Técnicos de la Administración Nacional de Alimentos y Medicamentos de Taiwán (FDA, siglas en inglés) y de la Agencia de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIA) de Taiwán visitarán nuestro país a partir del 27 de octubre próximo.
Se trata de 5 técnicos taiwaneses encargados de verificar los frigoríficos nacionales, a fin de ser habilitados para la exportación de carne, uno de carne porcina y otro de carne bovina. Los mismos permanecerán en nuestro país hasta el día 9 de noviembre.
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Debemos recordar que el mercado de Taiwán constituye el 2.º en importancia para la carne bovina, con aproximadamente el 11% del total de exportación al exterior de este producto nacional. El año pasado se exportaron a esta hermana nación asiática 39.600 toneladas de proteína roja.
Con referencia a la carne porcina Taiwán constituye el 1.er gran mercado con aproximadamente el 89 % del total de exportación al exterior de este producto nacional. Este año se pretende duplicar la cantidad exportada a este país. Con referencia a la carne avícola se estima su apertura para finales del presente año, con lo cual se incorporaría un nuevo rubro de exportación nacional a Taiwán.
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El fortalecimiento de la alianza con Taiwán es una de las vías al desarrollo
Mucho se ha debatido y analizado sobre el supuesto beneficio económico de establecer relaciones directas entre el Paraguay y el gigante asiático, China continental. Diversos sectores empresariales y políticos, a lo largo de los años –en mayor o menor medida–, han insistido en la idea de fomentar estas relaciones, porque “saldríamos favorecidos con las bondades” de la gran economía asiática.
Sin embargo, hay voces y experiencias disonantes que contrastan con este pretendido beneficio, y no nos referimos a los casos de países de Centroamérica que han cedido más que una ventaja económica, sino parte de su soberanía, en esta suerte de interacción económica desigual entre los países pequeños y el gigante.
Hablamos de la experiencia que algunos países –como por ejemplo Costa Rica– no terminan de dimensionar la desventaja que representó esta alianza en su momento, pese a las mentadas utilidades.
La Unión Industrial Paraguaya (UIP) presentó recientemente un informe técnico que analiza los posibles impactos de un giro en la política exterior del Paraguay, específicamente en establecer relaciones diplomáticas con China continental y dejar de lado a Taiwán. Paraguay es el único país de América del Sur que mantiene sus lazos diplomáticos con la isla asiática, que es su gran aliado en esa zona del planeta.
El citado análisis fue elaborado por el Centro de Estudios Económicos (CEE-UIP) y plantea que una transformación de esta índole y magnitud, pasarse de un bando a otro, tendría consecuencias económicas y estructurales significativas para el país.
Según este informe, la apertura con China podría generar un saldo neto negativo de cientos de millones de dólares, debido a la pérdida de mercados en Taiwán, menores ingresos fiscales por desarme arancelario y la interrupción de programas de cooperación bilateral. Además, sectores industriales clave –como el textil, el químico, el metalúrgico y del calzado– podrían verse afectados, con un riesgo directo sobre miles de empleos en la manufactura. El informe cuantifica que el panorama global desfavorable ascendería a un anual en negativo de USD 592 millones.
El análisis no solo alerta sobre este impacto perjudicial sino también advierte sobre efectos estructurales graves no solo a corto plazo, sino a mediano y largo, lo cual podría acarrear un patrón de fuerte retroceso de la producción primaria y en consecuencia de la propia economía paraguaya, que tiene aún hoy al agro como uno de sus pilares fundamentales.
Queda claro que una apertura podría traer “ventaja” inicial (que es la gran apuesta que hace Beijing todas las veces que busca “seducir”), pero esto no necesariamente garantiza una mejoría sostenida ni beneficios permanentes.
Muchas veces, las ventajas inmediatas de una decisión económica o política generan el espejismo del progreso que no es tal. Lo que al comienzo parece un impulso vigoroso puede transformarse en vulnerabilidad futura, especialmente si el país queda expuesto a factores externos, como la dependencia de un solo mercado o la volatilidad de los precios a nivel internacional.
Se reitera el ejemplo de Costa Rica y otros de la región que literalmente se quedaron expuestos y vulnerables.
Hay otros procesos y alianzas económicas, más consolidadas, que certifican y avalan aspectos positivos que apuntalan y tienden a aumentar a lo largo del tiempo.
