La inclusión financiera no solo beneficia a los individuos, sino también fortalece la economía de los territorios atendidos y en su conjunto, señalan desde el CAH. Foto: Gentileza
Inclusión financiera de la agricultura familiar es crucial para la economía
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La presidenta del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), Amanda León, destacó la importancia de la inclusión financiera como herramienta crucial para el desarrollo de una economía más sólida, aportando a reducir el índice de pobreza y promoviendo la equidad de los sectores.
“La inclusión financiera no solo beneficia a los individuos, sino también fortalece la economía de los territorios atendidos y en su conjunto, en fomentar la estabilidad a partir de una mayor participación de segmentos de la base de la pirámide en los circuitos económicos”, expresó.
Lo dijo durante el reciente “Seminario de Inclusión Financiera”, realizado en el marco del cierre del “Proyecto de Profundización de los procesos de inclusión financiera del CAH para los pequeños productores de la Agricultura Familiar”.
La actividad fue propicia para compartir e intercambiar datos, informaciones y conocimientos generados respecto al tema de vital importancia como lo es la inclusión financiera, de cara al desarrollo del país, crucial para promover el desarrollo económico y social de un Paraguay más equitativo.
Respecto a las acciones encaradas en el proyecto, León indicó que durante los últimos años se trabajó en la mejora de la calidad de los procesos del CAH, en materia de la oferta de los servicios financieros, en el apoyo a la comercialización y venta para los pequeños productores de la agricultura familiar y microemprendedores.
No obstante, reconoció que la realidad es cruda y todavía existen barreras que impiden que muchas personas accedan a los servicios, por la falta de mayores niveles de educación financiera, la exclusión social y la escasa formalidad de las actividades económicas de estos segmentos.
Estos son solo algunos de los principales desafíos que convocan a las instituciones a seguir trabajando, situaciones que esquivan un mayor acceso a los servicios financieros. “Es responsabilidad de todos trabajar juntos para superar estas barreras y promover la inclusión financiera de quienes componen este segmento de la sociedad”, agregó.
Para promover la inclusión financiera, es necesario implementar diversas estrategias, una de ellas, es la educación y capacitación financiera que busca mejorar el conocimiento y las habilidades de las personas en temas relacionados con el manejo de sus finanzas, dijo.
Otra aspecto es la creación de productos financieros accesibles y adaptados a las necesidades de la población no bancarizada, como cuentas de ahorro simplificadas, microcréditos, fondos de garantías, coberturas de seguros, capital semilla, fomentar la asociatividad, adopción de mayor nivel de tecnología entre otros más.
Si bien se viene trabajando en la inclusión financiera, la realidad es cruda y todavía existen barreras que impiden que muchas personas accedan a los servicios. Foto: Gentileza
Es importante fomentar la digitalización de los servicios financieros y no financieros, facilitando el acceso a través de plataformas digitales y promoviendo la inclusión digital mediante la alfabetización tecnológica, añadió la titular del CAH.
Asimismo, sugirió establecer alianzas público-privadas para crear programas y proyectos que impulsen la inclusión financiera, involucrando a diferentes actores del Gobierno, instituciones financieras, organizaciones no gubernamentales y otros miembros de la sociedad civil.
Estas estrategias contribuyen a reducir las barreras que enfrenta la población en el acceso a servicios financieros, promoviendo así una mayor inclusión y participación económica de todos los individuos. En resumen, la inclusión financiera es “fundamental para construir una economía más fuerte, reducir el índice de la pobreza y promover la equidad”, acotó.
Este lunes, desde tempranas horas, se lleva a cabo una edición más de la Feria de la Agricultura Familiar. En esta ocasión en la explanada de canal Trece, en Lambaré. La actividad es organizada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), institución que propicia los espacios y el traslado de los feriantes. Uno de los productos más demandado es el tomate que se oferta a G. 7.000 el kilo.
Al respecto, la coordinadora de ferias, Carolin Leguizamón, explicó acerca de las ventajas de estas actividades, tanto para los productores propiamente, así como para los compradores, pues las ofertas resultan más baratas que los supermercados o cualquier punto de venta.
“Nuestra feria siempre es por lo menos 30 a 40 % más barato que en cualquier otra tienda, porque estos precios son de finca. Lo que hacemos es cortar la intermediación, el equipo del MAG les busca a los productores y los acercamos hasta los puntos establecidos”, expresó a la 650 AM.
La coordinadora mencionó que a pesar de la lluvia, los feriantes acercaron muchísimos productos, y que la idea es que retornen con la venta del 100 % de lo que trajeron, lo cual es factible al contar con precios accesibles, dijo.
