Las exportaciones de las industrias asociadas a la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) en el mes de noviembre alcanzaron una participación del 59 % de todo el volumen exportado de productos del complejo soja, según informaron desde el gremio en su nuevo boletín correspondiente al penúltimo mes del 2023.
“Este porcentaje es igual al que se había conseguido al cierre del mes de octubre, pero presenta un crecimiento de 2 puntos porcentuales frente a lo conseguido al undécimo mes del año pasado”, mencionaron. Sin embargo, enfatizaron que la participación en los envíos de soja en estado natural aumentó este año, debido a la falta de condiciones para competir en igualdad de condiciones con las fábricas de otros países que se abastecen de nuestras materias primas agrícolas nacionales.
Las exportaciones de aceite, harina y cascarilla de soja llegaron a 2,27 millones de toneladas en total, un incremento del 40 % comparando con el mismo lapso anterior. “Esta es una variación que debe ser analizada considerando que el 2022 fue el peor año de la historia de la industria aceitera”, recordaron y aseguraron que el aumento fue finalmente bajo.
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El procesamiento acumulado de soja en el mes de noviembre estuvo ubicado por debajo de los 2,8 millones de toneladas y la expectativa para los números del cierre de año es apenas un poco por encima de ese valor, lo que representaría una subutilización de la capacidad instalada superior a los 1,3 millones de toneladas, acotaron.
Aseguraron que para retomar una senda positiva que permita consolidar a las industrias ya instaladas y dar buenas posibilidades para que se sigan instalando otras es importante crear políticas públicas que permitan competir en igualdad de condiciones. “Es permitir que un mayor porcentaje de la producción nacional pueda ser transformada en productos de mayor valor agregado antes de ser enviados al mundo para cubrir las necesidades de alimentación y energía que tiene el mundo”, indicaron.
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Cappro apunta a agregar valor industrial a alimentos
El Paraguay del futuro debe continuar la estrategia de consolidarse como productor mundial de alimentos, pero como uno inteligente que se desarrolla y agrega el valor industrial dentro de sus fronteras, según expuso la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) ante técnicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), por sus siglas en inglés.
En un conversatorio técnico, explicaron que la industria de la molienda de soja es un proceso crítico para el desarrollo de la industria alimenticia y la de biocombustibles, sectores donde Paraguay puede diferenciarse agregando valor, incorporando además mano de obra local que requiere mayor especialización.
“A nivel productivo, si bien se están realizando estudios para intentar realizar agricultura en zonas marginales, Paraguay ha encontrado límites en la expansión de su frontera agrícola. Sin embargo, a nivel industrial, es donde Paraguay tiene aún mucho por crecer”, expresó el presidente de la Cappro, Antonio Iati, asegurando que esto es posible con la implementación de algunas medidas concretas por parte del Estado que busquen aumentar la competitividad del sector.
En ese sentido, recordó que las industrias aceiteras son las únicas que no tienen derecho a la devolución del crédito fiscal del IVA cuando exportan productos industrializados, lo cual se convierte en un costo elevado dejándolas fuera de competencia en el mercado internacional.
Añadió que Paraguay es el único país productor de soja en el mundo que no tiene políticas activas en favor de la industrialización dentro de su territorio. Y con los cambios en las reglas e inequidad fiscal se resta competitividad al sector.
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Cappro: apuntan a agregar valor industrial a los alimentos dentro de Paraguay
El Paraguay del futuro debe continuar la estrategia de consolidarse como productor mundial de alimentos, pero como uno inteligente que se desarrolla y agrega el valor industrial dentro de sus fronteras, según expuso la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) ante técnicos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), por sus siglas en inglés.
En un conversatorio técnico, explicaron que la industria de la molienda de soja es un proceso crítico para el desarrollo de la industria alimenticia y la de biocombustibles, sectores donde Paraguay puede diferenciarse agregando valor, incorporando además mano de obra local que requiere mayor especialización.
“A nivel productivo, si bien se están realizando estudios para intentar realizar agricultura en zonas marginales, Paraguay ha encontrado limites en la expansión de su frontera agrícola. Sin embargo, a nivel industrial, es donde Paraguay tiene aún mucho por crecer”, expresó el presidente de la Cappro, Antonio Iati, asegurando que esto es posible con la implementación de algunas medidas concretas por parte del Estado que busquen aumentar la competitividad del sector.
