La Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) informó que los precios internacionales de la soja ocasionaron que las importaciones de maquinarias agrícolas hasta octubre cayeran, esto debido a la menor rentabilidad asociada al cultivo.
“Este comportamiento puede atribuirse principalmente a la reducción en los precios internacionales de la soja, un factor que afecta de manera directa los márgenes operativos de los productores agropecuarios”, mencionaron, lo cual impactó negativamente en las decisiones de inversión en bienes de capital.
Es que al cierre del mes de octubre, las importaciones de maquinarias agrícolas totalizaron en 3.470 unidades valuadas en USD 338,35 millones en comparación al mismo periodo del año anterior, cuando se importaron 3.973 unidades por un valor de USD 402,75 millones. Otro factor que se vio afectado fue el precio promedio de importación de las maquinarias que alcanzó los USD 97.507, lo que reflejó una disminución de 3,8 % en comparación con el valor promedio del año anterior.
En cuanto al análisis por tipo de maquinaria, el gremio informó que las importaciones de cosechadoras registraron la retracción más pronunciada, con 359 unidades adquiridas frente a las 483 del año anterior, siendo esto una caída del 30 % en valor, unos USD 73,64 millones contra USD 105,65 millones.
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“La depreciación del guaraní frente al dólar estadounidense también es un factor que influye en las importaciones de maquinarias agrícolas, puesto que son productos cotizados en dicha moneda”, según explicaron.
Por otro lado, las importaciones de sembradoras presentaron caídas del 12,8 % y 22,5 % en términos de volumen y valor, respectivamente. De igual manera, las compras de tractores y pulverizadores se redujeron respecto al mismo periodo del año anterior.
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Producción de soja: menor rendimiento impactará en el ingreso de divisas
El rendimiento de la soja al cierre del sexto mes del año se sitúa en alrededor de 10 millones de toneladas, cifra inferior en un 10 % a las expectativas iniciales, que sumado a los bajos precios internacionales afectarían al ingreso de divisas en el país, estiman desde la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Hugo Pastore, director ejecutivo de la Capeco, manifestó que la campaña 2024-2025 fue “aceptable” para el sector sojero, debido a factores que jugaron en contra de la producción como la sequía y una baja en los precios internacionales.
EL directivo explicó que la suma de estas variables tendría como consecuencia menor entrada de dólares al país. “En el combinado de ambos factores, vamos a tener un menor ingreso de divisas”, dijo a la 780 AM.
Condiciones climáticas
Pastore manifestó que esta situación hace que los productores tengan que realizar maniobras administrativas para poder cubrir costos y mantener márgenes positivos. Detalló que la zona norte del país fue la más afectada por las condiciones climáticas que azotaron al sector en el verano pasado, cuyos efectos económicos siguen arrastrando.
No obstante, señaló que aquellos productores que, aparte de soja, cultivan maíz, verán beneficios con ese rubro, que actualmente goza de un presente promisorio con su incremento del 40 % con respecto al año anterior.
“Va dar un movimiento importante a todo lo que es transporte, comercialización, abastecimiento del mercado interno y un volumen muy importante de exportación”, señaló.
Acerca de la caída en el tipo de cambio, mencionó que, si bien el dólar es importante para las exportaciones, hay operaciones dentro del circuito de producción y exportación de soja que se realizan en guaraníes.
“La producción y exportación de soja tiene componentes que se manejan en dólares y en guaraníes, como la parte de recursos humanos, transporte, combustibles, todo está en moneda nacional, entonces esta caída en la cotización afecta”, sostuvo.
Además, refirió que aún queda producción a ser trasladada debido a la cautela de los productores ante la situación de precios internacionales bajos y un tipo de cambio menor.
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En el primer semestre se exportaron 1,3 millones de toneladas menos de soja
Al cierre de junio Paraguay exportó 4,1 millones de toneladas de soja en grano, en tanto que en el primer semestre del año pasado se habían enviado 5,4 millones de toneladas, según informó la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Esto significó 1,3 millones de toneladas menos que el mismo periodo de 2024. El menor volumen embarcado y la caída de la cotización internacional del grano siguieron repercutiendo en el ingreso de divisas que incidieron negativamente a pesar del repunte en la cotización del aceite de soja, mencionaron en el informe.