Ofertas
Citó que se puede encontrar todo tipo de verdeos, en el caso de la lechuga se está ofertando en 3 por G. 5.000, el tomate tan cotizado en las últimas semanas se vende a tan solo G. 7.000 el kilo, huevos a 16.000 la docena, G. 24.000 el kilo el cerdo, G. 35.000 el kilo la butifarra, queso Paraguay a G. 32.000 el kilo, entre otros.
Además de una serie de productos frescos, directo desde la finca, los feriantes también ofrecen variedad de comidas típicas, en conmemoración también a la festividad de San Juan, como combos especiales y estarán en el lugar hasta agotar stock.
Mercosur: avanzan desde Paraguay en políticas públicas para agricultura familiar
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Desde este martes se lleva a cabo en el país la 40.ª Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del Mercosur (REAF), que tiene como sede a la Facultad de Ciencias Agrarias en el Campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), en San Lorenzo, y se extiende hasta el jueves 20. El encuentro contó con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, quien valoró el camino recorrido de este sector.
“Los desafíos que tenemos en Paraguay no son diferentes a los de los vecinos de la región Mercosur, una región rica, pero la realidad es que en Paraguay implementamos políticas pobres de la misma manera en todos los departamentos, uno más grande que otros y esa es una falencia”, expresó Peña durante el acto de apertura.
Es fundamental que el pequeño productor pueda llevar sus productos a los centros de consumo, que haya caminos y el principal responsable de los atrasos son las políticas públicas de la región. Una región que es la única que será capaz de alimentar a su población y a otros hemisferios desde este punto de la geografía que integra a Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay. “Es una responsabilidad, pero también una gran oportunidad que tenemos los sudamericanos”, puntualizó el mandatario.
A su vez, el ministro de Agricultura y Ganadería (MAG), Carlos Giménez, remarcó que con este encuentro se reivindica a la agricultura familiar, ya que más que nunca el sector está sintiendo confianza en su trabajo con una agricultura que ya no es solo de subsistencia, sino con incorporación de tecnología en las fincas, que es el deseo del Gobierno y de todo el sistema MAG.
“Apuntamos a que cada día la agricultura paraguaya sea más competitiva, que vaya más allá de llenar las necesidades de la demanda interna. Y qué lindo sería poder converger en la región con ideas y propósitos de tener una agricultura más sólida y fuerte. Que las bancas pública y privada puedan mirar a este sector como una potencia para que toda la producción nacional pueda abastecer al mercado”, subrayó Giménez.
Durante el encuentro de 3 días, se pretenden destacar los logros y desafíos, y ampliar el debate público sobre los aprendizajes del dialogo político en la REAF. Foto: Gentileza
La REAF es un espacio de encuentro entre productores familiares, organizaciones e instituciones rurales de la región, con el objetivo de generar un marco de políticas públicas regionales para este importante segmento de la economía que es la agricultura familiar.
Durante este encuentro de tres días se pretenden destacar los logros y desafíos, a más de ampliar el debate público sobre los aprendizajes del diálogo político en la REAF, como mecanismo de integración regional y fortalecimiento de la agricultura familiar en el Mercosur, así como la institucionalidad, marcos normativos y políticas públicas diferenciadas para este sector.
El programa de actividades para el primer día se inició con la presentación de antecedentes de la REAF Mercosur, mediante un informe REAF/FAO, de la mano de los referentes que participaron en la construcción de la organización. En un segundo bloque se abordaron las Políticas Públicas, Organizaciones de la AF y Cooperación Internacional.
Para la segunda jornada del día miércoles se llevará a cabo el conversatorio “Mercados tradicionales, ferias libres y políticas públicas para la AFC”. El propósito de este espacio de diálogo es dejar por sentado las iniciativas de modernización impulsadas por los mercados tradicionales de alimentos y experiencias relacionadas con la participación de la AFCI en los diferentes circuitos de comercialización.
Asimismo, se busca destacar la contribución a la seguridad alimentaria, al acceso de alimentos frescos y a la nutrición de la población, a la generación de ingresos, el ahorro familiar y al empoderamiento de las mujeres y jóvenes rurales. También el acceso a productos de la agroecología, la formalización, marcos normativos y políticas públicas diferenciadas que respaldan estos mercados.
La REAF es reconocida como uno de los espacios más dinámicos del proceso de integración regional, que se convirtió en un ámbito de discusión y generación de políticas, de integración solidaria y participativa, que aproxima a las poblaciones rurales para superar las asimetrías a partir del diálogo político entre representantes de los gobiernos y de la sociedad civil.
Debatirán políticas públicas para la agricultura familiar en reunión regional
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Nuestro país será sede de la XL Reunión Especializada de la Agricultura Familiar del Mercosur (REAF-Mercosur) en la cual se socializarán y debatirán las diferentes políticas públicas direccionadas a la agricultura familiar local así como a nivel regional.
