En agosto llegará la primera Feria Empresarial del Paraguay (FEPY)
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La Unión Industrial del Paraguay (UIP) y el Jockey Club del Paraguay lanzaron ayer miércoles la Feria Empresarial del Paraguay (FEPY), evento que promete marcar un hito en el sector productivo nacional al convertirse en la primera feria multisectorial de gran escala con énfasis en la industrial, el comercio y los servicios. Se desarrollará en el Centro de Ferias y Convenciones VISTA, complejo que buscará dotar al país de una infraestructura de primer nivel para eventos empresariales y comerciales.
El sector industrial del país busca visibilizarse tanto a nivel local como a nivel internacional, por lo que decidió emprender una feria propia en donde exponer tanto su potencial como su producción ya consolidada. Para ello, lanzaron oficialmente la FEPY 2025, a la que calificaron como un “espacio de experiencias” que, si bien se desarrollará, en principio, en el mes de agosto, prometen un funcionamiento durante todo el año.
Durante el lanzamiento, el presidente de la UIP, Enrique Duarte, explicó que la separación con la Asociación Rural del Paraguay (ARP), gremio con el que trabajaron en conjunto durante décadas con la tradicional Expo de Mariano Roque Alonso, no implica una ruptura, sino más bien se trata de una cuestión de intereses gremiales. “Creímos que teníamos que trabajar no solo en una exposición sino en una experiencia para toda la población, algo que funcione todo el año, que tenga vida propia”, afirmó.
Enrique Duarte, presidente de la UIP, manifestó que la FEPY 2025 será escenario del potencial empresarial del país y un espacio de negociación con mercados internacionales. Foto: Mariana Díaz
En ese marco, señaló que la feria del sector industrial se realizará en el Centro de Ferias y Convenciones VISTA, un nuevo complejo que busca dotar al país de una infraestructura de vanguardia para albergar eventos empresariales y comerciales. Este centro funcionará en el Jockey Club del Paraguay.
“Queremos brindar un centro de experiencias, donde el empresario muestre lo que hace y los niños aprendan y se formen en la cultura del trabajo, donde la gente pueda ir deleitarse con distracciones, buena oferta gastronómica y buenos conciertos. No es solo un proyecto, es la construcción de una idea, de una experiencia”, afirmó el titular de la UIP a La Nación/Nación Media.
Oportunidad para la formalización
Uno de los pilares fundamentales de esta iniciativa es el impulso a las pequeñas y medianas empresas. Según Duarte, esto forma parte de la línea de trabajo y de pensamiento de la UIP, que busca que todos los sectores económicos, grandes o pequeños, tengan un espacio en el que puedan desenvolverse y presentarse en sociedad.
“Vamos a trabajar con todos los sectores económicos y con todos los tamaños de empresas del país, ayudando especialmente a los sectores más pequeños. Trabajamos todos los días para acelerar a las mipymes e inducirlos a la formalización y trabajar por las cosas bien hechas”, dijo a LN.
Por su parte, el viceministro de Industria del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Marco Riquelme, explicó que este evento es propicio para impulsar el consumo local de productos nacionales. “Tenemos excelentes productos, competitivos a nivel regional, mundial y este tipo de plataformas son estratégicas para nosotros como para que el consumidor siga entendiendo que aquello que consume es de industria paraguaya”, manifestó.
La UIP considera que la alianza con el Jockey Club dotará al país de una infraestructura de vanguardia para albergar eventos empresariales y comerciales. Foto: Mariana Díaz
Ruedas de negocios
La FEPY también albergará ruedas de negocios donde empresarios nacionales se conecten con los mercados globales. La UIP asegura que este evento tendrá éxito ya que el interés internacional por realizar negocios en nuestro país es alto y creciente.
“Las ruedas de negocios antes de comenzar ya tienen su éxito, la UIP tiene una estructura propia para la organización de la prueba de negocios desde hace años y a esta altura ya tenemos comprometidos a varios países, es más, viene la demanda más que la oferta, tenemos la demanda de varios países y de empresarios de varios países respecto a la rueda de negocios por los éxitos de los años anteriores”, explicó Duarte.