En la sumatoria del primer semestre de este año las exportaciones del grano generaron USD 1.506 millones, mientras que en el mismo periodo de 2024 habían permitido el ingreso de USD 2.166 millones, 30 % menos que el año pasado. Solo el complejo soja permitió un ingreso de divisas de USD 2.093 millones frente a los USD 2.784 millones generados a junio de 2024.
Con respecto a los destinos, hasta junio el mercado argentino continuó liderando el ranking con el 84 % de participación, aunque se señaló un aumento en las exportaciones a Brasil que fue el segundo principal destino, cerrando con una participación del 9 %.
Estos mercados estuvieron seguidos de Rusia con el 2 %, que fue el tercer destino, mientras que Perú, EE. UU., Uruguay, Senegal, Corea del Sur y Chile, se quedaron con el 5 % restante. En total, 41 empresas fueron responsables de las exportaciones del grano al sexto mes del año.
Presión internacional
En el plano internacional, el gremio había señalado una menor tensión global y señales de amplia oferta que presionaron los precios agrícolas en el mes de junio. Por ejemplo, el cereal vinculado al mercado energético por su uso en la producción de biodiésel cayó de 392 a 377 dólares por tonelada entre el 20 y el 25 de junio.
Asimismo, Capeco recordó que a nivel local -según el Banco Central del Paraguay- el componente de agricultura del Producto Interno Bruto (PIB) registró una caída interanual de 3,4 % en el primer trimestre de 2025.
“Este resultado se explicó principalmente por una menor producción de soja, mientras que los mayores niveles estimados de maíz, arroz, algodón, girasol, poroto y sésamo contribuyeron a atenuar la caída agregada del sector”, puntualizaron.
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Cotización sigue en caída libre y se ubicó en G. 7.570
La cotización del dólar en Paraguay sigue en “caída libre”, tras arrancar la segunda quincena de julio con pérdidas ante el guaraní. El precio en el mercado minorista a la venta se ubicó en G. 7.570, por debajo de la barrera de los 7.600. Solo en lo que va del mes, el precio del billete verde cayó 210 puntos, ya que había arrancado con G. 7.780 el séptimo mes del año.
En tanto, desde el pico registrado en abril, cuando tocó el techo de G. 8.020, el dólar se desplomó 450 puntos, equivalente a una pérdida de valor del 5,6 %, desde entonces. Pese a que al cierre del mes anterior se registró una balanza comercial con un déficit de casi USD 698 millones, el tipo de cambio continúa su tendencia a la baja acentuada en este mes.
Recientemente, César Yunis, economista jefe del Banco Central del Paraguay, explicó que se observa desde hace meses un debilitamiento de la moneda estadounidense en el mundo como consecuencia de la incertidumbre generada por los aranceles de Estados Unidos a distintos países.
“Esta incertidumbre hizo que los capitales fueran saliendo de su posición en dólares y se ubicaran en otras monedas como el euro y otras”, mencionó.
Aseguró que en la región también se observa este comportamiento a la baja desde hace meses, ejemplificando que en Brasil la apreciación del real frente al dólar es del 10 % en lo que va del año, al igual que otras monedas como el peso colombiano, con una apreciación del 9 %.Mencionó que en Paraguay no se observó tal comportamiento durante los primeros meses del año debido a una importante dinámica en las importaciones en esos periodos.
En tanto, desde el otro punto de vista, el presidente del Centro de Importadores de Paraguay (CIP), Iván Dumot, explicó a La Nación/Nación Media que este es un comportamiento atípico y no previsto.
Respecto a cuáles podrían ser las causas de esta baja continua hace ya más de 14 días, Dumot indicó que por el momento no está claro si se trata de un factor interno o externo. Dijo que si bien en Brasil se dio una leve devaluación del real, probablemente como efecto de las medidas anunciadas por el presidente Donald Trump, no consideran que se trate de una devaluación sostenida ni que tenga un impacto directo de esta magnitud en el tipo de cambio en Paraguay.
“Creemos que es necesario seguir monitoreando este proceso y entender con mayor precisión cuáles son las causas reales de esta baja. Todavía no hay información suficiente para determinar si se trata de una tendencia firme o de un ajuste puntual que podría revertirse rápidamente”, manifestó.
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¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
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3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
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5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
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