Desde la Asociación Braford destacaron el hecho de lograr producir carne de calidad a partir de pasto, en esta zona con pastura de alto tenor proteico pese a condiciones adversas. Foto: Carlos Juri
Biotipo del Chaco Central presenta condiciones propicias para expandir la raza braford
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Desde la Asociación Paraguaya de Criadores Braford (APCB) destacaron el proceso evolutivo en la producción de la raza encontrada en el Chaco Central, ante las condiciones adversas que presenta esta región del país. Pese a una tierra más árida, la adaptación de la braford no deja de sorprender.
“Encontramos que el biotipo de la Estancia Mi Chini tiene las condiciones propicias para la producción y evolución de la raza, debido a su capacidad de adaptación al medioambiente”, mencionó al diario La Nación/ Nación Media el presidente de la asociación, Mustafá Yambay.
El referente remarcó el hecho de lograr producir carne de calidad a partir del pasto en esta zona con pastura de alto tenor proteico, sobre todo en las condiciones de sequía, y encontrar un pelaje ideal en los animales es realmente sorprendente y amerita que sea exteriorizado. Es el resultado de un trabajo genético y de mejoramiento, dijo en el marco de la salida de campo realizada este jueves.
El buen resultado de producir braford en el Chaco Central es fruto de un trabajo genético y de mejoramiento. Foto: Carlos Juri
Mejoramiento genético
En ese sentido, explicó que el mejoramiento genético es un trabajo infinito, de no acabar, sobre todo ahora que buscan convertir a través de la raza braford, carne de calidad sin gastar mucho. Es decir, que económicamente sea siempre viable el negocio, como herramienta de trabajo,
Con relación a la alimentación además de la pastura, ante la persistente sequía de modo a que el animal reciba el “combustible suficiente” para producir al 100 %, se emplea una estratégica suplementación para continuar produciendo a mayor ritmo y menor costo posible, indicó.
A esto se suma la calidad de la carne demostrada a nivel internacional, con una capacidad de conversión y rendimiento, por el tamaño de los cortes, siendo fácil de homologar. Hay que mencionar que su raza madre, la hereford, es una de las más reconocidas en el mundo por la calidad que produce.
Es así que al tener el componente de hereford dentro del rebaño, se asegura un producto de mucha calidad. La carne que se obtiene posee excelentes características como grado de marmoleo ideal, es tierna, de muy buen sabor y los cortes que se obtienen son de gran volumen, especialmente en los cuartos traseros.
La calidad de la carne es demostrada a nivel internacional, con una capacidad de conversión y rendimiento, por el tamaño de los cortes. Foto: Carlos Juri
La izquierda ambientalista está contra la producción del campo
Víctor Pavón
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El permanente asedio a la producción agropecuaria se ha venido incrementando en los últimos años en especial en Europa y América Latina. La gente que produce desde el campo está siendo destinataria de políticas cuyo objetivo es ralentizar la producción y la misma vida rural.
Los hechos hablan por sí solos, la reciente rebelión de los granjeros en Europa así como los intentos de aplicar políticas públicas desde oenegés ambientalistas aquí en Latinoamérica.
Los europeos del campo están hartos de las medidas de sus gobiernos que cumplen las directivas de la Unión Europea y esta, a su vez, del Foro Económico Mundial donde el objetivo es imponer trabas, regulaciones y trámites por doquier para que lo rural no sea más que un testimonio de un pasado donde nada se debe tocar para supuestamente conservar el medioambiente.
A los agricultores los quieren convertir en un rebaño de súbditos donde políticos y burócratas del nuevo orden mundial serán sus amos y señores. Esto sucedió en la época del feudalismo (siglos IX hasta el XII) solo que esta vez hay una diferencia: en aquel lejano tiempo de la historia los señores feudales aún no habían descubierto los subsidios y el cultivo de insectos como forma de proteínas.
Después todo es similar, un grupo de autoritarios reunidos en ampulosas oficinas y salones pagados por los contribuyentes.
Aquí en Paraguay el Reglamento 1115 o el ante proyecto de ley de semillas son alevosos intentos de la izquierda ambientalista cebada con dinero extranjero con oenegés mimetizadas de lo políticamente correcto. Si no fuera por la capacidad de reacción de los gremios privados hace tiempo que la ganadería y la agricultura hubieran sufrido su estocada de muerte.
El ambientalismo es de izquierda porque odia el trabajo, la inversión, la libertad, la propiedad y el mejoramiento de las condiciones de vida de la gente.
Para desgracia y en especial para los países como Paraguay que viene saliendo del subdesarrollo la izquierda ambientalista –y a cuyos miembros no les conviene el progreso individual y familiar– ellos encuentran a su aliado natural en el Estado. Un aliado natural que lo usan como su herramienta dada su naturaleza coercitiva.
