La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) informó que el pasado 29 de enero se realizó una reunión con autoridades del Gobierno, en la cual se decidió instalar una mesa de trabajo para coordinar acciones relacionadas con la situación de sequía que afecta el campo y la seguridad.
Por el lado del sector productivo participaron los presidentes de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo; de la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod), Alfred Fast, y de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto.
La convocatoria estuvo encabezada por el ministro del Interior, Enrique Riera, para analizar la situación que atraviesa el campo por la sequía, además de los temas vinculados a la seguridad, como el abigeato que reclama permanentemente el sector ganadero.
Así también, estuvieron presentes el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Carlos Giménez, los viceministros, y el comandante y subcomandante de la Policía Nacional. Así también, se trataron cuestiones vinculadas a la seguridad rural, una preocupación recurrente entre los productores debido a hechos delictivos que afectan la operatividad del sector.
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Paraguay actualmente está enfrentando una sequía pronunciada en el marco del fenómeno climático La Niña. La falta de precipitaciones impacta directamente en todo lo que se refiere al cultivo de renta, como la soja y el sector de productos frutihortícolas, que no es la excepción.
Según las evaluaciones preliminares, el 70 % de los cultivos está en riesgo debido al déficit hídrico. Por eso, se prevé que la campaña de soja 2024-2025 sea de contrastes ante la sequía que experimentan varios puntos del país, por lo cual los sectores productivos seguirán expectantes.
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Crecen envíos de trigo tras recuperación de la producción
La producción de trigo registra una importante recuperación en la campaña 2024 y un crecimiento del 80 % en los envíos hasta julio. Las exportaciones alcanzaron al séptimo mes del 2025 un total de 484.895 toneladas, esta cifra representa un aumento de 215.933 toneladas más que la zafra pasada (de octubre a julio).
El informe de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) resalta el repunte registrado en esta campaña, que abarca de octubre del 2024 a setiembre del 2025, teniendo en cuenta en la anterior hasta julio se enviaron 268.962 toneladas de trigo paraguayo.
“Esto obedece a una gran recuperación en la producción, con un volumen de producción estimado de 1,1 millones de toneladas”, expresó Sonia Tomassone, asesora en comercio exterior del gremio. Mencionó que en cuanto a volumen las exportaciones de enero a julio presentan una diferencia de 70.810 toneladas, ya que de 193.190 toneladas al séptimo mes del año pasado se pasó 264.000 toneladas, un aumento del 37 %.
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El mayor embarque también se refleja en el ingreso de divisas. Hasta julio se exportó este cereal por valor de USD 64 millones, mientras que a julio del 2024 por USD 45 millones, un crecimiento del 42 %. Según el reporte, el mercado brasileño acaparó el trigo local, con una participación del 99 %. Le siguen Bolivia y Vietnam.
Expectativas para nueva campaña
En cuanto a las expectativas para la nueva campaña, Tomassone adelantó que se mantienen optimistas, ya que de momento se perfila con buenas condiciones. Desde Capeco señalan que Paraguay transitará por un escenario de neutralidad climática, pero no exento de riesgos puntuales para la ganadería y la agricultura.
Sobre lo que resta del invierno, se estiman precipitaciones modestas, pero bien distribuidas. El asesor climático del gremio, Eduardo Sierra, proyectó que entre agosto de este año y marzo de 2026, Paraguay experimentará una neutralidad climática, considerada la menos perturbadora para el negocio agropecuario.
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Suspender vacunación contra la aftosa pondría en riesgo la sanidad animal, señalan criadores
Las asociaciones de criadores de Braford, Brahman, Brangus, Nelore y Senepol emitieron un pronunciamiento conjunto en el cual rechazaron de manera categórica la propuesta oficial de avanzar hacia el levantamiento de la vacunación contra la fiebre aftosa.
Suspender la inmunización pondría en riesgo la sanidad animal, la estabilidad económica y el futuro del Paraguay, iniciativa por considerar que representa un riesgo innecesario para el país, indicaron este viernes en conferencia de prensa.
“Este es un tema muy delicado, nosotros ganamos muchos mercados, llegamos a muchos países con exportación, venimos levantando cabeza, y ahora que estamos empezando a pagar los créditos que tuvimos por la sequía nos vienen con esto que es muy riesgoso y no sabemos qué beneficios hay”, mencionó en comunicación con La Nación/Nación Media Andrés Godoy Codas, presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Senepol.
La preocupación de los criadores surgió tras una reunión convocada por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), a la cual según señalaron, no fueron invitados los representantes de las razas incorporadas, a excepción de la Asociación Rural del Paraguay.
