Pese a que las exportaciones de soja tuvieron un aumento en volumen con relación al primer cuatrimestre del año pasado, el ingreso de divisas por el grano se vio afectado por la baja en las cotizaciones internacionales, según informó la asesora de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Sonia Tomassone.
Indicó que el precio promedio de la soja a abril del 2023 se situaba en los USD 552 por tonelada, pero en el primer cuatrimestre de este 2024 la media alcanzó los USD 390 por tonelada, unos USD 162 menos por tonelada. Agregó que otro problema que sigue percibiendo el sector es la ralentización de los envíos a causa de los problemas logísticos.
De acuerdo al comparativo, de enero a abril de este año se registraron USD 1.336 millones, mientras que durante el mismo periodo del año anterior las divisas generaron USD 1.480 millones, una caída de 9,7 % debido a la variación de 144 millones.
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Hasta abril fueron exportadas 3.423.550 millones de toneladas de soja, y al mes del año pasado se habían embarcado 2.679.957 millones de toneladas, lo cual arrojó un incremento de 743.993 toneladas. La asesora indicó que los envíos de los derivados de la soja (aceite y pellets) aumentaron tanto en volumen como en valor, traduciéndose esto en una mayor industrialización.
Se enviaron al exterior 190.091 toneladas de aceite, unas 63.730 toneladas más, teniendo en cuenta que en el 2023 se dio la salida de 126.861 toneladas. Los pellets fueron embarcados en 645.334 toneladas versus las 401.534 toneladas del primer cuatrimestre del año anterior.
En cuanto a los destinos del complejo soja, Argentina se posicionó como el principal comprador, absorbiendo el 78 % del total exportado. Brasil le siguió con el 11 %, Rusia con el 1 % y en menor volumen Perú, Estados Unidos, Chile y Corea del Sur.
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Peaje de Hidrovía Paraná-Paraguay aumenta 40%
Argentina elevó el peaje de la Hidrovía Paraná-Paraguay, que es clave para la salida de buques de carga de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay hacia el Atlántico, como resultado de una revisión tarifaria que considera “justa y razonable”, refiere el portal argentino Infobae.
La publicación refiere que la revisión del cuadro tarifario y la propuesta de aumento del peaje fue realizada por la Administración General de Puertos (AGP) Sociedad del Estado, y que a partir de una disposición de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, la tarifa básica para el transporte internacional aumentó a 4,3 dólares por tonelada de registro neto (TRN).
En la misma línea, el tráfico de cabotaje subió a 824,8 pesos (0,83 dólares) por TRN, que será ajustada en forma automática por el índice de precios al consumidor (IPC) trimestralmente.
Esto, en búsqueda del equilibrio económico, el saldo de la deuda y la realización de mejoras de profundización y mantenimiento extra bajo una serie de premisas de ingresos y egresos proyectados.
Licitación pendiente
El medio argentino precisa que la concesión de la hidrovía estuvo por 25 años en manos de un consorcio privado integrado por la firma belga Jan de Nul y la argentina Emepa, hasta que en septiembre de 2021, tras caducar el contrato, se hizo cargo el Estado argentino, por medio de la AGP.
La AGP mantiene el actual nivel de prestación del servicio y cobra el peaje hasta que tomen posesión los adjudicatarios de la licitación internacional, que está prevista para el año próximo, y, mientras tanto, según indicó en la norma, tiene por objetivo “mantener el nivel tarifario acorde al costo del servicio”.
En agosto pasado, el Ejecutivo delegó en la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, dependiente del Ministerio de Economía, la facultad de efectuar el llamado y adjudicación de la licitación pública nacional e internacional por el régimen de concesión por peaje de la Vía Navegable Troncal (VNT), más conocida como Hidrovía Paraná-Paraguay.
La vía a entregar en concesión va desde el kilómetro 1.238 del río Paraná, en su confluencia con el río Paraguay, hasta la zona de aguas profundas naturales en el Río de la Plata exterior.
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Vía clave
La Hidrovía Paraná-Paraguay es la salida al Atlántico del 80% de las exportaciones argentinas y por donde transitan cargas provenientes de Brasil, Bolivia, Uruguay y Paraguay, países que en 1992 firmaron un acuerdo para facilitar la navegación y el transporte comercial en la vía.
El Ministerio de Economía argentino, a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables, organizó una mesa de trabajo con representantes de puertos clave y actores de la Hidrovía Paraguay-Paraná, que tuvo su primera reunión el pasado 30 de agosto. El objetivo es consolidar una propuesta que contemple las necesidades en logística e infraestructura, potenciando la capacidad operativa de la hidrovía y garantizando su sostenibilidad a largo plazo, concluye Infobae.