Al desear obligar a la gente a hacer algo que no les agrada la izquierda ambientalista necesita de leyes con carácter de políticas publicas, lo cual denota su lacerante estatismo . Detestan la autonomía del hombre libre y ciudadano.
La izquierda ambientalista está en todos lados, medios de prensa, colegios, universidades, partidos políticos y gobiernos. Desde la ONU pasando por sus convenios de cambio climático junto con las oenegés apelan a caballos de Troya con multimillonarios financiamientos. Mediante la coerción proveniente de los Estados no solo van por la producción del campo, sino también por la vida rural donde las tradiciones, costumbres como la creencia en Dios, son una fuerte de contención a sus detestables intenciones.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”: “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la República”.
Intensos trabajos en Alto Paraná, Cordillera y Paraguarí, y Caaguazú, departamento en donde se tuvieron las primeras cosechas del producto con certificación de calidad en el 2022. Foto: Archivo
Proyectan aumentar la cosecha de tomates certificados a 500.000 kilos
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Mediante el Programa de Certificación de Calidad e Inocuidad, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) proyecta aumentar la cosecha tomate a 500.000 kilos en esta campaña 2024. De esta manera, buscarán superar la cosecha de 475.420 kilogramos alcanzada al cierre del año 2023.
La institución informó que se prevé incrementar la producción de aquellos agricultores que cumplen con los requisitos establecidos para garantizar la calidad del fruto. Esto será realizado a través de intensos trabajos en Alto Paraná, Cordillera y Paraguarí, y Caaguazú, departamento en donde se tuvieron las primeras cosechas del producto con certificación de calidad en el 2022.
La directora de Dirección de Calidad, Inocuidad y Agricultura Orgánica, Leticia Soria, explicó a los medios de prensa que parte de los objetivos del programa es que el productor aprenda a aplicar los reglamentos técnicos, y que el mismo pueda mantener este modelo de producción. Añadió que el desafío principal es que el consumidor reconozca este producto y sus ventajas, al igual que los puntos de venta adquieran los productos diferenciados.
PASOS PARA LA CERTIFICACIÓN
Los procesos de la certificación incluyen la verificación de las condiciones de los productos vegetales en las fincas para determinar la calidad, el muestreo para análisis de plaguicidas, y la provisión de cajas y etiquetas a productores que cumplan con los requisitos de calidad e inocuidad.
Los principales componentes del programa que es aplicado en 16 departamentos son: el registro de productores interesados, la elaboración de planes de producción y el uso de planillas de campo para el registro de datos. Se cuentan con 15 reglamentos técnicos que están dirigidos al tomate, la cebolla, el ajo, pimiento, papa, banana, naranja, melón, zanahoria, sandía, piña, frutilla, y este 2024 fueron incorporados el mango, el aguacate y el mamón.
OFERTAN TOMATE A G. 7.000 EL KILO
Este lunes, desde tempranas horas, se lleva a cabo una edición más de la Feria de la Agricultura Familiar. En esta ocasión en la explanada de canal Trece, en Lambaré. La actividad es organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Uno de los productos más demandados es el tomate, que se oferta a G. 7.000 el kilo. La coordinadora de ferias, Carolin Leguizamón, explicó acerca de las ventajas de estas actividades, tanto para los productores propiamente, así como para los compradores, pues las ofertas resultan más baratas que los supermercados o cualquier punto de venta.
“Nuestra feria siempre es por lo menos 30 a 40 % más barato que en cualquier otra tienda, porque estos precios son de finca. Lo que hacemos es cortar la intermediación, el equipo del MAG les busca a los productores y los acercamos hasta los puntos establecidos”, expresó a la 650 AM.
Apostar por los biocombustibles en la mezcla con el diésel y la nafta ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de promover la sustentabilidad ambiental, diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Foto: Ilustrativa
Biocombustibles en Paraguay, industria que crece y promete a futuro
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Alba Delvalle (alba.delvalle@nacionmedia.com)
Una palabra que desde hace años está en auge es la sostenibilidad.Al hablar de combustibles, este concepto parece estar lejos, pero lo cierto es que existe una alternativa más limpia o de energía renovable, los biocombustibles.
“Apostar más por los biocombustibles en la mezcla con el diésel y la nafta ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y promueve la sustentabilidad ambiental”, aseguró a La Nación/Nación Media el titular de la Cámara Paraguaya de Biocombustible y Energías Renovables (Biocap), Massimiliano Corsi.
El directivo explicó que a nivel local se producen dos tipos de biocombustibles, el etanol y el biodiésel, que se obtienen a partir de aceites vegetales, que serían subproductos de las plantas procesadoras de granos y semillas utilizadas para la producción de alimentos para el ganado. “Específicamente, en Paraguay se emplean materias primas como la caña de azúcar, la soja y el maíz”, detalló Corsi.
