El economista Wildo González analizó, con base en los últimos informes emitidos por el Banco Central del Paraguay, que se va confirmando la tendencia de “moderación” en el crecimiento de la actividad económica de cara al segundo semestre del año. Según el experto, sectores no ligados a los recursos naturales son los que van a mostrar mayor dinamismo.
Al cierre de mayo, la actividad económica volvió a registrar un número positivo, con un crecimiento interanual de 3,1 %, según datos del Banco Central del Paraguay. En el resultado incidieron los desempeños favorables de los servicios, las manufacturas, la ganadería y la agricultura.
Al analizar estos datos, el economista Wildo González señaló que reflejan una tendencia de moderación, que se va a mantener durante el segundo semestre del año. “Ya da señales como de moderación respecto a estos niveles bastante altos que estábamos teniendo en el primer trimestre”, explicó a la 1020 AM.
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Si bien se esperaba un mayor impulso por parte del sector primario y afines como la producción de soja, a criterio del economista, se observó un mayor dinamismo en otros segmentos no ligados a los recursos naturales, por lo que se podrían elevar las proyecciones en áreas como servicios y otros.
“Desde mi análisis, sigo manteniendo la proyección de crecimiento en torno al 3,5 %. Para el segundo semestre, todos los indicadores, principalmente de consumo, van a mostrar una mayor moderación”, enfatizó.
Respecto a los niveles de inflación, González no previó mayores variaciones sobre el escenario actual. “Para cerrar el año con la proyección del 4 % del BCP, deberíamos tener una inflación mensual en torno al 0,2 %. En términos generales, el escenario de mediano y largo plazo no cambiaría, salvo algunas variaciones en ciertos rubros”, señaló.
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Estabilidad económica es una gran ventaja, afirman
La economía mundial está atravesando por una inestabilidad y una de sus principales razones es la guerra comercial que se desató entre potencias como Estados Unidos y China, por el aumento de aranceles del país norteamericano a este y otros países del mundo.
Si bien en América Latina el aumento del arancel es del 10 %, mucho menos que lo impuesto en otros continentes, el impacto de esta política no llega con fuerza a
Paraguay, y en comparación a países vecinos que sí serán más afectados, el nuestro podrá aprovechar esa oportunidad y tener un crecimiento más estable, indicó a La Nación/Nación Media el economista Wildo González.
“Nuestros vecinos exportan casi lo mismo que nosotros exportamos. Entonces, no veo que en ese punto haya una oportunidad para nosotros; lo que creo que sí podemos aprovechar es que vamos a tener una economía con un crecimiento más estable que ellos”, explicó González a LN.
Con respecto a los cambios principales en general que se pueden notar hoy en comparación a meses atrás es el fuerte ajuste en los mercados financieros. Existe una depreciación de las monedas y movimiento en las tasas internacionales. Esto sí tiene una injerencia en el tipo de cambio local.
“Además, se observan menores precios de commodities, lo cual es negativo porque implica peores términos de intercambio y también genera presión al dólar”, precisó, y mencionó que esta tendencia sería causada principalmente por la menor producción de soja, que es el sector que más mueve la economía y genera ingreso de divisas.
COMPORTAMIENTO DE LA SOJA
El economista expuso que no es descartable que la divisa incluso llegue a los G. 8.100 hacia fin de año, impulsada por el comportamiento de la soja. También hizo énfasis en que hoy nuestra economía está funcionando a dos velocidades, es decir que, mientras los sectores relacionados con los recursos naturales se verían afectados, aquellos no transables son los que mantienen una estabilidad.
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La preocupación social hace que haya más inversiones a favor de la gente
A medida que se conocen los números de la actualidad económica del país, va tomando cuerpo la convicción de que estamos iniciando un año que, por los principales indicios, será bueno, tanto o mejor que el anterior. Sea por el crecimiento de los diversos componentes de economía como por la mejor situación de vida de la gente, que es el objetivo final de toda actividad económica que se precie de provechosa.
Es que de mucho no valdrían los incrementos de los indicadores económicos más diversos si al final las personas no reciben los beneficios reales del desarrollo de la actividad productiva, la mejora de los servicios y el alza de la calidad de vida. Por ello la tarea no es solamente lograr el crecimiento de la economía en los números sino principalmente hacer que mejoren las condiciones de vida de las personas con el alza de la riqueza y su distribución mediante el crecimiento de las fuentes de trabajo y los salarios adecuados, que es una tarea en que principalmente tienen que actuar el Estado y sus organismos especializados.
