Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el índice de precios de los alimentos se mantiene con una tendencia a la baja, logrando una reducción del 0,5 % en octubre. Esta tendencia sigue desde enero de este año cuando había experimentado nuevamente cierta presión al alza. El índice de precios de los alimentos se situó 120,6 puntos en octubre, logrando una disminución del 0,5 % con respecto a setiembre de este año y 10,9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. El comportamiento a la baja se debió principalmente a la disminución de los precios del azúcar, cereales, aceites vegetales y la carne.
En cuanto a los aceites vegetales, registraron una caída del 0,7 % frente a setiembre, teniendo en cuenta los menores precios mundiales del aceite de palma ante una mayor producción estacional y una débil demanda internacional de las importaciones. En tanto, los precios del aceite de soja aumentaron debido a una fuerte demanda del sector del biodiésel. En el caso de los cereales, el reporte detalla que tuvieron una baja del 17,9 % en términos interanuales, explicado principalmente por la superior oferta de EE. UU. En contrapartida, el índice de precios de los productos lácteos se incrementó en 2,2 % en octubre, alcanzando un promedio de 111,3 puntos. Pese a este aumento registrado en el mes de análisis, el índice sigue siendo inferior en 20,1 % a lo registrado en el mismo periodo del año anterior. El incremento estaría relacionado a la mayor demanda de leche en polvo en el noreste asiático y la escasez de suministro de suministros en Europa Occidental.
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Petropar no prevé aumento de precio de combustibles hasta setiembre
En la última semana de junio, Petróleos Paraguay (Petropar) anunció la reducción de G. 300 en diésel. Al respecto, el titular de la petrolera, Eddie Jara, expuso que no se prevé aumentar el precio de combustibles hasta septiembre, y que la consigna en sí se basa en mantenerlo o seguir disminuyéndolo.
“Hasta mediados de setiembre no habrá ninguna información sobre aumento de combustibles”, precisó Jara a Unicanal. También contó que desde el anuncio de nuevos precios, varios emblemas privados comenzaron a remarcar los tableros para igualar el mercado.
Desde que inició la baja de precios, Petropar ya logró un ahorro de más de USD 50 millones, indicó el presidente Jara. Respecto a la nafta, explicó que tiene un comportamiento diferente, pero que desde marzo están haciendo el esfuerzo por mantener los pecios. “Esa ya es una buena noticia de por sí. Por ahora no hay novedad”, acotó.
Eddie Jara manifestó que la línea de manejo y trabajo en Petropar es clara, y el objetivo es reducir gastos internos, intentar comprar todo a buen precio y lo que sobra, es decir, el precio final, trasladarlo al bolsillo de la gente. “El presidente Santiago Peña no permite un precio artificial. Si hay que subir precios, lo hacemos”, afirmó.
Señaló que cuando conversan con el presidente Peña recuerdan la necesidad que existe en las calles y sobre todo, que la gente no puede esperar, por lo tanto, el rol de Petropar se centra en vender a los mejores pecios posibles en función a la calidad de lo que se entrega.
“La voluntad política y una buena gestión nos permite bajar los precios y así desestimulamos el contrabando, hoy prácticamente está muerta esta actividad desde Argentina. Contribuimos de alguna manera también con el control de la inflación”, sostuvo.
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Baja de precios vuelve perjudicial el negocio
El presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, compartió con el diario La Nación/Nación Media la preocupación del sector con respecto a la situación del factor precio en la actividad ganadera, la cual se está volviendo perjudicial para los negocios del rubro, dijo durante una reciente salida de campo de la raza braford.
“El sector está pasando por un momento realmente complicado, estamos con una baja de precios que hace que el sector vaya perdiendo atractivo para el negocio, y si a esto le sumamos adversidades climáticas por las que venimos pasando, con algunas heladas tempraneras y por otro lado, la zona del Chaco está muy seco”, expresó. Es así que el contexto de la actividad ganadera está sombrío, atendiendo que además en los últimos días, los productores vienen exigiendo la libre competencia e igualdad de condiciones, ante una aparente concentración de mercado por un grupo minoritario de la industria frigorífica, según refieren.
