desprivilegiados. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885
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Agentes esperan que el 2024 cierre con inflación del 4, 3 % y crecimiento del 3, 8 %
El Banco Central del Paraguay (BCP) dio a conocer este martes los resultados de la Encuesta de Expectativas de Variables Económicas (EVE) correspondiente a junio, en el que se mantienen ancladas las expectativas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 3,8 % para 2024, pero resalta el aumento en la proyección de inflación, que cerraría en 4,3 % este año.
Desde la banca matriz explicaron que agentes económicos realizaron este reajuste en la estimación de inflación principalmente por la mayor volatilidad de los productos frutihortícolas, afectados por factores climáticos y choques en la oferta.
En este sentido, respecto a la mediana de las expectativas de inflación reportada por los agentes económicos, junio cerraría en torno al 0,4 %, mientras que para finales de año se espera una tasa de 4,3 %, que es superior a lo concebido en el mes pasado (4 %). Aunque, para 2025, mantienen sus expectativas de inflación en 4 %.
Técnicos de la banca matriz recordaron que el incremento de los productos frutihortícolas en torno al 58 % desde octubre pasado, por choques en la oferta y efectos climáticos adversos, impactó en la inflación total y el reajuste de la estimación de los agentes económicos.
Respecto a la evolución del tipo de cambio extranjero, la expectativa de los agentes para el mes de junio es de un nivel de G. 7. 500 por dólar, superior a lo esperado el mes pasado (7.450). La misma proyección se mantiene para julio y para el resto del año, aunque se prevé un fortalecimiento de la moneda estadounidense para el 2025, cuando se podrían alcanzar niveles de G. 7.550 por dólar. Desde la banca matriz señalaron que constantemente se monitorea el mercado cambiario, por lo que no se descarta algún tipo de intervención, dependiendo el movimiento del tipo de cambio.
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En lo que respecta a la tasa de política monetaria (TPM), los agentes económicos indican que la misma iría reduciéndose en el 2024, ubicándose en el mes de junio y julio en 6 %, mientras que para finales del año en 5,75 %. No obstante, para el cierre del próximo año, se espera que la TPM se sitúe en 5,50 %.
Para las expectativas de crecimiento económico, los encuestados mantienes ancladas sus expectativas de crecimiento del PIB en 3,8 % para el cierre de 2024, mientras que para el año 2025 la estimación de crecimiento asciende al 4 %, resultados similares a los obtenidos en los dos meses previos del año.
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