Si bien continúa en marcha el cultivo de trigo, los productores estiman una disminución en cuanto a la superficie de siembra. Esto, debido al retraso en la cosecha del maíz y la soja, ya que el trigo se cultiva sobre rastrojos del grano y la oleaginosa. Así lo indica el boletín semanal de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
Señala que a esta situación se suman los riesgos climáticos, los costos de producción y los precios del grano, que ejercen presión sobre los productores. El reporte no menciona una cifra de reducción, pero resalta que los días de sol contribuirán al avance de siembra y cuidados de cultivos en fase vegetativa, y que se espera que las precipitaciones ayuden al desarrollo de los plantines.
El asistente técnico en Cooperativa Colonias Unidas Orlando Gallas explicó que “después de los días de lluvia que retrasaron el proceso, se está aprovechando estas semanas para sembrar. Además, mucho del trigo va sobre soja zafriña que ahora se está cosechando, por lo que el área de siembra va a ser mucho menor que el año pasado”.
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Al respecto añadió que el pronóstico indica varios días sin lluvias y altas temperaturas que ayudarán al secado del suelo, pero el trigo en campo tendrá un impacto. “Vendrá bien si cae una lluvia en los próximos 8 a 10 días. Hace un mes teníamos mucha lluvia que nos dificultaba el trabajo y ahora estaremos necesitando de lluvia”, dijo. Ante la perspectiva de que no habrá heladas en agosto, indicó que ayudará a un buen desarrollo en la producción.
Proyecciones
Según datos del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), en la pasada campaña de trigo se logró un total de 416.000 hectáreas, que se vieron afectadas en parte por los efectos del clima. Desde la Federación de Cooperativas de Producción (Fecoprod) esperan que en la nueva campaña la producción oscile entre 400.000 y 450.000 hectáreas de trigo de calidad y variedad diferenciada, que responda a los estándares de los mercados más exigentes.
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Mohan Kohli, el científico indio que convirtió a Paraguay en exportador de trigo asegura que variedades nacionales pueden plantarse en la región
El doctor en genética indio Mohan Kohli, consultor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y líder del Programa Nacional de Investigación de Trigo, conversó con La Nación/Nación Media sobre la producción del grano en Paraguay y sobre cómo pasó de ser un país importador a otro exportador del cereal.
Actualmente, las labores en torno al grano se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes contra enfermedades que afectan al trigo manteniendo su calidad y rendimiento. Si bien no se trata de una tarea fácil de realizar, porque para crear una variedad se tarda cerca de 10 años, es un proceso de evolución continua que prosigue en el país.
En los últimos 20 años, Kohli viene colaborando en el desarrollo de más de 20 variedades de trigo en Paraguay. Las variedades nacionales de trigo en el mercado son Itapúa 75, Itapúa 80, Itapúa 85, Itapúa 90, Itapúa 95, Canindé 1, Canindé 31. Las que están en fase de multiplicación son Itapúa 105 e Itapúa 110.
El proceso de desarrollo de variedades es realizado con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (Ipta), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio). Se hace en dos centros, uno en Capitán Miranda, Itapúa y otro en Colonia Yhovy, de Canindeyú.
“Nosotros hacemos los ensayos y la selección con la colaboración de productores y cooperativas donde también evaluamos los materiales genéticos para que sean adaptados y resistentes”, mencionó el experto.
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Resistencia a enfermedades
El trabajo de Kohli es que cualquier variedad liberada de aquí en adelante tenga resistencia al hongo piricularia (produce manchas o lesiones en las hojas, nudos y en las diferentes partes de la panícula y los granos) y a la fusarium (afecta las espigas del trigo), otra enfermedad que hace años preocupa al sector.
El objetivo es que en los próximos cinco años las variedades que serán liberadas tengan cierto grado de resistencia a estas enfermedades, para ayudar a los productores a que sus costos de producción se mantengan y no aumenten. “Lo que estamos haciendo en este momento es darle cierta garantía al productor de que las variedades nacionales van a mantener su resistencia a distintas enfermedades”, subrayó el doctor en genética indio.
Potencial exportador
En los años normales, la producción anual de trigo en Paraguay es de más de un millón de toneladas, un volumen 40 veces superior a lo que producía hace dos décadas. Este cereal es industrializado en el país con un consumo interno de 650.000 ton/año y el remanente es enviado principalmente a Brasil, aunque hay más de 30 mercados abiertos.
Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala, tiene potencial de enviar las variedades nacionales a destinos como Argentina, Brasil (Paraná, Mato Grosso del Sul y San Pablo) o Bolivia. Estas regiones pueden sembrar las variedades paraguayas, explica Kohli y aclara que todavía no se hicieron ensayos probatorios, ya que esto implica una decisión política y una evaluación en diferentes ambientes.
“Para liberar una variedad en cualquier país habría que hacer ensayos por dos años. Si se toma esa decisión el día de mañana, entre los obtentores, será posible hacerlo. Para ello, se deberá desarrollar contacto con esos países, con sus instituciones, y a partir de ahí será muy fácil producir las semillas, hay potencial”, asegura.
Expectativas
“El trigo juega un papel muy importante porque, recordemos, la soja se siembra en más de 3,6 millones de hectáreas, superficie que debe ser cubierta en los meses de otoño e invierno”, explicó y agregó que allí entran a participar el maíz, el trigo, la canola, el girasol, la avena como abono verde y otros cereales.
La siembra de la nueva campaña se inició en abril, en San Pedro y Canindeyú. En tanto, en el Sur, se avanzará durante la siguiente semana debido a las condiciones de lluvias. Se espera que el área de siembra alcance las 400.000 hectáreas o menos, cuya producción dependerá de la coyuntura climática. “Alcanzaremos más de 1.000.000 de toneladas de trigo, dependiendo de la superficie”, remarcó Kohli.
Perfil de Kohli
Mohan Kohli es ingeniero agrónomo de la Rajasthan Agricultural University de India. Obtuvo su maestría en Ciencias de la Agricultura Botánica y su doctorado en Genética en la Indian Agricultural Research Institute. Tiene estudios de postdoctorado en el Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo de Estados Unidos.
Llegó a Paraguay en 1978 como parte del Centro Nacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo de México. En la década de los 80 y 90 se encargó de identificar materiales de trigo que se adaptasen al país, teniendo en cuenta las altas temperaturas.
Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores le concedió la condecoración Comendador de la Orden Nacional del Mérito por su excepcional contribución científica a la agricultura y la economía paraguaya.
Datos claves
- Las labores en torno al trigo se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes a las enfermedades.
- Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala tiene potencial de enviar las variedades nacionales a la región.
- La siembra de la nueva campaña de trigo se inició en abril en los departamentos de San Pedro y Canindeyú y próximamente en el Sur.
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Reportan leve reducción de superficie destinada a la siembra de maíz zafriña 2023
Según los últimos datos, el maíz zafriña del 2023 experimentó una leve reducción en la superficie de siembra impulsada por el menor cultivo en la zona de Alto Paraná. Hay que señalar que antes del inicio de la campaña ya se esperaba menores niveles de producción.
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) presentó su informe sobre la estimación de superficie sembrada durante la entrezafra 2023, en el que se observa una disminución del área destinada al maíz con relación a los datos y resultados del 2022.
De acuerdo con los datos presentados, en la zafriña de este año se sembró maíz en 987.859 hectáreas, lo que significa una disminución de 38.732 hectáreas, es decir, 3,8 % menos con respecto a la entrezafra del 2022, periodo en el que se destinaron más de 1 millón de hectáreas para la siembra.
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El informe muestra que la disminución más grande se observó en Alto Paraná, donde para esta campaña se destinaron 245.162 hectáreas, 109.089 menos que las 354.252 hectáreas del 2022. Igualmente la superficie de maíz zafriña bajó en Itapúa con 102.578 hectáreas destinadas al cultivo.
También se registró una disminución en Caaguazú, donde este año se sembró en 127.711 hectáreas, 29.054 hectáreas por debajo en relación a la zafriña del año pasado, cuando los productores de este departamento destinaron 156.765 hectáreas. Asimismo, se observan caídas en Concepción, Guairá, Caazapá y Paraguarí.
Por otro lado, destacan que en Canindeyú se observó un aumento de casi 100.000 toneladas alcanzando un total de 261.533 de superficie sembrada, siendo este departamento con la mayor superficie maricera en la entrezafra de este año. Así también, se registraron incrementos en los departamentos de San Pedro, Misiones y Amambay.