Remarcó que se trata de un momento duro, complicado, que como productores seguirán trabajando, y como gremio, buscar mejorar la situación del productor, buscando nuevos mercados, generar una carne premium, una carne con marca país. “La mejor manera de trabajar es hacerlo todos juntos; gobierno, sector productivo para buscar salir de esta situación.
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Experto urge cambios en sistemas de producción
Por: Adelaida Alcaraz
La salud del suelo ha disminuido debido a la combinación del aumento de las temperaturas, la reconversión de la naturaleza y la producción intensiva, lo que ha provocado un descenso del 21 % en la productividad agrícola desde la década de 1960. Esta cifra podría aumentar hasta el 32 % en 2040 si no hacemos cambios urgentes, advierte João Campari, líder global de la Práctica de Alimentación y Agricultura de WWF Internacional, a cargo de la mejora de la sostenibilidad de los sistemas alimentarios en todo el mundo.
¿Cuál es su valoración de lo que está ocurriendo y su perspectiva?
Un mundo más cálido y seco plantea graves amenazas a la seguridad alimentaria. Además de contar con tierras menos productivas, se prevé que tengamos temporadas de cultivo más cortas, menor rendimiento de las cosechas y una menor densidad nutricional en los cultivos clave. Al mismo tiempo, aumentan la población mundial y los precios de los alimentos.
Los sistemas alimentarios contribuyen a cerca de un tercio de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Han causado el 70 % de toda la pérdida de biodiversidad y el 80 % de la deforestación. Usamos más tierra y agua para producir alimentos que para cualquier otra cosa y, sin embargo, hasta el 40 % de los alimentos no se consumen y más de 800 millones de personas pasan hambre cada día.
¿Qué se puede hacer para cambiar?
Tenemos que transformar los sistemas alimentarios, adoptando prácticas de producción positivas para la naturaleza a gran escala, cambiando a dietas saludables y sostenibles y reduciendo drásticamente la pérdida y el desperdicio de alimentos.
El cambio climático es una condición global, todas las regiones del mundo se ven afectadas de un modo u otro, por lo que, como parte de la transformación, tenemos que construir sistemas de producción de alimentos resistentes al clima. Debe invertirse mucho en apoyar a los agricultores para que diversifiquen los alimentos que producen y desarrollen las explotaciones de una forma positiva para la naturaleza que ayude a mantener la salud del suelo y del agua.
¿También afecta a Paraguay?
Sí. Paraguay también siente el impacto. Desde 2015, WWF realiza análisis profundos de riesgos climáticos en varias partes del mundo, incluido Paraguay. El cambio climático ya está afectando tanto a la región del Chaco, así como a la del Bosque Atlántico. Para ver cómo ha afectado el cambio climático a la zona en las últimas décadas, el equipo del proyecto analizó las tendencias de los datos diarios de las estaciones meteorológicas proporcionados por la DINAC. Obtuvimos datos de temperatura y precipitación de dos estaciones meteorológicas en el Chaco y cinco estaciones en la región del Bosque Atlántico, desde 1950 hasta 2015.
Las dos regiones de Paraguay se han vuelto más cálidas en las últimas décadas. Y parece que esta tendencia va a continuar en el futuro, pero es probable que se produzcan con mayor frecuencia precipitaciones intensas de corta duración y períodos de sequía más prolongados.
Durante su visita a Paraguay en este mes de julio, en el marco del XV Congreso de RSE y Sostenibilidad, hablará sobre clima de Economía Regenerativa y Resiliencia. ¿A qué se refiere este nuevo concepto?
