Comitiva conformada por los ministerios de Obras de ambos países tuvieron una reunión el 6 de junio. El proyecto de construcción del puente que unirá la ciudad de Pilar, departamento de Ñeembucú, con Colonia Cano, provincia de Formosa, es casi una realidad. Foto: Gentileza
Puente Pilar-Cano: proyecto podría concretarse este año y ejecución en 2025
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El proyecto de construcción del puente que unirá la ciudad de Pilar, departamento de Ñeembucú, con Colonia Cano, provincia de Formosa, es casi una realidad. Se trata de una obra con cooperación bilateral entre Paraguay y Argentina que será oficializada al concretarse el acuerdo.
El pasado 6 de junio, la comitiva conformada por los ministerios de Obras de ambos países tuvieron una reunión en la que conversaron acerca de las decisiones más próximas que deben tomarse referente a cuestiones técnicas, explicó a La Nación/Nación Media el Ing. Fabio Riveros, director de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). El encuentro del grupo técnico mixto de integración tuvo lugar en la ciudad de Buenos Aires en las instalaciones de la Embajada de Paraguay.
“Fueron presentados tanto al Paraguay como a la Argentina cuatro alternativas de emplazamiento del puente en la zona de Pilar para unir con Puerto Cano. Entonces, dentro de este proyecto se va a definir cuál sería la mejor alternativa que satisfaga a ambos países”, explicó el Ing. Riveros.
Una vez que se decida el lugar donde se construirá el puente, continuarán con los demás trabajos para entregar el proyecto y firmar el acuerdo. Actualmente están elaborando los detalles de la obra en base a un acta firmada que evidencia el compromiso de los dos países.
Ahora lo más importante es integrar la comisión técnica y definir todos los detalles de la construcción para poder contar con los datos del costo del proyecto y encarar la estrategia de la ejecución. Se prevé tener una propuesta terminada a finales de este 2024 y un probable inicio de obras en 2025.
Recordó también que este es un trabajo en conjunto. Se realizará un llamado a licitación entre los dos países. Un solo consorcio se hará cargo de la obra, contará con una fiscalización y se deberá acordar cuál será la modalidad de pago, ya que aún no se decidió si la construcción se hará mediante una asociación público-privada (APP) o una concesión. La obra duraría tres años.
La inversión del proyecto rondaría los USD 200 millones, según el director de Vialidad. La construcción neta del puente tendrá un costo de USD 100 millones y los viaductos de acceso, conocidos como puentes auxiliares, tendrán el mismo costo. La financiación estará a cargo de ambos gobiernos y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) es el que financia los estudios técnicos del emprendimiento desde el 2015.
El sector de la construcción de las viviendas se había concentrado en satisfacer la demanda del estrato alto social, pero hoy en día esas necesidades habitacionales están prácticamente cubiertas y su crecimiento ya es vegetativo, contó el arquitecto Aldo Cristaldo Kegler, Foto: Gentileza
Industrializar y formalizar la construcción mejorarán el acceso a la vivienda, dice arquitecto
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Industrializar el rubro de la construcción de viviendas y mejorar su eficiencia, como también calificar y formalizar la mano de obra, son desafíos claves del sector para ofrecer soluciones habitacionales más accesibles a la clase media y baja, que representan la mayor parte de la demanda insatisfecha en Paraguay. Así lo destacó el arquitecto Aldo Cristaldo, referente del desarrollo inmobiliario, quien también subrayó la importancia del acompañamiento estatal junto a políticas públicas efectivas de la vivienda.
El sector de la construcción de las viviendas se había concentrado en satisfacer la demanda del estrato alto social, pero hoy en día esas necesidades habitacionales están prácticamente cubiertas y su crecimiento ya es vegetativo, contó el arquitecto Aldo Cristaldo Kegler, director de una desarrolladora inmobiliaria y referente del sector. Explicó que, en contraste, los esfuerzos de los privados se empezaron a enfocar en los estratos de la clase media, que hoy en día representan alrededor del 80% de la demanda.
“Todavía no hemos logrado dar satisfacción, un buen producto a un buen precio, para la demanda de los estratos medio y bajos (...) Hoy estamos abocados en tratar de optimizar al máximo los procesos constructivos de manera a que el precio final realmente esté a la altura de la posibilidad de una clase media-baja y sin afectar eso a la calidad del producto”, detalló el arquitecto.
En el mes de la industria nacional, Cristaldo Kegler destaca la necesidad de industrializar el sector de la construcción de la vivienda. Sostuvo que bien se habla de una “industria de la construcción”, muchos de los procesos en el sector aún son artesanales y los principales desafíos que enfrenta actualmente la construcción de viviendas en nuestro país están en la industrialización y en mejorar la mano de obra.