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MAG aclara que el trigo HB4 es seguro para el consumo
Según refirió Moisés Santiago Bertoni, titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el trigo HB4 con tolerancia a eventos climáticos como el calor y la sequía autorizado en nuestro país no es dañino para el consumo, pues las variedades pasan por procesos de evaluación internacionales. Los cuestionamientos con respecto al uso de este grano estarían basados en ideologías sin fundamento técnico.
“Es difícil sostener una supuesta toxicidad de la harina de este trigo porque no es así. Hay 200 millones de hectáreas del cultivo transgénico en el mundo y no hay ningún solo caso de que alguien haya tenido algún problema con consumir productos derivados de esta tecnología”, sostuvo en contacto con el programa “Así son las cosas”, emitido por Universo 970 AM.
Manifestó que todo pasa por un proceso de inspección como cualquier otro producto y su industrialización es exactamente igual a la harina convencional. “Este producto está autorizado en la Argentina, Brasil, EE. UU., Australia, Nueva Zelanda y otros que están realizando el proceso de evaluación porque todos nos regimos con las mismas directrices”, remarcó.
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Bertoni indicó que el temor de algunos sectores radica en un herbicida denominado Glufosinato de Amonio, pero este insumo fue autorizado en el país hace ya muchos años. “Está autorizado hace 35 o 40 años y se utiliza en cultivos como la soja, maíz, y en el trigo convencional para permitir la siembra directa”, argumentó, agregando que se cuentan con todas las condiciones de bioseguridad.
El trigo HB4 es un desarrollo proveniente de la Argentina, en el cual se le introduce un gen del girasol que le confiere una tolerancia a la sequía, además se cuenta con la soja HB4 que está por ser lanzada en poco tiempo. El proceso de incorporación de esta característica a las variedades nacionales podría llevar un proceso de unos 5 años.
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Exportación de trigo registró el mayor ingreso de divisas de los últimos cinco años
El informe de Comercio Exterior del Banco Central del Paraguay (BCP) señaló que los ingresos de exportaciones de trigo alcanzaron US$ 95,1 millones, lo que representa el mayor registro frente al mismo periodo de los últimos cinco años. No obstante, desde el sector señalaron que la misma calidad de la nueva cosecha podrían afectar los envíos.
Según el análisis de Productiva y de acuerdo a los datos de la banca matriz, el ingreso de divisas por las exportaciones de trigo aumentaron US$ 22 millones, respecto a la campaña 2021, lo que representa un incremento del 30%, cuando se generaron US$ 73 millones. Estos aumentos se vienen registrando desde los últimos cinco años, llegando este año al mejor valor.
En cuanto a volumen, mencionan que entre enero y octubre de este año fueron enviadas 277.708 toneladas de trigo, una leve merma de 0,9% considerando que en el mismo lapso de años anterior las exportaciones llegaron a 280.276 toneladas.
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Registros
Los registros de comercio exterior muestran que al décimo mes del 2020 se generaron US$ 45,5 millones por los envíos de 213.051 toneladas. Al cierre de octubre de 2019 se registraron ingresos por valor de US$ 74,8 millones, por 355.707 toneladas exportadas, mientras que en el mismo periodo del 2018 los ingresos fueron de US$ 55,2 millones, por 236.558 toneladas.
En cuanto a los precios, en octubre de 2022 el mercado de Chicago registró un precio de 319,55 dólares por toneladas, una variación de US$ 6,19, en comparación con el mes anterior cuando llegó a US$ 313,36. Estas variaciones explican en mayor medida el aumento de ingresos de divisas generadas por este cereal.
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Mala calidad
Asimismo, el reporte de la banca matriz estima una recuperación de las próximas posiciones del trigo en el mercado internacional, ya que en diciembre se tendría US$ 312,38 por tonelada. Por su parte, el director de la Cámara Paraguaya de Molineros (Capamol), Enrique Arrúa, indicó que las reiteradas lluvias de los últimos meses afectaron la calidad de la producción de trigo en el país.
Explicó que la producción fue bastante alta, pero atendiendo a los factores climáticos la calidad se redujo, por lo que los componentes del trigo no son los suficientes para ser procesados. Señaló que esta situación afecta directamente al sector molinero debido a que el precio experimentó un aumento excesivo, pese a su mala calidad.
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