En tal encuentro se discutió la posibilidad de levantar la vacunación contra la aftosa para que Paraguay obtenga en 2026 o 2027, el estatus de país libre de la enfermedad sin vacunación, otorgado por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Mencionó que se habla de que posiblemente existiría una convocatoria a una mesa de diálogo tras este pronunciamiento. “No nos están diciendo el porqué debemos dejar de vacunar siendo que, por ejemplo, Uruguay que es el que vende a los mejores precios sigue vacunado”, expresó.
Detalló que los gremios están dispuestos a conversar, pero precisan que ”la confusión se aclare”, ya que por una parte el Senacsa solicita levantar la vacunación y el Ministerio de Agricultura y Ganadería tiene la postura de continuar con la inmunización.
Durante la conferencia se argumentó que Paraguay no puede darse el lujo de cometer un error en un tema tan sensible, ya que la vacunación es la única garantía efectiva para proteger nuestro hato bovino y sostener el crecimiento de la ganadería. Tampoco podríamos compararnos con Bolivia o Brasil, pues Paraguay exporta el 75 % de su carne.
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Datos del último brote
En la misma línea, Mustafá Yambay, presidente de Braford Paraguay, recordó el impacto devastador del último brote de aftosa, ocurrido en 2011. “Ese episodio representó casi el 3 % del PIB nacional, provocó la pérdida del 75 % de las exportaciones cárnicas y significó un costo superior al presupuesto total de salud pública de ese año”, señaló.
Las pérdidas inmediatas de aquel brote superaron los USD 700 millones. Con ese monto, afirman, se podrían haber construido 7.000 escuelas nuevas, 70 hospitales públicos, barrios sociales con 70.000 viviendas, o financiado durante cinco años un subsidio nacional de combustibles.
Asimismo, fue tras ello que Paraguay logró consolidar un sistema sanitario sólido y confiable gracias al esfuerzo conjunto del sector público y privado. Es así que el modelo permitió abrir los mercados más exigentes, posicionar al país como exportador de carne de referencia mundial y garantizar proteína de calidad.
Por su parte, en la conferencia, Luis Soljancic, presidente de Nelore Paraguay, dijo que la salud de nuestro rodeo es la de nuestra economía, el empleo y de nuestra nación. “Levantar la vacunación sería hipotecar el futuro del Paraguay”, advirtió.
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Afganistán: choque de bus con camión cisterna deja 76 muertos
El saldo de muertos del accidente entre un bus que trasladaba migrantes afganos procedentes de Irán y otros dos vehículos en el oeste de Afganistán subió a 76, informó el miércoles una autoridad provincial. En total “76 ciudadanos del país (...) perdieron la vida en el incidente, y otros tres están gravemente heridos”, dijo en un comunicado Yousuf Saeedi, portavoz del gobierno de la provincia de Herat.
La policía del distrito de Guzara, cerca de la ciudad de Herat donde ocurrió el accidente la noche del martes, indicó que el bus colisionó con una motocicleta y un camión cisterna que transportaba combustible, lo que causó un incendio. El autobús llevaba afganos que se devolvían a Kabul desde Irán, dijo Saeedi a la AFP.
Al menos 1,5 millones de personas han regresado a Afganistán en lo que va de este año desde Irán y Pakistán, que han expulsado a los migrantes después de albergarlos durante décadas, según la agencia de la ONU para las migraciones. El servicio noticioso estatal Bakhtar señaló que el accidente del martes es uno de los más mortales de los últimos años en el país.
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Sequía e inundaciones repentinas
Junto a pequeños bultos con sus pertenencias, Maruf espera un vehículo que lo llevará a él y a su familia lejos de su pueblo, en el norte de Afganistán, donde la tierra, azotada por la sequía, lleva años sin producir nada. La mayoría de las viviendas de tierra cruda de su pueblo están vacías. Los residentes huyeron de “la sed, el hambre y una vida sin futuro”, dice a AFP este padre de familia, de 50 años.
“Nuestros campos se rindieron. En estas condiciones, la gente se ve obligada a irse”, dice. “¿Cómo puedes permanecer en semejante vacío cuando tienes hijos que mantener?”, pregunta. Décadas de guerra obligaron a millones de afganos a abandonar su territorio, pero desde que los talibanes recuperaron el poder en 2021, la principal causa del desplazamiento ya no es política ni de seguridad.
En Afganistán, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, casi cinco millones de personas se vieron afectadas y 400.000 tuvieron que abandonar sus hogares debido a fenómenos meteorológicos a principios de 2025, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La mayoría de los 48 millones de afganos, que ya enfrentan una de las peores crisis humanitarias del mundo, viven en casas de tierra cruda y dependen de la agricultura, afectada también por el aumento de las temperaturas y los fenómenos meteorológicos extremos. De los últimos cinco años, cuatro estuvieron marcados por un aumento de la sequía, mientras que algunas regiones han sufrido devastadoras inundaciones repentinas que arrasaron con viviendas, cultivos y ganado.