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Campaña agrícola 2024/2025 muestra altas expectativas
La siembra y germinación de cultivos en la región Oriental de Paraguay avanza con optimismo, a pesar de los desafíos que enfrentan los agricultores en la actual campaña agrícola 2024/2025. Los productores rurales, particularmente las familias campesinas, se esfuerzan por obtener rendimientos que no solo cubran los costos de inversión, sino que también generen ganancias en un contexto de fluctuaciones climáticas e incertidumbre en los precios internacionales.
El objetivo principal es mantener un equilibrio entre los costos de producción y los ingresos, mientras se gestionan las presiones del mercado global. La situación no es sencilla, pero la resiliencia del sector sigue siendo un pilar para la economía nacional.
La calidad de las semillas y el desarrollo de los cultivos son aspectos claves que mantienen el optimismo entre los productores. En zonas como Caaguazú, Alto Paraná y otras regiones productivas, los agricultores trabajan arduamente para cumplir con los plazos establecidos en el ciclo de siembra y cosecha. Aunque las condiciones climáticas pueden variar, lo que trae cierta incertidumbre, las expectativas son positivas en cuanto a la productividad.
David Bakes, productor en Mbaracayú, Alto Paraná Norte, subrayó que los rendimientos esperados deben alcanzar entre 2.500 y 3.000 kilogramos por hectárea para cubrir los costos de producción y generar al menos un “empate técnico”, es decir, evitar pérdidas financieras. Este rendimiento es crucial, especialmente para aquellos agricultores que alquilan sus tierras y dependen de una mayor producción para poder solventar sus gastos.
“Todos tenemos gastos asociados a insumos y la gestión de comercialización. Pero hay una diferencia entre los productores que son propietarios de sus campos y los que alquilan. Estos últimos necesitan un mayor volumen de producción para alcanzar el mismo nivel de rentabilidad”, explicó Bakes.
Realidades distintas según la región
La presión de los precios internacionales a la baja ha afectado las expectativas de ganancia en varias zonas productivas del país. Según Aurio Frighetto, productor en el departamento de Caaguazú, la situación actual no permite esperar ganancias significativas. “Esperar grandes márgenes de ganancia es complicado en este contexto. Sin embargo, los agricultores siempre mantienen una visión optimista, esperando que las condiciones sean favorables”, expresó.
Frighetto también señaló que la mayor preocupación para los productores sigue siendo el clima. Las variaciones climáticas, como lluvias irregulares o sequías prolongadas, podrían impactar directamente en el desarrollo de los cultivos, especialmente en variedades de ciclo corto. “El problema radica en que si las condiciones climáticas no son las adecuadas, la cosecha podría prolongarse, afectando no solo el tiempo, sino también la calidad del producto”, añadió.
La incertidumbre en torno a las condiciones climáticas es un factor constante para los productores, quienes deben evaluar diariamente el estado de sus cultivos y aplicar medidas de protección. A pesar de estos desafíos, los agricultores mantienen su compromiso con el trabajo en el campo, con la esperanza de que la cosecha rinda los frutos necesarios para mantener la estabilidad económica de sus familias.
Impacto de los precios internacionales y la exportación de soja
Otro aspecto que incide en las expectativas de los agricultores es la caída en los precios internacionales. A pesar del aumento en los volúmenes de exportación, los precios bajos en el mercado global limitan los ingresos que genera el sector agrícola para el país.
En la campaña de soja 2023/2024, hasta agosto de 2023, Paraguay exportó un total de 6,8 millones de toneladas de granos de soja, un aumento del 46% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En términos de valor, las exportaciones alcanzaron los 2.731 millones de dólares, un 6,7% más que en 2023. Esta cifra representa un récord histórico en volumen para el país, superando los 6,5 millones de toneladas exportadas en campañas anteriores, según datos de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Sin embargo, la caída en los precios internacionales ha limitado los ingresos que el país obtiene por estas exportaciones, lo que genera preocupación entre los productores. Aunque los volúmenes exportados han crecido significativamente, los agricultores no ven reflejado este aumento en sus ingresos debido a los bajos precios que rigen el mercado.
Optimismo cauteloso en el campo
A pesar de la incertidumbre económica y climática, el optimismo sigue siendo una característica central entre los agricultores paraguayos. Desde su perspectiva, la siembra y la cosecha son ciclos que, aunque inciertos, siempre traen consigo la esperanza de buenos resultados.