La viceministra de Agricultura, Rossana Ayala, manifestó que Paraguay, impulsado por los avances de la organización, hoy se encuentra en la construcción del Plan Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena, con la participación de los actores principales del sector.
Además, actualmente llevan adelante la presidencia Pro Témpore de la REAF-Mercosur. “Nuestro compromiso es doblemente mayor e importante, no solo con la construcción del plan sino con todas las acciones que podamos realizar para dar visibilidad y protagonismo a nuestra agricultura familiar campesina e indígena”, mencionó a los medios de prensa.
Desde la FAO en Paraguay destacaron la importancia del evento al considerar que fortalece al rubro, porque el suministro de alimentos se constituye en un sistema complejo. “Implica a las familias productoras y los sistemas agroalimentarios que incluyen el suelo, agua y otros insumos productivos como el transporte, la comercialización, la transformación e industria, y los consumidores”, explicó el representante en Paraguay, Iván León.
La reunión se realizará desde el 18 al 20 de junio de este año, mientras que la apertura está prevista para el martes a las 8:30, en el salón auditorio “Luis H. Berganza” de la Dirección de Extensión Universitaria del Campus de la UNA con autoridades y representantes de organizaciones de la agricultura familiar.
El encuentro entre productores será un ámbito de discusión y generación de políticas, de integración solidaria y participativa, a fin de aproximar a las poblaciones rurales para superar las asimetrías a partir del diálogo político entre representantes de los gobiernos y de la sociedad, puntualizaron.
Agricultura Familiar: Pilar estratégico en tiempos de crisis globales
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Luiz Beduschi
Oficial Principal de Políticas en Desarrollo Territorial de la FAO
Las crisis sanitarias, económicas, climáticas, políticas y humanitarias recientes han generado una atmósfera de incertidumbre global. En este complejo y cambiante escenario, la Agricultura Familiar se erige como un sector esencial para enfrentar los desafíos emergentes. La inseguridad alimentaria y el costo de una dieta saludable han alcanzado niveles alarmantes, mientras que el cambio climático impone una presión sin precedentes sobre los sistemas agroalimentarios.
Por un lado, es en la Agricultura Familiar donde los efectos de estos escenarios extremos se sienten de manera más acentuada, profundizando las desigualdades estructurales que impactan la capacidad de acceder a mejores condiciones productivas y sociales. Sin embargo, para avanzar en una agenda de transformación rural inclusiva y resiliente, resulta prioritario resaltar el papel de la Agricultura Familiar como agente clave en este proceso, por su capacidad de producir alimentos saludables y nutritivos, de la mano con prácticas que valoran la biodiversidad y los conocimientos ancestrales en los territorios.
Reconociendo este contexto, la Asamblea General de Naciones Unidas, reconoció el período entre 2019 y 2028 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar, representando una oportunidad única de avanzar en la construcción de políticas diferenciadas para el sector por medio del diálogo y de la participación.
Luiz Beduschi, Oficial Principal de Políticas en Desarrollo Territorial de la FAO. Foto: Gentileza.
La aprobación del Decenio posiciona la Agricultura Familiar en el más alto nivel en las agendas de desarrollo y nuestro deber es seguir apoyando y fomentando acciones en favor del sector; y para apoyar su implementación, se ha elaborado un Plan de Acción Mundial del Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar, que tiene por meta acelerar las medidas tomadas de manera colectiva, coherente e integral para apoyar a los agricultores familiares.
Con base en este Plan, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proporciona orientación detallada a los gobiernos nacionales y locales, parlamentos, instituciones académicas, sector privado y organizaciones de agricultores y productores, para poner en marcha planes nacionales, donde hemos visto avances importantes, lo que permite orientar esfuerzos hacia la implementación de acciones para el sector y contribuir para la consecución de los objetivos planteados por el Plan de Acción Global del Decenio.
Desde la FAO, venimos trabajando mano de la mano con los países de nuestra región para apoyar en el diseño e implementación de políticas públicas diferenciadas hacia la Agricultura Familiar, orientando inversiones que se adecuen a las necesidades y realidades de los agricultores y las agricultoras familiares, y dinamizando el tejido socioeconómico en los países. Este esfuerzo demanda fomentar mecanismos de cooperación y diálogo, que permitan circular innovaciones y soluciones que tenemos en diferentes contextos, y establecer una agenda conjunta entre los países que identifique prioridades para la acción.
