El volumen de precipitaciones este mes continúa por debajo del promedio, y las esperanzas del sector productivo están depositadas en abril, donde se espera un mayor volumen de lluvias. Desde el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) explican que, en algunos lugares, el déficit de agua superó los 100 milímetros, aunque los chaparrones ayudaron a mantener los niveles de humedad.
El ingeniero Édgar Mayeregger, de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, manifestó a la 920 AM que las precipitaciones, principalmente en zonas productivas se mantuvieron en marzo por debajo de los niveles normales, afectando principalmente a la zafra y la zafriña de la soja y el maíz. Sin embargo, señaló que cultivos de todo tiempo no fueron afectados en la misma medida por la sequía.
Acerca de las previsiones para abril, Mayeregger señaló que existen probabilidades de que abril traiga consigo mayores lluvias. Agregó que en algunas zonas el déficit de agua fue significativo, pero que los chaparrones permitieron mantener los niveles de humedad. “Hay lugares donde el déficit de agua supera los 100 milímetros, pero hubo chaparrones y hay humedad; esperamos que en abril haya más lluvias”, detalló.
Leé también: Las mipymes se consolidan como motor clave del empleo formal y desarrollo económico
Sistema de tormentas para este fin de semana
La Dirección de Meteorología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) emitió un boletín especial sobre un sistema de tormentas eléctricas sobre el territorio nacional para este sábado 22 y domingo 23 de marzo. Para gran parte del Chaco, Concepción, noroeste de San Pedro y parte de Amambay, se esperan acumulados de entre 50 y 80 milímetros por día.
Para el bajo Chaco, y gran parte de la región Oriental, con excepción de casi todo el territorio de Itapúa y la zona sureste de Alto Paraná, se pronostican precipitaciones de entre 30 y 40 milímetros por día. La alerta meteorológica también advierte sobre tormentas con alta frecuencia y alta probabilidad de caída de granizos en forma puntual.
Dejanos tu comentario
Afganistán: choque de bus con camión cisterna deja 76 muertos
El saldo de muertos del accidente entre un bus que trasladaba migrantes afganos procedentes de Irán y otros dos vehículos en el oeste de Afganistán subió a 76, informó el miércoles una autoridad provincial. En total “76 ciudadanos del país (...) perdieron la vida en el incidente, y otros tres están gravemente heridos”, dijo en un comunicado Yousuf Saeedi, portavoz del gobierno de la provincia de Herat.
La policía del distrito de Guzara, cerca de la ciudad de Herat donde ocurrió el accidente la noche del martes, indicó que el bus colisionó con una motocicleta y un camión cisterna que transportaba combustible, lo que causó un incendio. El autobús llevaba afganos que se devolvían a Kabul desde Irán, dijo Saeedi a la AFP.
Al menos 1,5 millones de personas han regresado a Afganistán en lo que va de este año desde Irán y Pakistán, que han expulsado a los migrantes después de albergarlos durante décadas, según la agencia de la ONU para las migraciones. El servicio noticioso estatal Bakhtar señaló que el accidente del martes es uno de los más mortales de los últimos años en el país.
Lea más: Justicia de Colombia ordena libertad al expresidente Álvaro Uribe mientras apela condena
Sequía e inundaciones repentinas
Junto a pequeños bultos con sus pertenencias, Maruf espera un vehículo que lo llevará a él y a su familia lejos de su pueblo, en el norte de Afganistán, donde la tierra, azotada por la sequía, lleva años sin producir nada. La mayoría de las viviendas de tierra cruda de su pueblo están vacías. Los residentes huyeron de “la sed, el hambre y una vida sin futuro”, dice a AFP este padre de familia, de 50 años.
“Nuestros campos se rindieron. En estas condiciones, la gente se ve obligada a irse”, dice. “¿Cómo puedes permanecer en semejante vacío cuando tienes hijos que mantener?”, pregunta. Décadas de guerra obligaron a millones de afganos a abandonar su territorio, pero desde que los talibanes recuperaron el poder en 2021, la principal causa del desplazamiento ya no es política ni de seguridad.