Para WWF, la Economía Regenerativa consiste en realizar un gran cambio en la forma en que gestionamos nuestros sistemas agroalimentarios. Estos sistemas están ejerciendo actualmente una gran presión sobre el planeta, especialmente en términos de cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. Los tres pilares de este enfoque son la agroecología, la agricultura regenerativa y las soluciones positivas para la naturaleza. WWF cree que estos tres enfoques pueden funcionar juntos.
¿Qué debe tener en cuenta en el sector empresarial y qué medidas deben adoptar las empresas?
El sector privado tiene un importante papel que desempeñar a la hora de impulsar la aplicación de soluciones positivas para la naturaleza a nivel nacional. Las empresas pueden actuar con mayor rapidez que los gobiernos, y crear modelos únicos de incentivos y recompensas que apoyen a agricultores, pescadores, comerciantes, minoristas y consumidores.
Las empresas deben intensificar sus esfuerzos para disponer de cadenas de suministro totalmente trazables y, a continuación, acelerar los trabajos para garantizar que todos los productos estén libres de deforestación y conversión y se produzcan de forma responsable y de manera que apoyen a las comunidades.
PERFIL
Líder Global de la Práctica de Alimentación y Agricultura de WWF Internacional. Fue Presidente de la Vía de Acción 3 de la Cumbre de las Naciones Unidas. Fue asesor especial de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ministro de Agricultura de Brasil. Trabajó para The Nature Conservancy como Director de Programas en América Latina, Director Ejecutivo en Brasil y Economista Jefe del programa Global Lands. Es licenciado en relaciones internacionales y economía, tiene un máster en economía, un doctorado en economía medioambiental y se ha graduado en el Programa de Dirección General de la Harvard Business School.
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Caída de precios de soja mermaría ingresos por USD 1.500 millones
La caída de los precios del mercado ocasionaría una disminución de unos USD 1.500 millones en ingresos en cuanto a la soja teniendo una cosecha de 10 millones de toneladas, indicaron desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP). En comunicación con La Nación/Nación Media, el presidente del gremio, Héctor Cristaldo, explicó que el precio por tonelada cayó, aproximadamente, 150 dólares en el valor en comparación con el año pasado (USD 500 versus USD 350 este año) y esto se traduce en la baja de los ingresos. “Hubiésemos tenido mucho más volumen de dólar disponible para el mercado paraguayo y para la gente circulando si los precios se hubieran mantenido”, contó.
Otros factores que preocupan es que en el norte del país se produce por tercer año consecutivo de déficit de lluvias y por ende se tuvo una mala cosecha, donde los productores perdieron capital operativo. “El año pasado ya se recuperó gran parte de la región Oriental, menos el norte. Este año de nuevo, en el sur y el centro tuvimos por encima de 3.000 kilos por hectárea y en el norte a penas se llegaba a 2.000″, agregó.
Dijo que además se cuenta con el bajo nivel del río que encarece las exportaciones y hace perder competitividad. Igualmente, siguen preocupando las exigencias de la Unión Europea. “Si va a ser un sistema voluntario dentro de Paraguay cada uno elige. El que quiera adecuarse va a vender a Europa y el que no va a vender a otros”, añadió.
Sobre algunas alternativas para sobrellevar esta coyuntura, Cristaldo aseguró a LN/NM que existen dos factores que el sector no puede manejar. El primero es la cuestión del clima y el segundo son los precios internacionales que se fijan afuera, por eso el sector debe ser eficiente y competitivo para mantenerse en el mercado. Para la soja existen años buenos, regulares y malos, pero este es un año regular para abajo en el sentido del precio, no obstante, desde el punto de vista de producción es positivo, según remarcó.
El maíz tampoco estaría con un buen panorama y no presenta las expectativas deseadas, mientras que el trigo se sitúa en pleno desarrollo. Actualmente el enfoque ya se ubica en la siguiente siembra, donde se espera contar con buenos precios que impulsen a la economía.