El vicepresidente de la UIP y del Jockey Club, Gerardo García, afirmó que la FEPY promete cambiar el panorama de la infraestructura de negocios del país. Foto: Mariana Díaz
Por su parte, el vicepresidente del Jockey Club, Gerardo García, quien también es vicepresidente de la UIP, explicó que la alianza entre estas instituciones dio lugar a la creación de este espacio que promete cambiar el panorama de la infraestructura de negocios del país.
“La alianza entre el Jockey Club del Paraguay y la UIP ha dado lugar a la creación de un espacio único en el país, que no solo elevará el nivel de los eventos empresariales, sino que cambiará el panorama de la infraestructura de negocios en Paraguay, posicionándolo como un referente regional en innovación y conectividad empresarial”, sostuvo García.
Si no fortalecemos la productividad y la calidad, la apertura comercial podría perjudicar más que beneficiar a la industria nacional, advirtió Marco Riquelme. Foto: Gentileza
Destacan necesidad de preparar al sector industrial para competir internacionalmente
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El viceministro de Industria, Marco Riquelme, resaltó que es necesario que Paraguay siga avanzando en el mejoramiento de la calidad de sus manufacturas, certificaciones y productividad para aprovechar los beneficios del acuerdo Mercosur-UE y proteger la producción local.
Riquelme afirmó que el acuerdo Mercosur–Unión Europea (UE) representa una oportunidad, pero también un desafío importante para la industria paraguaya.
“El acuerdo tiene riesgos y oportunidades. Pero si no trabajamos en fortalecer nuestras capacidades productivas y estándares de calidad, corremos el riesgo de que la apertura comercial termine afectando más a nuestra industria que beneficiándola”, advirtió durante el Seminario Mercosur–Paraguay, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Entre los principales desafíos, destacó la necesidad de que la industria local cuente con certificaciones de calidad exigidas por los mercados europeos, algo que actualmente muchas empresas paraguayas no tienen porque no es un requisito en el mercado regional.
Además, señaló que los productos alimenticios deben llegar a Europa con al menos el 80 % de su vida útil, lo que implica mejorar los procesos logísticos y productivos.
Por otro lado, anunció que Paraguay avanza en un acuerdo con la ONUDI para impulsar un proyecto de USD 5 millones, que permitirá desarrollar el ecosistema de productividad y calidad industrial, como parte del proceso de preparación para competir globalmente.
Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, sostuvo que el acuerdo Mercosur–Unión Europea representa una oportunidad estratégica para el crecimiento industrial del país, pero requiere una preparación realista y profunda del sector productivo nacional.
“Un país se desarrolla a través de la industria. No podemos seguir exportando materias primas y comprando productos terminados que podríamos fabricar localmente. Es hora de usar nuestra energía y nuestros recursos para generar empleo y riqueza en Paraguay”, afirmó Duarte.|
Paraguay necesita USD 12.000 millones para evitar una crisis energética
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Las proyecciones presentadas durante el primer Foro Energético Nacional determinan que nuestro país está próximo a alcanzar el límite de su excedente energético. Si se mantienen escenarios de crecimiento medio o alto, la demanda superará la capacidad disponible entre 2030 y 2032, advirtieron empresarios y expertos en materia energética.
Uno de los obstáculos que mencionaron es la falta de recursos y que la capacidad de endeudamiento público está limitada. Según la Administración Nacional de Electricidad (Ande), la inversión requerida para sostener la expansión del sistema energético rondaría los USD 12.000 millones en el mediano plazo. Sin embargo, a la fecha solo se cuenta con USD 174 millones en financiamiento asegurado.
A esto también se le suma que Paraguay arrastra un rezago de cuatro décadas en el desarrollo de nuevas fuentes de generación. Las inversiones energéticas realizadas en los últimos años se enfocaron casi exclusivamente en transmisión y distribución, con la salvedad del proyecto en el brazo Aña Cuá.
Las grandes obras como Corpus, Itatí-Itá Corá y la ampliación de Yacyretá siguen en etapa de avances técnicos, sin certezas sobre su concreción en el corto plazo.