En Afganistán, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, casi cinco millones de personas se vieron afectadas y 400.000 tuvieron que abandonar sus hogares debido a fenómenos meteorológicos a principios de 2025, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La mayoría de los 48 millones de afganos, que ya enfrentan una de las peores crisis humanitarias del mundo, viven en casas de tierra cruda y dependen de la agricultura, afectada también por el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos. De los últimos cinco años, cuatro estuvieron marcados por un aumento de la sequía, mientras que algunas regiones han sufrido devastadoras inundaciones repentinas que arrasaron con viviendas, cultivos y ganado.
Lea también: Máximo tribunal de Perú blinda a Boluarte frente a múltiples investigaciones
“Al borde del precipicio”
“Las cosechas infructuosas, la sequía de los pastos y la desaparición de las fuentes de agua están llevando a las comunidades rurales al borde del precipicio”, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Cada vez es más difícil para las familias producir alimentos, obtener ingresos y permanecer en sus hogares”.
El norte del país es el más afectado. En la provincia de Yauzyán, Abdul Jalil Rassuli vio cómo cambió Bakawal, su aldea. Donde antes los melones crecían como por arte de magia, ahora hay que comprarlos en la ciudad porque la tierra ya no da más. “Todo se reduce al agua”, reflexiona Rassuli, de 64 años, a la sombra de uno de los pocos árboles que quedan. “La escasez de agua lo destruye todo: la agricultura está devastada, los árboles están muriendo y ya no plantamos”.
Los residentes huyeron a los países vecinos Irán y Pakistán hace una década con la esperanza de un futuro mejor. Pero muchos tuvieron que regresar: más de 4 millones de afganos fueron expulsados desde finales de 2023, según la Organización Internacional para las Migraciones, cuando Pakistán inició repatriaciones masivas.
A su regreso, ya no trabajaron la tierra, sino que realizan trabajos esporádicos. Abdul Jalil Rassuli espera que el canal Qosh Tepa, en construcción desde hace años, permita irrigar los campos con el río Amu Daria. Sin embargo, podría tardar más de un año en terminarse, según funcionarios del gobierno talibán.
“Nunca habíamos visto algo así”
Cuando Abdul Latif Mansur, ministro de Energía y Agua, enumeró los proyectos de represas y canales, tuvo que reconocer en julio que “las medidas adoptadas no son suficientes”. “Hay muchos episodios de sequía. Debemos recurrir a Dios”, suplicó, mientras las autoridades talibanas rezaban regularmente para que vuelva la lluvia. Pero la lluvia no siempre es buena noticia.
En caso de inundaciones repentinas, la tierra reseca no puede retener el agua. Según la ONU, este año las lluvias se adelantaron en el país, con temperaturas más altas de lo habitual, lo que aumentó el riesgo de inundaciones. En junio, el agua arrasó con todo a su paso en la provincia central de Maidan Wardak. “Tengo 54 años y nunca habíamos visto algo así”, dijo Mohammed Qassim, de pie sobre el lecho agrietado y lleno de piedras de lo que antes era un río.
Wahidullah, de 18 años, vio cómo su ganado se ahogó y su casa quedó dañada e inhabitable. Ahora su familia, compuesta por 11 personas, duerme en una carpa en un terreno ligeramente elevado con algunas pertenencias rescatadas de las aguas. Wahidullah no puede evitar contemplar el peor escenario posible: “Si hay otra inundación, no nos quedará nada ni adónde ir”.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
El MAG fortalece producción avícola en Caaguazú con una inversión de G. 300 millones
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través del Proyecto de Mejoramiento del Rendimiento de la Producción Agraria Familiar en Paraguay, entregó una inversión de G. 300 millones a productores avícolas del Comité Nueva Estrella, del distrito de Yhu, departamento de Caaguazú.
Esto beneficia directamente a 61 productores, en el marco del programa “Mejoramiento de la Producción Avícola”, que tiene como objetivo fortalecer el rubro avícola, garantizar la seguridad alimentaria de las familias campesinas e incrementar sus ingresos a través de sistemas productivos más eficientes.