Esto hace referencia a sólidos aliados como Taiwán, según indica el informe divulgado por la UIP esta semana. Mantener la alianza con el aliado asiático se considera una estrategia que favorece el desarrollo sostenible, la inversión en tecnología, la infraestructura y el capital humano, y preserva la industria local.
El informe subraya que, más allá de las ventajas puntuales de comerciar con China, la opción de Taiwán protege el valor agregado, la soberanía industrial y los intereses de los ciudadanos.
En lugar de orientar hacia una apertura que favorezca solamente a unos pocos exportadores de commodities, el análisis hecho por el organismo vinculado a la Unión Industrial Paraguaya (UIP) apunta a fortalecer y consolidar la alianza estratégica con Taiwán, que hoy se expresa en varios campos como el comercio o la educación.
Esa colaboración permite una inversión real en desarrollo productivo: tecnología, innovación, capital humano e infraestructura.
En resumen, la elección por Taiwán estimula un trayecto de desarrollo sostenible que se extiende y fortalece en el tiempo, mientras que tomar la dirección hacia China Continental, aunque tentador por su magnitud inicial, conlleva un alto precio para el país.
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Por motivos de seguridad, alto funcionario de EE. UU. retrasa su viaje a Paraguay
La embajada de los Estados Unidos en Paraguay informó este viernes que el almirante de marina, Alvin Holsey, se vio obligado a retrasar su viaje a nuestro país por motivos de seguridad. Se aguarda que se concreté mañana sábado, a fin de mantener un encuentro con el presidente de la República, Santiago Peña.
“Tras una inspección rutinaria previa al vuelo, realizada ayer (jueves) y siguiendo el consejo de su tripulación, el almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, se vio obligado a retrasar su llegada a Paraguay por motivos de seguridad, que es primordial en todas las decisiones relacionadas con la aviación", refiere la sede diplomática.
Asimismo, el comunicado emitido por la embajada y compartida por la Presidencia de la República, manifiesta que “el comandante y su equipo están trabajando diligentemente para poder viajar a Paraguay mañana sábado y reunirse con el presidente Peña y altos funcionarios de defensa”.
Alvin Holsey estará acompañado del director senior del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca para el Hemisferio Occidental, Roosevelt Ditlevson, secretario asistente interino del Departamento de Defensa para el Hemisferio Occidental y Joseph Humire, secretario sub-asistente del mismo organismo.
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La agenda del alto funcionario de Estado del país norteamericano también incluye una reunión con el canciller Rubén Ramírez, el ministro de Defensa Nacional, general (R) Óscar González, el comandante de las Fuerzas Militares, general César Augusto Moreno Landaira, además de otras autoridades civiles y castrenses.
Jensen, Ditlevson y Humire también tienen previsto reunirse con el ministro de Tecnologías de la Información y Comunicación, Gustavo Villate y referentes de otras instituciones estratégicas. Las reuniones forman parte de un esfuerzo más amplio de cooperación bilateral, que busca fortalecer la seguridad regional y consolidar la colaboración militar de larga data entre ambos países.
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Si Paraguay comercializa con China, saldo negativo anual será de USD 592 millones, advierten
El Centro de Estudios Económicos (CEE), de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), presentó un análisis técnico sobre los efectos de una eventual apertura de relaciones comerciales con China Continental, acompañada de un Tratado de Libre Comercio (TLC), alternativa que algunos países del Mercosur se encuentran impulsando.
El informe busca aportar elementos objetivos, para advertir que cualquier decisión debe evaluar no solo beneficios comerciales, sino también consecuencias para la industria, el empleo, las finanzas públicas, la geopolítica y el modelo de desarrollo productivo del país.
Mencionan que, si bien los beneficios de comercializar con China podrían ser muchos, por mejores precios de exportación de soja (USD 202 millones anuales), un ahorro en importaciones (USD 220–250 millones) y un acceso potencial a obras de infraestructura con financiación reembolsable por valor de USD 232 millones, estos efectos positivos deben contrastarse con otros factores de mayor profundidad.
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De acuerdo al estudio, el CEE precisa que el saldo macroeconómico tiende a ser negativo, ya que se considera un conjunto de efectos y se llega a la conclusión de que liberar el comercio con China traerá un saldo neto desfavorable de aproximadamente USD 592 millones anuales:
- La pérdida del mercado taiwanés para exportaciones paraguayas al año 2026 (–USD 299 millones).