Frente a esta brecha financiera, desde la Unión Industrial Paraguaya (UIP) plantean la necesidad de una participación decidida del capital privado.
Indican que el Gobierno deberá analizar mecanismos que posibiliten alianzas público-privadas, esquemas de financiamiento mixto y políticas que otorguen previsibilidad y confianza a los inversionistas interesados en el sector energético paraguayo.
El fin del excedente energético, que durante años posicionó a Paraguay como un exportador neto de electricidad, exige ahora una respuesta estratégica y coordinada.
Explican que si nuestro país pretende mantener su competitividad y avanzar hacia un modelo de desarrollo sustentable, deberá tomar decisiones urgentes que permitan ampliar su capacidad de generación y asegurar la soberanía energética en el largo plazo.
El crédito creció 21 % a mayo, con el sector inmobiliario como uno de los protagonistas fuertes
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Los créditos totales, es decir, en moneda nacional y extranjera, totalizaron en mayo G. 184,7 billones, equivalentes a unos USD 23.843 millones, cifra que representa un incremento, comparado con abril, del 1,05 % y del 21,16 %, con respecto a mayo de 2024, según el último informe de Indicadores Financieros del Banco Central del Paraguay (BCP).
Los créditos con mayor crecimiento interanual en mayo fueron los otorgados a la administración pública, con un crecimiento del 57,51 % comparado con mayo de 2024, mientras que mensualmente creció 13,71 %. Le siguen las actividades inmobiliarias, con un aumento interanual del 39,21 %, aunque con un leve retroceso mensual del 3,51 %.
Los servicios también tuvieron un importante incremento interanual del 35 %, y comparado con abril pasado el aumento es del 1,67 %. Los créditos para la industria también aumentaron 30,6 % con respecto a mayo de 2024, pero versus abril pasado cayeron 0,09 %.
Los préstamos para el sector financiero tuvieron un aumento del 4,9% entre abril y mayo, además de un incremento del 21,64 % versus el volumen de crédito de mayo de 2024. Los créditos para el consumo crecieron levemente en el quinto mes, con un 0,58 % con respecto al mes anterior, pero fue un 21,11 % más que en mayo del año pasado.
Agro y vivienda
La agricultura tuvo una reducción del 0,19 % en los créditos en mayo, pero fue mayor en un 20,32 % al mismo periodo del año anterior. Los créditos para la vivienda, por su parte, tuvieron una variación positiva en mayo, con 1,24 % más que en abril. En términos interanuales, el crecimiento fue del 17,09 % frente a mayo del año anterior.
El comercio al por mayor creció en sus créditos 0,38 % entre abril y mayo, y 19,18 % con respecto a mayo del año pasado. El comercio al por menor, por su parte, tuvo una desaceleración mensual del 0,27 %, pero con un leve incremento interanual del 4,01 %.
El único sector con cifras negativas, tanto mensuales como interanuales, fue la construcción, cuyos créditos se redujeron en mayo 2,92 % y 0,57 % frente a mayo del 2024.
Adaptándose a los nuevos tiempos que llegan con desafíos más grandes y mayores inversiones, la empresa, presidida por Eduardo Borgognon, demostró con hechos que puede cumplir con una precisión milimétrica cualquier proyecto, sin límite de volumen o peso.
Con su eslogan “La capacidad de hacer”, el CIE S.A. resume todo lo que representa. Y cuando uno conversa con Eduardo Borgognon, presidente de la compañía, se tiende a esbozar el potencial casi ilimitado que esta industria nacional representa y que, a veces, ni los propios paraguayos alcanzan a dimensionar.
Con 18 años en la empresa y una trayectoria vasta en el mundo de los negocios, Eduardo lidera uno de los complejos industriales más avanzados de la región, una planta instalada en Luque que es, a la vez, símbolo de ingeniería avanzada, orgullo nacional y proyección al futuro.
