El Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) suscribió un acuerdo de cooperación por 4 años con la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS) y la Fundación Internacional de Caucus Conservacionista Paraguay (ICCF Paraguay).
En conjunto con gremios y productores del Chaco paraguayo se establecerá un sistema de buenas prácticas de producción sostenible, que incluya el manejo integrado de paisajes y beneficie a la biodiversidad dentro de la producción ganadera.
Además, se trabajará en el desarrollo de incentivos, como el paisaje productivo protegido. Esta certificación se convierte en un sello de garantía para los consumidores, asegurándoles que los productos que adquieren provienen de sistemas de producción que priorizan la sostenibilidad y la biodiversidad.
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El documento establece la asistencia técnica en los proyectos de cooperación y de producción ganadera sostenible, dentro del programa “Sistemas Alimentarios, Uso de la Tierra y Restauración” (Folur Paraguay), ejecutado por ICCF Paraguay y liderado por el Mades, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, como entidad implementadora.
El proyecto Folur busca promover la planificación integrada del uso de la tierra a través de la implementación de mejores prácticas de producción de las cadenas de valor de la carne y la soja, lograr la restauración a nivel del ecosistema y mejorar la conectividad de los bloques de bosques remanentes.
Es implementado por el Mades con apoyo de Naciones Unidas y de la ICCF. Cuenta con el financiamiento del Fondo Global para el Ambiente (GEF) y el cofinanciamiento del sector público y privado, de la cooperación internacional, y la sociedad civil.
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Desafío del gobierno es que la economía siga creciendo y expandiéndose
Seis de los 7 sectores económicos monitoreados por el Banco Central de Paraguay (BCP) experimentaron un crecimiento por encima del 6 % en el primer trimestre, lo que evidencia que la expansión de la economía paraguaya es homogénea y sólida, afirmó el asesor de la Presidencia de la República en Asuntos Sociales y Económicos, Juan José Galeano.
El asesor destacó lo importancia de la cifra de crecimiento consolidado por la economía en el primer trimestre de este año, del 5,9 %, que fue socializado en el informe de gestión del presidente Santiago Peña ante el Congreso Nacional.
Resaltó que esta cifra es resultado de un crecimiento homogéneo de todos los sectores de la economía, donde destaca el sector de la construcción, que experimentó una expansión del 12,9 % en ese periodo. Igualmente experimentaron importantes niveles de crecimiento la ganadería (10,8 %), las manufacturas (6,6 %), el sector de electricidad y agua (8,3 %), los servicios (6 %) y la demanda interna (9,3 %).
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“De los 7 sectores analizados dentro de la economía, 6 presentaron una fuerte expansión, a excepción del sector agrícola, que tuvo una contracción, todos los demás sectores crecieron. Se ve un crecimiento homogéneo. Vemos que los sectores económicos están creciendo y también vemos que el consumo privado y la inversión se están expandiendo, lo cual muestra que este crecimiento es bastante sólido”, manifestó.
Destacó que estas cifras positivas se dan por tercer año consecutivo, por lo que representan una expansión de la economía por encima de registros de años anteriores que ya reflejaban niveles importantes de crecimiento.
Respecto al impacto de estas cifras en los indicadores de bienestar, mencionó que este crecimiento está vinculado a la importante reducción de la tasa de pobreza que registra Paraguay en los últimos años y del “aumento considerable en la clase media que hoy demanda más bienes y servicios”.
“El desafío para el gobierno es que la economía siga creciendo y que ese crecimiento también se traduzca en mejores condiciones y mayor desarrollo para para toda la ciudadanía”, finalizó.
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La industria metalúrgica mueve USD 1.000 millones en Paraguay
Por Willian Legal
El sector metalúrgico está en pleno crecimiento, con una importante participación en la economía, inversiones, diversificación y una creciente integración a cadenas regionales. Se destaca además su presencia en las exportaciones industriales, con la fabricación de productos metálicos. Este rubro se complementa con otras industrias, generando empleo y valor agregado.
En conversación con La Nación/Nación Media, el presidente del Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime), José Huidobro, afirmó que el impacto económico del sector ronda los USD 1.000 millones, considerando el valor generado a lo largo de toda la cadena de producción.
Explicó que, en términos de valor agregado, la industria metalúrgica representa alrededor del 6,6 % del PIB industrial manufacturero. “En términos de cantidad de empresas representa alrededor del 19 % del total de las empresas industriales, el segundo rubro con más firmas en el sector, según datos del BCP”, detalló.
Actualmente existen más de 6.000 empresas metalúrgicas en el país, concentradas principalmente en el departamento de Central, Alto Paraná, Asunción e Itapúa.
Productos
El sector metalúrgico produce una amplia variedad de productos, sin embargo, la mayoría de las empresas del rubro elaboran productos metálicos para uso en la construcción. En este segmento se destacan las varillas, los alambres, las barras, perfiles, tubos, caños, electrodos, tableros eléctricos, gabinetes, chapas termoacústicas, cables y envases, principalmente de aluminio, acero y cobre, accesorios para instalaciones eléctricas, luminarias.
