El presidente de la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa), Paul Sarubbi, habló acerca de lo que está ocurriendo en el sector de la construcción y cómo se vio frenado el factor empleo a raíz de la falta de nuevas licitaciones, lo cual explicó que se debe a un componente cíclico o cada vez que se generan cambios de gobierno.

Es por ello que el referente del sector reiteró la necesidad de un órgano público privado que pueda garantizar la aplicación de políticas de Estado y no solo de gobierno, de modo a paliar esta falta de inversión que se genera en la ejecución de nuevas obras, un segmento vital para la economía del país.

“Lo que tiene que pasar es empezar a levantarse los nuevos proyectos, y en base a lo que están en espera seguramente en el segundo semestre comenzar a mover el sector, pero sí falta licitar muchos proyectos nuevos. Lo bueno es que con la tarifa de Itaipú que va generar fondos, parte de eso van a ser invertidos en infraestructura”, expresó al programa “Así son las cosas”, emitido por canal Gen y Universo 970 AM/Nación Media.

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Impacto social y al desarrollo

Para el titular de Cavialpa, un país como Paraguay sin salida al mar, no puede invertir menos de 4 % de su PIB por año, pues requiere una fuerte apuesta en los sectores logísticos, en carreteras, en puente, en hidrovía, puertos, en transmisión eléctrica, distribución, agua y saneamiento. La brecha en infraestructura es de unos USD 30.000 millones según estudios de organismos externos, por lo que se necesita paliar ese enorme déficit a través del trabajo conjunto de modo a que la política no siga afectando el desarrollo del país, remarcó.

Ante ello es que Sarubbi insistió en que las políticas de Estado deben garantizarse a largo plazo, de modo a no quedar pendientes durante los periodos eleccionarios, ya que es una situación muy reiterativa. “Cada 5 años pasamos por lo mismo, mucha gente queda sin trabajo, y los obreros de la construcción son especializados, capacitados con buen salario y al buscar otras opciones fuera difícilmente va poder conseguir la misma condición”, lamentó.

Es así que el parate de las obras genera un problema social muy grande, impactando tanto en los trabajadores como en las empresas constructoras que para asumir los proyectos realizan inversiones en equipamientos, los cuales se materializan a través de créditos en bancos y proveedoras que son pactadas a 6 o 7 años, que no pueden ser saldados cuando no se dan las ejecuciones.

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