Días atrás, este ingenio fue escenario de un recorrido inédito que sirvió para que autoridades nacionales, empresarios, diplomáticos, inversionistas y alumnos de universidades tuvieran la oportunidad de constatar de primera mano que en Paraguay se puede hacer lo que parece imposible. Y es que CIE no solo forma parte de la historia de Itaipú y Yacyretá; también fabrica remolcadores y barcazas, construye subestaciones, líneas de transmisión eléctrica, estructuras metálicas y montaje industrial, y ha exportado piezas a más de 16 países de cuatro continentes.
“CIE nació en 1978, hace ya 47 años, en el marco de la construcción de Itaipú”. Así comenzó el relato Eduardo, quien recibió en la planta industrial al equipo de FOCO para protagonizar un recorrido exclusivo por las instalaciones. Contó que, en ese entonces, poco más de 300 empresas paraguayas participaron en las obras y que hoy, lastimosamente menos del 10 % de esas compañías siguen vigentes. “No solo participamos, sino que supimos capitalizar esa experiencia y convertirla en una empresa que se mantuvo en el tiempo y que fue evolucionando tecnológicamente”, reveló.
Tras el trabajo hecho para Itaipú, la compañía también tuvo una participación clave en Yacyretá, pero como la competencia ya era internacional tuvieron que participar de una licitación y pugnar por un espacio contra empresas austriacas, alemanas y hasta japonesas. “Ahí fuimos creciendo tecnológicamente, haciendo piezas de gran envergadura, metalmecánicas, pero cada vez con mayor precisión y nivel de complejidad. Esa experiencia local, sumada al trabajo con gigantes internacionales como Toshiba, Voith, Andritz, Siemens, General Electric y otras, nos permitió salir al mundo”, mencionó con orgullo.
Una tornería gigante. CIE ha fabricado piezas de hasta 200 toneladas con una precisión de una décima de milímetro. “Para dimensionarlo, un automóvil pesa alrededor de una tonelada y media, por lo que estamos hablando de piezas que representan el peso de 100 o 150 autos, pero con una tolerancia más fina que un papel. Y eso requiere de muchísima tecnología, inversión en maquinaria y, sobre todo, gente capacitada”, refirió el presidente
Agregó que “hablando mal y pronto, es una tornería gigante”. En la planta industrial tenemos una prensa con capacidad de 2.000 toneladas que se utiliza para deformar chapas. Solo así se puede trabajar con espesores impresionantes. “No es solo cortar, plegar y soldar. Después viene el mecanizado, que es lo que da precisión. Y todo eso lo hacemos con control numérico, es decir, computarizado”, contó.
El nivel de exigencia es tal que deben fabricar piezas que se ensamblan en condiciones climáticas y geográficas completamente distintas. “Hacemos una pieza en Luque, con 80 % de humedad y 30 grados, que luego debe encajar con otra hecha en Japón a 18 grados y con 30 % de humedad, y ambas deben coincidir a la perfección en el sitio de obras ubicado en una montaña de Canadá a 2.800 metros sobre el nivel del mar y con -15 grados. Esa pieza tiene que coincidir. Así de rigurosa es la industria donde trabajamos”, enfatizó Eduardo.
Diversificación estratégica. La compañía se reinventó cuando el mercado de las grandes hidroeléctricas empezó a decaer. “Hoy se habla mucho de pequeñas centrales hidroeléctricas. Tenemos la tecnología y la capacidad para hacerlas en Paraguay, sin necesidad de importar. Eso significa ahorro en fletes, más empleo local y más competitividad”, explicó.
Desde 1988, la empresa también incursiona en la hidrovía Paraguay-Paraná, la tercera más importante del mundo en volumen. “Vimos que las barcazas venían usadas desde Estados Unidos y decidimos fabricarlas nosotros mismos, adaptando el diseño a las condiciones de nuestro río. Así, aunque nuestra planta no esté sobre el agua, fabricamos módulos que luego se ensamblan y botan al río desde un astillero que pertenece a nuestro grupo empresarial”, explicó.