Dionisio Hildebrand, productor de Caaguazú, expresó que, aunque existe temor por los precios a la baja, los agricultores siguen adelante con su trabajo en el campo. “Cubriremos toda el área y trabajaremos para obtener buenos resultados. Esperamos que todo salga bien, como siempre lo hemos hecho”, comentó Hildebrand.
El enfoque sigue siendo alcanzar un rendimiento que permita a los agricultores cumplir con sus compromisos financieros, pagar deudas y generar algún tipo de beneficio económico para sus familias. Las expectativas para la campaña 2024/2025 son altas, pero también están marcadas por la necesidad de adaptarse a las circunstancias que el clima y el mercado imponen.
La agricultura sigue siendo uno de los sectores más dinámicos y fundamentales para la economía paraguaya. Sin embargo, la sostenibilidad de este sector dependerá en gran medida de la capacidad de los productores para adaptarse a las fluctuaciones del mercado y las condiciones climáticas. En este sentido, la incorporación de tecnologías agrícolas que ayuden a mitigar el impacto del clima, como la irrigación eficiente o el uso de semillas más resistentes, será clave para el éxito a largo plazo.
Las expectativas de éxito están, como siempre, ligadas a la resiliencia de los agricultores, quienes continúan trabajando con esfuerzo y dedicación, incluso en tiempos inciertos.
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Avanza nueva campaña sojera, pero preocupa la falta de lluvias
Las altas temperaturas no afectan a la nueva campaña sojera 2024/25 que ya inició en todos los departamentos, según indicaron desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP). El sector agrícola permanecerá atento ante la falta de lluvias, que podría complicar el avance de los cultivos.
Así lo indicó Héctor Cristaldo, presidente del gremio, en comunicación con La Nación/Nación Media, señalando que por ahora la zafra actual no está siendo afectada. También se está sembrando maíz, arroz y cultivos de primavera-verano.
“Siempre que haga calor no le daña tanto a la planta, sí la evapotranspiración, es decir, cuando empieza a perder humedad y no se repone con lluvias”, remarcó. Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas de soja, entre la zafra y la zafriña.
“Tuvimos buenas lluvias la semana pasada, pero distribuidas muy localmente, no fue general. Hay lugares donde llovió muy bien y otros donde llovió menos, pero se está sembrando a full ya ahora”, explicó. El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía prolongada en la zona.
Panorama desafiante
Cristaldo afirmó que en los lugares donde las precipitaciones alcanzaron 5 mm o 10 mm los agricultores todavía se mantienen cautelosos. “El panorama actual es muy desafiante, se habla de una Niña (con déficit de lluvias), pero si es débil nos permite producir razonablemente bien, todo depende de la distribución más que nada”, aseguró. Escalonar las siembras y manejar las coberturas de las parcelas serán dos factores importantes.
Al mismo tiempo, el sector sigue con preocupación sobre la cotización de la soja, pues el mercado se encuentra deprimido y los números están muy ajustados, a esto se le suma la bajante del río que encarece los costos de las movilizaciones. Ayer viernes, la Bolsa de Chicago cerró con USD 372 por tonelada, una caída del 0,28 % respecto al día anterior.
Datos claves
- La nueva campaña sojera 2024/25 ya inició en todos los departamentos del país.
- El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía.
- Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas.
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IPTA, con exclusiva titularidad de 6 variedades de la soja
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) culminó la cooperación para el Programa de Fortalecimiento de la Investigación de Soja y cedió a favor del Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola (IPTA) la titularidad de las seis variedades de Sojapar y el germoplasma para la generación de futuras variedades nacionales.
Así lo indicaron en un comunicado en el cual señalaron que el IPTA ejercerá la exclusiva titularidad de la marca de soja y del conjunto de genes en proceso de mejoramiento y selección. Por otra parte, el Inbio dejará de realizar cualquier gestión relativa a la producción y comercialización de semillas de las variedades desde la zafra 2024-2025 en adelante.
Producto del trabajo se generaron las seis variedades del cereal que circula bajo la denominación de Sojapar, más todo el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección, que representan en torno de 1.800 líneas para generar futuras variedades, las cuales se encuentran en posesión y custodia del IPTA.
“Se ha comunicado a las autoridades nacionales competentes que el Inbio ha resuelto ceder sin contraprestación monetaria la parte proporcional de la propiedad que le corresponde sobre el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección generado durante los 11 años de cooperación interinstitucional”, explicaron en la misiva.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el vicepresidente del Inbio, Héctor Cristaldo, manifestó que este es un aporte importante en la investigación pública con el aporte genético por parte de los técnicos paraguayos. “Ya queda a cargo del IPTA seguir trabajando en las líneas, queda mucho material para trabajar y seguir produciendo variedades, además de la gestión comercial”, destacó.