El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) alista su jornada de demostración de los avances alcanzados en el mejoramiento de la soja y sus variedades a través de la implementación de la tecnología, investigación y la asistencia con capacitación a los productores. La actividad se realizará el próximo 8 de febrero, en el Parque Tecnológico del Inbio - Inbiotec.
Dicho espacio se encuentra en la Colonia Santo Domingo de Encarnación, en el departamento de Itapúa, instalada para ser un centro de referencia en investigación y desarrollo. Desde el instituto, hicieron extensiva la invitación para ser parte de la actividad, en la que se mostrarán todas las variedades sojapar con que se cuenta y se comercializa, disponibles para el productor.
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Variedades obtenidas
La jornada en el Inbiotec será propicia para exponer los primeros ensayos de las líneas avanzadas y las nuevas variedades como genes apilados de resistencia a enfermedades, tecnologías HB4, entre otros más. El objetivo de la jornada es demostrar los avances en el fortalecimiento e investigación de la soja a través de las mejoras logradas, que se lleva a cabo por medio del proyecto de cooperación interinstitucional entre el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (Ipta) y el Inbio.
El Inbio es una asociación civil sin fines de lucro, creada con el propósito de impulsar el desarrollo de la biotecnología nacional, promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología, y su incorporación adecuada en la producción nacional.
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Campaña agrícola 2024/2025 muestra altas expectativas
La siembra y germinación de cultivos en la región Oriental de Paraguay avanza con optimismo, a pesar de los desafíos que enfrentan los agricultores en la actual campaña agrícola 2024/2025. Los productores rurales, particularmente las familias campesinas, se esfuerzan por obtener rendimientos que no solo cubran los costos de inversión, sino que también generen ganancias en un contexto de fluctuaciones climáticas e incertidumbre en los precios internacionales.
El objetivo principal es mantener un equilibrio entre los costos de producción y los ingresos, mientras se gestionan las presiones del mercado global. La situación no es sencilla, pero la resiliencia del sector sigue siendo un pilar para la economía nacional.
La calidad de las semillas y el desarrollo de los cultivos son aspectos claves que mantienen el optimismo entre los productores. En zonas como Caaguazú, Alto Paraná y otras regiones productivas, los agricultores trabajan arduamente para cumplir con los plazos establecidos en el ciclo de siembra y cosecha. Aunque las condiciones climáticas pueden variar, lo que trae cierta incertidumbre, las expectativas son positivas en cuanto a la productividad.
David Bakes, productor en Mbaracayú, Alto Paraná Norte, subrayó que los rendimientos esperados deben alcanzar entre 2.500 y 3.000 kilogramos por hectárea para cubrir los costos de producción y generar al menos un “empate técnico”, es decir, evitar pérdidas financieras. Este rendimiento es crucial, especialmente para aquellos agricultores que alquilan sus tierras y dependen de una mayor producción para poder solventar sus gastos.
“Todos tenemos gastos asociados a insumos y la gestión de comercialización. Pero hay una diferencia entre los productores que son propietarios de sus campos y los que alquilan. Estos últimos necesitan un mayor volumen de producción para alcanzar el mismo nivel de rentabilidad”, explicó Bakes.
Realidades distintas según la región
La presión de los precios internacionales a la baja ha afectado las expectativas de ganancia en varias zonas productivas del país. Según Aurio Frighetto, productor en el departamento de Caaguazú, la situación actual no permite esperar ganancias significativas. “Esperar grandes márgenes de ganancia es complicado en este contexto. Sin embargo, los agricultores siempre mantienen una visión optimista, esperando que las condiciones sean favorables”, expresó.
Frighetto también señaló que la mayor preocupación para los productores sigue siendo el clima. Las variaciones climáticas, como lluvias irregulares o sequías prolongadas, podrían impactar directamente en el desarrollo de los cultivos, especialmente en variedades de ciclo corto. “El problema radica en que si las condiciones climáticas no son las adecuadas, la cosecha podría prolongarse, afectando no solo el tiempo, sino también la calidad del producto”, añadió.