Remolcadores, barcazas para granos o combustibles, contenedores, incluso minerales de hierro provenientes del Brasil; CIE produce todo eso. Pero también participa en la transmisión de energía. “Somos la única empresa paraguaya que ha montado hasta ahora líneas de 500 kV. Hacemos líneas de transmisión, subestaciones, y estructuras metálicas tanto para industrias como para edificaciones. Lo que uno ve en una fábrica -los soportes de tanques, ciclones, cañerías- también los hacemos nosotros”, precisó.
El poder de formar talento local. Otro aspecto llamativo es la capacidad de empleo que tiene CIE. Hoy día la firma emplea a unas 600 personas, incluyendo un staff técnico de alrededor de 100 ingenieros. Pero lo más destacado es su política de formación. Ellos cuentan con una escuela propia de soldadura y montaje para que la gente que entra a trabajar a la fábrica sin saber nada, vaya creciendo ocupando cargos de supervisión, leyendo planos, liderando equipos. “Capacitamos para nosotros y también, en cierto modo, para el mercado. Ese es el costo del liderazgo”, expresó entre risas.
El promedio de antigüedad de los técnicos supera los 17 años, dijo. Además, la empresa tiene programas de becas para hijos de funcionarios y planes sociales. “Algunos no terminaron el colegio, y nosotros les ayudamos a hacerlo. Ya tenemos la primera camada de egresados universitarios gracias a estas becas”, precisó Eduardo.
Montaje, logística y precisión quirúrgica. Otra de las fortalezas de CIE es la logística y el montaje industrial. Al respecto, el presidente explicó que han montado el 100 % una planta cementera en Paraguay, aunque los equipos hayan llegado de China. “Nosotros recibimos, transportamos, montamos y hacemos funcionar esos equipos. Desde el montaje mecánico, eléctrico y electrónico hasta la puesta en marcha”, indicó.
También dijo que brindan servicios más pequeños: “Un rodillo roto en una fábrica no puede esperar al igual que una hélice dañada de un barco. Para estos casos tenemos una unidad de mantenimiento que opera 24/7. Y así como hay proyectos de USD 15 o de USD 20 millones, también hay otros de menor inversión. Nos adaptamos a todo. “Somos prestadores de soluciones”, recalcó.
Como anécdota recordó que en su recorrido internacional, incluso llegaron a exportar piezas por vía aérea. “Enviamos una pieza a Suecia en un Antonov ruso. Tuvimos que evaluar la pista de aterrizaje del Silvio Pettirossi para asegurarnos de que soportara el peso. Así de lejos llega nuestra creatividad logística”, relató Eduardo.
Calidad certificada y mirada al futuro. Como toda empresa que lidera su sector, en CIE la calidad no es negociable. “Fuimos la primera firma en Paraguay en certificar la norma ISO 9000. Eso nos viene de Itaipú y se volvió parte de nuestro ADN. Somos muy rigurosos con la calidad”, destacó Eduardo Borgognon.
Ese mismo rigor se refleja en los proyectos actuales. En el marco de un contrato con Yacyretá, CIE está entregando componentes fundamentales para la intervención de seis de las veinte turbinas de la represa. “Estamos proveyendo el sistema de regulación de potencia, que permite controlar la entrada del agua a la turbina. Son piezas que, en conjunto, pesan 450 toneladas. Todo se ensambla aquí en Luque, se testea con tecnología de láser óptico y luego se desmonta para su traslado al sitio de obras”, explicó.
Para lograr esta escala operativa, la planta cuenta con capacidad para funcionar 24 horas, aunque actualmente lo hace en dos turnos: diurno y nocturno. Disponen de procesos de soldadura automáticos, semiautomáticos y manuales, además de tecnologías avanzadas como la soldadura por arco sumergido, que agiliza enormemente la productividad.
En el pabellón C se fabrican módulos estructurales -de fondo, costado, proa y popa- que son transportados en camión hasta el astillero Chaco, en Villa Hayes, donde se ensamblan las barcazas. “Hoy estamos produciendo dos modelos de barcazas, tipo Jumbo y Mississippi. Toda la mano de obra es 100 % paraguaya y proviene de distintas regiones del país”, remarcó Eduardo y dijo también que la planta opera con grúas que, combinadas, tienen capacidad para mover hasta 100 toneladas dentro del complejo.