“El proceso artesanal tiene problemas de eficiencia, problemas de tiempo, problemas de poder garantizar un producto final, porque está muy basado en la mano de obra no especializada. Entonces el desafío más grande está en industrializar al máximo todos los procesos para que estos procesos puedan ser totalmente medibles, computables, trazables. Y con eso logramos un producto de mejor calidad en menores tiempos a menores costos y más accesible al nivel medio-bajo”, indicó Aldo Cristaldo.
Agregó que en el proceso de industrialización se deben incorporar tecnologías constructivas que permitan la densificación del suelo urbano, es decir, la construcción de edificios de mayor altura o mayor capacidad en lugar de casas unifamiliares, especialmente en ciudades como Asunción, donde el espacio es limitado.
Según explicó, optimizar el uso de este terreno contribuiría a hacer más económicos los servicios y reducir los desplazamientos, promoviendo así ciudades más ecológicas, sustentables y también económicas, dando oportunidad a las familias de menor poder adquisitivo.
“Soy un convencido de que hay que industrializan al máximo la construcción. El obrero no tiene que ir más a trabajar en condiciones paupérrimas, sino que tiene que ir a una industria de la construcción real. Donde puede dejar su moto en un estacionamiento, donde tenga un vestidor, un comedor, donde realmente trabaje en horarios normales y pueda gozar de un seguro social (...) Y eso se logra con industrialización y formalizando”, puntualizó.
Aldo Cristaldo recordó que la seguridad del sistema bancario paraguayo, que por un lado evita la formación de burbujas inmobiliarias, también es un obstáculo para los sectores de menores recursos, ya que las exigencias limitan el acceso al crédito de la vivienda para gran parte de la clase media-baja.
“Hoy en Paraguay los créditos están respaldados por garantías reales que superan entre un 300% y 400% el valor del préstamo, no como en otros países como EE.UU. donde los créditos se daban por la fiabilidad del proyecto y no había ninguna garantía real, lo que generalmente provoca las burbujas”.
La rigurosidad financiera deja afuera a las familias que no llegan a cumplir con las múltiples exigencias bancarias. En este sentido, el arquitecto subrayó la necesidad de que el Estado desempeñe un papel más activo en el diseño de políticas públicas, pero sin debilitar la seguridad de la banca.
Valoró el nuevo programa “Che Róga Porã”, impulsado por el gobierno, como un paso en la dirección correcta para mitigar el déficit habitacional. Este programa, con respaldo del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), busca ofrecer a las familias de clase media acceso más flexible a su primera vivienda. Sin embargo, reconoció que aún existen desafíos en su implementación, particularmente en cuanto a la falta de conocimiento y asesoramiento sobre cómo gestionarlo.
“La curva de aprendizaje está siendo lenta, pero el enfoque es correcto. Es fundamental que se continúe trabajando en conjunto entre el sector privado y el público, porque ninguna de las dos partes por sí solas podrá resolver el déficit habitacional del país”, señaló Cristaldo.
Mayor buque portacontenedores made in Paraguay estará listo antes de fin de año
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A un año de haber comenzado la construcción en Paraguay del mayor buque portacontenedores de la región, denominado Don Toyo, las obras están registrando un 90 % de avance, por lo que se estima que la embarcación estará lista antes de fin de año.
Es lo que mencionó el titular de la Marina Mercante, Patricio Ortega, quien brindó detalles del proceso de una de las obras más grandes en la historia naval, que se está realizando 100 % en el país con profesionales netamente paraguayos, lo cual es un hito histórico.
“Para hacerse una idea, una barcaza del tipo Mississippi que es la usual tiene 60 metros de largo y 10 metros de ancho, mientras que este buque hecho acá es el doble de largo que va transportar casi 1.000 contenedores en su capacidad máxima”, expresó a la 920 AM.
En setiembre de 2023 se realizaba la puesta en quilla (acto formal que da inicio a la construcción de una nave) del buque motor. Foto: Archivo
El más grande de la hidrovía
En cuanto a las características, Ortega precisó que se trata de un buque motor que transportará contenedores de mucha similitud a una balsa flotante, con una dimensión de 120 metros de eslora (largo), 30 metros de manga (ancho) y una altura de casi 7 metros.
Será el mayor portacontenedores de la hidrovía Paraguay-Paraná, cuyo ensamble genera cientos de empleos para los ribereños, abarcando a unas 300 personas. La obra demanda una inversión de más de USD 15 millones, empleando ingeniería, mano de obra y la calidad de la industria paraguaya.
Don Toyo se monta con capacidad para la navegación costera, pudiendo llegar incluso al puerto de Montevideo, además de estar dotado con los más altos estándares de navegación. Es así que la finalidad del buque será para el comercio exterior, tanto para la importación y exportación de contenedores, que para fines de noviembre ya estaría operativa la megaembarcación.