Otras empresas producen soluciones para almacenamiento de líquidos y gases, casas prefabricadas, puentes grúa, mobiliario, cartelería publicitaria, transformadores, equipamientos industriales de todo tipo, implementos, máquinas agrícolas, y para manejo de pasturas y el campo, soluciones para el transporte.
Resaltan también la fabricación de soluciones en naves industriales, columnas, torres para líneas de transmisión y telecomunicaciones, estructuras y accesorios para subestaciones, autopartes, estanterías y racks. Asimismo se producen piezas de fundición de todas las medidas y tamaños para máquinas e industria, se fabrican barcazas, remolcadores, turbinas y grandes piezas para centrales hidroeléctricas, por citar algunos de los productos y bienes de capital que se fabrican.
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Exportación
Huidobro manifestó que en el 2024 el sector exportó aproximadamente por USD 354 millones, considerando las partidas arancelarias de la nomenclatura Mercosur.
Si se hace la clasificación por producto casi la mitad de ese total (47 %) correspondió al aluminio y sus manufacturas, con destinos principales como Brasil, Argentina, Chile, India y Bolivia.
Según los datos compartidos por el Centro de Estudios Económicos (CEE) de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), en los últimos años se ve un crecimiento sostenido de las exportaciones de la industria. En el 2024 se exportó un total de 184.723 toneladas, una cifra que supera en un 14,42 % a las 161.436 toneladas embarcadas en el 2023.
Empleo
Este es un sector considerado como la madre de las industrias, con un gran potencial para liderar un proceso de industrialización más profundo en Paraguay. No solo genera un alto valor agregado y presenta niveles de productividad relativamente elevados, sino que además es dinámica, competitiva y tiene una fuerte capacidad para generar empleos de calidad.
Según las estimaciones del gremio, el segmento genera de manera directa aproximadamente 50.000 empleos, lo que se considera un enorme impacto en la dinamización de la economía de cientos de familias.
El titular del Cime consideró que el país cuenta con la ventaja de tener una población joven. Sin embargo, consideró necesario capacitarlos para tener una mano de obra calificada que pueda responder a la creciente demanda del sector industrial.
Desafíos
Si bien el sector atraviesa un momento muy auspicioso, con números positivos, no escapa de desafíos. En este sentido, el titular del gremio sostuvo que un reto para la industria metalúrgica es contar con mediciones periódicas que puedan transformarse en información y conocimiento. Esto le permitirá tomar decisiones informadas en los ámbitos público, privado y académico.
“Es importante abrir nuevos mercados, con visión enfocada en la región, fomentar una demanda sostenida que fortalezca el desarrollo industrial y comercial del país”, remarcó como segundo punto.
Por otro lado, consideró que las compras públicas deben establecer condiciones que favorezcan una mayor participación de las empresas paraguayas.
Además, para modernizar y volver más competitivo al sector metalúrgico, consideró fundamental diseñar y aplicar políticas públicas sostenidas en el tiempo, que trasciendan los ciclos de gobierno y generen condiciones estables para la inversión.
Futuro del sector
Desde el gremio de metalúrgicos proyectaron un futuro prometedor con crecimiento sostenido gracias a que la construcción privada, el acero y los productos fabricados para la construcción seguirán con gran demanda.
“El Estado está comprando y tiene previsto invertir en los sectores viales, puentes, hospitales, soluciones de abastecimiento de agua y saneamiento, esto es una oportunidad para el sector metalúrgico asociado a productos para la construcción”, remarcó.
Por otra parte, en el sector público ven con gran esperanza nuevas legislaciones que permitirán a instituciones como la Ande realizar compras de estructuras metálicas para líneas de transmisión de energía eléctrica y subestaciones.
Asimismo, genera mucha expectativa para el sector las inversiones en nuevas plantas de ferroaleaciones y en las industrias siderúrgicas que se están ubicando en las zonas de Villa Hayes, Benjamín Aceval, Yguazú y Limpio.
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Formalización de tierras del Indert en el Chaco fomenta la inversión y genera empleos
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, destacó el impacto que tiene la entrega de títulos de propiedad a productores de Agua Dulce, Alto Paraguay (Chaco). Resaltó que con la regularización de la tenencia de la tierras se fomenta la inversión, la mejora en productividad, el crecimiento y la generación de empleos rurales.
Al respecto, el encargado del ente agrario lamentó el tiempo que se perdió en titular las tierras de la región occidental, lo que en término monetario sería difícil de cuantificar la millonaria pérdida que ha significado para el país.
“Entregamos títulos a productores chaqueños. Nos contaron que llevaban 16 años tramitando sus títulos, y que ahora lo lograron en un año. En ese tiempo, no invirtieron, no generaron empleos, y la producción se estancó”, lamentó.
Ruiz Díaz llegó hasta esta zona del país para hacer entrega de los primeros títulos de propiedad a los residentes de Agua Dulce. El acto se realizó durante el 10° aniversario de la APAD (Asociación Agropecuaria de Agua Dulce), cuyos miembros resaltaron la celeridad de este Gobierno en la regularización de las tierras.