Agregó que los biocombustibles están regulados por ley, de modo a que los importadores de hidrocarburos puedan adquirir los biocombustibles y luego mezclarlos, en las proporciones correspondientes, con los combustibles fósiles, como el diésel y la nafta. Según registros periodísticos, la mezcla se habría empezado a implementar desde 1999.
El sector
Para graficar este innovador segmento, el diario La Nación/ Nación Media recurrió a la Biocap y a las dependencias del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), como la Dirección de Combustibles Alternativos y Renovables y la Red de Inversiones y Exportaciones (Rediex).
Los datos refieren que los biocombustibles contribuyen a diversificar la matriz energética del país, fomentando la soberanía al reducir la dependencia de los combustibles fósiles, que se importan al 100 %, promoviendo así la producción nacional. Además de ser parte del fortalecimiento de toda la cadena productiva, partiendo desde la agricultura.
A esto se suma que el etanol y el biodiésel que se producen en el país conquistaron varios mercados, de acuerdo a datos proporcionados por la Dirección de Combustibles Alternativos y Renovables. Los envíos de ambos en el 2023 superaron USD 150 millones.
Actualmente, la capacidad instalada para la producción de alcohol por año es de 733.652 metros cúbicos y de biodiésel 243.650 metros cúbicos.
La cadena de valor de biocombustibles tendría un alcance de unas 1.500 familias, ya que según estimaciones de la Biocap, solo en la producción de biodiésel, se emplearía a 500 familias y en la elaboración de etanol a otras 1.000 familias de manera directa e indirecta.
Massimiliano Corsi, titular de la Biocap. Foto: Archivo
Porcentaje de mezcla
Los biocombustibles llegan a los consumidores a través de las estaciones de servicio y distribuidores autorizados, que implementan la mezcla reglamentada con el diésel según la Ley n.° 6389/2019 “Que establece el régimen de promoción para la elaboración sostenible y utilización obligatoria del biocombustible apto para la utilización en motores diésel”.
En octubre del 2023, el MIC elevó el porcentaje obligatorio de la mezcla de biocombustibles apto para motores diésel, llevándolo del 2 al 5 %, sin que esto influya en el precio final al consumidor.
Lo que se pretende desde el sector es su incremento gradual, incluso hasta un 15 %, como lo tienen otros países en la región.
El sector de los biocombustibles en Paraguay está en crecimiento, con señales positivas de inversión por parte de importantes compañías multinacionales productoras, que actualmente están establecidas en el país, agregó Corsi.
Sin embargo, habló de la necesidad de reformar las leyes relacionadas con el uso de los biocombustibles, para permitir que estas industrias se desarrollen, consoliden y principalmente fomenten más inversiones.
“El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, está avanzando en la presentación de una propuesta de reforma de ley que será presentada al Ejecutivo. Como gremio, nuestra única expectativa es que esta reforma esté basada en una política de Estado e incluya un mandato obligatorio de mezcla gradual, siguiendo el ejemplo de otros países vecinos”, remarcó.
Futuro prometedor
Como futuro de los biocombustibles, si bien se utilizan principalmente en mezclas con carburantes fósiles, ya en la actualidad existen compañías que producen vehículos que pueden utilizar biocombustibles al 100 %.
Esto significa que ya es posible optar por biocombustibles como una alternativa neta, sin depender de los combustibles fósiles, añadió Corsi.
La tecnología y la infraestructura para impulsar vehículos con biocombustibles puros está en continuo desarrollo, lo que está abriendo la puerta a una mayor adopción de los biocombustibles como una alternativa sostenible y renovable, en consonancia con las tendencias globales alineadas a combatir el cambio climático.
Mediante el Programa de Certificación de Calidad e Inocuidad, el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) proyecta aumentar la cosecha de tomate a 500.000 kilos en esta campaña 2024. De esta manera, buscarán superar la cosecha de 475.420 kilogramos alcanzada al cierre del año 2023. La institución informó que se prevé incrementar la producción de aquellos agricultores que cumplen con los requisitos establecidos para garantizar la calidad del fruto. Esto será realizado a través de intensos trabajos en Alto Paraná, Cordillera y Paraguarí, y Caaguazú, departamento en donde se tuvieron las primeras cosechas del producto con certificación de calidad en 2022.
MODELO
La directora de la Dirección de Calidad, Inocuidad y Agricultura Orgánica, Leticia Soria, explicó que parte de los objetivos del programa es que el productor aprenda a aplicar los reglamentos técnicos, y que el mismo pueda mantener este modelo de producción. Dijo que el desafío principal es que el consumidor reconozca este producto y sus ventajas, al igual que los puntos de venta adquieran los productos diferenciados.