Las grandes obras de infraestructura como los hospitales, puentes, aeropuerto y franjas costeras tienen volúmenes importantes y con montos superiores muy significativos para el desarrollo del país, afirman.FOTO: GENTILEZA
Hace una década, sector de construcción sostiene expansión del 6 % anual
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El sector de la construcción en el país registra un crecimiento sostenido del orden del 6 % anual en los últimos 10 años, hecho que ha aumentado su participación en el producto interno bruto (PIB), explicó a La Nación/Nación Media, Pablo Rivarola, presidente de la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons).
Recordó que el boom inmobiliario comenzó a darse entre 2003 al 2016, y que hasta hoy en día sigue con gran dinamismo en Asunción y ciudades aledañas; últimamente acompañado por inversiones importantes en el sector industrial. “Toda la cadena de la construcción ha tenido un crecimiento acompañando desafíos, no solamente en volumen y montos de inversión, sino también en especialización de los profesionales, en desarrollo de tecnologías y materiales, en avances en técnicas y procedimientos de la construcción”, expresó Rivarola a LN.
Acerca de las obras públicas, dijo que es el dinamizador principal de nuestra economía y es el que mayor porcentaje de inversiones otorga por sobre el sector privado. Sostuvo que las grandes obras de infraestructura como los hospitales, puentes, aeropuerto y franjas costeras tienen volúmenes importantes y con montos superiores muy significativos para el desarrollo del país.
“Creo que el sector privado lo que tiene es una cadena más grande, al tener obras más diversas y complejas como las industriales, u obras en altura como las inmobiliarias, tiene también un alcance mayor en cuanto a tecnología, profesionales, entonces es sumamente importante, es también un motor de la economía, y como toda obra civil o industrial tiene un derrame en varias clases generando fuente de trabajo de todos los niveles”, afirmó.
GRADO DE INVERSIÓN
Respecto al grado de inversión que alcanzó Paraguay en julio de este año por parte de la calificadora de riesgos Moody’s, comentó que es uno de los logros más importantes que tiene el país en dos décadas en el marco de políticas económicas, y que requiere un esfuerzo por parte del sector público y privado para satisfacer las demandas que vendrán a partir de este hito.
“Es el comienzo y también implica una gran exigencia para nosotros como paraguayos. En el sector de la construcción lo veníamos analizando y estamos preparados para el desafío, tanto empresas como profesionales. Creemos que el siguiente paso es reforzar la institucionalidad con mayor seguridad jurídica”, aseveró.
Rubro de la construcción mantiene crecimiento del 6 % anual hace una década
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El sector de la construcción en el país registra un crecimiento sostenido del orden del 6 % anual en los últimos 10 años, hecho que ha aumentado su participación en el producto interno bruto (PIB), explicó a La Nación/Nación Media, Pablo Rivarola, presidente de la Asociación de Profesionales de la Construcción (Aprocons).
Recordó que el boom inmobiliario comenzó a darse entre 2003 al 2016, y que hasta hoy en día sigue con gran dinamismo en Asunción y ciudades aledañas; últimamente acompañado por inversiones importantes en el sector industrial.
“Toda la cadena de la construcción ha tenido un crecimiento acompañando desafíos, no solamente en volumen y montos de inversión, sino también en especialización de los profesionales, en desarrollo de tecnologías y materiales, en avances en técnicas y procedimientos de la construcción”, expresó Rivarola a LN.
Acerca de las obras públicas, dijo que es el dinamizador principal de nuestra economía y es el que mayor porcentaje de inversiones otorga, por sobre el sector privado. Sostuvo que las grandes obras de infraestructura como los hospitales, puentes, aeropuerto y franjas costeras, tienen volúmenes importantes y con montos superiores, muy significativas para el desarrollo del país.
“Yo creo que el sector privado lo que tiene es una cadena más grande, al tener obras más diversas y complejas como las industriales, u obras en altura como las inmobiliarias, tiene también un alcance mayor en cuanto a tecnología, profesionales, entonces es sumamente importante, es también un motor de la economía, y como toda obra civil o industrial tiene un derrame en varias clases generando fuente de trabajo de todos los niveles”, afirmó.
Grado de inversión
Respecto al grado de inversión que alcanzó Paraguay en julio de este año, por parte de la calificadora de riesgos Moody’s, comentó que es uno de los logros más importantes que tiene el país en dos décadas en el marco de políticas económicas, y que requiere un esfuerzo por parte del sector público y privado para satisfacer las demandas que vendrán a partir de este hito.
“Es el comienzo, y también implica una gran exigencia para nosotros como paraguayos. En el sector de la construcción lo veníamos analizando y estamos preparados para el desafío, tanto empresas como profesionales. Creemos que el siguiente paso es reforzar la institucionalidad con mayor seguridad jurídica”, aseveró.