En ese sentido, recordó que las industrias aceiteras son las únicas que no tienen derecho a la devolución del crédito fiscal del Impuesto al Valor Agregado (IVA) cuando exportan productos industrializados, lo cual se convierte en un costo elevado dejándolas fuera de competencia en el mercado internacional.
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Añadió que Paraguay es el único país productor de soja en el mundo que no tiene políticas activas en favor de la industrialización dentro de su territorio. Y con los cambios en las reglas e inequidad fiscal se resta competitividad al sector, reduciéndose la capacidad instalada a 4,23 millones de toneladas/año y actualmente operan a niveles de 30 % de ociosidad.
Los analistas del USDA fueron Eric Gero y Katie McGaughey, que pertenecen a las oficinas de Washington, quienes dieron a conocer datos estadísticos e informaciones que podrán ser de utilidad para la toma de decisiones a los productores y a los diferentes actores de la cadena productiva del país, en vista a que en este mes se tuvo el inicio de la nueva campaña agrícola 2024/2025.
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Generando innovación en Paraguay
Por: Adelaida Alcaraz
Una verdadera revolución produce la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay, que transfiere experiencia y sabiduría a los estudiantes compatriotas, transformando el conocimiento científico en nuevas industrias. Jorge Duarte, rector de la casa de altos estudios, cuenta los planes.
La universidad, en su esencia, desempeña un papel crucial en la sociedad y la economía, pues no solo se limita a la educación, sino que también se extiende a la investigación y la generación de conocimiento científico, que son fundamentales para el desarrollo de un país.
Este proceso se realiza a través de metodologías específicas, donde la investigación básica y teórica se complementa con la investigación aplicada, la cual impulsa la innovación tecnológica y la mejora de procesos en la industria.
En Paraguay, la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay (UPTP), está dando pasos firmes hacia la generación de profesionales altamente calificados, centrándose en dos áreas fundamentales: la ingeniería y la investigación.
El rector de la UPTP, Jorge Duarte, destacó que la universidad está desarrollando un centro de investigación donde los estudiantes podrán involucrarse en proyectos que no solo contribuirán al conocimiento científico, sino que también tendrán aplicaciones prácticas en la industria. “Este enfoque es clave para la creación de tecnologías que respondan a las necesidades tanto del mercado local como global”, mencionó.
Agregó que anualmente, la universidad gradúa entre 60 y 90 ingenieros especializados en áreas como ingeniería civil, electrónica y de software, formando parte de una alianza estratégica con la Universidad Nacional de Taiwán de Ciencia y Tecnología (Taiwan Tech), líder en manufactura de semiconductores.
La relación con Taiwán es un pilar fundamental, ya que brinda a los estudiantes paraguayos acceso a tecnologías emergentes y oportunidades de experiencias internacionales. Además, este vínculo promueve la posibilidad de atraer inversiones extranjeras al sector tecnológico de Paraguay, aprovechando sus recursos naturales, economía estable e infraestructura energética.
Taiwán, líder global en la fabricación de semiconductores, juega un papel clave en esta ecuación.
Los ingenieros formados por la UPTP, con capacidades y habilidades específicas, podrían hacer que Paraguay se convierta en un destino atractivo para empresas tecnológicas interesadas en establecer operaciones dentro de la cadena de valor de las industrias avanzadas.
Sectores que atraen a inversionistas. El grado de inversión de Paraguay lo convierte en un destino atractivo para diversas industrias, dijo el rector, pero señaló que es necesario mantener la estabilidad económica y política para seguir incentivando la llegada de capitales. “En diez años, con el apoyo de la universidad y una visión país unificada, podríamos atraer inversiones tecnológicas que transformen nuestra matriz productiva, pasando de una economía basada en bienes primarios como la agricultura y ganadería, a una economía del conocimiento y tecnología”, expresó.
Experiencia global. Uno de los grandes atractivos de la UPTP es la posibilidad de que los estudiantes completen parte de su formación en Taiwan Tech, lo que les permite familiarizarse con tecnologías emergentes que luego aplican en el mercado laboral local.