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Cabe recordar que Agua Dulce, está ubicada al norte del Chaco, departamento de Alto Paraguay, prácticamente en la frontera con Bolivia, es una zona que se encuentra en pleno crecimiento y desarrollo desde los últimos años, actualmente con 600.000 hectáreas (ha) desarrolladas, pero que todavía cuenta un potencial de expandirse con 500.000 ha más, no solo en ganadería sino también en la agricultura diversificada.
Consecuencias positivas de la titulación
De hecho, en una reciente visita al país, el experto internacional en Economía Agrícola, Carlos Ludeña, había señalado durante un seminario organizado por el Indert, las consecuencias positivas que conlleva la titulación de tierras. Al respecto, remarcó cinco aspectos, que a su parecer son los más importantes:
1-Impacto en productividad agrícola: La seguridad de la tenencia impulsa mejores prácticas y mecanización, aumentando rendimientos. La titulación reduce la incertidumbre sobre la tierra, incentivando inversiones y facilitando una asignación más eficiente del recurso productivo.
2-Acceso al crédito: El título formal sirve de garantía y facilita préstamos para insumos y maquinarias. La titulación formal puede facilitar el acceso al crédito al brindar seguridad jurídica, reducir el riesgo percibido por instituciones financieras y permitir que los productores accedan a préstamos formales en mejores condiciones.
3-Inversión productiva: Con certeza jurídica, los productores invierten en riego y mejoras de suelo a largo plazo. La titulación formal puede incentivar la inversión en la tierra al reducir la incertidumbre sobre el acceso futuro, reforzar los derechos de uso exclusivos y dar confianza a los productores para realizar mejoras de largo plazo. Estas inversiones pueden incluir infraestructura agrícola, conservación del suelo, ampliación de vivienda o sistemas de riego.
4-Reducción de conflictos: El registro claro de límites minimiza disputas y violencia rural. La titulación reduce conflictos al establecer límites formales reconocidos legalmente, lo cual disminuye la ambigüedad sobre derechos de uso, herencia y transferencias. También refuerza la legitimidad frente a terceros y disminuye la necesidad de resolver disputas mediante mecanismos informales o judiciales.
5-Seguridad alimentaria y bienestar: Titular la tierra fomenta la diversificación de cultivos de autoconsumo y mejora la percepción de estabilidad. El acceso a derechos de tenencia —formales o efectivos— reduce la incertidumbre, fomenta la inversión y mejora la seguridad alimentaria; cuando recaen en mujeres, aumenta notablemente la probabilidad de seguridad alimentaria y la diversidad de cultivos, y mecanismos como la inembargabilidad elevan el valor de las fincas agrícolas y protegen el arraigo familiar.
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Zafra 2024/25 de soja registra una caída del 15 % y pérdida de USD 400 millones por la sequía
La producción de soja cerró con una merma del 15 % en la zafra 2024-2025, respecto a la expectativa que se tenía inicialmente, lo que se traduce en unos USD 400 millones que dejaron de ingresar al país en concepto de divisas. Esto se explica por las épocas de estrés hídrico que sufrió el cultivo.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) presentó este lunes los datos de producción de soja para la Región Oriental y el rendimiento promedio nacional. Según el informe, la producción total del cultivo de la soja fue de 9.343.724 toneladas en la zafra 2024-2025 y el promedio a nivel nacional es 2.571 kilogramos por hectárea.
“Un 15 % de merma aproximadamente, con relación a lo que se estaba estimando, casi 1 millón de toneladas menos tuvimos. Si se calcula USD 400 por ese millón menos son USD 400 millones que dejaron de ingresar al país en divisas, que ayuda siempre a mover la economía y dinamizarla”, dijo a La Nación Nación/Nación Media el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo.
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Estas cifras corresponden a la cosecha de soja de la temporada primavera-verano de la Región Oriental. En este informe no se incluyeron la zafriña y tampoco los datos del Chaco porque ya son considerados fuera de la época normal de siembra. Para obtener el rendimiento promedio se consideraron las tres épocas de siembra y la incidencia de la sequía.
El documento detalla que para realizar el análisis de rendimientos promedio, se hicieron cálculos en las zonas de mayor afectación de la sequía, con un rendimiento de 1.321 toneladas por hectárea, correspondiente a 829.120 hectáreas.
Asimismo explica que en las zonas de una afectación moderada el promedio fue de 2.764 toneladas por hectárea, correspondiente a 1.244.358 hectáreas y donde hubo un rendimiento normal (menor incidencia), 1.560.367 hectáreas, con 3.082 toneladas por hectárea.
Según Cristaldo, la mayor afectación del cultivo por la sequía se registró en la zona norte del país. “La afectada es la que tiene más impacto por la sequía, en la zona norte es donde hay más hectáreas afectadas, y ahí el promedio estuvo por los 1.300 kg, lo que le golpeó la sequía”, explicó a LN/NM.
Los más afectados por la sequía en función a la superficie son los departamentos de Concepción y San Pedro. En el caso del primero, hubo una afectación total de una superficie de 10.062 hectáreas, mientras que en el segundo se registró una afectación de un área de 319.330 hectáreas de las 354.811 de superficie cultivada.