Para eso hemos desarrollado nuestra Plataforma Técnica Regional de Agricultura Familiar, un espacio que tiene por objetivo fortalecer capacidades y compartir el conocimiento existente en temas relacionados a la agenda de Agricultura Familiar. En este espacio se pone a la disposición series de intercambios técnicos, diálogos de saberes y cursos virtuales que conectan los tomadores de decisión, agricultoras/es familiares con lo que hay de avances en las herramientas y políticas para el sector.
También en el marco de la implementación del Decenio de Agricultura Familiar, es importante destacar iniciativas que buscan coordinar esfuerzos por medio del diálogo y de la cooperación. En este marco, espacios como la Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del MERCOSUR (REAF/MERCOSUR), que cumple 20 años de funcionamiento y tendrá su 40ª edición en Asunción, entre los días 18 y 20 de junio, son ejemplos de cómo es posible construir políticas diferenciadas para la Agricultura Familiar por medio del diálogo y la coordinación institucional en todos los niveles, reconociendo la multidimensionalidad del sector y sus contribuciones al desarrollo sostenible.
A lo largo de dos décadas, la REAF/MERCOSUR ha sido un espacio de innovación en políticas públicas y que tuvo un papel clave en visibilizar el papel de la Agricultura Familiar en los países de la región. Desde su creación, el espacio se ha institucionalizado como un canal de diálogo formal entre representantes de gobierno y de las organizaciones de la Agricultura Familiar, y que permite avanzar de manera consensuada en caminos para el fortalecimiento del sector.
En este proceso, se ha fomentado por medio de recomendaciones y decisiones del bloque, la construcción de políticas que reconozcan el sector y posicionen de manera clara las necesidades existentes entre las mujeres rurales, jóvenes rurales, así como hacer frente a los desafíos para mejorar las condiciones de acceso a recursos naturales. De igual manera, se reconoció el rol de las políticas de fomento productivo, lo que permitió avanzar en una agenda que conecte las/os agricultores familiares a los mercados, fomentando instrumentos como las compras públicas, programas de Alimentación Escolar y las ferias libres.
Pero ninguno de esos avances sería posible sin una de las grandes innovaciones producidas por la REAF, que fue la orientación hacia el desarrollo de sistemas de registros de la Agricultura Familiar. Como fue mencionado, es fundamental que los países puedan desarrollar e implementar acciones diferenciadas que permitan fortalecer el sector, focalizando acciones que fomenten la capacidad productiva y de innovación de la Agricultura Familiar, así como garantizar las condiciones necesarias para su inclusión social y política. Una de las herramientas más importantes en este contexto son los Registros de Agricultura Familiar, que, al permitir el reconocimiento de las y los agricultores familiares, conecta las estrategias de trabajo de los gobiernos nacionales con las verdaderas necesidades del sector, para articular políticas públicas diferenciadas, eficientes y pertinentes que permitan atender las necesidades y desafíos que enfrenta el sector de manera integral.
La experiencia muestra que poner en marcha un sistema de Registro de Agricultura Familiar conlleva a enfrentarse a una serie de desafíos, que van desde la construcción de acuerdos políticos, hasta el desarrollo tecnológico y la implementación de la herramienta.
En América Latina y Caribe, la experiencia de la REAF/MERCOSUR ha posibilitado el desarrollo de un marco común que orienta acerca de los criterios mínimos para la caracterización del sector, lo que orientó el desarrollo de las herramientas de registros de países como Brasil y Uruguay, que han facilitado la adopción de políticas de crédito para el sector, así como vinculación de mecanismos de compras institucionales y otras estrategias que facilitan el acceso de la Agricultura Familiar a nuevos mercados.
Para seguir avanzando en el desarrollo de los Registros y en la implementación de políticas diferenciadas para la Agricultura Familiar se hace fundamental seguir fomentando y ampliando los espacios de diálogo y cooperación entre los países.
Como se indicó anteriormente, solo por medio del intercambio de experiencias y de la circulación de las buenas prácticas existentes es que se puede facilitar la adopción de nuevas herramientas y políticas que se conectan con la necesidad de la Agricultura Familiar y con el compromiso de la región por avanzar hacia el fortalecimiento del sector.
Aún quedan muchos desafíos pendientes para que podamos lograr una vida mejor para las personas de nuestra región.
Desde la FAO, tenemos la convicción de que la Agricultura Familiar requiere fortalecer su presencia en la agenda política, en la implementación de las políticas públicas, con presupuesto y acciones concretas, que trasciendan lo declarativo. Para esto, creemos que es por medio de la acción colectiva y la cooperación entre los países que lograremos avanzar en una agenda transformadora, que visibilice, reconozca y potencie los aportes de la Agricultura Familiar para lograr el desarrollo sostenible e inclusivo de nuestras sociedades, sin dejar a nadie atrás.