Los beneficiarios recibieron kits de producción avícola de doble propósito, que incluyen crías de pollo, bebederos, comederos, balanceados iniciador e integral, además de kits veterinarios, chapas de zinc y tejidos de alambre, e incluso equipos de uso comunitario como incubadoras y generadores eléctricos que permitirán optimizar los procesos de producción en la comunidad.
Leé también: Industria forestal resalta potencial de facturación de USD 5.000 millones anuales
El ministro de Agricultura, Carlos Giménez, destacó la importancia de este tipo de inversiones para el desarrollo rural. Sostuvo que necesitamos gente con conocimiento que quiera a su pueblo y que vuelva a su país. “Eso es lo que nos va a ayudar a cambiar la realidad. Felicito a las autoridades y a los responsables del proyecto, que al ser campesinos conocen de primera mano las necesidades de nuestras comunidades”, manifestó.
Compromiso con la agricultura familiar
Con esta entrega, el Ministerio de Agricultura reafirma su compromiso de seguir impulsando proyectos que fortalezcan la agricultura familiar campesina, promoviendo el acceso a tecnologías y recursos que mejoran la productividad, la calidad de vida de los productores y la sostenibilidad del sector rural.
El titular de la cartera agropecuaria también prevé la entrega de un tractor e insumos agrícolas esta semana, en el polideportivo municipal del distrito de RI3 Corrales, departamento de Caaguazú.
Durante la entrega estuvieron presentes el intendente local, Arturo Jara, y el gobernador de Caaguazú, Marcelo Soto, además de representantes de organizaciones de productores y otras autoridades.
Dejanos tu comentario
Crisis de agua se agudiza en Inglaterra luego de casi medio siglo
La escasez de agua ha sido clasificada como “de importancia nacional” en Inglaterra, que ha experimentado los seis primeros meses más secos desde 1976, informó el martes la Agencia de Medioambiente (EA).
Te puede interesar: Récord de lluvias inundó Ciudad de México como no se veía hace 73 años
Según la institución, cinco regiones de Inglaterra están afectadas por la sequía, enfrentándose a una disminución de las reservas de agua y una caída de los rendimientos agrícolas.
El Grupo Nacional sobre la Sequía, que reúne al gobierno, a representantes del sector agrícola y las compañías de agua, se reúne para debatir la situación, mientras algunas regiones del país se preparan para afrontar la cuarta ola de calor de este verano.
“La situación actual es crítica a escala nacional, y hacemos un llamamiento a todos para que desempeñen su papel y contribuyan a reducir la presión sobre nuestro medio ambiente acuático”, declaró Helen Wakeham, responsable de agua en la EA.
La vicepresidenta de la Unión Nacional de Agricultores, Rachel Hallos, expresó “una creciente preocupación por los próximos meses”, ya que los agricultores siguen enfrentándose a “condiciones de sequía extrema”.
En los últimos días, los niveles de los embalses en toda Inglaterra solo alcanzaban el 67,7 % de su capacidad, muy por debajo de la media para la primera semana de agosto, que es del 80,5%.
Según el servicio meteorológico Met Office, Inglaterra ha experimentado en 2025 la primavera más seca en más de cien años.
Los científicos advierten que el cambio climático provocado por los humanos hace que los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, las olas de calor y las sequías, sean más intensos y frecuentes.
Leé también: Control integrado en Encarnación-Posadas ya superó los 170.000 ingresos
Fuente: AFP
Dejanos tu comentario
Paraguay produce 20.000 toneladas de cebolla: un rubro rentable y con alto potencial
La producción de cebolla es un rubro socioeconómicamente muy importante en el país, teniendo en cuenta la cantidad de mano de obra que emplea en el campo. Actualmente Paraguay cuenta con un consumo diario de 150 toneladas de cebolla, mientras que a nivel nacional la demanda es de 54.000 toneladas al año.