La incertidumbre en torno a las condiciones climáticas es un factor constante para los productores, quienes deben evaluar diariamente el estado de sus cultivos y aplicar medidas de protección. A pesar de estos desafíos, los agricultores mantienen su compromiso con el trabajo en el campo, con la esperanza de que la cosecha rinda los frutos necesarios para mantener la estabilidad económica de sus familias.
Impacto de los precios internacionales y la exportación de soja
Otro aspecto que incide en las expectativas de los agricultores es la caída en los precios internacionales. A pesar del aumento en los volúmenes de exportación, los precios bajos en el mercado global limitan los ingresos que genera el sector agrícola para el país.
En la campaña de soja 2023/2024, hasta agosto de 2023, Paraguay exportó un total de 6,8 millones de toneladas de granos de soja, un aumento del 46% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En términos de valor, las exportaciones alcanzaron los 2.731 millones de dólares, un 6,7% más que en 2023. Esta cifra representa un récord histórico en volumen para el país, superando los 6,5 millones de toneladas exportadas en campañas anteriores, según datos de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Sin embargo, la caída en los precios internacionales ha limitado los ingresos que el país obtiene por estas exportaciones, lo que genera preocupación entre los productores. Aunque los volúmenes exportados han crecido significativamente, los agricultores no ven reflejado este aumento en sus ingresos debido a los bajos precios que rigen el mercado.
Optimismo cauteloso en el campo
A pesar de la incertidumbre económica y climática, el optimismo sigue siendo una característica central entre los agricultores paraguayos. Desde su perspectiva, la siembra y la cosecha son ciclos que, aunque inciertos, siempre traen consigo la esperanza de buenos resultados.
Dionisio Hildebrand, productor de Caaguazú, expresó que, aunque existe temor por los precios a la baja, los agricultores siguen adelante con su trabajo en el campo. “Cubriremos toda el área y trabajaremos para obtener buenos resultados. Esperamos que todo salga bien, como siempre lo hemos hecho”, comentó Hildebrand.
El enfoque sigue siendo alcanzar un rendimiento que permita a los agricultores cumplir con sus compromisos financieros, pagar deudas y generar algún tipo de beneficio económico para sus familias. Las expectativas para la campaña 2024/2025 son altas, pero también están marcadas por la necesidad de adaptarse a las circunstancias que el clima y el mercado imponen.
La agricultura sigue siendo uno de los sectores más dinámicos y fundamentales para la economía paraguaya. Sin embargo, la sostenibilidad de este sector dependerá en gran medida de la capacidad de los productores para adaptarse a las fluctuaciones del mercado y las condiciones climáticas. En este sentido, la incorporación de tecnologías agrícolas que ayuden a mitigar el impacto del clima, como la irrigación eficiente o el uso de semillas más resistentes, será clave para el éxito a largo plazo.
Las expectativas de éxito están, como siempre, ligadas a la resiliencia de los agricultores, quienes continúan trabajando con esfuerzo y dedicación, incluso en tiempos inciertos.
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Presentaron avances para recopilar sugerencias sobre el Ingei
Recientemente se llevó a cabo una reunión técnica entre instituciones públicas y privadas, para conversar acerca de la elaboración del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (Ingei) del sector agrícola y ganadero paraguayo.
Concretamente, el encuentro desarrollado en el Salón Auditorio del Consorcio de Ganaderos para la Experimentación Agropecuaria (CEA), sirvió para presentar los avances, así como recopilar las sugerencias y los comentarios que pudieran sumarse.
Participaron de la revisión además del CEA, representes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), el Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA), el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Viceministerio de Ganadería (VMG) y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades).
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Espacio de relevancia
Se tiene previsto reportar en diciembre de 2024, a fin de dar cumplimiento a los compromisos climáticos internacionales, por lo que la reunión tuvo como objetivo mostrar los datos disponibles a la fecha para la estimación en el Nivel 2 de la categoría fermentación entérica del Sector Agricultura y Ganadería del INGEI 1990-2021 de Paraguay.
Los involucrados explican que el Nivel 2 tiene un enfoque más preciso, con valores específicos de país o región para los valores predeterminados generales; así también, contiene datos de actividad más desglosados e incertidumbres relativamente menores.