La fábrica se organiza en sectores especializados, por un lado, están los de montaje y soldadura, mecanizado, corte y deformación plástica, pintura y granallado. En el área de mecanizado se encuentran tornos y fresadoras de gran porte, con las que se procesan componentes de turbinas. “Contamos con un área interna que realiza el mantenimiento preventivo y correctivo de todo el equipamiento”, precisó.
La formación técnica es un pilar esencial. Cada operario pasa por la escuela de soldadura del CIE, donde se capacita desde cero. Tras una certificación interna, se integra al proceso productivo. Si el proyecto lo requiere, se gestionan certificaciones específicas. “Se trata de un programa anual de formación individualizado, que se actualiza cada año según las necesidades de cada sector”, explicó el presidente.
En pintura, CIE opera con cabinas climatizadas, lo que permite garantizar la calidad del acabado sin depender de las condiciones climáticas. “La aplicación de pinturas técnicas requiere controlar factores como temperatura, humedad y punto de rocío. Nuestros pintores están altamente calificados y aplican pinturas específicas, según lo exige cada cliente, sobre todo en el rubro naval”, explicó.
También se realizan tratamientos térmicos como el alivio de tensiones, un paso fundamental para componentes hidroeléctricos. “Este tratamiento mejora el rendimiento del mecanizado y evita deformaciones posteriores”, agregó.
Más allá de la planta en sí, el CIE se organiza por unidades de negocio: servicios (alquiler de grúas y transporte especializado), líneas y subestaciones eléctricas, y obras civiles e industriales. “Todas estas unidades operan desde este mismo complejo industrial”, detalló Eduardo.
En cuanto al procesamiento de materia prima, la planta cuenta con equipos de corte por plasma y oxicorte para el tratamiento de chapas. “El aprovechamiento del material lo diseña el área de ingeniería, maximizando cada chapa y optimizando los costos”, explicó. Aquello que no puede reutilizarse se clasifica como chatarra y se comercializa con empresas habilitadas ambientalmente.
La división de industrias e infraestructura dispone de maquinaria de alta capacidad para trabajar perfiles de alma llena -comunes en obras civiles- y procesar chapas de hasta 85 milímetros de espesor, indispensables en proyectos hidroeléctricos.
Cada etapa está sometida a estrictos controles de calidad, llevados adelante por técnicos calificados bajo la norma estadounidense SNTTC-1A. “Nuestro equipo de calidad supervisa desde el corte inicial hasta la soldadura final, asegurando que cada pieza cumpla con los más altos estándares internacionales”, afirmó.
El recorrido por la planta concluye con una visión clara: grúas monumentales, maquinaria de última generación, y una estructura capaz de abastecer las industrias más exigentes. “Estamos preparados para responder tanto al mercado nacional como a proyectos internacionales de gran envergadura. Esa fue la visión que dio origen al CIE y que hoy lo convierte en un verdadero motor de la industria paraguaya”, puntualizó con convicción.
El futuro se construye hoy. Como un dato no menor, Eduardo también mencionó que CIE ya está trabajando con empresas interesadas en proyectos de biocombustibles, hidrógeno verde y celulosa. “Paraguay está recibiendo inversiones de cientos de millones de dólares, algo inédito para nosotros. Y esas inversiones necesitan un aliado local. No como socio, pero sí como facilitador, alguien que ayude a aterrizar esos proyectos de forma eficiente. Ahí entramos nosotros”, reflexionó.
Con una cultura organizacional que apuesta al talento local, una infraestructura de clase mundial y un liderazgo técnico de excelencia, CIE no solo mira al futuro, sino que lo está construyendo. Y es que Paraguay se está convirtiendo en receptor de inversiones, y ellos están en condiciones para acompañar esos desafíos. “La historia nos trajo hasta aquí. Ahora, vamos a mostrarle al país y al mundo lo que podemos hacer”, aseguró con la tranquilidad de la empresa que, con hechos, desde hace décadas marca una huella de progreso imborrable.