En junio iniciaron las exportaciones de maíz zafra 2024 con 59.759 toneladas más que lo enviado en el primer mes del mismo periodo pasado, según informó la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
El dinamismo se debió a una mayor agilización logística en el cruce de camiones por las fronteras, puesto que se solucionaron en gran parte las demoras en la zona fronteriza entre Ciudad del Este y Foz de Iguazú, explicaron desde el gremio. En el sexto mes del año fueron exportadas 79.281 toneladas, mientras que en el primer mes de embarque de la zafra 2023 se habían enviado 19.522 toneladas.
Lea más: El negocio del café mueve en Paraguay USD 34 millones
La asesora de Comercio Exterior de Capeco, Sonia Tomassone, mencionó en el informe si bien el arranque de este periodo fue mejor, en las exportaciones por año calendario que van de enero a junio se observó una disminución tanto en volumen como en valor, afectando negativamente al ingreso de divisas.
Los ingresos por los envíos hasta junio de este 2024 generaron USD 83 millones, que comparados con el mismo periodo del 2023 cuando se habían ingresado USD 135 millones significaron una variación negativa de USD 52 millones y 38 % de caída.
Con respecto a los principales destinos, indicaron que la zafra nueva fue exportada en su totalidad por vía terrestre y unas 20 empresas fueron responsables de los envíos al cierre del primer mes de desalijo.
Los mercados que recibieron la materia prima tuvieron a Brasil encabezando la lista con el 88 % de las salidas, Chile se llevó el 12 % del maíz exportado, mientras que Uruguay abarcó el 12 % de los embarques, según el reporte.
Dejanos tu comentario
Alto Paraná: mayor área de soja
En el primer trabajo de análisis geoespacial de área sembrada de maíz y soja zafriña 2025 de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) se reveló que Alto Paraná es la región con mayor cantidad de hectáreas cubiertas en el país para ambos cultivos.
Según el relevamiento, se registraron 874.885 hectáreas cubiertas del cereal y 541.289 hectáreas de la oleaginosa. Se obtuvieron datos cercanos a la superficie sembrada en el periodo de entre zafra de esta campaña, totalizando de esta manera unas 1,4 millones de hectáreas que fueron cubiertas.
COBERTURAS
En cuanto a soja, Alto Paraná presentó una cobertura de 251.213 hectáreas, seguido de Itapúa que registró 110.703 hectáreas, Caaguazú 55.212 hectáreas, y Canindeyú llegó a las 44.864 hectáreas. También sembraron soja de segunda zafra los departamentos de Caazapá con 42.561 hectáreas y San Pedro con 15.527 hectáreas.
Sobre el maíz, el informe señaló que se sembraron en Alto Paraná 287.011 hectáreas, en segundo lugar estuvo Canindeyú con 227.522 hectáreas, seguido por Caaguazú con 129.656 hectáreas e Itapúa con 108.643 hectáreas.
Dejanos tu comentario
Alto Paraná es la región con mayor área sembrada de soja y maíz zafriña
En el primer trabajo de análisis geoespacial de área sembrada de maíz y soja zafriña 2025 de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) se reveló que Alto Paraná es la región con mayor cantidad de hectáreas cubiertas en el país para ambos cultivos.
Según el relevamiento, se registraron 874.885 hectáreas cubiertas del cereal y 541.289 hectáreas de la oleaginosa. Se obtuvieron datos cercanos a la superficie sembrada en el periodo de entre zafra de esta campaña, totalizando de esta manera unas 1,4 millones de hectáreas que fueron cubiertas.
En cuanto a soja:
- Alto Paraná presentó una cobertura de 251.213 hectáreas
- seguido de Itapúa que registró 110.703 hectáreas
- Caaguazú 55.212 hectáreas
- Canindeyú llegó a las 44.864 hectáreas
También sembraron soja de segunda zafra los departamentos de:
- Caazapá con 42.561 hectáreas
- San Pedro con 15.527 hectáreas
- Amambay 13.383 hectáreas
- Misiones 6.120 hectáreas
- Guairá 1.600 hectáreas
- Paraguarí con 106 hectáreas
Leé también: Viceministerio de Turismo: MIC y Senatur conversan sobre proyecto de ley
Maíz
Sobre el maíz, el informe señaló que se sembraron
- en Alto Paraná 287.011 hectáreas
- en segundo lugar estuvo Canindeyú con 227.522 hectáreas
- Caaguazú con 129.656 hectáreas
- Itapúa con 108.643 hectáreas.
También sumaron áreas destinadas al maíz los departamentos de:
- San Pedro con 50.449 hectáreas
- Caazapá 41.732 hectáreas
- Amambay 21.594 hectáreas
- Misiones 5.422 hectáreas
- Guairá 2.045 hectáreas
- Concepción con 811 hectáreas dedicadas al cereal
Desde el gremio señalaron que el objetivo es elaborar mediciones de los principales cultivos desarrollados en el país para fortalecer la disponibilidad de información de la agricultura paraguaya. “El propósito de este informe es sumar datos precisos que puedan ayudar a la toma de decisiones de los productores y miembros de la cadena de valor agropecuaria”, aseguraron.
Dejanos tu comentario
¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
Lea también: Cómo triunfar en la gastronomía: cinco consejos para un negocio rentable
3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
Le puede interesar: La industria metalúrgica mueve USD 1.000 millones en Paraguay
5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
Lea más: Ellos saben: 5 razones para elegir la cría de cabras dentro de la ganadería
Dejanos tu comentario
Estimación para la zafriña de maíz se mantiene en 5,2 millones de toneladas
Las estimaciones para la producción de maíz zafriña 2024/25 se mantuvieron estables y según las previsiones no se presentaron variaciones en la producción de este mes. Sin embargo, esto podría cambiar en base a lo que se vaya observando en el campo productivo.
Así lo informó la consultora StoneX en su nuevo informe mensual, donde indicaron que la producción esperada es de 5,25 millones de toneladas de maíz y ya se registra un avance de la cosecha entre el 5 % y el 10 % en esta etapa. Por su parte, la comercialización está en 36,5 %.
Señalaron que el productor aún está esperando mejores precios para ir cerrando negocios. Además, se informó que las heladas afectaron a todas las regiones maiceras del país, pero el cultivo del cereal ya se encontraba en una fase avanzada de maduración.
Sumado a esto, después de las temperaturas bajas se tuvieron prácticamente dos semanas de lluvias y tiempo nublado. “En cuanto a la productividad, no se espera un gran impacto, pero en lo que respecta a la calidad de los granos este clima frío podría generar algunos problemas”, mencionan.
Precios mejoraron
Con relación a los precios, explicaron que las industrias se encuentran pagando entre USD 150/ton y USD 155/ton, pero dados los valores de flete y servicios de acondicionamiento de silo, el precio al productor oscila alrededor de USD 135/ton. Esto implicó una leve mejoría con relación a los USD 130 por tonelada registrados en el mes pasado.
Recordaron que al inicio del año y hasta abril se observaban aún precios entre USD 150/ton y USD 160/ton. “El motivo de esta baja es la presión de la oferta tanto a nivel local como internacional”, según detallaron. La cotización de Chicago como la de la bolsa en São Paulo vienen presionados por el exceso de disponibilidades, tanto en América del Sur como en el Norte.
Leé también: Balanza comercial cerró junio con déficit de casi USD 700 millones