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“Al borde del precipicio”
“Las cosechas infructuosas, la sequía de los pastos y la desaparición de las fuentes de agua están llevando a las comunidades rurales al borde del precipicio”, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Cada vez es más difícil para las familias producir alimentos, obtener ingresos y permanecer en sus hogares”.
El norte del país es el más afectado. En la provincia de Yauzyán, Abdul Jalil Rassuli vio cómo cambió Bakawal, su aldea. Donde antes los melones crecían como por arte de magia, ahora hay que comprarlos en la ciudad porque la tierra ya no da más. “Todo se reduce al agua”, reflexiona Rassuli, de 64 años, a la sombra de uno de los pocos árboles que quedan. “La escasez de agua lo destruye todo: la agricultura está devastada, los árboles están muriendo y ya no plantamos”.
Los residentes huyeron a los países vecinos Irán y Pakistán hace una década con la esperanza de un futuro mejor. Pero muchos tuvieron que regresar: más de 4 millones de afganos fueron expulsados desde finales de 2023, según la Organización Internacional para las Migraciones, cuando Pakistán inició repatriaciones masivas.
A su regreso, ya no trabajaron la tierra, sino que realizan trabajos esporádicos. Abdul Jalil Rassuli espera que el canal Qosh Tepa, en construcción desde hace años, permita irrigar los campos con el río Amu Daria. Sin embargo, podría tardar más de un año en terminarse, según funcionarios del gobierno talibán.
“Nunca habíamos visto algo así”
Cuando Abdul Latif Mansur, ministro de Energía y Agua, enumeró los proyectos de represas y canales, tuvo que reconocer en julio que “las medidas adoptadas no son suficientes”. “Hay muchos episodios de sequía. Debemos recurrir a Dios”, suplicó, mientras las autoridades talibanas rezaban regularmente para que vuelva la lluvia. Pero la lluvia no siempre es buena noticia.
En caso de inundaciones repentinas, la tierra reseca no puede retener el agua. Según la ONU, este año las lluvias se adelantaron en el país, con temperaturas más altas de lo habitual, lo que aumentó el riesgo de inundaciones. En junio, el agua arrasó con todo a su paso en la provincia central de Maidan Wardak. “Tengo 54 años y nunca habíamos visto algo así”, dijo Mohammed Qassim, de pie sobre el lecho agrietado y lleno de piedras de lo que antes era un río.
Wahidullah, de 18 años, vio cómo su ganado se ahogó y su casa quedó dañada e inhabitable. Ahora su familia, compuesta por 11 personas, duerme en una carpa en un terreno ligeramente elevado con algunas pertenencias rescatadas de las aguas. Wahidullah no puede evitar contemplar el peor escenario posible: “Si hay otra inundación, no nos quedará nada ni adónde ir”.
Fuente: AFP.
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Vaticinan neutralidad climática, pero con riesgos puntuales
Paraguay transitará por un escenario de neutralidad climática, pero no exento de riesgos puntuales para la ganadería y la agricultura, según estiman desde la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). Sobre lo que resta del invierno, se estiman precipitaciones modestas, pero bien distribuidas. El asesor climático de la Capeco, Eduardo Sierra, proyectó que entre agosto de este año y marzo de 2026, Paraguay experimentará una neutralidad climática, considerada la menos perturbadora para el negocio agropecuario.
Sierra recordó que a principios de 2025 se esperaba la consolidación del fenómeno El Niño, pero que con el correr de los últimos meses se observó un enfriamiento progresivo del Océano Pacífico, lo que llevó a una neutralidad casi perfecta.
“Desde febrero, ya en marzo y abril estamos casi en el cero, julio transcurrió en el cero perfecto de anomalía, el neutral perfecto, y en agosto esperamos que vayamos a un neutral en promedio, un neutral frío, tal vez vez para enero en un neutral levemente cálido”, sostuvo.
BALANCE
En otro momento hizo un balance sobre el invierno, señalando que aunque esta estación no se adelantó, presentó heladas en prácticamente todo el territorio nacional, con zonas puntuales en las que se registraron temperaturas por debajo de 0 °C. Sin embargo, mencionó que para lo que queda del mes se esperan lluvias modestas y bien distribuidas, además de aumentos graduales de temperatura con promedio entre 25 °C y 30 °C.
No obstante, Sierra habló de la posibilidad de que lleguen heladas tardías en la región Oriental durante setiembre, debido a una persistencia de vientos polares. “Lo peor del invierno ya pasó, ya no esperamos tantos violetas ni azules (temperaturas heladas en el mapa), pero la región todavía estaría sometida a alguna entrada de heladas, posiblemente a mediados de setiembre, un poquito tardía para Paraguay porque sigue la acción de los vientos polares”, afirmó.