Los referentes remarcaron que este espacio de consulta técnica es muy relevante, porque ayuda a contribuir a la robustez metodológica del Ingei de Paraguay, con el fin de que los resultados representen la circunstancia del país. Esto, teniendo en cuenta el desarrollo sostenible en sus tres aristas principales que son medioambiente, sociedad y economía.
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Avanza nueva campaña sojera, pero preocupa la falta de lluvias
Las altas temperaturas no afectan a la nueva campaña sojera 2024/25 que ya inició en todos los departamentos, según indicaron desde la Unión de Gremios de la Producción (UGP). El sector agrícola permanecerá atento ante la falta de lluvias, que podría complicar el avance de los cultivos.
Así lo indicó Héctor Cristaldo, presidente del gremio, en comunicación con La Nación/Nación Media, señalando que por ahora la zafra actual no está siendo afectada. También se está sembrando maíz, arroz y cultivos de primavera-verano.
“Siempre que haga calor no le daña tanto a la planta, sí la evapotranspiración, es decir, cuando empieza a perder humedad y no se repone con lluvias”, remarcó. Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas de soja, entre la zafra y la zafriña.
“Tuvimos buenas lluvias la semana pasada, pero distribuidas muy localmente, no fue general. Hay lugares donde llovió muy bien y otros donde llovió menos, pero se está sembrando a full ya ahora”, explicó. El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía prolongada en la zona.
Panorama desafiante
Cristaldo afirmó que en los lugares donde las precipitaciones alcanzaron 5 mm o 10 mm los agricultores todavía se mantienen cautelosos. “El panorama actual es muy desafiante, se habla de una Niña (con déficit de lluvias), pero si es débil nos permite producir razonablemente bien, todo depende de la distribución más que nada”, aseguró. Escalonar las siembras y manejar las coberturas de las parcelas serán dos factores importantes.
Al mismo tiempo, el sector sigue con preocupación sobre la cotización de la soja, pues el mercado se encuentra deprimido y los números están muy ajustados, a esto se le suma la bajante del río que encarece los costos de las movilizaciones. Ayer viernes, la Bolsa de Chicago cerró con USD 372 por tonelada, una caída del 0,28 % respecto al día anterior.
Datos claves
- La nueva campaña sojera 2024/25 ya inició en todos los departamentos del país.
- El Chaco paraguayo sigue siendo el punto más afectado por la sequía.
- Las proyecciones para la campaña 2024/25 indican una producción de 10,5 millones de toneladas.
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IPTA, con exclusiva titularidad de 6 variedades de la soja
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) culminó la cooperación para el Programa de Fortalecimiento de la Investigación de Soja y cedió a favor del Instituto Paraguayo de Tecnología Agrícola (IPTA) la titularidad de las seis variedades de Sojapar y el germoplasma para la generación de futuras variedades nacionales.
Así lo indicaron en un comunicado en el cual señalaron que el IPTA ejercerá la exclusiva titularidad de la marca de soja y del conjunto de genes en proceso de mejoramiento y selección. Por otra parte, el Inbio dejará de realizar cualquier gestión relativa a la producción y comercialización de semillas de las variedades desde la zafra 2024-2025 en adelante.
Producto del trabajo se generaron las seis variedades del cereal que circula bajo la denominación de Sojapar, más todo el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección, que representan en torno de 1.800 líneas para generar futuras variedades, las cuales se encuentran en posesión y custodia del IPTA.
“Se ha comunicado a las autoridades nacionales competentes que el Inbio ha resuelto ceder sin contraprestación monetaria la parte proporcional de la propiedad que le corresponde sobre el germoplasma en proceso de mejoramiento y selección generado durante los 11 años de cooperación interinstitucional”, explicaron en la misiva.
En comunicación con La Nación/Nación Media, el vicepresidente del Inbio, Héctor Cristaldo, manifestó que este es un aporte importante en la investigación pública con el aporte genético por parte de los técnicos paraguayos. “Ya queda a cargo del IPTA seguir trabajando en las líneas, queda mucho material para trabajar y seguir produciendo variedades, además de la gestión comercial”, destacó.