En cuanto a los perfiles más demandados, Jorge aclaró que los ingenieros en datos son cruciales, ya que son la base para el desarrollo de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes. “Sin embargo, todas las ingenierías son importantes, y su crecimiento dependerá de las apuestas estratégicas que cada país realice”, añadió. Es así que, si Paraguay decide avanzar hacia la industria de semiconductores, la ingeniería en materiales será clave para el desarrollo de microchips más eficientes y pequeños, lo que abriría nuevas oportunidades en el sector.
Subrayó que la misión de la UPTP es ayudar a reducir la brecha entre el potencial de industrialización de Paraguay y lo que actualmente se produce.
Retención del talento. Sobre este punto, el rector reconoció que evitar la fuga de cerebros es uno de los mayores desafíos que enfrenta la universidad. Muchos estudiantes optan por continuar su formación en el extranjero, ya sea para cursar un máster o un doctorado.
Como respuesta a esta necesidad, la UPTP lanzará en 2025 su primer programa de maestría, ofreciendo un programa de clase mundial que permitirá a los profesionales escalar en sus carreras sin necesidad de salir del país.
A través del proyecto “Distrito Digital”, en el que se pretende asentar las bases de la universidad junto al parque industrial liderado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC), la UPTP busca integrar a la academia y la industria.
Este enfoque no solo formará profesionales, sino que también contribuirá a la industrialización y diversificación de la economía paraguaya, impulsando sectores tecnológicamente avanzados.
El rector concluyó que la transformación del modelo económico de Paraguay hacia una economía basada en el conocimiento requiere un esfuerzo conjunto. “Este desafío no es solo de la universidad, sino de todos los actores clave del país: sector público, privado y académico”, finalizó.
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Incorporación de tecnología repuntó crecimiento de grandes empresas textiles
El sector de confecciones y textiles viene registrando un gran crecimiento en los últimos años, especialmente de las extranjeras que desembarcaron, es decir, en su mayoría de las grandes empresas que ya cuentan con avances tecnológicos y que las incorporaron en sus bases en Paraguay.
Aunque no se puede afirmar que la industria textil en su totalidad haya logrado repuntar con un gran salto, porque también enfrenta una serie de inconsistencias que impide un crecimiento orgánico, en especial de las empresas nacionales o las más pequeñas.
Es lo que mencionó en conversación con el diario La Nación/ Nación Media, el referente y empresario del sector, Jorge Bunchicoff, quien detalló el panorama actual desde su rol de inversionista, generador de empleos y de acercar las tendencias de la moda en Paraguay.
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Apuesta de empresas extranjeras
“Lo que observo es un crecimiento a nivel tecnología y empresas que se instalaron del extranjero, pero no que haya un crecimiento orgánico general. Pero la incorporación de tecnologías y más puestos de trabajo se da más por las empresas extranjeras que apuestan por mayor eficiencia y productividad”, expresó.
Ante la consulta del por qué las empresas propiamente nacionales no estarían alcanzando los crecimientos, indicó que el mercado local tiene competencias y dificultades muy graves, que impiden que puedan invertir porque es un mercado muy abierto.
Esto hace que las importaciones y muchos productos de origen asiático subvalorados ingresen fácilmente. Para competir con esto hay que ser extremadamente competitivo en todo sentido, en diseños, en tecnología, eficiencia, etcétera, y no todos pueden porque requiere de inversiones significativas, explicó.
Es por ello que las textiles extranjeras que operan en el país, que tienen ya una apertura en el entorno global, son aquellas que trasladan sus tecnologías de origen al país, contratan personal, compran más materia prima. “Creo que el crecimiento está más por las empresas exportadoras que por las que venden sus productos en el mercado local”, específico.
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Polo textil
En cuanto a los polos textiles en el país, mencionó el caso de Alto Paraná, donde existen muchas maquiladoras en su mayoría brasileñas que trabajan para sus propias centrales para exportar la producción, así como industrias de paraguayos que trabajan para el mercado exterior.
Punto en el que Bunchicoff referenció al país como una oportunidad para radicar inversiones, así como los regímenes especiales como la maquila, en el que su empresa opera, que está pasando por un gran momento, dando un salto a más de nuevas inversiones extranjeras.
Este segmento (maquila) apuntala a seguir creciendo, dijo, ya que tanto los inversionistas como el gobierno están convencidos de que este es un gran camino para atraer industrias y, por sobre todo, generar mano de obra para los paraguayos, acotó.