La historia de los pueblos ha mostrado hechos muy llamativos en que la producción de bienes y servicios ha crecido enormemente en algunos países, causando el asombro de todos por su extraordinario aumento en las cifras estadísticas. Su índice de crecimiento sobrepasaba al de otras naciones similares, y servían para la alegría de sus gobernantes y administradores debido a sus extraordinarios logros. Pero, mirando la realidad de la gente, podía palparse en la vida cotidiana que no habían logrado mayor progreso verdadero. Pues la mayoría de las personas seguían con las mismas carencias, con un fuerte índice de pobreza, alto analfabetismo y escasa mejora en la salud y en la educación. La riqueza generada en el país, en los hechos prácticos, solo quedaba para el Estado y para algunos grupos privilegiados, porque no se realizaban inversiones ni se tomaban medidas para mejorar la vida de la gente.
Por eso es muy reconfortante ir conociendo los datos de nuestra realidad actual que van pintando el verdadero color de los avances y mostrando cómo se invierte en las personas, especialmente en los más necesitados.
De enero a marzo último la inversión en la educación pública hizo que el gasto social del país tuviera un alza del 10,7 % con relación a igual período del año pasado. Y posibilitó logros fácilmente perceptibles que muestran la diferencia con la realidad anterior. Esto se debió a mayores recursos financieros que se dirigieron a los alumnos del sector, para la compra y entrega de materiales didácticos, la provisión de la alimentación escolar y la mejora en la infraestructura. Hasta marzo de este año, los programas sociales que tuvieron un fuerte impacto en los gastos estatales son el Programa Hambre Cero en las Escuelas, los servicios orientados a la educación pública, los gastos en los servicios hospitalarios para reducir la morbilidad y la mortalidad, la pensión para adultos mayores, el programa Tekoporã Mbarete, entre los principales.
Según el Ministerio de Economía y Finanzas, casi una tercera parte de los gastos (32 %) se dirigió a la educación. La salud pública se llevó el 28 % de todo lo erogado, en tanto que los sectores vinculados a la promoción y acción social alcanzaron el 20 %, mientras que la seguridad social se llevó el 17 %.
La prioridad del Estado en materia de gastos sociales ha hecho que la inversión monetaria de la administración central de enero a marzo alcanzara el 53 %. Lo que quiere decir que la preocupación por los programas que ayudan a la vida de la gente ocupa un lugar de preferencia.
Uno de los programas más importantes por su proyección en los sectores necesitados es Hambre Cero en las Escuelas, que a partir de febrero último cubre los requerimientos alimentarios de alrededor de un millón de escolares del sector público. La irrupción del Estado en el mundo escolar con alimentos para los niños necesitados está causando un fuerte apoyo a la educación de los mismos, pues no solo los alimenta, sino que también hace que mayor cantidad de infantes vayan a las escuelas en mejores condiciones. Es una de las medidas gubernamentales de mayor trascendencia social en la historia reciente del país.
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Estabilidad económica paraguaya, ventaja frente a la incertidumbre mundial
La economía mundial está atravesando por una inestabilidad y una de sus principales razones es la guerra comercial que se desató entre potencias como Estados Unidos y China, por el aumento de aranceles del país norteamericano a este y otros países del mundo.
Si bien en América Latina el aumento del arancel es del 10 %, mucho menos que lo impuesto en otros continentes, el impacto de esta política no llega con fuerza a Paraguay, y en comparación a países vecinos que sí serán más afectados, el nuestro podrá aprovechar esa oportunidad y tener un crecimiento más estable, indicó a La Nación/Nación Media, el economista Wildo González.
“Nuestros vecinos exportan casi lo mismo que nosotros exportamos. Entonces, no veo que en ese punto haya una oportunidad para nosotros; lo que creo que sí podemos aprovechar es que vamos a tener una economía con un crecimiento más estable que ellos”, explicó González a LN.
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Con respecto a los cambios principales en general que se pueden notar hoy en comparación a meses atrás, es el fuerte ajuste en los mercados financieros. Existe una depreciación de las monedas y movimiento en las tasas internacionales. Esto sí tiene una injerencia en el tipo de cambio local.
“Además, se observan menores precios de commodities, lo cual es negativo porque implica peores términos de intercambio y también genera presión al dólar”, precisó, y mencionó que esta tendencia sería causada principalmente por la menor producción de soja, que es el sector que más mueve la economía y genera ingreso de divisas.