- La interrupción de la cooperación bilateral en becas, créditos y donaciones (–USD 225 millones).
- Una reducción en la recaudación fiscal por desarme arancelario (–USD 220–250 millones).
- Un posible impacto en sectores sensibles de la industria, con riesgo de cierre de plantas y más de 11.500 empleos directos afectados solo en el primer año (–USD 428 millones).
“Esta asimetría plantea un patrón preocupante de mediano y corto plazo donde las ganancias se concentrarían en grandes exportadores de soja y carne, mientras que los costos recaerían sobre miles de trabajadores y sobre las finanzas públicas”, indican desde la UIP.
Advierten además que este tipo de apertura podría derivar en una privatización de beneficios y socialización de costos, si no se contemplan medidas de protección y diversificación.
Por otro lado, hablan de que fortalecer la alianza diplomática y comercial con Taiwán sí traerá mayores beneficios como:
- Escalar la formación de capital humano a través de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay.
- Promover la instalación de industrias con transferencia tecnológica.
- Movilizar inversiones en sectores de alto valor agregado como energías limpias, tecnología, innovación e infraestructura.
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Honduras paga caro el giro hacia China: caída de exportaciones y déficit comercial récord
Tres años y medio después de romper con Taiwán para establecer relaciones con la República Popular China, Honduras enfrenta un saldo económico negativo que pone en entredicho la apuesta geopolítica del gobierno de Xiomara Castro.
Los datos oficiales del Banco Central de Honduras (BCH) revelan que, desde marzo de 2023, las exportaciones al gigante asiático apenas alcanzaron US$ 107,9 millones, mientras que las importaciones superaron los US$ 8.761 millones. La brecha contrasta con la relación previa con Taipéi: solo en 2022, Honduras había exportado US$ 121,1 millones al mercado taiwanés, publica el medio Centroamerica360.
La ruptura con la isla asiática supuso también el fin del Tratado de Libre Comercio, generando un vacío que China no logró compensar. El saldo acumulado: más de US$ 300 millones en pérdidas para la balanza comercial hondureña.
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Exportaciones en caída y déficit en ascenso
En lo que va de 2025, Honduras exportó a China apenas US$ 18,9 millones, muy por debajo de los niveles registrados con Taiwán en años previos. En paralelo, el déficit comercial con Pekín alcanzó US$ 1.476,9 millones en el primer semestre, superando el registro de todo 2024.
La disparidad se explica por la fuerte dependencia de bienes importados: solo entre enero y junio ingresaron desde China US$ 1.509,9 millones en mercancías como teléfonos móviles, motocicletas, computadoras y laminados de hierro.
El rubro del camarón —históricamente uno de los principales productos hondureños en Asia— se encuentra entre los más golpeados, al no haber encontrado en China un mercado sustituto para la demanda que mantenía Taiwán.
Impacto sobre el comercio local
La avalancha de productos chinos también repercutió en el comercio interno. Según el gremio de micro y pequeñas empresas, las ventas de negocios locales se redujeron en hasta 70 %, debido a la competencia de artículos importados a bajo precio y, en muchos casos, de menor calidad.
“Es una invasión que está eliminando a la micro, pequeña y mediana empresa hondureña”, advirtió Victorino Carranza, presidente de Gremipe. El dirigente estimó que más de dos millones de empleos vinculados a ese sector están en riesgo, de acuerdo a lo publicado por el medio HCH Televisión Digital.
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Tratado pendiente y expectativas frustradas
Aunque Honduras y China llevan adelante negociaciones para un tratado de libre comercio, el proceso permanece estancado desde julio de 2024. Mientras tanto, la llegada de empresas de capital chino a ciudades como San Pedro Sula intensifica la presión sobre el tejido productivo local.
Analistas coinciden en que los beneficios prometidos por el giro diplomático aún no se materializan. Lejos de abrir puertas al mercado chino, Honduras quedó expuesta a una dependencia creciente de las importaciones y con menos acceso a nichos estratégicos de exportación.
El balance de este giro geopolítico, hasta ahora, se traduce en un desequilibrio histórico para la economía hondureña, con efectos que podrían profundizarse en los próximos años si no se corrigen los términos del intercambio.