El ingeniero agrónomo Diego Garcete, coordinador de Gestiones de Producción del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), mencionó a La Nación/Nación Media que en el 2024 el área de cultivo estuvo orillando cerca de 950 hectáreas, con una producción aproximada de 20.000 toneladas, lo que dio para satisfacer el mercado por cerca de 60 a 65 días, pero generalmente la producción nacional solo alcanza a cubrir unos 50 días del consumo interno.
Este rubro es bastante resistente al frío y las heladas, adaptándose a cualquier tipo de suelo. En tanto, los rendimientos sí se pueden ver afectados por la falta de agua y el suelo degradado, pero en el país se están haciendo las capacitaciones pertinentes para ir mejorando la producción.
Podés leer: Obligado, capital del cooperativismo, se posiciona como centro económico del Sur
Producción cíclica
Garcete explicó que se tienen tres ciclos de producción: la variedad tempranera que se inicia en la época de marzo a partir de los primeros días hasta el 15 de abril, la medianera desde el 15 de abril al 20 de mayo aproximadamente y la tardía desde el 20 de mayo hasta el 31 de junio, las cuales son las épocas óptimas para hacer el plantío.
En los meses de setiembre, inclusive octubre, ya se comienza a cosechar la primera variedad, posteriormente la siguiente de octubre y noviembre, y las tardías entre noviembre y diciembre.
Como institución, el MAG repartió este año 1.130 kilogramos de semillas de cebolla de dichas variedades, lo cual abarcaría 665 hectáreas, representando un 70 % de la producción nacional para este 2025. El otro 30 % restante corresponde al sector privado y en conjunto se espera llegar a las 1.000 y 1.100 hectáreas de tope de producción.
Leé también: Artesanía en auge: rubro en crecimiento que conquista el mercado internacional
Catorce departamentos
Actualmente, el MAG está trabajando con 3.800 productores de 14 departamentos. Las zonas más productivas son Paraguarí, Itapúa y Caaguazú, que cuentan con más productores. Le siguen agricultores de Guairá, Caazapá, Misiones, Bajo Chaco, Alto Paraná, Central, San Pedro, Canindeyú, Amambay y Ñeembucú.
“En promedio un productor de cebolla que tiene un cuarto o hasta media hectárea de producción brinda mano de obra a cuatro familias por día. Por eso genera una microeconomía bastante importante dentro de cada distrito y departamento”, alegó Garcete. La comercialización se realiza principalmente en las fincas familiares de producción, a través de compradores directos o intermediarios.
En cuanto a rindes, el promedio nacional está entre las 12 y 15 toneladas por hectárea, pero se proyecta llegar a las 18 a 20 toneladas por hectárea a través de las capacitaciones y también de las visitas técnicas diarias de la cartera agraria en las zonas productivas.
Rentabilidad y potencial
La rentabilidad de la cebolla está ubicada en un 53 %. “El costo por hectárea estaría rondando los 40 millones y sacando 18 toneladas por hectárea se tendría un ingreso promedio de 64 millones”, destacó el coordinador de Gestiones de Producción. Es decir, que el retorno llega a los G. 24 millones por hectárea.
Agregó que este rubro tiene el potencial de seguir creciendo y se apunta a trabajar de manera asociativa con los comités de base o las asociaciones de productores, viendo la manera de insertar dentro de sus organizaciones el uso de clasificadoras de cebolla e instalar los galpones secaderos para que se pueda almacenarla y poder ofrecerla en cuando el productor desee.
Por último, dijo que el MAG busca poder extender el ciclo de producción y ofertar por más tiempo lo producido a nivel local, y para que esta no salga en una misma época ya se encuentran realizando la zonificación de la producción.
Esto se basa en que en departamentos como Paraguarí, Itapúa y una parte de Caaguazú reciben semillas de cebolla de la línea tempranera. En tanto, demás departamentos, reciben la semilla medianera y la tardía, a fin de tener una producción escalonada y por sobre todo extender la época de oferta nacional a 80 o hasta 90 días.