Como un chaparrón de fres­cura emergió un emprendi­miento desde el corazón cha­queño, lo que empezó como un hobby con la elaboración de cerveza artesanal, se convirtió en un negocio que hoy busca expandirse a más puntos del país. Es de cali­dad alemana producida en el país, conforme a la ley de pureza de este país europeo.

Se trata del emprendimiento “Chaparrón, la cerveza del Chaco”, que comenzó como un pasatiempo en el sótano de los hermanos Joel y Daniel Martens, ellos son de Filadel­fia, departamento de Boque­rón, a más de ser propietarios de la firma Casa Climática, premiada con el Mejor Stand dentro del Pabellón de UIP Joven.

La historia de Cha­parrón se dio por el tipo de clima persistente en la zona del Chaco, caracterizado por la limitación de lluvias, que de repente caen algunas pre­cipitaciones como chaparro­nes a refrescar a los pobla­dores. De ahí el nombre, pues coincide con la sensa­ción de frescura al probar la bebida, comentó Rafael Sie­bert, encargado del stand de la cerveza artesanal en la Expo, dentro del pabellón de la UIP Joven.

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