El economista expuso que no es descartable que la divisa incluso llegue a los G. 8.100 hacia fin de año, impulsada por el comportamiento de la soja. También hizo énfasis en que hoy nuestra economía está funcionando a dos velocidades, es decir que, mientras los sectores relacionados con los recursos naturales se verían afectados, aquellos no transables son los que mantienen una estabilidad.
“Es altamente probable que ese escenario se materialice este año, ya que los sectores como comercio, construcción y servicios pueden dar un buen sustento a la actividad económica. Entonces, puede cumplirse la proyección de crecimiento”, sostuvo. El rango de crecimiento del producto interno bruto (PIB) para este año es de 3,5 % y 4 %, teniendo en cuenta la incertidumbre actual.
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¿Dónde está el 23 %?
- Josefina Bauer
- Socia del Club de Ejecutivos
¿Te pasó alguna vez estar en una reunión donde alguien está presentando datos, habla, hace referencia a lo que está mostrando, y mientras tanto vos miras la pantalla tratando de encontrar el número del que habla? La escena suele repetirse así: personas alrededor de una mesa, alguien en la punta con su computadora proyectando, superenfocado en su PowerPoint.
En un momento dice con entusiasmo: “Como pueden ver acá, el crecimiento fue del 23 %”, y vos mirás la pantalla, que tiene dos tablas llenas de números y tres gráficos distintos, tratando de encontrar ese famoso 23 %. ¿Dónde está? ¿Cuál gráfico lo muestra? ¿Qué color representa qué cosa? Y mientras seguís buscando, ya pasaron a la siguiente diapositiva. Y todo vuelve a empezar…
Convivimos con los datos. Tomamos decisiones basadas en datos. Analizamos y miramos datos todo el tiempo. Pero, en general, la forma de presentarlos está lejos de ser la mejor. No porque falten herramientas, sino porque no nos enseñaron a presentar datos: aprendimos a copiarlos y pegarlos del PowerPoint o del Power BI del mes anterior, llenando pantallas de información que muchas veces terminan comunicando poco o nada.
Día a día, en el mundo empresarial, es habitual tener que presentar temas duros: números, estadísticas, gráficos, informes técnicos. Pero si no logramos que eso que presentamos genere un impacto real, la desconexión con quien recibe la información es inevitable. Y esa desconexión genera frustración, confusión y, muchas veces, pérdida de interés.
Y si no hay interés, no hay atención.
Y si no hay atención, no hay recordación.
Y si no hay recordación… no hay acción.
Por eso, antes de volver a presentar datos, podríamos hacernos algunas preguntas clave:
–¿Cuál es el objetivo de mi presentación?
–¿Qué quiero lograr con esto que voy a mostrar?
–¿Necesito realmente presentar todo lo que tengo en el PowerPoint?
Muchas veces llenamos las diapositivas con información complementaria que no suma, y que podríamos perfectamente mandar después por mail. ¿A qué me refiero con “no suma”? A mostrar curvas de hace dos años mes a mes, o comparar el dato actual con todas las variables posibles, cuando en realidad ya encontramos ese punto clave que hace la diferencia.
No es la cantidad de datos lo que importa. Es la calidad del mensaje lo que impacta.
Una vez que filtramos y seleccionamos lo que realmente vale la pena mostrar, y tenemos una presentación más corta, concreta y precisa, es el momento de pasar al siguiente nivel: encontrar hallazgos. Esos datos que no se ven a simple vista, que aparecen cuando escarbamos un poco más. Y para eso, preguntas como “¿Qué pasó?”, “¿Por qué cambió?”, “¿Qué ocasionó este cambio?”, “¿Qué más pudo influir?” nos invitan a profundizar. A no quedarnos con la primera respuesta ni con la más obvia.
Pero si de verdad queremos conectar con los demás, tenemos que llegar al tercer nivel. Y ahí, preguntarnos:
–¿Por qué esto que voy a presentar le importa a mi audiencia?
–¿Cómo lo conecto con ellos?
–¿Cómo genero impacto y recordación?
–¿Qué historia, ejemplo o caso puedo traer para que lo recuerden?
Porque en el fondo, presentar datos no es solo mostrar números.
Es traducir la información para que tenga sentido.
Es lograr que conecte, transforme… y active. Así la evidencia suma conocimiento, empoderamiento y acción.